Capítulo 3: Sombras
23/03/1998 a las 12:30
Cafetería del Hospital Central de Londres
Londres, Gran Londres, Inglaterra, Reino Unido
Podemos ver a Helena comiendo algo antes de seguir con la guardia, por ahora su superior, quien era Erick, estaba teniéndole consideración por ahora por el tema del cambio de horario y la falta de costumbre al clima londinense, y esas cosas que pasan al mudarse a Europa. Algo que no llegué a mencionar era que Axel estaba en su último año de residencia, por ende tenía algo más de experiencia que la mujer, las veces que el médico tenía cirugías o algo de urgencia era él quien le suplía, cabe mencionar que era muy buen profesor para aún no tener experiencia trabajando de forma... seria.
Una vez que acaba va a la parte de anatomía, una semana cada mes de manera totalmente obligatoria, más bien dicho debía ir a la morgue para hacer una autopsia de un cadáver de un joven asesinado al haber sido pasado un cuchillo sobre su cuello, más sobre la zona de la tráquea, cortándole el aire y dándole una muerte horrible y lenta... Irónicamente no era necesario teniendo en cuenta que entraría en la zona de pediatría, pero según la excusa de su jefe, era para conocer algo más del cuerpo humano y las causas del deceso.
Un fuerte y estremecedor escalofrío baja desde su espina dorsal hasta expandirse por todo el cuerpo, al punto que la piel se le eriza por completo al pensar en cómo sería la... muerte por asfixia... solo pensaba que seguro era desesperante que corten tus vías respiratorias mientras intentas buscar aire, te retuerces en el piso como gusano mientras desangras y un rato luego dejas de existir... nuevamente lo mismo pasa pero con más fuerza, siente un poco de paranoia, se da la vuelta para ver que no la siguieran de casualidad, lo único que veía eran doctores y enfermeras caminando de aquí para allá, algunos revisando papeles, otros charlando con personas que probable tendrían parientes dentro del hospital, y civiles...
—Creo que debo dejar de pensar en estas cosas... —murmura para sí misma —o me volveré loca...
Por última vez en el momento pasa lo mismo que en las dos primeras ocasiones, haciéndola sentir mucho más nerviosa, aunque no estaba segura si debía sentirse así o simplemente debía relajarse... ¿será que ese grito de la noche anterior, a eso de las diez y algo de la noche tuvo algo que ver? Sacude la cabeza en forma de negación, seguro fue otra razón... sí, otra razón que a ella no le importaba para nada... otra razón que a nadie le importaba de hecho... da un par de pasos hacia atrás para chocar contra alguien, haciéndola saltar de frente y con el corazón en la garganta, cuando se da la vuelta no era nadie más que Axel. Hijo de~
—Perdona Helena. ¿Te asusté? —guau... qué pregunta la del caballero
—No... no lo hiciste... solo salté porque estaba feliz —sarcasmo
—No hace falta que use el sarcasmo conmigo... —comenta
—Perdona, pero pensaba en el caso que está en... la... ya sabes la... la...
— ¿Morgue? —asiente — ¿Es por el caso del joven asesinado? —nuevamente asiente —Ya veo, pues dicen que hace unos días apareció un asesino por aquí. Y mata por las noches....
La noticia hizo que se erizara cual gato asustado, luego que palideciera al punto que la leche le tendría envidia, sobre su cabeza se formaba una nube de pensamiento, allí aparecieron algunas imágenes de ella en forma de caricatura "chibi", donde se la veía saliendo del hospital, luego un tipo cualquiera aparecía y de una forma algo rápida se la ve en el piso tirada con un par de cruces en los ojos y lo que parecía una especie de... charco de sangre... o al menos eso parecía... no estaba tan segura de qué demonios se preocupaba ya que andaba en taxi, pero salía de noche...
— ¿De qué tanto hablan ustedes dos? —Erick venía en dirección a ambos con una mirada seria, su asistente le dijo, suspira —Helena, eso pasó hace como una semana, y al tipo que cometió el asesinato fue agarrado al día siguiente.
Era divertido ver la expresión de la mujer ya que mostraba una rotunda cara de "¿Qué?", mira a su jefe, luego mira a su otro jefe con una expresión asesina digna de Sadako de la película "El anillo" original, éste se encoje pensando que la jodió rotundamente, desde afuera se escuchaban gritos, adentro podíamos ver a la aspirante a médica persiguiendo al otro con las manos extendidas hacia el frente, el otro huía por —básicamente— su vida, y allí el jefe los perseguía alarmado de que su alumna matara al otro...
