Suena el despertador pero ya estoy despierta desde hace rato, tengo una sensación rara en el estómago.

Me he despertado de un sobresalto y la imagen de Diego me ha atormentado. Demasiadas llamadas y mensajes esta situación me esta sugestionando. Menos mal que esta tarde llega Ale, estar con él estos días me va a venir bien para desconectar.

A las 8:30 suena mi telefono, es Alejandro, será para decirme cuando viene.
- ¿Alejandro?
- El mismo... Te quería comentar que voy un poco más pronto...
- Vale, ¿a qué hora llegarás?
- pues más o menos en 30min estaré allí...
- ¿¿¿Queeee??? ¿Ya estás aquí?...
- Casi, ¿te hago ir mal?
- Noooo, ¡para nada! sólo que te esperaba esta tarde. Ahora llamaré a Miguel para decírselo.
- Tranquila yo se lo digo.
- vale. Hasta ahora
- Hasta ahora.

Pues voy a arreglarme por que dentro ee nada ya estará aquí. vuelve a sonar mi teléfono.
- ¿Greta?
- Dime Miguel.
- Cambio de planes, Miguel llega antes, así que iremos a comer en vez de a cenar. Vendrá cansado así que hoy nos tomaremos el día libre. Iremos a comer y después descansaremos, ya mañana iremos a la editorial y haremos las reuniones.
- Como tu digas.
- Perfecto le he dicho que en una hora, hora y media iré al apartamento9 y de allí nos vamos al restaurante.
- Perfecto, voy a arreglarme.

Me cuelga y ahora sabiéndo que vamos al restaurante decido ponerme un vestido corto camisero en color salmón con cinturón marrón, sandalias en tono marrón y bolso a juego. El pelo suelto y maquillaje natural.

Escucho la puerta.

- ¿Greta?
- ¡Alejandro! - Corro hacia él y le doy un abrazo. Necesitaba tener a alguien de mi vida anterior y él al que más...
- ¡Ey! menudo recibimiento... si lo sé me presento antes...-sonríe, tiene una cara tan dulce.
- ¡Que bien que estás aquí!
- No sé que está haciendo Miguel pero que siga así porque me hechas de menos...ajajjaja
- ¡Idiota!...
- Ahora si...ahora ya veo que todo vuelve a la normalidad sólo ha sido un espejismo...jajajjaja
- Te he preparado la habitación, puedes dejar tus cosas.
- No, esa para ti. Yo me quedaré en el despacho. El sofá es cama.
- ¡¿Como vas a venir a tu casa y te vas a quedar en un sofá?!
- Cama... he dicho sofá cama...y no hay discusión posible porque como tú has dicho es mi casa y yo decido donde voy a dormir...
- Contigo es imposible...

Mientras se instala preparo algo para beber y para picar.

Nos sentamos en la terraza y hablamos sobre cómo estoy llevando vivir aquí y como me va en la editorial. Justo cuando me levanto para ir a buscar algo más de bebida llaman al timbre. voy a ver.
- ¿Si?
- ¡Soy Miguel!
- ¿Subes o bajamos?
- Bajad tenemos que ir al restaurante.
- vale.

Voy a la terraza a decírselo.
- Ale, Miguel está abajo, dice que bajemos.
- Ok. vamos.

Salimos del edificio, otra vez mi estómago vuelve a darme una punzada, pero enseguida se me olvida porque ahí está Miguel como siempre parece salido de una revista de publicidad de motor.
- ¿Que pasa, máquina?
- Pues ya ves, aquí a ver que estás haciendo con mi editorial...
- ¿¡¿Tu editorial?!?...Ya luego te doy una paliza que ahora tengo hambre ...
Me río viendo como se vacilan entre ellos.
- Uy...parece ser que en tu cochazo de vividor follador no vamos a caber... Tendremos que ir en el mío de hombre de negocios...
- Serás...lo dicho que luego vas a cobrar...

Esta comida va a ser muy entretenida... Subimos al coche de Ale y nos dirigimos al restaurante que esta a un par de calles. Alejandro aparca en el Parking reservado para los clientes.

Entramos al restaurante. Es un local fino con una decoración minimalista...

Verás que en vez de comida nos traen esos platos que parecen tapas con nombres raros...esta noche pizza a domicilio...

Nos sentamos en la mesa que Miguel había reservado y nos traen el menú desgustación, tropecientos platos con nombres extraños y que parecen obras de arte en vez de comida y cada plato acompañado de vinos especiales...

Durante la comida siguen vacilandose el uno al otro y me explican un montón de anécdotas juntos...
- ¿Sabes una cosa Greta?, ahí donde ves al carita de angel, que parece un oso amoroso, era un rompe corazones en sus mejores años...ahora ya va de caída...pero era un auténtico sinvergüenza, ¿Cuantas veces he tenido que cubrirte con tus víctimas...?
- No te creas nada Greta, aquí el casanova era él... y yo el que tenía que poner el hombro y la oreja para consolar a las que el iba dejando en el camino...
- Anda que no tenéis peligro...
Me dolía la mandíbula de tanto reírme.

Dos horas más tarde salimos del restaurante y otra vez vuelve mi punzada en el estómago... Al final, si sigo así iré al médico...

Llegamos al edificio y nos despedimos de Miguel, le hemos dicho que suba pero ha dicho que mejor no, que quería descansar. Que mañana nos vemos en la editorial.

Subimos al apartamento y ponemos una película para pasar la tarde. Cuando termina decidimos hacer un té y hablar.

- Ale, ¿que sabes de Diego? Hace tres días que no ha vuelto a llamar ni mandar mensajes...no sé que pensar...
- La verdad, es que no sé nada, nadie me ha vuelto a decir nada. quizás ya se haya cansado y te deje vivir tranquila...
- Ojalá y sea así, pero me da la sensación que algo no va bien... Llevo un mes aquí, y sus llamadas y mensajes han sido a diario y que de golpe pare... No me da buena espina...
- Pero no sabe dónde encontrarte... esta ciudad es enorme si nadie sabe donde estás exactamente, podria estar meses hasta dar con el lugar exacto donde estás.
- Ojalá... Pero tengo un mal presentimiento...
- Cambio de tema... ¿Que quieres cenar?
- Pues la verdad me apetece una pizza viendo otra peli. ¿Te hace?
- Me parece un gran plan. Voy a llamar para pedirla.
- ¡Perfecto! yo voy a elegir una película.

He elegido una comedia española Se llama " Señor dame paciencia " he visto el trailer y parece que nos vamos a reír bastante.

Media hora más tarde llega la pizza y nos sentamos en el sofá para cenar viendo la peli.

Nos hemos reído muchisimo, ahora ya es hora de irse a dormir porque mañana tenemos un día bastante largo...
....

Me meto en el cuarto y miro por la ventana. Enfrente hay un hotel, la vista no es tan especial como en la terraza, parece extraño pero en toda la fachada sólo hay luz en una de sus ventanas... Cuándo poso mi vista en ella mi estómago me da otra punzada pero esta vez más fuerte, tanto que me hace gritar del dolor.

De pronto se abre la puerta y veo a Alejandro con cara de preocupación.
- Greta ¿estás bien?
- si, ha sido una punzada en el estómago. llevo todo el día que me van dando.
- ¿Quieres que te lleve al hospital?
- No, parece que ya se me ha pasado... vete y descansa. Gracias
- Si vuelve a darte otra me avisas y nos vamos a urgencias.
- Si. Buenas noches Ale.
- Buenas noches Greta.

Sale de cuarto y me meto en la cama, quiero intentar dormir y descansar a ver si mañana me levanto mejor y no me vuelve a doler.