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Era otro día de universidad, y como siempre las facultades de arquitectura he ingeniería estaban en guerra.

A pesar de que Pat y Pram, líderes o presidentes de la clase, son pareja; las rencillas habían bajado pero no al completo.

Wai, era de los que aún hacía la guerra a los chicos de ingeniería.

Korn; el mejor amigo de Pat, no era de quedarse en ascuas y cada enfrentamiento que tenía con esos chicos, era una pelea segura.

O al menos eso pasaba cuando el grupo se encontraba y Pat junto a Pram no estaban para detenerlos.

Sin embargo; a pesar de las golpizas y provocaciones en público, Wai y Korn se veían a solas para pelear.

En más de una ocasión, Pat había recibido a Korn en su apartamento, para prestarle su botiquín de primeros auxilios.

Pram auxiliaba a Wai en su apartamento también, curando y vendando su rostro y espalda.

Más de una vez Pat y Pram les habían cuestionado a sus respectivos amigos, el por qué se escabullian solos para luchar.

Ambos sabían que aunque fuese por pelearse cara a cara o se burlaran del otro en privado, eso les traería consecuencias con sus superiores.

Bien sabido es que con o sin el resto de los chicos; tanto Wai y Korn no escatimaban en provocarse mutuamente.

- Hey Pram - le llamó Pat.

- ¿Eh? -

- Hace poco hablé con Korn, dijo algo de ir a un aula del edificio principal de Arquitectura, mencionó que se vería con alguien allí -

Ambos se encontraban en la habitación de Pram, era lunes, Pat no había tenido clases y el chico de hoyitos en las mejillas, había terminado su clase temprano.

Acostados en la cama, Pat acariciaba el cabello de su novio.

Había sido difícil mantener oculta su relación, pero una vez que todos en ambas facultades, y sus amigos más cercanos supieron de ella; pudieron disfrutar un poco más de su intimidad he interactuar en pareja cómodamente.

Tanto a Wai como a Korn les había shockeado saberlo, sobretodo al primero, no fue nada bonito para él saber que su mejor amigo le había ocultado ese gran secreto.

Wai, incluso llegó a prácticamente, junto a los demás chicos de su grupo, desterrar a Pram de su cercanía, aún así gracias a ese cliente lunático que traía esa arma, y del cual Pat lo defendió, comprendió que realmente era un buen tipo y que debía darse la oportunidad de conocerlo.

Si hacía feliz a su mejor a mejor amigo, mala persona no debía ser ¿Cierto?

Korn por su parte, se había mostrado muy hostil con Pat al inicio, pero de no ser por Chang otro de los chicos de su grupo, que le hizo entender que a pesar de todo el respetaba su relación, al final eso era asunto de Pat y Pram.

Con una disculpa y un rico aperitivo de almuerzo, Korn le hizo ver a Pat que realmente apoyaba y aceptaba su relación con el chico de los plumones.

Pero, eso no significaba que Wai aprobara compartir su tiempo con Korn y viceversa.

Es por ello que en ocasiones y a espaldas de sus amigos, los demás chicos se encontraban para luchar y defender lo que consideraban su territorio.

Gracioso fue saber que tanto Pram como Pat, estaban conscientes de eso, y buscaban por todos los medios evitar que los golpes llegarán.

A palabras de Ink, era una tontería que siguiesen en esa estúpida guerra de años.

Paa por su parte, ella simplemente se sentía tranquila de que gracias a esas peleas, ese chico rudo de Wai no había vuelto a coquetearle.

No es como que Ink, con su mirada de asesina, tuviese algo que ver en ello, por supuesto que no.

- Mmm, que raro Wai me dijo que iría a buscar algo que dejó en el salón - dijo nervioso recordando.

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"Flashback"

<- Oi Pram ->

<- ¿Ha? ->

*Ambos estaban en la cafetería de la universidad, almorzando*

<- Después de que coma iré al aula de nuevo -> notificó.

<- ¿Por qué? ->

<- Deje mi libreta de apuntes al salir del aula ->

*Pram asiente mientras le mira comer*

<- Te acompaño ->

*Wai comenzó a negar con la cabeza, tenía los cachetes llenos de comida, una vez tragó habló*

<- No, no, yo voy tranquilo, además deberías aprovechar que Pat no tuvo clases hoy; así pueden pasar el rato juntos ->

*Pram se extrañó, usualmente Wai no se preocupaba mucho por su relación, aún no estaba cómodo pero sí aceptaba a Pat como su novio*

<- Vale, vale ->

"Fin Flashback"

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- No creerás que ellos irán a pelearse... ¿Verdad? - dijo Pat ansioso.

Ambos se vieron, así que muy a prisa se calzaron los zapatos y salieron del lugar.

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Mientras ellos corrían, Wai iba llegando al pasillo de su salón, cuando de un momento a otro Korn lo interceptó.

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Pram y Pat veían por todas partes en la búsqueda de sus amigos.

- Hey Pat - le llamó el cantante.

- Si, yo tampoco los veo - respondió, mirando en todas las direcciones.

Se detuvieron en un pasillo.

- ¡Oi suéltame! -

Pat y Pram escucharon la voz de Korn, tal parece provenía de una aula que se veía vacía, pero no era donde debía ir Wai a buscar su libreta, sino otra.

Ambos se acercaron y por la ventana del salón, vieron a sus amigos.

Wai sostenía de la camisa a Korn, tenían los rostros muy cerca; el de arquitectura tenía apoyado al otro contra el escritorio del profesor.

- Se van a golpear - dijo Pram a Pat en un susurro.

- No creo - dudó.

