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Tercer mes


Ya estaba en el tercer mes de embarazo, donde los síntomas eran más fuertes y constantes. Bruce sufría demasiado los síntomas debido al embarazo, sabían que era algo normal, por lo que les había dicho el doctor. Pero aún así, Clark estaba muy preocupado, además que iban a ser padres primerizos, no tenían ni la menor idea de que hacer con alguien embarazado.

Pero por suerte, tienen a Alfred.

—....voy a morir— murmuraba el millonario, mientras se limpiada la boca con papel, por el vomito.

—No digas eso— lo consolaba su esposo, sobándole la espalda suavemente.

—Y tu que...¡ugh!— otra arcada de vomito. Ya le estaba comenzando a doler la barriga y pecho de tantas veces que había vomitado toda la mañana.

—Tráeme... medicina...— ordenó tomando aire —Tengo que ir a trabajar.

—No dejare que vayas a trabajar estando así, Bruce— dijo firme —Sabes que Alfred no te dejaría, ni yo tampoco.

Bruce se sentia un poco agobiado, ya que Clark se había puesto más sobre protector que antes, y Alfred, que no le dejaba de recomendar modos para pasarla mejor durante el embarazo. No salía y tampoco iba a patrullar, solo iba a su trabajo y después de eso, regresaba directo a la mansión.

Cuando el mayor se recuperó, se fue a su trabajo al igual que Clark. No planeaba descuidar su trabajo por el embarazo, seguiría yendo hasta que su vientre se note, además no es como si siempre fuera.
El día transcurrió normal, reuniones, papeleo, nuevos socios, donaciones, etc. Por suerte todo iba bien, no había tenido náuseas, tal vez en algunos momentos se mareaba un poco, pero solo era cuando se estresaba o olía y miraba comida de su disgusto, algo que tenía que evitar.

Al final del día, llego un auto a recogerlo para llevarlo a su hogar, pero cómo hace lo que quiere, le pidió a su chofer llevarlo a otro lugar. Ya no quería estar en casa, estaba por su tercer  mes de embarazo y quería disfrutar estar afuera, antes de que su barriga se hiciera enorme. Llegó a un parque, era temprano así que no había peligro, por ahora.
Se sentía bien estando afuera, sin que nadie lo molestara, y como si fuera un milagro, no se le habían presentado ningún síntoma.

Camino por un sendero de piedras; distraído por el paisaje y el aire fresco que le brindaba el parque, no se dio cuenta de las constantes vibraciones de su celular.

—¿Por qué no contesta?— se preguntaba el mayordomo —Ya es bastante tarde...— murmuraba, volviendo a marcar —Si no llega antes que el amo Clark, habrá problemas— decía preocupado. Pues, el kriptoniano se volvía loco de preocupación cuando no lo encontraba en casa o no podía contactar con él.

Y si, como lo predijo; Clark llego a la mansión 20 minutos después, cargado con varias bolsas de comida por los antojos de su esposo —¡Ya llegue!— anunció, recibiendo repuesta nula —¿Alfred?— llamó.

—¡B-Bienvenido, señor!

—Hola— saludo sonriente —¿Y Bruce?

—A-Ah, pues verá...— iba a explicar lo que estaba sucediendo, cuando por detrás de ellos se abrió la puerta principal de la casa.

—Hola, buenas— saludo coqueto. Al ver ambos hombres parados en la entrada preguntó —¿Que hacen ahi?

—La pregunta es, ¿por qué llega tarde?— preguntó el mayordomo.

—Fui a caminar un poco— respondió. Volteo a ver a su esposo, y se dio cuenta que traía bolsas llenas de comida —¿Es comida?

—¡Oh! Si— asintió —Es para ti, amor.

—<<¡Si, comida!>>— pensó alegre. Tomó las bolsas y se fue directo a la cocina.

