Llego a la editorial, hoy he llegado un poco pronto. No hay nadie.

Entro en mi despacho y me siento a empezar a trabajar pero recuerdo a Greta subida en ese escenario cantando junto a sus amigas y no puedo evitar sonreír.

Seguramente después de la noche de ayer hoy esté un poco indispuesta, así que decido prepárarle una bandeja con un par de pastillas y un vaso de agua. Le  pondré una nota para que se las tomé.

Una vez hecho esto vuelvo a meterme en mi ordenador a seguir los los balances presupuestarios de este mes.

Pasa media hora y se abre la puerta, es ella, está preciosa...Aunque la noto un poco seria, será por el cansancio de haber salido ayer.
- ¡Buenos días Greta! ¿Como amaneciste?...- Le digo en tono burlón, quizás así la anime un poco.
- Buenos días Miguel, Pues mejor de lo que pensaba...- Me contesta en el mismo tono

La miro como se acerca a su mesa y ve la bandeja con el vaso de agua y las dos pastillas con la nota que al cogerla me mira y se le escapa una sonrisa
- Yo de ti haría lo que dice la nota... - le suelto con una sonrisa, ella me mira y me saca la lengua, haciéndome burla, no puedo evitar soltar una carcajada, es tan natural. Se toma las pastillas.
...

Le suena el teléfono.  La veo leer la pantalla y su cara cambia por momentos.

De pronto lo lanza contra el escritorio...
- Greta. ¿Todo bien?
Me mira, pero no contesta, simplemente se levanta y sale del despacho.

Me levanto y decido ir tras ella a ver que le pasa, que ha sido eso que la ha dejado tan mal.

Salgo del despacho y la veo meterse en el baño, así que voy para allí y le toco a la puerta.
...TOC,TOC,TOC...
- Greta, estás ahí?
- Si, estoy bien...sólo me descompuse.- su voz sonaba débil, así que insisto
- No lo creo, ví tu cara cuando te sonó el teléfono. Déjame entrar
- Estoy bien sólo. necesito unos minutos.
- Greta, no es una petición, ¡es una orden!
- Miguel, de veras que estoy bien.
- Entonces abre la puerta y si compruebo que es así, me iré y no volveré a hablar sobre esto.
- Dame dos minutos y salgo...
- Está bien, pero aquí te espero, no pienso moverme hasta que salgas. ¿Me oyes?
- ok.- Por fin accede a salir del baño, necesito ver que está bien, verla mal me está matando ,quisiera abrazarla.

Sale del baño y veo en sus ojos que ha estada llorando, esto es peor de lo que pensaba...
- ¿Y bien? ¿No me vas a explicar que te pasa?
- Ya te he dicho que me he descompuesto un poco...
- ¡Greta!- exclamo, me da rabia que sea tan tozuda...
- Mira Miguel, te agradezco que te hayas preocupado por mí, pero de verdad que ahora mismo no quiero hablar del tema, no lo necesito...
- Bueno... al menos admites que algo ha pasado que te ha hecho sentir mal... No se lo que és, pero si en algún momento quieres confiar en mí y contármelo sabes dónde encontrarme...- Quizás mis palabras han sido más duras de lo que pretendía pero estoy molesto... No confia en mi. Posiblemente si me dijera lo que pasa podría ayudarla a solucionarlo... ¡tozuda!

Vuelvo a mi mesa y me pongo a trabajar. Han pasado tres horas y ni me he enterado. Ella sigue seria, está preocupada. Quiero hacer algo por ella, quizás si la llevo a almorzar pueda evadirse de su problema.
- Greta, voy a salir a comer. ¿Quieres venir?- le propongo
- Gracias, pero esta mañana le dije a Úrsula que iría con ella...- ¡vaya por dios! pues nada Miguel hoy no es tu día de suerte...
- Está bien, nos vemos luego.

Salgo del despacho, me iré a comer fuera del edificio y creo que lo mejor será que llame a Alejandro, él debe saber lo que ocurre, y yo necesito información o me va a estallar la cabeza.

- ¿Miguel? Dime.
- Hola tío, oye, necesito hablar contigo.
- Claro. ¿Qué pasa? ¿hay algo mal en los presupuestos?
- No, es Greta...
- ¿Que le pasa?