- ¿Cómo que no? - reclamó de forma baja - Mira como Wai sujeta a Korn - dijo con nervios - Hay que entrar y detenerlos -

Afortunadamente, el aula donde se encontraban era tipo teatro, por lo que abrieron poco a poco la puerta y entraron sin ser notados por los otros dos los cuales les daban la espalda.

Cuando Pram se disponía a hablar para interrumpir, fue sujetado con una mano de la cintura y pegado al pecho de Pat con la otra dejándolo inmovilizado.

- Shiat Pat - gruño por lo bajo - Suéltame -

- Miralos Pram -

Al éste voltear a ver, una maldición salió de su boca.

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Días atrás~

Wai y Pram venían de comprar el almuerzo del primero, hoyuelos bonitos había quedado de verse con su chico caliente en el comedor de la universidad.

Ya Wai aceptaba su relación y la respetaba. Admitía que el idiota de Pat si que hacía feliz a su querido amigo.

Al llegar al lugar, grande fue la sorpresa de ver ahí a su dolor de cabeza personal, Korn; el cual al verlo le guiñó el ojo a modo de saludo.

- Shiat Pram - se quejó Wai.

- Oi, acá está Pat como nos prometió - rebatió.

- Ha - afirmó - Pero no esperes a que me siente a comer mi almuerzo, al lado de ese tipo -

- Tengo nombre dulzura - dijo Korn dándole una media sonrisa.

- Serás bastardo - le gruñó Wai - ¡Dulzura mi culo! -

- Aún no lo pruebo para saber su sabor - rebatió.

De no ser por Pram, Wai le habría dado un puñetazo al joven de coleta.

- Shiat - maldijo - Me largo, adiós Pat, Pram -

- ¡Oi Wai, espera! - le llamó Pram, siguiéndolo.

Tras irse los jóvenes de arquitectura, Pat encaro a su amigo.

- Oi, Korn - dijo Pat llamando la atención de su amigo.

- ¿Ha? -

- ¿Por qué aún lo molestas? -

- Es divertido hacerlo - dijo con simpleza.

- Shiat Korn - dijo Pat, pasando su mano en su cabello, frustrado - Es el mejor amigo de mi novio, no digo que sean amigos, pero al menos llévate bien con él, por favor -

Tras decir eso, ambos vieron a Pram volver sin la compañía de Wai.

- Shiat - exclamó sentándose junto a su novio, quien le ofreció algo de su jugo - Se fué muy molesto, incluso tiró a la basura su almuerzo... -

Pat vió a Korn con el ceño fruncido, así que comenzó a fastidiar y bromear con Pram para levantar sus ánimos, sabía que está situación agotaba mentalmente a su amado.

Korn por su parte, se despidió de ellos alegando que no quería ser mal tercio, y se fue de allí no sin antes pasar por la máquina expendedora y sacar dos refrescos junto con un sándwich de jamón, queso y verduras.

Camino por la zona, hasta que vio a su objetivo.

Wai estaba sentado contra un árbol del campus, su enojo se veía claro en su ceño fruncido, y no solo eso, acariciaba su estómago debido al hambre.

- Shiat, tirar mi almuerzo no fue buena idea - se quejaba.

De forma sigilosa, Korn se acercó al chico y con el refresco rozó su mejilla.

- ¡Oi! - dijo levantándose y encarando al otro, tras sentir el frío del refresco.

- ¡Eh, que vengo en son de paz! - dijo alzando ambas manos.

- ¿Qué quieres bastardo? - bramó Wai.

Korn viendo la molestia del otro, solo extendió el sándwich y el refresco.

- Perdona por haber arruinado tu almuerzo, ten esto por las molestias - haciendo una reverencia con ambas manos, y volvió a extender la comida.

Wai no se fiaba, pero no eran los únicos en el lugar, y pudo ver claramente a un profesor viendo.

- Gracias... - dijo, devolviendo la reverencia y aceptando a regañadientes lo que se le ofrecía.

Tras ver qué el profesor se fue, junto a los otros pocos estudiantes cercanos, Wai tomó a Korn de su chaqueta, encarandolo.

- ¿Qué pretendes eh? -

Korn solo sonrió coqueto, adoraba cabrear a ese chico.

- Pago mi deuda, por ser una molestia contigo, ¿Acaso es eso un crimen? - y con una sonrisa burlona se soltó del agarre para irse de allí.

Wai le vio marcharse, y estuvo a punto de tirar a la basura el refresco y el sándwich, pero gracias a que su estómago le recordó que tenía que comer, optó por hacerle caso, ésta vez.

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"Flashback"

- Me gusta alguien, y esa persona es un chico de arquitectura - dijo Korn a la pandilla.

Pat y los demás quedaron mudos de la impresión.

- JA JA JA - río Korn - Deberían ver sus caras - les miraba - Estoy bromeando chicos -

Sintiendo que el alma le volvía de la impresión, Pat le bromeó casi tirándole la bebida.

- Shiat Korn, menudo susto me has dado -

- Oi que tú y Pram estén juntos, abren las posibilidades de que los demás conozcamos el amor en esa facultad - explicó - Pero tranquilo, mi corazón aún no ha sido ocupado -

Entre risas y bromas, continuaron la charla, pero notaron que Wai, el cual para ese entonces, estaba enojado con Pram por esconderle su reciente noviazgo con Pat; estaba siendo molestado por unos clientes.

Los cuales eran los chicos del equipo de Rugby al que habían enfrentado y ganado, hoy en un partido.

Pat quería intervenir, Korn le rebatió que Wai no era amigo suyo y que además no lo aceptaba como pareja de su amigo; sin embargo él no podía sentirse menos impotente, le molestaba que jugaran con el trabajo de ese chico solo porque sí.

Cosa irónica, porque ellos tiempo atrás, le hacían las mismas bromas.

