El general y sus oficiales a cargo de la misión de buscar a Twilight, estaban descansado en un bosque, ya habían recorrido media Equestria y sin señales de Twilight.

Todos se encontraban descansado, Flash era el único que estaba fuera de su tienda.

[El rey dio un suspiro. -escucheme general Sentry, su padre era un excelente pegaso de mucha confianza, se que a usted le preocupa esa yegua. -Flash lo miro con los ojos bien abiertos -por eso sé, que puedo confiar en usted... -dio una pequeña pausa para poder proseguir. -su nombre es... Twilight Sparkle, hija de Night Light Sparkle... líder del ejército huno.]

Esas palabras estaban muy metidas en la cabeza de Flash y resonaban como campanas en su mente. Hija de Nigth Light Sparkle... líder del ejército huno.

-Esto es inútil. -dijo en un susurro.

-¿Está todo bien capitán? -pregunto Fancy acercándose a el.

-Todo esta bien, soldado. -dijo aún pensativo.

-¿Esta seguro? -llego ahora Soarin.

-Se le ve una cara largaaaa... -le dijo Cheese.

El dio un suspiro, desde que descubrieron a Twilight, el ya no era el mismo. -dejeme a divinar- le dijo Soarin. -¿Está pensando en esa bella unicornio? -le dijo con una sonrisa.

-¿Qué? -un sonrojo apareció en sus mejillas. -claro que no.

-¡Lo sabía! ¡Lo sabía! -grito Cheese, que a su vez daba saltos. -Usted Esta enamorado de esa unicornio.

Flash no pudo más y rió ante aquel comentario, que sin duda le dejo una gran sonrisa.

—Lo admito —sonrió, para sonrojarse y luego alzar su mirada al cielo.

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—Hola cariño, esto es Applelosa. —dijo una poni de piel naranja, ojos verdes, melena color miel, con un sombrero en su cabeza y unas cuantas pecas en su rostro. Sostuvo su mano y la empezó a saludar con fuerza. —¿Cómo te llamas?

—Soy Tw… —fue interrumpida por un codazo —quiero decir… el Spike… mi dragón… y yo soy… Sunshine… un gusto… ¿Y Tú?

—Oh, cierto… casi lo olvido, mi nombre es Apple Jack. —dijo bajando sus cascos. —un placer tenerte aquí.

—Gracias —La nueva Sunshine sonrió, sintió una sensación de seguridad, algo que no había sentido desde que escapó de casa. —Disculpa, pero… ¿Sabes dónde puedo quedarme?

—Claro dulzura, estarás con mi familia y con mi familia —le dijo con una sonrisa.

—Oh… no, no quiero causar molestías a ti o a tu familia.

—No son molestías, las amigas siempre son bienvenidas.

—Eso será increíble, gracias. —dijo Spike, que interrumpió a Sunshine que estuvo a punto de decir algo.

Applejack guío a Sunshine, Spike y al grillito a una granja grande de color roja.

Al llegar, Applejack les presento a la familia.

—Ella es Apple Bloom —dijo señalando con un casco a una potrilla de color amarillo claro, con una melena rosa y un gran moño del mismo color. —El es Big Macquiton —esta vez señaló a un corcel rojo, con melena naranja y algunas pecas. —y ella… es la abuela… —y por último señaló a una poni mayor de piel verde con melena blanca atada en un chongo.

—Oh, es un gusto conocerlos. —dijo Shine con una sonrisa.

En eso, entró un poni de piel mostaza, ojos azules y melena café.

—Uy… ya viste quién vino Applejack. —dijo con una sonrisa pícara Apple Bloom.

—Vete a alimentar a los cerdos Apple Bloom —dijo para después correr a su hermana del lugar. —hola, Caramel, ¿Cómo has estado?

—Hola… Applejack… eh… estado bien… ¿Qué me dices tú? —sonrió.

—Bien, gracias… —ella ya no sabía que más decir y por lo visto el tampoco que se encontraba algo nervioso... Hasta que Applejack decidió dar un pequeño paso. —¿Vienes por lo de siempre?

—S-sí. —se inmutó a decir y en su mente solo Regañaba por no poder confesar su amor a la oji-verde.

Sunshine solo reía, podía notar como ellos estaban enamorados, pero ninguno se daba cuenta. Es curioso pensar que a veces somos tan ciegos como para no darnos cuenta de lo que alguien siente por nosotros.

Vió como Applejack le daba al poni unas manzanas en una carreta y este sólo la veía con ojos de borrego a medio morir.

—Gracias… App-Applejack —dijo para después irse, todos se podrían dar cuenta de lo nervioso y tartamudo que se ponía al hablar con Applejack, pero ella era la única capaz no verlo.

—¿Y quién es el? —pregunto Sunshine a Applejack.

—¿Quién es que? —dijo nerviosa. —El es sólo un amigo, Sun.

—Vamos, ahí hay algo más querida. —dijo con voz pícara.

—No se de qué diantres estés hablando, Sun —dijo aún con nerviosismo. —vamos, te mostraré a dónde dormirás.

—Gracias.

Applejack y Sun, siguieron caminando y llegaron a una habitación de colores claros, que se encontraba en el segundo piso, al fondo a la derecha.

—escucha, aquí te quedarás, esta será tu habitación, Sun. Será mejor que tomes un baño y que descanses, te ves muy cansada, Caramelo.

—Sí, y no te preocupes, no causaremos molestias. —dijo agradecida.

—esta bien, por cierto, aquí hay ropa, sábanas y todo lo que puedas necesitar, sí necesitas algo, puedes decirme a mí o a mí familia.

—Sí, gracias por dejarnos quedar.

—Claro —dijo Applejack, para salir y dejar sola a Sunshine.

Sunshine solo quedo pensando en todo lo que había pasado en pocos días, para ella era difícil creer todo lo que había vivido y sentido.