Capítulo 9
Derek
El sillón era sumamente incómodo, pero ahí me había quedado dormido, cuando abrí los ojos me sorprendia que Klaus siguiera a mi lado. Su pecho subía y bajaba de manera suave, su respiración era relajada, y solo pude verlo en silencio. No habíamos echo mucho anoche, solo nos besamos hasta que nuestros labios comenzaron a arder, nos acariciamos, lo escuche suspirar, y nos quedamos dormidos en su sillón.
Me levanto con cuidado buscando la remera que quedo tirada en el suelo y acaricio mi cabello, busco mi celular que había terminado en el suelo haciendo una mueca tras ver la poca batería que este tenía.
Marco el número de mis contactos el cual suena pocas veces hasta que contesta.
—¿Derek, pasa algo? Es muy temprano nunca me llamas tan temprano...
—Tengo un papel protagónico.—dije, mi tía se quedo callada del otro lado.—Me dieron...me dieron un protagónico ayer.
—¡Eso es genial cariño!
—Si, lo es.
—No te escuchas feliz.
—Lo estoy, claro que lo estoy solo, esto es lo que siempre quise...solo...—dije dándome la vuelta viendo al chico dormido en el sillón.—Creo que...me esta gustando alguien. Y es absurdo, ¿sabes?, hablamos pocas veces, pero...cuando nos besamos, cuando baile ayer y él vino a verme...sentí que solo estábamos los dos, que él solo me veía a mi.
—Eso suena hermoso Derek, ¿Por qué tienes miedo?—pregunta ella del otro lado.
—Porque dudo que sienta lo mismo.-dije viendo al chico.
—Las relaciones son difíciles Derek, y el descubrirlo lo es mas...como profesional, te diría que no es bueno que empieces una relación romántica mientras tienes el ballet...pero como tu tía, solo puedo decirte que tengas mucho cuidado, que agarres todo lo que tengas y lo uses...felicidades por tu papel cariño intentare ir a verte.
Me despedí de mi tía y corte la llamada, suspire volteándome a ver a Klaus quien seguía dormido, se había movido abrazando la almohada. Busque una hoja y lapicera escribiéndole una nota, bese su frente y me fui.
*
—¡Alto, alto!, ¿Qué es todo esto? ¡Señor Hills debe concentrarse!, ya tengo muchas bailarinas, yo quiero un bailarín, asi que demuéstreme lo que tiene.
Mire con recelo a la directora del ballet mientras suspiraba. Los músculos estaban doliéndome como nunca antes, pero estaba haciendo lo mejor que podía, estaba ensayando mi numero en solitario, era bastante bueno. Y yo creía que lo estaba haciendo bien pero al parecer no estaba a la altura.
Sentía que los músculos se me desgarraban, llevaba ensayando un muy buen rato, pero la directora no quería que descansemos, porque mientras más horas de ensayo nos saldría perfecto. Si fuera por ella seguiría bailando hasta que los pies comenzaran a sangrar, y es algo que podía hacerlo. Amaba bailar, como amaba dejar mi alma en el escenario, aunque eso no significara que quisiera tirarme a llorar en este momento.
Para cuando terminamos, la directora nos miro con desaprobación, diciendo que esperaba que mejoráramos la próxima. Estaba agarrando mi bolso y me tropiezo cuando Adrien me empuja dándome un falso "perdón", lo mire apretando los labios guardando mis zapatillas en el bolso saliendo del lugar de ensayo caminando por Londres.
Saco mi celular haciendo una mueca, Klaus no me había dejado ningún mensaje, ¿deberia mandarle alguno?, tal vez algo que dijera "hey hola, perdón por irme temprano pero debía ensayar...sin embargo me gusto besarte, ¿lo repetimos?"
Comencé a teclear un mensaje y luego lo elimine bufando guardando mi celular, levante la vista mirando hacia la calle y pare un taxi disponible en medio de la calle el cual me subi dándole la dirección, y el hombre me miro con una cara de mandarme por donde no me da el sol tras ver que era muy lejos.