Ponerse en el zapato del otro, realmente le cambiaba la perspectiva; y más si tienes un amigo idiota como Pat, el cual ya estaba enfrentando al tipo que molestaba a Wai.

Sin embargo, por cosa del destino, gracias a ese imbécil, la rencilla entre el grupo bajo un poco, Pram y Wai se reconciliaron y gracias a éste último se evitó que Pat fuese a la cárcel.

Junto a que Wai aceptará al mismo como novio de Pram.

"Fin Flashback"

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Tras Pram voltear, sus ojos no podían creer lo que veían.

Wai estaba besando apasionadamente a Korn, mientras éste último se aferraba con fuerza del cuello de su... ¿Enemigo?

Tanto Pat como Pram no salían de su asombro; Wai y Korn se besaban incluso con más pasión de la que ellos habían hecho alguna vez.

Cosa, que en parte le molestaba a Pat.

Así que sin más comenzó a besar el cuello de Pram, mientras con una de sus manos acariciaba su estómago.

- ¡Oi, Pat! - grito/susurró sonrojado, tratando de quitárselo de encima.

- Shhh - le cayó - Te podrían escuchar, y no sería correcto interrumpir -

- Pero, ah... - jadeaba.

- Disfruta del show Pram - susurró besando y lamiendo el cuello de su novio.

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Mientras ellos se concentraban en su quehacer, Wai y Korn, seguían con lo suyo, subiendo de nivel.

¿Pero cómo habían llegado a eso?

Si antes de que los mirones entraran al aula, éstos estaban simplemente discutiendo cerca del escritorio.

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Minutos antes~

- ¿Acaso quieres pelea no es así, bastardo? - bramó Wai, sujetando a Korn por su camisa, hablándole muy de cerca.

Sintiendo su nariz rozar con la suya, Korn solo sonrió burlón.

- Yo solo venía a verme con alguien guapo de ésta facultad - explicó tranquilo - Que me tope contigo y se me mejoró la vista es otra cosa -

Wai solo le gruñó enojado.

Quería borrarle esa estúpida sonrisa cínica de la cara. Estaba harto de sus burdos intentos de coqueteo.

- Deberías dejar de insinuar, de lo contrario creeré que te gusto, imbécil - rebatió.

- ¿Te molesta que no sea Paa quién te preste atención en lugar de mí? -

Apretando su agarre pegó su rostro al suyo, y susurrándole iracundo habló.

- ¿No serás tú el que se siente mal de que mis ojos se fijasen en ella en lugar de tí? -

La sonrisa de Korn se borró de inmediato. Wai sonrió, dió en el clavo.

- ¿Acaso te mueres de celos porque pienso en ella y a ti no te doy ni la hora? - continúo.

- Cállate -

- ¿Querías guerra? Entonces lucha, imbécil -

- ¿Quieres que luche? Bien - afirmó, sujetando a Wai con ambas manos por su cuello, sorprendiendo al nombrado - Entonces ganar está guerra será mi misión -

Y sin más lo besó.

Pero no, no fue un simple roce de labios. Korn aprovechando el desconcierto de Wai, hizo de ese beso uno profundo dónde invadió la boca de quién aún lo apretaba contra el escritorio.

Wai por su parte a pesar de la sorpresa, no pudo no corresponderle, tenía tanto que no besaba, que simplemente se dejó llevar por el chico de ingeniería al cual sentó en el escritorio.

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Mordiscos y caricias apasionadas eran dadas de parte de ambos; Korn al estar sentado, tenía libre acceso al pecho, espalda he ingle de Wai.

El cual, al estar entre sus piernas, no perdía tiempo en mover sus manos acariciando su torso, y amasar su trasero con ellas.

- Así que... ¿Querías pelea hoy, eh? - susurró Wai, lamiendo el cuello del chico.

- No.. ah.. pero admito, que.. mgh.. si ahora nos pelearemos así... - dijo mirando su rostro, el cual estaba agitado y sudoroso - No me quejo - sonrió coqueto.

Respondiendo ese gesto pícaro, Wai continuó su camino de besos en su cuello, mientras alternaba caricias en sus glúteos.

El de la coleta, la cual estaba ya en el piso, dejando que su bello cabello largo cayera por su rostro; comenzó a quitarle la camisa del uniforme, mientras con una de sus piernas acercaba más la pelvis de quién lo besaba a la suya.

- ¡Ah..! - gimió Korn, al sentir la dureza del chico en sus piernas.

Wai sólo sonrió y continúo moviéndose de adelante a atrás, a un ritmo pausado pero delicioso, dónde ambos seguían compartiendo saliva sin dejar de moverse.

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Por otra parte, con aquella pareja de mirones, que ya no le prestaba atención a los otros dos.

Éstos se encontraban en el piso del aula; Pat se había sentado apoyando su espalda en la pared, y usando la posición de loto, tenía a un jadeante y sonrojado Pram sentado encima.

- Pat...~ - gemía.

El susodicho, no hacía la gran cosa, solo besaba la nuca de su novio, y movía la cadera del mismo sobre su prominente erección.

Jamás habían tenido ese tipo de intimidad antes entre ellos; era algo nuevo, y demasiado excitante como para no hacerlo.

Y menos si de fondo se escuchan los gemidos de los supuestos enemigos jurados.

- No te haré acá el amor Pram - susurró lamiendo su oreja - No en este piso, tú mereces tener la mejor noche, la mejor comida, la mejor cama, el mejor trago, la mejor vista y sobretodo al mejor novio que hayas tenido en la vida - dijo dulcemente.

Pram aún en su bruma de placer, estaba tan encantado con las palabras de su novio, que él mismo comenzó a moverse encima de su erección.