El tono de su voz es ansioso y preocupado. Le cuento todo lo sucedido.
- No se nada, no me ha llamado para contarme. Ahora intentaré hablar con ella.
- Te lo cuento porque ella no me tiene confianza y por mucho que le he preguntado no ha querido decirme nada.
- Miguel quizás no está preparada para explicarlo.
- Lo entiendo, pero creo que necesita hacerlo y tu eres su mejor amigo por eso he decidido llamarte para decírtelo.
- Gracias Miguel. Creo que debes saber algo, quizás así puedas entender un poco más a Greta. Ella se traslado a Barcelona para alejarse de su  ex prometido...

Alejandro me cuenta la historia y me hierve la sangre, como puede un hombre comportarse de esa manera...
- Menudo hijo de perra.
- Sí, y además la está buscando, está preguntando a todos sus conocidos para saber dónde está...
- ¿Pero él no está con su amante? ¿Para que la busca?
- No te se decir... Pero lo que si te diré es que no me fio ni un pelo de ese tío. Nunca me gustó. ¿Te puedo pedir un favor?
- Claro Alex. Dime.
- No la dejes sola, intenta que siempre esté acompañada, como te he dicho no me fío de ese cabrón...
Y eso es un favor para él o para mí...
- Cuenta con ello. Y por favor mantenme informado si hablas con ella...
- Lo mismo digo Miguel. Luego te llamo.
- Perfecto.

Termino mi comida y me voy a la editorial, no dejo de darle vueltas a lo que me ha contado Alex. ¿Qué tío en su sano juicio le hace algo así a una mujer tan especial como Greta...?

Entro en el despacho y ella está sentada en su silla hablando por teléfono, se apresura en colgar cuando me ve... ¿Será que está hablando con el cabrón de su ex? Un raro sentimiento me oprime el pecho...
- Buenas tardes, ¿estás mejor?
- Si. Gracias.
La miro y le guiño el ojo con una sonrisa. quiero que vea que estoy para lo que necesite y que puede confiar en mi.

A las seis noto que empieza a recoger sus cosas, tengo que llevarla a su casa como sea...
- Greta, ¿Quieres que te acerque?- se lo digo en tono dulce.
- Está bien - acepta sin reparos. Esto es nuevo
- Perfecto, pues recojo mis cosas y nos vamos.
- Yo también, casi estoy.

Terminamos de alistar las cosas y nos dirigimos a la puerta del despacho, se la sostengo para cederle el paso, sin pensar mi mano se posa en su cintura acompañando su salida. Se siente tan bien, mi cuerpo se estremece a su contacto.

Salimos de la editorial y vamos al parking a buscar el coche, le abro la puerta para que se siente y la cierro una vez se sienta .

Arranco el coche y le hablo de temas de la editorial, quiero mantener su mente alejada de ese maldito.

Llegamos al edificio del apartamento. El trayecto se me ha hecho demasiado corto y ahora tendré que alejarme de ella y no quiero.
- Greta, si me necesitas sólo tienes que llamarme y vendré enseguida.
-Tranquilo estoy bien, gracias.

Sale del coche y me despido. Espero a que esté dentro del edificio para arrancar.

Llego a mi apartamento y llamó a Alejandro para ver si ha podido hablar con ella y saber algo más.

- Hola Miguel.
- ¿Que tal Alex? ¿Sabes algo más de Greta? Acabo de dejarla en tu piso.
- Si, hablé con ella y me ha contado lo sucedido... - Me cuenta todo lo que le ha dicho Greta, y juro que si me cruzo con ese impresentable lo hago pedazos.
- ¿Crees que sería capaz de hacerle daño?
- Pues no lo sé, como te dije antes, nunca me ha gustado...
- Está bien, voy a llamar a mi empresa de seguridad y voy a tener vigilancia las 24 horas. Este no va a poder acercarse. Necesito una fotografía del pedazo de mierda.
- Mañana consigo una y te la envío.
- ¡Perfecto! Te dejo, voy a llamar para que manden una patrulla de vigilancia ahora mismo.
- Gracias Miguel.
- No me des las gracias, Mañana hablamos.

Cuelgo y llamó de inmediato a la empresa que tengo contratada para la vigilancia de la editorial. Me han dicho que ya envían una patrulla hasta su apartamento. Ella no lo va a saber pero va a estar a salvo. Cuándo yo no pueda estar con ella estará la vigilancia contratada.