Le pague al taxi intentando no insultarlo al comprobar que quiso cobrarme de mas, miro hacia la casa con demasiados pisos delante mío , podía reconocer fácilmente la entrada con la puerta blanca y los números en dorado al costado, yo pasaba jugando en esta casa toda mi infancia, conocía bien su rincones, hasta que una vez fui echado sin mas, como un perro callejero. Levante mi barbilla y fui caminando a la entrada, sonreí al ver que la puerta se abre donde una señora de mediana edad sale.
—¡Pero si es mi niño Derek!—dice ella corriendo a abrazarme.—Siempre me preguntaba cuando vendrías, estas muy delgado mi niño, ¿estas comiendo bien?
—Si Dolores...¿mis padres y el abuelo están aquí?
—Esta tu madre y tu hermana, pero...¿estas seguro de querer estar aquí cariño?
—Tengo grandes noticias.—dije abrazando a Dolores, ella suspira desconfiada, Dolores fue la que básicamente nos crio desde que somos niños. Nos hacia la comida y siempre le gustaba que estuviéramos a su alrededor, podía entender porque no pudo decir mucho cuando me echaron de la casa, aunque estuvo demasiado preocupada por mi. Me ofrecio vivir con ella, pero decidí negarme.
La casa era mas grande de lo que recordaba, o tal vez mis recuerdos estaban sumamente mezclados, la escalera en forma de caracol era lo que te recibia para ir al piso de arriba, mientras que si girabas a la derecha ibas al salón principal, ahí veo a mi mamá quien se gira, ella estaba sentada en el sillón, el cabello negro suelto por su espalda y una ropa impecable como siempre la traía, me observa con sus grandes ojos oscuros.
—Derek, ¿Qué haces aquí?.-pregunta con su aguda voz.—Pudiste haber llamado.
—¿Tengo que llamar para venir de visita?
—Solo me sorprendiste.—dice mamá levantándose y me agarra de los hombros dejándome un beso en la mejilla, luego m e separa para verme.—¿Qué haces vestido asi?
Veo mi calza y la remera musculosa con la que fui a ensayar, no tuve mucho tiempo para cambiarme. Con Adrien en el vestuario no quise arriesgarme a otro problema. Pero no pude contestarle cuando escucho un grito femenino y unas pisadas apresuradas bajando las escaleras.
—¡Pero si es mi hermanito!—dice Michelle abrazandome, se había cortado el cabello que le caia por los hombros y se había sacado sus lentes de contacto usando sus anteojos. Ella se separa viéndome.—Oh pero mira estos músculos, vivir solo hizo bien, ¿no?
—Michelle por favor, estamos hablando.—dice mamá viendo a mi hermana.
—Es mi hermano mamá, también puedo hablar con él.—Dice Michelle y me sonríe agarrando mis manos.—Entonces, ¿Qué tal la danza?
—En esta casa no se habla de eso.—replica mamá con molestia.
—¿Por qué no? Deberías estar feliz de Derek, el baile no fue para mi, pero si para él...—Los ojos de mi hermana van a mi.—Entonces, ¿Qué tal? Quiero saberlo todo, ¿Cómo estás en el departamento?...
Las palabras quedaron suspendidas cuando escucho la puerta de la entrada abrirse. Escucho a mi hermano Park quejarse de lo cansado que estaba por el trabajo, mientras que los otros dos lo seguían. Papá se parecía mucho a Park, tenía el cabello claro y ondulado, los ojos de color ámbar y papá tenía barba. Mientras tanto el hombre mayor, mi abuelo, ya tenía pelo blanco, y arrugas.
—¿Qué haces aquí?, te había dicho que no vinieras como si quieras con esas ideas tontas.—dice mi abuelo.
—Hermano.—dice Park con una sonrisa abrazandome.—Creo que el abuelo quiso decir...
—Se bien lo que quise decir, la mariconada esta no tuvo que venir aquí, ¿Qué acaso viniste por dinero?. ¿Tus novios te han dejado en la calle?
—Pues no, nada de eso.—dije yo.—Tengo noticias...me dieron un papel en la obra de El fantasma de la Opera, soy uno de los protagónicos, la primera muestra se presentara en Julio, a mediados de Julio...
—¡Eso es increíble hermanito!—dice Michelle abrazandome, Park se une al abrazo.
—¿Luego dices bien la hora? Quiero asegurarme de tener le día libre pero seguramente tengo mucho tiempo para...