- Shiat Pram...~ - gimió Pat, sin dejar de moverse.

Usando su mano libre, Pat sujeto el mentón de su novio para juntar sus bocas en un beso apasionado, aprovechando así de acallar los gemidos del chico.

Qué tan enojados estarían Wai y Korn si supiesen que en su nube de deseo, sus dos mejores amigos estaban en pleno faje en la misma habitación que ellos.

¿Contaría ésto como reforzar la amistad?

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- Wai~ - gimió Korn al ser recostado de lleno en el escritorio, mientas el chico encima suyo abría su camisa y besaba su pecho; y con su lengua estimulaba sus pezones.

Korn sujetaba su cabello, y mordía sus labios acallando los ruidos que salían de su boca.

Wai con ambas manos quitaba el restante de ropa de Korn, dejando a medio camino su ropa interior y su pantalón de uniforme.

- ¿Realmente lo haremos? - alcanzó a preguntar Korn, completamente sonrojado y nervioso.

Wai se detuvo y lo observó.

Notó que ese chico rudo que tenía un buen gancho derecho; ese que en las prácticas de Rugby lo tacleaba sin más, y que estaba dispuesto a partirle la cara si lo provocaba demasiado...

Ahora era reemplazado por un chico jadeante y sudado, sonrojado, despeinado que lo observaba ansioso y nervioso; temblando, no sabe si de frío o de miedo.

Y Wai comprendió ahí, que no podía ganar esa guerra.

Se separó de Korn, para observarlo mejor, éste aún jadeaba y temblaba de excitación, su miembro estaba semi-duro mantenía algo de precum en la punta, rosada y brillosa.

- Korn - le llamó, éste hizo contacto visual con el chico, no sin antes apreciar la vista que tenía encima suya.

Wai lucía desordenado a más no poder, labios rosados de tanto besarle, su cabello hecho un desastre y su ropa desarreglada, la camisa estaba semi-abierta lo cual permitía ver parte de su pecho bien formado por los entrenamientos del Rugby.

- ¿Qué estamos haciendo? -

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Pat y Pram escucharon como sus amigos se habían detenido, y aunque ellos no se detuvieron de hacer algo parecido, igual no podían bajar la guardia, podrían ser descubiertos.

- ¿Tener sexo? - respondió Korn.

- Eso lo sé, idiota - riñó, cosa que hizo reír a Korn - ¿Por qué nosotros estamos haciendo ésto? -

- La verdad, no lo sé amigo, pero, ¿No crees que es algo tarde que lo cuestiones? - dijo para señalarse a si mismo y a él.

Y tenía razón, era algo tarde, ambos estaban prácticamente semi-desnudos encima del otro, sus miembros se frotaban, uno aún estando escondido y apretado en la ropa interior.

¡Se habían besado!

Sus labios hinchados eran la evidencia más clara de ello, eso sin contar que Korn estaba lleno de chupetones en su cuello y pecho.

- ¡Shiat! - maldijo Wai, comenzando a vestirse.

Korn por su parte lo imitó con calma, él no se encontraba en las mejores condiciones, aún debía pensar en cómo esconder esas marcas en su cuello.

Una vez estando ambos vestidos, Wai tomo sus cosas y encaro al otro chico, éste se estaba acomodando su cabello pero, no podía peinarse bien sin un espejo.

Wai al verlo, simplemente le quitó la colita, y él mismo le acomodo el cabello, ante la mirada asombrada de Korn, Pat y Pram.

Los cuales, ya habían dejado de lado su momento pasional, estar atentos a los otros dos les había bajado el libido.

Una vez el cabello de Korn estaba como usualmente lo usa, ambos se vieron.

Korn estaba nervioso, nunca había hecho eso con un chico, ¡Menos esperó ser él el pasivo!

Reconoció que luego de este momento no podría mirar a Wai a los ojos de la misma forma, sobretodo cuando habían compartido besos, caricias y un faje inconcluso, pero delicioso.

El mesero, simplemente siguió con esa lucha de miradas con su igual, de cerca, sin ninguna provocación de por medio, podía admitir sin equivocarse, que Korn era guapo, sexy y besaba muy bien.

- ¿Y ahora qué? - preguntó por lo bajo Korn, sintiendo como Wai le acariciaba el cabello de la nuca, luego de acomodarle el último mechón salido de lugar.

Tomando su barbilla, Wai lo acercó a su rostro, para darle un leve beso.

- Será nuestro secreto - dijo sin más, para sonreírle coqueto, tomar sus cosas he irse del aula.

Korn suspiró encantado, se sentía como una chica ilusionada.

- Shiat... Que intenso...- dijo a la nada, sonriendo como idiota y algo sonrojado, salió del aula.

Pat y Pram luego de esperar unos minutos a que sus amigos se fueran, salieron de dónde estaban.

- ¿Significa que son novios ellos también Pram? - indagó confuso Pat.

- No lo creo, y no es como si pudiéramos preguntarles Pat, sabrían que los espiamos - dijo.

Ambos salieron del aula, rumbo a su residencia.

Mientras caminaban hablaban de como la guerra de sus facultades había evolucionado de una gran manera.

Y que quizás ellos no serían los únicos que influyan a qué la misma terminara pronto.

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Tristemente la guerra en la universidad no era la única que estaba presente.

Las familias de Pat y Pram seguían sin llevarse bien, y tras averiguar el porqué se odiaban; ambos chicos tomaron la decisión de escapar juntos para procesar todo lo vivido desde que tienen memoria.

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Mientras Pram y Pat no estuvieron en todo el fin de semana, los demás además de preocuparse siguieron con su vida.

Paa he Ink, estaban ya juntas en una relación.

