Era una noche como cualquier otra, o eso era lo que creían, en el gran hospital de San Mungo del mundo mágico. Una pareja estaba anciosa por el nacimiento de su hijo primogénito, completamente ignorantes de lo que muy pronto les sucedería a causa de la ambición de una tercera persona.
Tom Marvolo Riddle, o como era conocido en ese momento en el mundo mágico, Lord Voldemort, se encontraba caminando en círculos a causa de las ansias que tenía por el nacimiento de su hijo y la preocupación por el bienestar de su pareja, ya que, al tratarse de un hombre fértil, era un embarazo y parto de muy alto riesgo. Lord Voldemort no se tomó a la ligera el nacimiento de su heredero y le ordenó a todos sus mortifagos que vigilaran todas las entradas y salidas del hospital, pero que no llamaran mucho la atención y no causaran ningún alboroto a menos de que fuera estrictamente necesario.
Luego de algunas horas, que para el señor tenebroso fueron siglos, los medimagos le permitieron entrar a ver a su pareja y a su pequeño recién nacido. Al entrar a la sala, la escena que presenció le causó preocupación. Ahi, frente a él, se encontraba su amado esposo de cabellos oscuros y de apariencia grasientos pero que para él era lo más suave que jamás haya sentido, de ojos oscuros y, en ese momento, una mirada cansada y con una chispa de preocupación y terror en ella y, por más que buscó con la mirada, no logró ver a su hijo por ningún lado. Preocupado por su amado, Tom se acercó rápidamente hacia él y notó que éste no podía moverse y tras anular el hechizo, preocupado, preguntó:
—Severus, amor, qué pasó? Dónde está nuestro hijo?—
Severus sólo abrasó a Tom con todas sus fuerzas y rompió en llanto. Tras esa reacción, Tom volvió a preguntar:
—Amor, me estas asustando. Dónde está nuestro hijo?—
—Él se lo llevó Tom...se llevó a nuestro pequeño luego de que los medimagos se retiraran a avisarte que podías entrar...convenció a las enfermeras de cubrirlo...y se lo llevó Tom— contestó Severus entre llantos. Tom, aterrorizado y furioso porque alguien se hubiera llevado a su hijo bajo sus narices, preguntó quien había sido el responsable, para saber en quien descargaría su furia. Aunque la respuesta que recibió no se la esperaba:
—Dombuldore...él se lo llevó luego de inmovilisarme y dijo que acabaría con él...—la voz de Severus se quebró tras decir lo último. Tom sólo lo abrasó y, para calmarlo, le dijo:
—Tranquilo, no voy a permitir que eso pase. Ya veras que lo vamos a encontrar y ese maldito va a pagar muy caro esto—
Todos los mortifagos buscaban por todas partes al heredero de su Lord, sin éxito alguno.
En otra parte, en una mansión en Godric Hollow se encontraba un anciano mago de lentes con un pequeño bulto en sus brazos frente a una pareja de magos, quienes, un año antes, habían perdido a su hijo cuando éste nació, o eso era lo que ellos creían. Se trataba nada más y nada menos que de James y Lili Potter. Quienes hacía algún tiempo desconfiaban del anciano director Albus Dombuldore, aunque claro, lo mantenían en secreto.
En ese momento, el anciano director, con su fachada de abuelo bonachón, se encontraba en la mansión Potter para que se encargaran de eliminar bebé de su mayor enemigo.
Prov. Lili
No puedo creer lo que el director nos está pidiendo hacerle a un pequeño bebe. Está bien, entiendo que su padre no es un santo, que es alguien que causó mucho daño y sufrimiento pero eso no es justificativo para acabar con la vida de un niño inocente, y estoy segura de que Severus no está siendo manipulado por Voldemort porque la ultima vez que me lo cruce, se veía genuinente feliz junto a su pareja, quien supongo se trataba de Voldemort bajo el hechizo glamour. Perdí a mi pequeño hijo cuando nació. Se lo que se siente perder a un hijo en carne propia, es por eso que no voy a permitir que esa cabra loca mate a ese pequeño, y menos si se trata de el hijo de mi viejo amigo Severus. Protegeré a ese pequeño, con o sin el apoyo de James.
