Me tumbo en el sofá, con la botella de licor en mi mano, es la segunda que me voy a tomar, estoy abatido, mis pensamientos no ayudan a sentirme mejor.

No se que es lo que he estado haciendo con mi vida hasta ahora, la he liado tantas veces que ahora estoy pagando las consecuencias.

Me he dedicado a pensar en mis bajos instintos sin preocuparme si con ello hacía daño a los demás.

Y aunque en el momento me bastaba luego me sentía infeliz... Carla siempre me complacida en nuestros encuentros pero una vez terminaban necesitaba tener a Greta junto a mí y cuando estaba con ella no la valoraba y volvía a caer en la tentación.

Luego la perdí y me volvía loco solo de pensar que no la volvería a ver, la busque y volví a hacerle daño, esta vez incluso físico, me propase con ella... me convertí en un monstruo que no podía controlar sus impulsos.

Realmente pensaba que podría rehacer mi vida siendo Matheo Costa de la Riba, pero he seguido cargando la por mi egocentrismo... No tendría que haber aceptado trasladarme a Barcelona sabiendo que Greta estaba allí y podía reconocerme. Pero cometí el error de no quitarme el lunar y ese pequeño detalle fue el que me delató y confirmó las sospechas de Greta...

Volví a huir y está vez me reencuentro con mi pasado y aunque quería darme la oportunidad con Carla con mi nueva identidad, no es posible ya que trabaja para Greta con lo cual si ella le cuenta la verdad, no sé como puede actuar Carla...

Por lo tanto lo mejor es quitarme del medio. Estoy pensando que ojalá mi falsa muerte no hubiera sido una mentira... Lo mejor para todos es que desaparezca de sus vidas...

Miro la botella, y aunque me cuesta enfocar, veo que aún me queda la mitad por beber. Suena mi teléfono.

- Ssii...- me cuesta articular palabra.
- Matheo, soy yo Thiago.
- Dii...me..
- ¿Enserio, otra vez borracho?
- ...Nnnn..no...
- Joder... Escúchame atentamente... Mañana te vas a las Barbados. Está todo listo para tu llegada. No podrás volver, al menos hasta que tus delitos prescriban...
- Ppp..Paso...
- No, no pasas. Mañana cogerás ese avión.
- ¿Pppp..ara qqqq...que?
- No puedes quedarte donde estás tienes que desaparecer...
- Ddddesssappparecer... esa es la idea... Nnnno neceeesitoo viaaajar ootrrrra vezzzz....
- Oye Matheo, céntrate...
- No, Nnno soy, soy Dieegoo... Nunca he podido ssseer Matheo...
- Madre mía... voy a mandar a alguien a tu apartamento ahora mismo...
- No, Hace falta... quiero estar sssolo...
- Mañana te llamo de nuevo, a ver si estás en mejor estado y puedo razonar contigo, por que ahora por mucho que te diga no lo vas a entender.- cuelga.

Vuelvo a recostarse en el sofá y noto como mis párpados pesan más cada segundo que pasa hasta que me quedo profundamente dormido.

La luz del sol entra sin previo aviso por la ventana y me da directamente en la cara despertándome de mi letargo resacoso. Me va a estallar la cabeza así que hago esfuerzos para levantarme del sofá para ir en busca de unos analgésicos que disminuyan el dolor.

Cojo las pastillas y me las tomo con un vaso de agua, la verdad es que también me hacía falta beber, tengo la boca reseca. Miro mi teléfono y tengo un mensaje de Thiago.

" Llámame cuando te despiertes y tengas uso de razón suficiente para entablar una conversación."

Noto en su mensaje que está cabreado, recuerdo vagamente nuestra conversación de ayer, pero sé que mi actitud no fue adecuada.

Me tomo un café cargado a ver si me despejo y me termino de despertar. Voy al baño y al entrar me veo reflejado en el espejo, estoy hecho un asco, mi aspecto recuerda a un vagabundo después de tres cartones de vino rancio. Me lavo la cara con agua fría y vuelvo al sofá para llamar a Thiago.

Marco su número y tarda cinco tonos en cogerlo.