Luego de que Ink se le declara con tanto cariño, Paa no podía seguir ocultando más cuánto ama a su fotógrafa.

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Wai y Korn desde lo sucedido, no habían vuelto a hablarse, más allá de un saludo ocasional.

No era fácil asimilar que el odio que creías tenerle a tu rival, en realidad era un deseo desesperado que tenías escondido.

Podían tomar el ejemplo de Pat y Pram, pero no serviría de nada. Ellos no habían pasado por las mismas cosas.

Sin embargo, ahora que sus amigos no estaban, era imposible no coincidir en los lugares que frecuentaban juntos en sus grupos.

Cómo el bar donde Wai trabajaba.

Korn amaba la cerveza del sitio, y claro en su momento molestar al mesonero.

Pero ahora, tener que ir allí y no saber si su presencia molestaría al otro chico, era algo que lo ponía ansioso.

Era curioso ver cómo la actitud de Korn cambio de ser tan extrovertido cerca de Wai, a ser completamente tímido.

Wai notó eso, y no es como que le molestara que el chico lo haya dejado de fastidiar, pero admitía que le parecía raro que ni siquiera le dirigiese la mirada.

Afortunadamente para Wai, ese día iba como cliente y no como trabajador al bar; ver a Korn en la barra tomando solo, le pareció de lo más curioso.

No lo culpaba, sabía que los demás chicos de su pandilla estaban en sus asuntos, así como los de la suya.

Y con Pat y Pram fuera de la ciudad, no era de extrañar que Korn se encontrase solo.

Tomando su trago, decidió acercarse.

- Oi - le llamó, Korn de inmediato volteo a verle y una media sonrisa broto de sus labios y un leve sonrojo adornó su rostro.

Wai no sabía si era por causa suya o del alcohol. Independientemente de lo encontró adorable.

- Hey - devolvió el saludo.

Wai se acomodo en la silla junto a él, colocando su bebida en la barra.

Un silencio incómodo los envolvió, ninguno sabía cómo romper el hielo sin tocar el tema de aquel faje ocurrido hace un mes.

- Así que... Bebiendo solo ¿Eh? - indagó Korn.

- Ha, desde que Pram se fue con Pat, los chicos no han querido salir, no los culpo - explicó - No es divertido sin él -

- Ha - asintió - Lo mismo con nosotros, sin Pat acá, no hay diversión alguna -

Ambos asintieron tomando un trago de sus bebidas, para volver al mismo silencio incómodo.

- ¿Crees que estén bien? - dijo Wai.

- Ha, no te preocupes - le animó Korn - Pat sabrá cuidar muy bien de tu amigo, descuida - le sonrió.

Wai agradeció las palabras con una sonrisa también, llamando al bartender, pidió otra ronda para los dos, para seguir hablando a gusto.

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Cuando ya el bar estaba por cerrar, unos algo tomados, pero no inconscientes, Wai y Korn iban al estacionamiento.

- ¿Cómo te irás? ¿Uber? - indagó Wai.

- Mmm, ha, es probable - dijo dudando.

Ambos estaban frente a la moto del chico de arquitectura; era cerca de la media noche, sino que más tarde, y no era un buen lugar para esperar un taxi a esa hora.

- Ven conmigo - demandó Wai.

- ¿Disculpa? -

- Ha, ven conmigo, pasa la noche en mi casa y te largas al día siguiente - dijo simple.

- Mmm no sé si deba - rebatió el de coleta - Seré una molestia sin duda para ti, y más en este estado -

Haciendo un ademán con la mano, Wai tomó a Korn de la muñeca y lo acercó a su moto, dónde curiosamente él ya se encontraba montado.

- No fue una pregunta - recalcó viendo esos hermosos ojos oscuros brillantes, los cuales le veían de vuelta, ansiosos - Te irás conmigo -

Subiendo a Korn de forma obligada a su moto, le abrochó el único casco que tenía, y haciendo que éste se sujetara a su cintura con fuerza cuál oso; Wai encendió la moto y partieron rumbo a su residencia.

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- Te dije que podía irme en taxi - dijo Korn mientras era arrastrado por Wai por el pasillo, rumbo a su residencia.

Luego de aparcar la moto en el estacionamiento, quitar el casco a un mareado futuro ingeniero y subir al elevador, Wai luchaba con su propio peso más el de Korn.

Tras lograr sacar su llave de ese enredo de brazos que eran, ambos pasaron al departamento.

El de coleta, en seguida se tumbó en la primera cosa mullida que vió, el sofá, sin embargo, Wai tenía otros planes.

- Oi, levanta, acá no puedes dormir - regaño, tomando sus hombros sacudiendo al chico el cual ya dormitaba.

- Shiat, déjame dormir Wai - dijo somnoliento.

Suspirando frustrado, el más lúcido de los dos, tiró de los brazos del otro, y así logro levantarlo, caminando un poco más, llegaron a la habitación de Wai.

Éste lanzo a Korn en su cama, el cual se quejó por la acción, sin embargo lo que hizo fue acomodarse mientras abrazaba a la almohada más cercana.

- Diablos, que molestia - dijo Wai, al verlo acaparar todo el espacio de la cama.

Bufó fastidiado, quitándose su ropa para cambiarla por una pijama, fue a su armario y saco algo también para Korn.

A pesar de ser él más alto que Korn, éste le ganaba un poco en anchura de espalda, por lo que si usaba un pijama suyo le quedaría largo de torso pero ceñido en la espalda y brazos.

Sin embargo, no tenía nada más que ofrecerle al ya dormido chico.

Wai procedió a sacarle los zapatos, no había podido hacerlo al entrar, ya mañana limpiará después el piso.

Una vez sacados los zapatos, se quedó inmovilizado viendo el cuerpo dormido de ese chico.