Luego de un rato podíamos verlos a los tres en la morgue, nuestra protagonista ahorcando fuertemente al otro con un par de guantes azules de látex mientras lo zarandeaba adelante para atrás diciendo entre dientes que con algo así no se jugaba, otro rato después de calmarse del intento de homicidio, podíamos ver al pobre Axel respirando a través de una máscara de oxígeno con fuerza, hasta podría decirse que por la mala aprendió a jamás hacerle algo así a una mujer, o probable terminaría a tres metros bajo tierra, tanto vivo o muerto. Exagerado, pero cierto.
En cuanto con el señor Walker... bueno, él le habló un poco a su alumna, ella responde que simplemente por allí donde venía era algo que pasó con mucha frecuencia por tres décadas y media a manos de un tirano al mando del gobierno. No había pasado diez años que ese tirano había caído con todos los suyos gracias a un grupo que se levantó en contra... solo unos cinco años... Erick estaba consciente de ello y le dijo que comprendía su punto, al menos le valió recalcar que allí en Londres había mucho más seguridad y no había de qué preocuparse... no podría decirse de manera exacta si la calmó algo, pero aún así mantenía su desconfianza... no la culpaba.
Pasan como una hora allí adentro, una buena hora, donde en ciertas veces alguien se ponía ligeramente paranoica, los dos se sentían algo apenados por la mujer aunque alguien estaba enojado con cierta persona por haber hecho una "pequeña broma inocente".
Finalmente llega la hora de la salida, aún no comenzaba con las guardias nocturnas, lo cual en serio era algo bueno, hace una llamada para un taxi, al cabo de unos pocos minutos llega Diego sonriendo, le devuelve la sonrisa y sube al auto, en dos días se diría que el buen señor de España se había vuelto su chofer personal, gracias a Dios que no debía irse caminando ya que nunca se sabía si era o no seguro, más cuando era de noche, uno nunca debía fiarse de nada, cuando llega a su apartamento, prepara sus cosas, ordena algo para comer, luego prepara la bañera para relajarse un poco...
Una parte suya piensa que allí, en esa ciudad inglesa había algo más para ella, no sabe exactamente qué cosa, pero así se sentía, se preguntaba qué sería... tal vez un millón de libras, o algo así, quien sabe, el destino era ciento veinte por ciento impredecible, nunca se estaba seguro de lo que podría pasar luego, en un momento podrías estar disfrutando, y para el otro en el hospital o algo parecido. Luego de diez minutos sale, se seca el cuerpo y se viste con su ropa de dormir, revisa un poco la televisión a ver si había algo interesante, otro rato luego llega el delivery que pidió, comiendo una hamburguesa con papas y algo de gaseosa, otro rato después se tira a descansar....
...
...
...
24/03/1998 a las 6:30
Apartamento de Helena
Londres, Gran Londres, Inglaterra, Reino Unido
La alarma suena despertándola con fastidio, hace la rutina matinal para salir a desayunar en un restaurant cercano, una vez que termina de comer unos panqueques con zumo de naranja llama al taxi para ir al hospital, llega, marca la entrada y se dispone a esperar a su compañero —quien no se le quita lo de la "broma" del día anterior— y a su jefe, quienes llegaron al menos una hora después, no reclama ya que estos dos salieron con la excusa que había mucho tráfico, cosa que no había cuando salió del apartamento, solo se limita a creerles.
Ahora les tocaba otro trabajo de anatomía en la morgue, esta vez —y gracias a Dios— tocaba un fallecido por supuesto ataque cardíaco, pero tienen que abrirle el pecho para poder ver el órgano, tardaría mucho en acostumbrarse a... bueno, ya saben... abrir cuerpos humanos en estado de putrefacción y... eso... asquerosamente parecía corroído por alguna cosa, lo cual era para nada común en esta clase de casos... ahora que se daba cuenta, el sujeto tenía un parecido leve con su compañero de residencia...
—Al parecer no fue un paro común —dice Erick —, esto es causado por un extraño veneno que ataca exclusivamente al corazón, corroyendo los vasos sanguíneos.
— ¿Asesinato? ¿Arreglo de cuentas? —pregunta su alumno
—Tal vez, y probable el joven de ayer sea nada más que otra víctima —dice analíticamente — ¿Qué opinas Helena?