- Hombre... pero si se ha despertado el "whiskyllorón"...
- ¿Para qué querías que te llamará?
- ¿Para qué va a ser?... He logrado paralizar la investigación en tu contra, untado al detective que ha contratado el noviecito de tu ex. Así que he logrado que se olviden de echar para delante la denuncia, al menos por el momento. Aun así necesitamos que te largues de aquí para ir a un país sin extradición. El detective me ha aconsejado que lo mejor es que te vayas a las Barbados. Así que lo tengo todo listo para que viajes esta misma mañana.
- Pero no hay nada que pueda demostrar quien soy. ¿Cómo van a poder denunciarlo?
- Si, si que tienen, resulta que tu amante ya no está tan cegada y ha conseguido darles unas muestras con tu ADN. Si van con eso a la policía quizás admitan la denuncia y vayan a por ti por falsa identidad.
- ¡¡Mierda!!...¿Pero como es posible?
- No lo sé, pero ayer tu amante le envió una cuchara y un cepillo de dientes a tu ex y está se lo hizo llegar al detective para que lo analizaran. Y el lo único que pudo hacer tras corroborar que eran de la misma persona fue decir que no eran pruebas solidas para poder denunciar y que además te habías largado a un país sin extradición... Así que nos toca actuar urgentemente.
- Ok. Pues me arreglo una maleta y me voy hacia el aeropuerto. ¿Me mandas todo?
- Sí, ahora te lo mando. Tu vuelo sale en cuatro horas. Date prisa en media hora te mando a alguien para que te lleve al aeropuerto.
- Ok. Gracias.- Cuelga.

Voy al cuarto me visto y cojo una pequeña maleta dónde pongo ropa y algunos recuerdos. Otra vez me toca huir.

Pasa media hora y me llega un mensaje al teléfono avisándome que mi transporte estaba esperando. Así que cojo las cosas y bajo.

En la entrada hay un coche negro con los cristales tintados, se abre la puerta del conductor y sale un tipo con aspecto de matón.

- ¿Sr. Costa?- no se si contestar- Soy su transporte. Le tengo que llevar al aeropuerto.
- Ok. Vamos.

Me subo al coche y en quince minutos llegamos al aeropuerto. El tipo se baja de lo coche y saca la maleta del vehículo y me la entrega junto con un sobre.

- Tenga, aquí dentro tiene todo lo necesario para su viaje y su llegada a destino. Su hermano le ha dejado todo listo.
- Gracias.
- Es mi trabajo Señor, que tenga buen viaje.- Se despide, sube al coche y se aleja calle abajo.

Me dirijo a facturar mis maletas y ala puerta de embarque. Cuando entro en el avión mi billete de nuevo es en primera clase. Thiago no escatima en mi comodidad. Gracias a dios esta vez no hay nadie en el asiento de al lado.

El viaje transcurre tranquilo a pesar de que son nueve horas de vuelo. Aunque he de decir que se me ha hecho corto ya que la mayor parte del tiempo estoy durmiendo.

Cuando llego a mi nuevo destino, recojo mi maleta y salgo del aeropuerto. En la entrada me está esperando un tipo con un cartel con mi nombre escrito.

- Bienvenido Sr . Costa. Soy Sam, su chófer, le llevaré a su nueva casa.
- Gracias.

Me coge la maleta para meterla en el coche. Me siento en el asiento del copiloto y vamos al lugar donde me voy a instalar.

Tras media hora de trayecto llegamos a una zona llena de casitas de colores con salida al mar.

- Señor ya hemos llegado, esta es su casa. No es muy grande, pero las vistas son espectaculares. Aquí tiene las llaves.- me las entregan junto a una tarjeta de visita. - llámeme si necesita algo. Estoy a su disposición.
- Gracias. Lo haré.- se sube al coche y me deja solo.

Entro en la casita, y su decoración es muy del lugar, tonos frescos y sin demasiados lujos, dejo la maleta y salgo al pequeño porche que da al mar.

Me siento en una butaca y me quedo pensando en que es lo que voy a hacer en los próximos días y como voy a enfocar todo esto... He huido pero realmente no sé qué tipo de vida quiero llevar, estoy condenado a la soledad absoluta. Y mirando el mar me doy cuenta de lo ahogado que me siento.

Cojo la tarjeta que me dado y marco el número en mi teléfono. Contesta enseguida.

- ¿Sr. Costa, está todo bien?
- Si, tranquilo. Pero necesito que me consigas algo cuanto antes.
- De acuerdo. Dígame.