El cual en más de una ocasión maldijo para que le ocurrieran terribles cosas, solo por ser un imbécil..

Ahora con verlo ahí, no tenía más que deseo y ganas de abrazarlo, mimar y besarlo toda la noche.

Sacudiendo su cabeza, para sacar esos pensamientos, con calma quitó su chaqueta y luego la camisa, apreciando así su pecho.

Mordiendo sus labios no se resistió de acariciar esa suave piel, recordando que hace un mes, no había podido explorar casi de ella.

Desde ese día, solo había fantaseado en sueños el volver a sentir y probar esa piel.

Teniendo a su alcance tal pecado, era casi imposible el resistir la tentación.

Era otra guerra que no podía ganar.

Palpo con dulzura todo su pecho y cuello, se acostó a su lado contemplando la belleza del chico.

- Quizás si en otra época, fuésemos menos cabezotas y más tranquilos, habríamos sido amigos - dijo en voz alta, acariciando el cabello de Korn.

- ¿Por qué no ser algo más que eso? - susurro Korn, sorprendiendo a Wai el cual se quedó quieto, observando esos hermosos ojos cafés.

- ¿No estabas...? -

- ¿Dormido? Sí - asintió mirandole - Pero sentí como me tocabas -

- Amm yo... - quizo explicarse sonrojado; Korn negó, sonriéndole.

- Si fueras mi amigo - inició - Te habría golpeado ya, pero, no eres mi amigo ¿Cierto? - dijo con convicción.

- Cierto - coincidió - Decías que podríamos ser algo más ¿No? - sonrió semi coqueto.

- No te puedo negar que desde ese día - hablaba Korn con dificultad, a causa del alcohol - Mi mente no ha dejado de recordarme, y de recalcar que hubiese pasado si yo en lugar de hacer una pregunta estúpida, hubiese simplemente haberme dejado llevar -

Dijo, mientras observaba al chico, éste se sentía de la misma forma.

Mordiendo sus labios, acercó su mano al pecho de Korn, para luego ir subiendola por el cuello del chico, hasta posar la misma en su nuca.

- ¿Quieres besarme? - indagó Korn, ansioso, mordiendo el interior de su mejilla.

Wai se dedicó a dar caricias en su rostro, cuello, pecho, labios, ojeras, ojos, nariz.

- No, no quiero besarte - respondió; el chico de ingeniería perdió el brillo en su mirada - Quiero hacerte mío Korn - declaró.

Un sonrojo adornó las mejillas del nombrado.

- ¿Hacerme tuyo? - pregunto entre gemidos, ya que Wai había comenzado a masajear su pecho mientras dejaba cortos besos en su cuello.

- Ha - asintió.

- ¿Estás seguro? -

- Eso debería preguntarte yo a ti - dijo mirando al chico.

Korn mordió sus labios, deseaba a ese chico, se había hecho pajas en su nombre desde lo ocurrido hace un mes en esa aula.

Pero la duda lo embargaba.

No solo por ser de quién se trataba, sino también por el hecho de que él sería la "mujer" en el acto.

Además, ¿Cómo podría darle su virginidad anal al chico que se supone que lo odia?

- Wai...- le llamó, el aludido paro sus caricias y lo observó atento - Tú... - dudaba - Tú.. ¿Tú sientes algo por mí? -

Ahora quien guardó gran silencio fue Wai. Le observó.

La pregunta del otro era válida. Aunque fuese solo sexo, igualmente saber si había sentimientos de por medio no estaba demás.

Pero, eso significaba que si Korn lo preguntaba era porque él sentía algo hacía él ¿Verdad?

- ¿Yo te gusto Korn? - devolvió la pregunta.

El chico de ingeniería, simplemente bajo la mirada sonrojado.

Se sentía tan avergonzado, admitir que Wai le gustaba era un golpe a su orgullo, no porque fuese malo, sino por ser precisamente ese futuro arquitecto, el hasta ahora, objeto de sus sentimientos.

Tomando el mentón de Korn, Wai lo hizo mirarlo.

- ¿Me quieres Korn? - preguntó dulce, con un aire de esperanza.

¿Para que negarlo?

Estaba ebrio. Y es bien sabido que los niños y los ebrios nunca mienten.

Si de esta forma era la manera en que le declararía sus recién adquiridos sentimientos al dueño de los mismos.

Que así fuese.

- Wai... Yo.. - el nombrado no le dejo hablar, no pudo resistir el besar los labios rosas y húmedos de Korn.

Si no iba a ser correspondido, al menos, quería probarlos una última vez.

- Te quiero Korn - confesó una vez separó sus labios del chico.

Éste tenía los ojos algo aguados.

Sería un cabeza dura, un gran jugador de Rugby y un excelente luchador, pero en la guerra del amor era un sensible de primera.

Sonriendo como idiota se abrazo a Wai.

- También te quiero dulzura - dijo riendo.

Wai río y simplemente correspondió ese abrazo con gran cariño.

Quizá fuese por el alcohol, pero hacía mucho que no se sentía tan feliz.

Tras ese abrazo se besaron nuevamente.

Perdieron un mes entero de poder hacerlo.

Recuperarían el tiempo perdido lo antes posible.

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Pasaron los días, y Pat junto a Pram habían vuelto a sus hogares. Debían afrontar la realidad que vivían.

A pesar de pasar unos días maravillosos juntos, de haber sido uno en cuerpo y alma; no podrían simplemente huir de sus problemas.

Terminaron su relación.

Pero claro, a ojos de sus padres.

No les darían el gusto de verlos infelices por considerar ellos correcta esa decisión.

Así que acordaron junto a Paa he Ink, Wai y Korn, el mantener en secreto su relación, pero haciendo público a sus amigos y miembros de las facultades su rompimiento.