Cuando la mira la ve blanca como el papel, conste que era morena, hasta podría confundírsela como un cadáver más... ver eso y escuchar lo dicho por su jefe la pusieron nerviosa, muy nerviosa, no se imaginaba cómo sería estar en ese lugar... incluso se imaginaba que habrá sido una muerte lenta y dolorosa, sintiendo cómo su corazón se corroía con fuerza pero de una manera lenta y dolorosa... ¿y si tal vez no agarraron al criminal correcto? ¿Y si había logrado salir o encontrar formas de probar su supuesta inocencia? Tal vez estaba siendo paranoica, pero quién sabe... no se da cuenta que la arrastran afuera y la hacen sentarse en una banca de espera mientras le soplan el rostro con las manos e intentan hacerla reaccionar hasta que lo logran...
— ¿Q-qué pasó? —pregunta temblorosa
—Estábamos mencionando el tema este del posible... asesinato en la morgue y de pronto te pusiste blanca. —dice su jefe
—Oh... l-lo siento, estoy bien...
—Creo que sería prudente que te tomes un rato —dice Axel —, toma algo con azúcar y luego nos vemos en consultorio.
Ella asiente para ir a la cafetería por una taza de chocolate caliente, donde al cabo de unos minutos recupera el color de su piel... y su presión arterial... suspira, piensa que todo está bien, no había nada de qué preocuparse, después de todo Londres era enorme, no podía ser algo deliberado por más asesino que fuera... su mano tiembla un poco, no sabe de qué se preocupa... oye murmullos de un par de médicos entrando, cuchicheando entre los dos acerca de lo que había en la morgue, más preferentemente del cadáver al cual estuvo practicándole la autopsia, rumorando que era un familiar medio de Axel y otras cosas referentes al tema... Una vez que acaba —nerviosa— con su chocolate, se dirige al consultorio para iniciar con una lección nueva que serviría totalmente para distraerse, y gracias a Dios así fue...
Nuevamente es de noche, pero esta vez termina su turno algo tarde, alrededor de las diez y media de la noche, sale afuera, esta vez no llama a Diego porque temía molestarlo, no tiene más opción que ir caminando de regreso. Obviamente sentía inseguridad por ello, más cuando no tenías idea si era realmente seguro salir a tales horas de la noche caminando...
—Vamos Helena... todo está en tu mente... —pensaba —mantente tranquila y no pasará nada malo...
Y de esa manera fue caminando hasta su casa, con su corazón latiendo fuertemente contra su pecho, casi a punto de vomitarlo de hecho... unos cuantos copos de nieve empezaban a caer del cielo, exhala al sentir el frío aire dentro de sus pulmones, formando una pequeña nube de aliento condensado, se encoje dentro de su ropa, abrigándose el rostro como pudo suspira y sigue caminando, a pesar de haber ya entrado en la etapa de la primavera, digamos que el clima templado de Londres hacía que la estación invernal se extendiera un poquito más, y según lo que escuchó, la temperatura comenzaría a subir entrando en la etapa de verano, pero aún así no haría tanto frío mientras tanto...
Siente varias miradas clavándole la nuca, al darse la vuelta no hay nada más que algunas personas caminando, sin importarle, todos concentrados en ellos mismos, su cabello ululaba suavemente con la brisa que corría, mira al cielo, un color bordó oscuro por las nubes iluminadas por la luz de la ciudad, revisa una última vez para atrás queriendo cerciorarse que no había nadie tras ella, suspira al ver que no había nada del qué temer... llega a su apartamento, enciende la calefacción de su habitación y repite lo de la noche anterior, cuando se mete a la bañera siente sus músculos contraerse para luego ceder al relax...
Suspira feliz de estar tranquila, de sentir que estaba a salvo... algún rato luego sale, se viste y prepara algo para comer, algo sencillo que era un sándwich, luego de acabar de comer todo va a ver un rato la tele, pasando una telenovela que parecía de peor presupuesto que "María la del barrio", y mucho más sobreactuado que las escenas de Zoraya gritando "¡¡Maldita lisiada!! ¡¿Cómo te atreves a acercarte a mí Nandito?!", lo cual daba más risa que otra cosa, entonces aparece una noticia, diciendo que un asesino andaba suelto por Londres, no había descripción de éste ya que logró inculpar a otro hombre de homicidio. Y lo otro que sabía la policía era que usaba métodos médicos para cometer los crímenes, poniendo muy nerviosa a nuestra protagonista...