Al llegar la noche, la pareja se encontraba muy emocionada, ya que el día siguiente irían al primer ultrasonido oficial de su bebé. Esa noche durmieron temprano, no querían que Bruce estuviera de mal humor, debido a que no tuviera un buen descanso.
Al la mañana siguiente, la pareja se alistaba para salir e ir a la clínica por el chequeo mensual. Apenas tenía tres meses, así que aún no sabrían el sexo del bebé, ni nada por el estilo; así que básicamente solo irían a ver si se estaba desarrollando correctamente.

—Buen día, señores— saludo el médico al ver entrar a la pareja a su consultorio —¿Como has estado, Bruce?— preguntó estrechándole la mano.

—Todo bien. Aunque he vomitado la mayoría de las cosas que como, pero todo bien.

—Bueno, si solo es eso pues todo está bien. Es normal, además que un poco tiempo las náuseas desaparecerán— explicó. Después de eso salieron hacia otra habitación, donde se encontraba una camilla con un aparato de ultrasonido —Puedes acostarte aquí— indicó.

—Está bien— asintió. Hizo caso a lo pedido y se recostó en la camilla.

James levantó la camisa de su paciente y aplicó el gel conductor para poder hacer su trabajo. Lo esparció por toda la barriga de Bruce, poniendo un poco tenso al kriptoniano.
Comenzó a mover la sonda manual por todo el abdomen, buscando alguna señal del feto.

—¿Donde estas...?— murmuraba el médico, poniendo suma atención a la pantalla frente a él —¡Aqui está!— aviso alegre al encontrarlo.

—¿Donde?— preguntó ilusionado el kriptoniano, tomando la mano su esposo.

—Aquí— señaló. Solo era un pequeño bulto negro que sobresalía de la pantalla.

—Es hermoso...— decía el multimillonario, conteniendo las lágrimas. A pesar de que por ahora solo se viera como un punto, era una vida. Una vida que se formaba en su interior, y que al momento de saber que estaba dentro de él, empezó a amarlo.

—Se ve así ya que no se ha formado del todo, pero en poco tiempo podremos verlo mucho mejor— explicó el doctor sacando la copia —Se está desarrollando bien, así que tú sigue con tu dieta, y todo saldrá bien— explicó —<<Espero..>>

—Gracias, James— tomó la imagen de su bebé, y sonrió de ternura. Al rato se la paso a su esposo, quien la tomó inmediatamente.

—Es nuestro hijo...— sonrió de la misma manera.

James limpio a su amigo para que ya pudiera vestirse bien. Les dio las últimas indicaciones y los despacho. No sabía si el embarazo era seguro para Bruce, pero tendría que hacer un esfuerzo para que ambos estuvieran bien.

—¿Como les fue?— preguntó el mayordomo al verlos llegar.

—Muy bien, el bebé está bien— respondió feliz el menor.

—Me alegra oír eso, la comida esta lista si quieren comer.

—Tu sabes que si quiero comer— dijo Bruce.

Comieron en familia, hablando del bebé y todas las cosas que le comprarían, sin duda sería todo un príncipe o princesa.
Al llegar la noche, todos se fueron a dormir, pues ya era muy tarde y no había emergencias en Gótica; y si las hubieran, tendrían a Clark para socorrer cualquier cosa.

Ya eran las 4 de la mañana, en la recámara de la pareja, Bruce no podía dormir; se sentía muy mal. Trato de calmarse y volverse a acostar. Pero para su desgracia, una fuerte ganas de vomitar le llegó en ese momento. Era tan fuerte que lo hizo levantarse e ir al baño corriendo.

Vomito todo lo que quedaba de la madrugada, haciendo un esfuerzo por no hacer ruido y despertar a su esposo, que para su suerte, tenía el sueño pesado.

Al las ocho de la mañana, Clark se removió de su lugar, buscando el calor de la otra persona que supuestamente de estaria ahi. Al no sentir nada, se levantó y lo busco con la mirada, sin encontrarlo cerca.

—¿Bruce?— lo llamó, al no tener respuesta, se levantó de la cama y comienzo a buscarlo por todas partes. Entro a su baño y vaya lo que se encontró,  Bruce estaba en el suelo —¡¡BRUCE!!