Tener que ocultarse era complicado, por suerte tenían el apoyo de su amiga, hermana y mejores amigos para ello.

Así fue en ese entonces.

Pasaron cuatro años.

Ya se habían graduado, tenían trabajos, Pat administraba la empresa familiar, tal como su padre quería. Pram por su parte era un arquitecto muy reconocido en USA, lugar al que se mudó por el trabajo.

Ink y Paa, tenían juntas un negocio de fotografía, y estaban rentando un departamento.

Los padres de Pat y Paa amaban a Ink, decían incluso en ocasiones que su hijo mayor debía de buscarse a una chica o chico como ella.

Crédulos.

Si supieran que ya tenía a uno consigo, el cuál cumplía todas sus expectativas de pareja.

A pesar de la gran distancia, su relación era fuerte, y cuando Pram tenía vacaciones no dudaba en volver a Thailandia, para pasar unos días con sus padres y el resto, en el apartamento que compartía con Pat.

Aprovechando una reunión de reencuentro de la secundaria, y que el cantante tenía sus vacaciones en esa fecha.

Pat y Pram, fueron y actuaron como si no les importara el otro, delante de sus viejos compañeros. Cuando en el fondo solo querían estar juntos.

Podrían ganarse el premio Oscar a la mejor actuación del mundo.

A pesar de todo, eran felices. Sus padres ya venían sospechando que ellos al final si continuaron juntos pero de forma discreta.

Bueno ni tan discreta, con Pat saltando el balcón de Pram cada noche, sus "llamadas telefónicas" por medio del teléfono de latas; junto a los pequeños mini - conciertos que tenían en la habitación del arquitecto.

Era imposible no escucharlos.

La mamá de Pram estaba feliz, su hijo era exitoso, y tenía a su lado a alguien que lo hacía feliz y era de buen corazón, a pesar de su padre.

¿Qué más podría pedir una madre para su único hijo?

Y, aunque al papá de Pat no le gustaba nada la idea, debía reconocer que su yerno, sabía cómo ganarse su aprobación, los Whiskys americanos en su armario, obsequios de Pram, eran la prueba de ello.

Ambos chicos sabían que sería difícil llegar a tener una cena familiar o reuniones todos juntos, pero tenían toda la vida para intentarlo.

Así pues, es como termina la historia de Pat y Pram, ambos felices, juntos y viviendo su amor sin barreras.

Fin.

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Pero... ¿Qué pasó con Wai y Korn en ese tiempo?

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También se graduaron de la universidad, y no conforme con eso, invirtieron para abrir un bar-restaurant juntos.

Con respecto a su relación, solo eran buenos amigos.

Luego de esa noche de copas, al despertar, no había señales de que recordarán lo ocurrido, aún cuando sus cuellos, torsos y espaldas demostrarán lo contrario.

Así como el dolor agudo en la parte inferior del cuerpo de uno de ellos.

En un mudo acuerdo, quedaron en que esa noche, así como el día del faje en la universidad, se olvidase.

Sin embargo, su amistad fue creciendo paulatinamente con el tiempo.

Eran tan buenos amigos y colegas que el no confundirlos con una pareja era imposible.

Incluso para Pat y Pram era difícil saber, cuando bromeaban o no sobre eso.

Por lo que sabían Wai estaba con una chica, y Korn estaba comprometido, el anillo en su dedo era la prueba de ello.

Incluso había prometido a Pat que lo tendría de padrino en su boda, la cual afortunadamente sería para las vacaciones de diciembre de Pram, y así éste podría asistir.

Pat creía que debido a la cercanía de Korn y Wai, éste último sería el padrino de su amigo, pero se sentía feliz de que aún él tuviese el lugar de mejor amigo.

Curiosamente, a pesar de que ambos chicos estaban en pareja, nunca habían presentado a las mismas a sus amigos.

Ni siquiera Ink y Paa que eran las encargadas de la sesión de fotos de la boda de Korn, conocían a la chica.

Él alegaba que por causas de su trabajo, era difícil que pudiera coincidir en las citas de organización nupcial.

Con respecto a Wai, el caso era similar. Su novia también estaba ocupada, al ser una recién graduada, tenía más exigencias en su trabajo nuevo.

Por lo que no solían verla seguido, más allá de las fotografías que compartía Wai en sus redes.

Haciendo la promesa de que iría con ella a la boda de Korn, los demás se quedaron tranquilos y claro ese día también conocerían a la novia y esposa del ingeniero.

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Pasados los meses, la tan afamada fecha de la boda llegó.

Era una recepción pequeña, todo estaba discreto y bien decorado, algunas flores, pocas mesas y un grupo de 6 meseros se veía.

La ceremonia sería por civil, así que eso explicaba porque tenían todo junto en una sola habitación.

Los chicos junto a sus familias estaban allí.

Al principio fue incómodo debido a las miradas feroces que la mamá de Pram y el papá de Pat se enviaban.

Pero estaban allí por uno de los grandes amigos de sus hijos, dejaron de lado su enemistad, para disfrutar la ceremonia y la felicidad de los comprometidos.

Korn estaba ansioso, y eso Pat lo veía desde el principio.

El novio, lucía un hermoso traje color crema, una corbata azul oscuro y un tulipán adornaba el chaleco; a pesar de eso, jugaba con los gemelos de su traje por los nervios.

Comprendía a su amigo, casarse con el amor de su vida no era algo de chiste, era un gran paso.

Se sentía feliz de estar allí con él.

- Oi Korn - le llamó, mientras estaban ya en el improvisado altar esperando a su prometida, el mencionado solo volteo a verle.