Siente escalofríos bajando por su espalda, varios, no se imaginaba quién podría ser, y no quería averiguarlo, simplemente sentía algo de miedo... suspira profundo, y hace lo que puede para caer dormida...
Mundo onírico
Secuencia: pensamiento No: 124367
Los oídos le zumbaban un poco, lo poco que estaba consciente de oír eran unas gotas de agua cayendo sobre un charco, no habían imágenes por ahora, era puro negro, lentamente abre los ojos, de manera pesada, borrosamente que está mirando a su brazo extendido hacia el frente mientras su cabeza reposa contra algo duro, una luz blanca, de apariencia natural entraba desde un tragaluz a un costado suyo, no entiende qué pasa, siente que la drogaron o algo así por sentir todo su cuerpo pesado, intenta levantar la vista, aún sintiendo su cuerpo pesando bastante, allí ve que sus muñecas estaban fuertemente atadas juntas con cuerda sobre la mesa, un pedazo largo bajaba al piso.
Intenta jalar pero está atada a tierra, su cintura está atada a una silla, sus tobillos a las patas de ésta, hace el esfuerzo de gritar pero está amordazada con un retazo de cinta. El escenario en el que estaba era tétrico con la luz de la luna, mostrando arriba algunos ganchos de carne, más un extraño y horrible olor a putrefacción, por allí se veía un brazo con la mano extendida... mira a todos lados asustada, casi a punto de llorar, buscando soltarse como fuera posible, pero no hay nada... al parecer fuera quien fuese se tomó las medidas necesarias para que no escapara...
Oye una puerta abriéndose, rechinando un poco, luego pasos acercándose, una figura masculina se aparece, pero del pecho para arriba no había nada más que sombras, por lo que no podía ver su rostro, lo único que diferenciaba eran un par de jeans azules con algunas manchas carmesí secas y zapatos deportivos. Sea quien fuere, al momento de pasar cerca de la mesa, acercó su mano hacia sus brazos, pasando los dedos suavemente sobre estos, su respiración se entrecortaba, mientras no sabía si su presión debía aumentar o disminuir, luego los dedos llegan a su hombro, subiendo por su cuello hasta finalizar en su barbilla...
—Al fin despiertas mi amor... —dice el tipo, no reconocía la voz ni entendía nada —Perdón porque tengas que despertar en esta forma pero no puedo dejar que te vayas con otro... y no creas que voy a quitarte esa cinta de los labios... no dejaré que me delates...
Parecía sisear con todo lo dicho, algún motivo tendría para suponer que había un poco de veneno en su tono de voz, lo cual realmente le ponía la piel de gallina, más al sentir el aliento de quienquiera que fuera sobre su cuello, no dice nada más, así que se aleja nuevamente tras las sombras... oye la puerta abriéndose, luego cerrándose haciendo el mismo crujido... unas lágrimas aparecen en su rostro, haciendo que se sintiera desesperada, respira agitada, haciendo que las lágrimas cayeran de allí... ¿y ahora qué...?
Fin de la transmisión
Despierta de golpe, tomando una fuerte bocanada de aire, estaba sudando de manera totalmente copiosa, a la par que estuvo llorando en sueños, mira a todos lados para encontrarse en su habitación, observa la hora en el reloj digital, mostrando que era las 4:00 de la madrugada, se tira de espaldas en lo que hace todo lo que puede para poder regular su respiración... fácilmente podría tomarse como paranoia con ello, no era normal tener esa clase de sueños a menos que realmente fuera miedo real, pero cómo no se tendría miedo con la noticia de un asesino serial suelto por Londres...
Sí, serial, la policía se dio cuenta su modus operandi, matar usando métodos médicos o al menos usando conocimientos en ésta área, si hablamos del mismo, también tendría que tener algunos conocimientos con los tóxicos y esas cosas, haciéndolo más peligroso de lo que ya aparentaba. La cuestión era ahora saber quién era, si realmente podría ser un médico o alguien con éstos conocimientos, aunque realmente no importaba demasiado, de por sí ya era alguien que podría poner mucho en peligro, quien sabe si no llegó a cometer más de lo que aparentaba.
Tiene miedo de respirar, haciendo que lo haga de forma entrecortada... se acuesta e intenta reconciliar el sueño, pero su mente aún le duele...