—Nadie ira a esa mariconada tuya.—dice el abuelo haciendo que todos lo miren.—Fui bastante claro contigo de que no queríamos saber nada de ti hasta que fueras consiente y pensarás útilmente.
—Pero...¿papá?—mire hacia mi padre pero él solo esquiva mi mirada, suspire tristemente.
—Ustedes se lo pierden...—murmure y sin despedirme salí de la casa. Era mas que obvio que mi abuelo o mis padres no me recibirían con los brazos abiertos, pero aun asi, tenia esa maldita esperanza de que lo harian, de que querrian ir a verme bailar, de que estarían orgullosos de mi, pero no fue asi.
Park me paro a mitad de camino ofreciéndome a llevarme al departamento. Y teniendo en cuenta de que estábamos muy lejos era mejor aceptar, el camino fue en silencio, con una canción de Midas King saliendo de la radio, suspire apoyando mi cabeza en la ventanilla mientras Park mira de reojo.
—Michelle y yo iremos.—dice Park.—Espero que sea suficiente para ti.
—Claro que es suficiente para mi.—dije suspirando.—Solo...me da tristeza, ¿sabes?
—Si, lo se hermano...pero sabes como es el abuelo lamentablemente, es del siglo pasado no esperes un cambio de su parte por más que lo desees ...¿quieres que me quede contigo?
—Hoy tuve un largo ensayo, creo que ire a dormir....gracias hermano.
Park sonríe un poco y chocamos puño, baje del auto y me apoye en el ascensor cerrando los ojos sintiéndome completamente cansado como si hubieran pasado años desde que llegue a mi edificio, al llegar a mi piso camine por el pasillo deteniéndome frente a la puerta de Klaus, pero negué con la cabeza y fui a mi departamento donde me tire al sillón.
No me había dado cuenta de que en realidad estaba bastante solo, no tenia muchos amigos y mi familia salvo mis hermanos me dieron la espalda. Los pocos amigos que tenia se habían ido a diferentes partes a otras academias, solte un pequeño sollozo donde me tape la cara con las manos comenzando a llorar mas fuerte.
Pensé que lloraría hasta quedarme dormido, pero en eso, un ruido me desconcentra. No, no era un ruido. Era música, era un violin. Podía escuchar perfectamente los acordes que sonaban y la suave melodía que salía del mismo. Me levanté caminando hacia mi balcón donde salí y ahí estaba.
Klaus tenía los ojos cerrados mientras tocaba el instrumento, sus dedos se movían sobre las cuerdas mientras que su otra mano manejaba la vara, salía una música de lo mas dulce y suave que me quede hipnotizado viéndolo. Tocaba como si el fuera uno con aquel instrumento. Me quede de piedra viéndolo.
Cuando termino, abre los ojos viéndome, donde ambos nos quedamos estáticos frente a frente sin saber que decir.
—Hola.—dice él.
—Hola.—Es todo lo que me sale responder.—Me gusta...como tocas el instrumento.
Klaus sonríe levemente.
—Te fuiste...
—Te deje una nota, tenia que ensayar.
—Y lo entiendo, no fue un reclamo...¿Café?
—Claro...¿vienes?
Klaus asiente, solo pasaron pocos minutos para que la puerta de mi departamento sonara, donde abrí la misma.
—Hola.—dije.
—Estuviste llorando.—Dice estirando su mano donde pasa suavemente el pulgar retirando unas lágrimas secas con cuidado apoyando su mano en mi mejilla, su tacto era tranquilo, electrizante y familiar.—¿Ocurre algo?
Negué con la cabeza agarrando su mano, ambos nos las quedamos viendo hasta que de una forma tímida los dedos de Klaus se entrelaza con los míos. Lo mire y él suspira abriendo sus labios.
—No se lo que hago, nunca me sentí así.
—Yo tampoco, Klaus...es decir los pocos chicos con los que eh salido...bueno no me produjeron cosas tan fuertes como tú ahora... Así que no, tampoco se lo que hago.
—Eso es bueno, ¿no? Porque....podriamos saberlo juntos.
Sonreí, porque era cierto. Solo un café y una conversación después. Me di cuenta que algo nuevo podía nacer entre todo esto, y que tal vez, no estoy tan solo como creía.
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Ig: Julxswatt99
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