- Todo será maravilloso, créeme, ambos serán muy felices, así como lo somos Pram y yo, o como Ink y Paa - animó.

Korn asintió feliz por sus buenos deseos, y cuando la canción "Perfect" de Ed Sheeran comenzó a sonar, todos los presentes se levantaron a la espera de la novia.

Tras abrir las puertas, todos soltaron una gran exclamación de asombro.

Ahí en ese pasillo caminando, con un porte seguro y una mirada llena de amor a quien lo esperaba, estaba Wai.

Todos los presentes estaban asombrados, y los murmullos comenzaron a surgir.

Eso explicaba porque la familia de Korn estaba ahí y la de Wai también, junto a solo cuatro personas más, que si bien eran desconocidos para ellos, parecían o creían que eran los familiares de la "novia".

Entre esas personas desconocidas había una linda chica de vestido rosa pálido, que asumieron todos, era la novia de Wai.

Curioso era que en efecto, lo era.

Su nombre era Eung Yin, y en realidad era compañera de trabajo de Wai, se hacían fotos juntos y ambos las subían en sus redes, fingiendo ser pareja.

- ¿Pero que caraj...? ¡Ouch, Pram! - chilló Pat al ser pellizcado por su ahora esposo.

Porque sí, Pram y Pat, se habían dado el sí un año antes, desde entonces no podían ser más felices.

Cuando Wai, el cual vestía un hermoso traje a medida color negro junto a un corbata blanca; llegó al lado de Korn, ambos tomaron sus manos.

Las madres de ambos chicos lloraban de emoción.

Ink y Paa aún sorprendidas, retrataban el momento con sus cámaras, y a su vez grababan la ceremonia.

El juez procedió a dar inicio con los votos de los novios.

- Korn - inicio Wai - Es increíble pensar en cómo nuestra historia comenzó, aún siento el dolor de ese derechazo que me diste en la mejilla la primera vez que peleamos - los presentes y el nombrado rieron - Desde ese día te odié horriblemente, no podía verte cerca de mí, sin que las ganas de golpearte surgieran - Tomó las manos de su chico y las beso - Nada agradezco más en esta vida el que me hayas golpeado - dijo sincero - Con ese golpe se declaró la guerra de nuestras vidas y que hoy seguimos con ella pero, ahora juntos como equipo, como amigos, como amantes, como esposos - tomo el anillo que Pat le ofrecía y se lo colocó a Korn, quien aguantaba las lágrimas.

El ingeniero, tomó el anillo que Pat le extendía he inhalando una gran bocanada de aire, inicio sus votos.

- Wai, mi dulzura - dijo coqueto, haciendo sonrojar al chico - Tenerte como enemigo realmente fue un dolor en el trasero por mucho tiempo - agregó haciendo reír a los presentes - Que no te amedrentaras por mis insultos y provocaciones y que encima de eso, respondieras a ellas, fue simplemente lo que me motivó a no perder la mirada en ti - limpiando un poco sus lágrimas, continúo - Jamás creí que ese chico rudo, tan orgulloso y arrogante, sería tan dulce, tierno y dedicado a mí; declararte esa guerra silenciosa, es y será la mejor decisión que he tomado; esa y claro, ser tu esposo - los presentes rieron mientras el colocó el anillo.

El juez los hizo firmar a ambos un documento de matrimonio legal, y tras dar unas últimas palabras recitó.

- Por el poder que me otorga el Gobierno de nuestra querida nación, es un placer para mí, declararlos oficialmente esposos - dijo entusiasmado - Pueden sellar su unión con un beso -

Los chicos ni cortos ni perezosos se unieron en un beso apasionado pero tierno, teniendo de fondo los aplausos y gritos de felicidad de sus familias.

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Una vez pasado el momento del baile, la seción de fotos, de el discurso más que improvisado ejecutado por ambos padrinos, y por supuesto el disfrute de la comida y bebida.

Los recién casados se reunieron con sus dos mejores amigos y junto con Ink y Paa en la terraza del lugar.

Se abrazaban cada quien con su amor, mientras disfrutaban la hermosa vista frente a ellos.

- ¿Cómo es que lo ocultaron de todos? - explotó Pat luego de un rato de silencio.

Wai y Korn rieron amenamente.

- No se puede ocultar lo que está a simple vista - explico Wai, abrazando a su esposo - Siempre tuvieron razón de que nosotros estábamos juntos, pero no sé encargaron de confirmar sus sospechas -

- Pero como pudieron ocultar algo así a nosotros... - dijo Pram algo dolido.

- Consideren eso como una probada de lo que nosotros sentimos con ustedes - dijo tranquilo - Además, no era como que pudiéramos decirlo así como así -

- En la universidad nos odiamos, esa era nuestra reputación ahí, salir con que éramos pareja de un día a otro habría sido malo para nosotros - explicó Korn.

Pat iba a refutar su argumento cuando la chica más alta de las presentes, habló.

- ¿Saben? En lugar de reclamar cosas del pasado - dijo Ink abrazando a Paa - Disfruten este momento, y piensen en el futuro que les depara -

Las parejas asintieron sonriendo.

Ella tenía razón.

Enfocarse en el pasado no es que no fuese importante, gracias a él es que están ahora en ese lugar, juntos felices y con un gran futuro.

Pero debían admitir algo.

En ese futuro era muy probable que "Una Guerra de Nunca Acabar", quizás ya tuviese más de un final feliz.

Fin.

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Muchas gracias a todos y todas las que se tomaron el tiempo de leer este LongFic, el primero que hago de tal extensión.

Yo espero les haya gustado tanto como yo amé escribirlo.

Se nos vienen cosas bonis este año. Cuidense mucho, nos leemos pronto.

AL17

7583 Palabras.