Ojalá todo quede como una pesadilla...23/03/1998 a las 12:30
Cafetería del Hospital Central de Londres
Londres, Gran Londres, Inglaterra, Reino Unido
Podemos ver a Helena comiendo algo antes de seguir con la guardia, por ahora su superior, quien era Erick, estaba teniéndole consideración por ahora por el tema del cambio de horario y la falta de costumbre al clima londinense, y esas cosas que pasan al mudarse a Europa. Algo que no llegué a mencionar era que Axel estaba en su último año de residencia, por ende tenía algo más de experiencia que la mujer, las veces que el médico tenía cirugías o algo de urgencia era él quien le suplía, cabe mencionar que era muy buen profesor para aún no tener experiencia trabajando de forma... seria.
Una vez que acaba va a la parte de anatomía, una semana cada mes de manera totalmente obligatoria, más bien dicho debía ir a la morgue para hacer una autopsia de un cadáver de un joven asesinado al haber sido pasado un cuchillo sobre su cuello, más sobre la zona de la tráquea, cortándole el aire y dándole una muerte horrible y lenta... Irónicamente no era necesario teniendo en cuenta que entraría en la zona de pediatría, pero según la excusa de su jefe, era para conocer algo más del cuerpo humano y las causas del deceso.
Un fuerte y estremecedor escalofrío baja desde su espina dorsal hasta expandirse por todo el cuerpo, al punto que la piel se le eriza por completo al pensar en cómo sería la... muerte por asfixia... solo pensaba que seguro era desesperante que corten tus vías respiratorias mientras intentas buscar aire, te retuerces en el piso como gusano mientras desangras y un rato luego dejas de existir... nuevamente lo mismo pasa pero con más fuerza, siente un poco de paranoia, se da la vuelta para ver que no la siguieran de casualidad, lo único que veía eran doctores y enfermeras caminando de aquí para allá, algunos revisando papeles, otros charlando con personas que probable tendrían parientes dentro del hospital, y civiles...
—Creo que debo dejar de pensar en estas cosas... —murmura para sí misma —o me volveré loca...
Por última vez en el momento pasa lo mismo que en las dos primeras ocasiones, haciéndola sentir mucho más nerviosa, aunque no estaba segura si debía sentirse así o simplemente debía relajarse... ¿será que ese grito de la noche anterior, a eso de las diez y algo de la noche tuvo algo que ver? Sacude la cabeza en forma de negación, seguro fue otra razón... sí, otra razón que a ella no le importaba para nada... otra razón que a nadie le importaba de hecho... da un par de pasos hacia atrás para chocar contra alguien, haciéndola saltar de frente y con el corazón en la garganta, cuando se da la vuelta no era nadie más que Axel. Hijo de~
—Perdona Helena. ¿Te asusté? —guau... qué pregunta la del caballero
—No... no lo hiciste... solo salté porque estaba feliz —sarcasmo
—No hace falta que use el sarcasmo conmigo... —comenta
—Perdona, pero pensaba en el caso que está en... la... ya sabes la... la...
— ¿Morgue? —asiente — ¿Es por el caso del joven asesinado? —nuevamente asiente —Ya veo, pues dicen que hace unos días apareció un asesino por aquí. Y mata por las noches....
La noticia hizo que se erizara cual gato asustado, luego que palideciera al punto que la leche le tendría envidia, sobre su cabeza se formaba una nube de pensamiento, allí aparecieron algunas imágenes de ella en forma de caricatura "chibi", donde se la veía saliendo del hospital, luego un tipo cualquiera aparecía y de una forma algo rápida se la ve en el piso tirada con un par de cruces en los ojos y lo que parecía una especie de... charco de sangre... o al menos eso parecía... no estaba tan segura de qué demonios se preocupaba ya que andaba en taxi, pero salía de noche...
— ¿De qué tanto hablan ustedes dos? —Erick venía en dirección a ambos con una mirada seria, su asistente le dijo, suspira —Helena, eso pasó hace como una semana, y al tipo que cometió el asesinato fue agarrado al día siguiente.
Era divertido ver la expresión de la mujer ya que mostraba una rotunda cara de "¿Qué?", mira a su jefe, luego mira a su otro jefe con una expresión asesina digna de Sadako de la película "El anillo" original, éste se encoje pensando que la jodió rotundamente, desde afuera se escuchaban gritos, adentro podíamos ver a la aspirante a médica persiguiendo al otro con las manos extendidas hacia el frente, el otro huía por —básicamente— su vida, y allí el jefe los perseguía alarmado de que su alumna matara al otro...