Clark se alarmó al ver a su esposo tendido en el suelo del baño, lo tomó entre sus brazos y salió desperado de su habitación —¡ALFRED! ¡ALGRED!— llamaba desperado.

—¡¿Que pasa?!— salió sorprendido de su recamara. Pudo ver a Clark con lágrimas por salir, sosteniendo a su amo inconsciente entre sus brazos —¡¡Bruce!! ¡¿Que le ocurrió?!

—¡N-No lo se! S-Solo desperté y no lo vi en la cama, así que cuando lo encontré estaba pasmado en el piso del baño— explicó desesperado —¡¡No se que hacer!!

—Necesita calmarse— trato de tranquilizarlo —Llevémoslo abajo y ahi veremos que hacer.

Y cómo arte de magia, se encontraban los tres en la sala con Bruce inconsciente —¡Bruce, amor, despierta!— lo llamaba desperado el kriptoniano. Mientras tanto, Alfred, estaba en llamada con el médico.

¿Se desmayó?— preguntó al escuchar todo —¿Puede decirme en que condiciones se encontraba cuando lo encontraron?

—Amo Clark, el doctor pregunta en quería condiciones estaba el cuando lo encontró— preguntó el mayordomo.

—E-Estaba en el baño, y-y había vomito en el retrete y no, no se que más...— trato de explicar, estaba asustado. Pues como no estarlo, su esposo está inconsciente y nos sabia si el y su hijo estaban bien.

Alfred explicó al médico todo lo recién dicho, recibiendo una rápida respuesta —Bueno, tal vez solo este deshidratado debido a su vomito constante. Ya voy para allá y le pondré suero ¿está bien?

Por favor, apresúrese, aquí lo esperamos— dijo el mayor un poco más tranquilo.

Al llegar el doctor se apresuró a atender al millonario, examinando su cuerpo y verificando el estado del bebé. Al ya saber que solo era lo predicho en la llamada, le agregó suero para que su cuerpo pudiera recuperar un poco de líquido.

—¿Se pondrá bien? ¿Cierto? ¿Cierto?—preguntó preocupado el reportero.

—Si. Solo esperemos a que despierte.

Alfred invito a James a tomar algo de café mientras esperaban a que Bruce despertara, mientras que Clark se quedó al lado de su esposo sosteniéndole la mano, esperando que se mejore. Por suerte no estuvo mucho tiempo dormido, aunque con un dolor de cabeza un poco fuerte, pero tolerable.

—Dios...¿que rayos pasó?— preguntó soñoliento.

—Te desmayaste, debido a la deshidratación de tu cuerpo por los contantes vomitos, pero con el suero mejorarás.

—¿Y esto será así durante el embarazo?— preguntó.

—No. Las náuseas deberían parar al tercer mes de gestación, pero al parecer en tu caso será al cuarto. Así que lo que tiene que hacer es tomar bastantes líquidos para que esto no vuelva a pasar. ¿Entendido?

—Si, ya entendí.

—Bueno, su ritmo cardíaco está bien, y ya casi se termina de aplicar el suero— dijo el médico, terminando de chequear a Bruce.

Al acabarse el suero, arreglo todo para retirarse
—Es hora que me vaya— aviso —Cualquier emergencia, no duden en llamarme.

—Claro. Muchas gracias, doctor— agradeció el mayordomo.

—Nos vemos, James— se despidió Bruce.

—Muchas gracias— agradeció Clark.

—Tengan un buen día y gracias por el café— se despidió y salió del lugar.

Y así pasó el segundo mes sin ningún otro problema grave, siempre con sus ascos y náuseas constantes, pero tenían la confianza que eso pronto se acabaría en el tercer mes.
Ahora tendrían más cuidado con Bruce.







Continuará...

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No les voy a mentir, esta historia...

Ta dificil. :"v

-_Cum-Aurora-Play_-       y
MONSTERS_STARS... me preguntaron que edad tengo...

Pus en Octubre cumplo 16

Tons soy un adolescente sexy ;v llámame 🤙


Fue un poco corto, sorry.

Espero les haya gustado.

Voten y comenten pls.

Sha me voy.

Bye~

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