Luego de un rato podíamos verlos a los tres en la morgue, nuestra protagonista ahorcando fuertemente al otro con un par de guantes azules de látex mientras lo zarandeaba adelante para atrás diciendo entre dientes que con algo así no se jugaba, otro rato después de calmarse del intento de homicidio, podíamos ver al pobre Axel respirando a través de una máscara de oxígeno con fuerza, hasta podría decirse que por la mala aprendió a jamás hacerle algo así a una mujer, o probable terminaría a tres metros bajo tierra, tanto vivo o muerto. Exagerado, pero cierto.
En cuanto con el señor Walker... bueno, él le habló un poco a su alumna, ella responde que simplemente por allí donde venía era algo que pasó con mucha frecuencia por tres décadas y media a manos de un tirano al mando del gobierno. No había pasado diez años que ese tirano había caído con todos los suyos gracias a un grupo que se levantó en contra... solo unos cinco años... Erick estaba consciente de ello y le dijo que comprendía su punto, al menos le valió recalcar que allí en Londres había mucho más seguridad y no había de qué preocuparse... no podría decirse de manera exacta si la calmó algo, pero aún así mantenía su desconfianza... no la culpaba.
Pasan como una hora allí adentro, una buena hora, donde en ciertas veces alguien se ponía ligeramente paranoica, los dos se sentían algo apenados por la mujer aunque alguien estaba enojado con cierta persona por haber hecho una "pequeña broma inocente".
Finalmente llega la hora de la salida, aún no comenzaba con las guardias nocturnas, lo cual en serio era algo bueno, hace una llamada para un taxi, al cabo de unos pocos minutos llega Diego sonriendo, le devuelve la sonrisa y sube al auto, en dos días se diría que el buen señor de España se había vuelto su chofer personal, gracias a Dios que no debía irse caminando ya que nunca se sabía si era o no seguro, más cuando era de noche, uno nunca debía fiarse de nada, cuando llega a su apartamento, prepara sus cosas, ordena algo para comer, luego prepara la bañera para relajarse un poco...
Una parte suya piensa que allí, en esa ciudad inglesa había algo más para ella, no sabe exactamente qué cosa, pero así se sentía, se preguntaba qué sería... tal vez un millón de libras, o algo así, quien sabe, el destino era ciento veinte por ciento impredecible, nunca se estaba seguro de lo que podría pasar luego, en un momento podrías estar disfrutando, y para el otro en el hospital o algo parecido. Luego de diez minutos sale, se seca el cuerpo y se viste con su ropa de dormir, revisa un poco la televisión a ver si había algo interesante, otro rato luego llega el delivery que pidió, comiendo una hamburguesa con papas y algo de gaseosa, otro rato después se tira a descansar....
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24/03/1998 a las 6:30
Apartamento de Helena
Londres, Gran Londres, Inglaterra, Reino Unido
La alarma suena despertándola con fastidio, hace la rutina matinal para salir a desayunar en un restaurant cercano, una vez que termina de comer unos panqueques con zumo de naranja llama al taxi para ir al hospital, llega, marca la entrada y se dispone a esperar a su compañero —quien no se le quita lo de la "broma" del día anterior— y a su jefe, quienes llegaron al menos una hora después, no reclama ya que estos dos salieron con la excusa que había mucho tráfico, cosa que no había cuando salió del apartamento, solo se limita a creerles.
Ahora les tocaba otro trabajo de anatomía en la morgue, esta vez —y gracias a Dios— tocaba un fallecido por supuesto ataque cardíaco, pero tienen que abrirle el pecho para poder ver el órgano, tardaría mucho en acostumbrarse a... bueno, ya saben... abrir cuerpos humanos en estado de putrefacción y... eso... asquerosamente parecía corroído por alguna cosa, lo cual era para nada común en esta clase de casos... ahora que se daba cuenta, el sujeto tenía un parecido leve con su compañero de residencia...
—Al parecer no fue un paro común —dice Erick —, esto es causado por un extraño veneno que ataca exclusivamente al corazón, corroyendo los vasos sanguíneos.
— ¿Asesinato? ¿Arreglo de cuentas? —pregunta su alumno
—Tal vez, y probable el joven de ayer sea nada más que otra víctima —dice analíticamente — ¿Qué opinas Helena?
Cuando la mira la ve blanca como el papel, conste que era morena, hasta podría confundírsela como un cadáver más... ver eso y escuchar lo dicho por su jefe la pusieron nerviosa, muy nerviosa, no se imaginaba cómo sería estar en ese lugar... incluso se imaginaba que habrá sido una muerte lenta y dolorosa, sintiendo cómo su corazón se corroía con fuerza pero de una manera lenta y dolorosa... ¿y si tal vez no agarraron al criminal correcto? ¿Y si había logrado salir o encontrar formas de probar su supuesta inocencia? Tal vez estaba siendo paranoica, pero quién sabe... no se da cuenta que la arrastran afuera y la hacen sentarse en una banca de espera mientras le soplan el rostro con las manos e intentan hacerla reaccionar hasta que lo logran...
— ¿Q-qué pasó? —pregunta temblorosa
—Estábamos mencionando el tema este del posible... asesinato en la morgue y de pronto te pusiste blanca. —dice su jefe
—Oh... l-lo siento, estoy bien...
—Creo que sería prudente que te tomes un rato —dice Axel —, toma algo con azúcar y luego nos vemos en consultorio.
Ella asiente para ir a la cafetería por una taza de chocolate caliente, donde al cabo de unos minutos recupera el color de su piel... y su presión arterial... suspira, piensa que todo está bien, no había nada de qué preocuparse, después de todo Londres era enorme, no podía ser algo deliberado por más asesino que fuera... su mano tiembla un poco, no sabe de qué se preocupa... oye murmullos de un par de médicos entrando, cuchicheando entre los dos acerca de lo que había en la morgue, más preferentemente del cadáver al cual estuvo practicándole la autopsia, rumorando que era un familiar medio de Axel y otras cosas referentes al tema... Una vez que acaba —nerviosa— con su chocolate, se dirige al consultorio para iniciar con una lección nueva que serviría totalmente para distraerse, y gracias a Dios así fue...
Nuevamente es de noche, pero esta vez termina su turno algo tarde, alrededor de las diez y media de la noche, sale afuera, esta vez no llama a Diego porque temía molestarlo, no tiene más opción que ir caminando de regreso. Obviamente sentía inseguridad por ello, más cuando no tenías idea si era realmente seguro salir a tales horas de la noche caminando...
—Vamos Helena... todo está en tu mente... —pensaba —mantente tranquila y no pasará nada malo...
Y de esa manera fue caminando hasta su casa, con su corazón latiendo fuertemente contra su pecho, casi a punto de vomitarlo de hecho... unos cuantos copos de nieve empezaban a caer del cielo, exhala al sentir el frío aire dentro de sus pulmones, formando una pequeña nube de aliento condensado, se encoje dentro de su ropa, abrigándose el rostro como pudo suspira y sigue caminando, a pesar de haber ya entrado en la etapa de la primavera, digamos que el clima templado de Londres hacía que la estación invernal se extendiera un poquito más, y según lo que escuchó, la temperatura comenzaría a subir entrando en la etapa de verano, pero aún así no haría tanto frío mientras tanto...
Siente varias miradas clavándole la nuca, al darse la vuelta no hay nada más que algunas personas caminando, sin importarle, todos concentrados en ellos mismos, su cabello ululaba suavemente con la brisa que corría, mira al cielo, un color bordó oscuro por las nubes iluminadas por la luz de la ciudad, revisa una última vez para atrás queriendo cerciorarse que no había nadie tras ella, suspira al ver que no había nada del qué temer... llega a su apartamento, enciende la calefacción de su habitación y repite lo de la noche anterior, cuando se mete a la bañera siente sus músculos contraerse para luego ceder al relax...
Suspira feliz de estar tranquila, de sentir que estaba a salvo... algún rato luego sale, se viste y prepara algo para comer, algo sencillo que era un sándwich, luego de acabar de comer todo va a ver un rato la tele, pasando una telenovela que parecía de peor presupuesto que "María la del barrio", y mucho más sobreactuado que las escenas de Zoraya gritando "¡¡Maldita lisiada!! ¡¿Cómo te atreves a acercarte a mí Nandito?!", lo cual daba más risa que otra cosa, entonces aparece una noticia, diciendo que un asesino andaba suelto por Londres, no había descripción de éste ya que logró inculpar a otro hombre de homicidio. Y lo otro que sabía la policía era que usaba métodos médicos para cometer los crímenes, poniendo muy nerviosa a nuestra protagonista...
Siente escalofríos bajando por su espalda, varios, no se imaginaba quién podría ser, y no quería averiguarlo, simplemente sentía algo de miedo... suspira profundo, y hace lo que puede para caer dormida...
Mundo onírico
Secuencia: pensamiento No: 124367
Los oídos le zumbaban un poco, lo poco que estaba consciente de oír eran unas gotas de agua cayendo sobre un charco, no habían imágenes por ahora, era puro negro, lentamente abre los ojos, de manera pesada, borrosamente que está mirando a su brazo extendido hacia el frente mientras su cabeza reposa contra algo duro, una luz blanca, de apariencia natural entraba desde un tragaluz a un costado suyo, no entiende qué pasa, siente que la drogaron o algo así por sentir todo su cuerpo pesado, intenta levantar la vista, aún sintiendo su cuerpo pesando bastante, allí ve que sus muñecas estaban fuertemente atadas juntas con cuerda sobre la mesa, un pedazo largo bajaba al piso.
Intenta jalar pero está atada a tierra, su cintura está atada a una silla, sus tobillos a las patas de ésta, hace el esfuerzo de gritar pero está amordazada con un retazo de cinta. El escenario en el que estaba era tétrico con la luz de la luna, mostrando arriba algunos ganchos de carne, más un extraño y horrible olor a putrefacción, por allí se veía un brazo con la mano extendida... mira a todos lados asustada, casi a punto de llorar, buscando soltarse como fuera posible, pero no hay nada... al parecer fuera quien fuese se tomó las medidas necesarias para que no escapara...
Oye una puerta abriéndose, rechinando un poco, luego pasos acercándose, una figura masculina se aparece, pero del pecho para arriba no había nada más que sombras, por lo que no podía ver su rostro, lo único que diferenciaba eran un par de jeans azules con algunas manchas carmesí secas y zapatos deportivos. Sea quien fuere, al momento de pasar cerca de la mesa, acercó su mano hacia sus brazos, pasando los dedos suavemente sobre estos, su respiración se entrecortaba, mientras no sabía si su presión debía aumentar o disminuir, luego los dedos llegan a su hombro, subiendo por su cuello hasta finalizar en su barbilla...
—Al fin despiertas mi amor... —dice el tipo, no reconocía la voz ni entendía nada —Perdón porque tengas que despertar en esta forma pero no puedo dejar que te vayas con otro... y no creas que voy a quitarte esa cinta de los labios... no dejaré que me delates...
Parecía sisear con todo lo dicho, algún motivo tendría para suponer que había un poco de veneno en su tono de voz, lo cual realmente le ponía la piel de gallina, más al sentir el aliento de quienquiera que fuera sobre su cuello, no dice nada más, así que se aleja nuevamente tras las sombras... oye la puerta abriéndose, luego cerrándose haciendo el mismo crujido... unas lágrimas aparecen en su rostro, haciendo que se sintiera desesperada, respira agitada, haciendo que las lágrimas cayeran de allí... ¿y ahora qué...?
Fin de la transmisión
Despierta de golpe, tomando una fuerte bocanada de aire, estaba sudando de manera totalmente copiosa, a la par que estuvo llorando en sueños, mira a todos lados para encontrarse en su habitación, observa la hora en el reloj digital, mostrando que era las 4:00 de la madrugada, se tira de espaldas en lo que hace todo lo que puede para poder regular su respiración... fácilmente podría tomarse como paranoia con ello, no era normal tener esa clase de sueños a menos que realmente fuera miedo real, pero cómo no se tendría miedo con la noticia de un asesino serial suelto por Londres...
Sí, serial, la policía se dio cuenta su modus operandi, matar usando métodos médicos o al menos usando conocimientos en ésta área, si hablamos del mismo, también tendría que tener algunos conocimientos con los tóxicos y esas cosas, haciéndolo más peligroso de lo que ya aparentaba. La cuestión era ahora saber quién era, si realmente podría ser un médico o alguien con éstos conocimientos, aunque realmente no importaba demasiado, de por sí ya era alguien que podría poner mucho en peligro, quien sabe si no llegó a cometer más de lo que aparentaba.
Tiene miedo de respirar, haciendo que lo haga de forma entrecortada... se acuesta e intenta reconciliar el sueño, pero su mente aún le duele...
Ojalá todo quede como una pesadilla...
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N/A: *Suspira*
Primero que nada: primer capítulo del 2016 ¡Feliz año nuevo!
Segundo: No tengo ni la mas pálida idea de dónde chucha salió eso del asesino lo único que sé es simplemente quería retratar lo que sería un día en el hospital con Helena. Lo único que puedo decirles es que cuando me di cuenta ya estaba tecleando todo este capítulo. Así que me desviaré un poco de la idea original que tenía pos', y es buena oportunidad para ver qué tan loca estoy :3
Sin más que decir me retiro.
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