—Pero director, no sería mejor, más conveniente para nosotros, el que James y yo lo criaramos para que nos apoye y esté de nuestro lado?— le pregunté mientras cruzaba miradas con James, quien parecía entender mis verdaderas intenciones.
—Lili tiene razón director. Además, que mejor manera para acabar con el-que-no-debe-ser-nombrado que sea su propio hijo quien lo mate?— me apoyó mi esposo.
—Vaya, no había pensado en eso. Tienen razón, además quienes mejor para guiarlo por el buen camino que ustedes dos mis muchachos — dijo con su tono de vos de abuelo bonachón aliviado.
Yo me encontraba feliz de haber podido cumplir mi objetivo y conociendo a James, el también se sentía igual. Esta era una oportunidad para poder criar a un hijo como si fuera el nuestro propio, aunque yo sabía que debía localizar a Severus y a su esposo para que el niño estuviera con sus verdaderos padres, aunque eso sería cuando el pequeño estuviera libre de peligro, hasta entonces, James y yo cuidaremos lo mejor posible del pequeño Harry James Potter Evan aunque ese no sea su verdadero nombre.
Prov. James
Es un alivio que Lili y yo hayamos podido convencer al director de perdonar al pequeño Harry, aunque, y estoy seguro de que Lili estará de acuerdo conmigo, debamos localizar a sus padres para que él esté con ellos. Y  en caso de que no podamos reunirlo con Severus y su esposo, yo mismo me encargaré de que Harry se entere de toda la verdad cuando sea mayor y para eso pediré la ayuda de los duendes de Gringots. Y aunque me duela admitirlo, lo mas probable es que el viejo no nos permita reunirlo con sus verdaderos padres.
Prov.narradora
Había pasado un año desde que Harry quedó bajo el cuidado de James y Lili Potter, estos se habían encargado de contarle la verdad a Sirius, a Remus y a los duendes de Gringots, quienes se encargarían de contarle la verdad a Harry en caso de que no lograran reunirlo con sus padres. Ambos Potter se habían encargado de mandarle una carta a Severus para que fuera a buscar a Harry ya que sospechaban que el director sabía sobre sus verdaderas intenciones e intentaron reunirlo con sus padres lo antes posible.
En algún lugar apartado, en la mansión Riddle, un matrimonio se encontraba consolándose ya que había pasado un año desde que los separaron de su pequeño y sus esperanzas de encontrarlo eran cada vez menores. Estaban recostados en su cama cuando el leve sonido del golpeteo los hizo voltear hacia la ventana. Allí, se encontraba una lechuza de plumaje oscuro con lo que parecía ser una carta en su pico. La dejaron pasar y esta se posó en la mesa de noche a un costado de la cama. Severus tomó la carta y la leyó en voz alta para que su esposo también supiera su contenido. El cual, revivió esperanzas que estaban cadí extintas:

Severus:
Se que en estos momentos, probablemente soy una de las personas en las que menos podrías depositar tu confianza, después de todo no te traté muy bien durante nuestra época de estudio en Howarts pero dejarme decirte que en estos momentos necesito que dejes eso de lado y confíes en mi. Ya que se trata de tu hijo, y antes de que pienses que es una broma, dejame decirte que yo nunca bromearía sobre un tema así, después de todo, sabes que Lili y yo perdimos a nuestro hijo cuando éste nació y es por eso que te aseguro que esto no se trata de una broma.
Como te decía, esta carta es para decirte, a ti y a tu esposo, que tu hijo se encuentra con vida y a salvo de Dombuldore ya que Lili y yo lo convencimos de que no lo matara y que dejara que nosotros lo criaramos para que estuviera del lado del bando de la "luz" aunque nuestras verdaderas intenciones eran que él se reuniera con sus verdaderos padres, es decir, ustedes dos.
Hasta ahora, habíamos logrado mantenerlo a salvo del director pero sospechamos que él ya sabe de nuestras verdaderas intenciones con el pequeño y es por eso que te pido que tanto tu como tu esposo vengan a buscarlo antes de que sea demasiado tarde. Nuestra mansión se encuentra en Godric Hollow, cuando lleguen a la iglesia del pueblo, Sirius los estará esperando para guiarlos porque Dombuldore ocultó la casa con un encantamiento Fidelio para nuestra "protección" aunque Lili y yo no confiamos en él.
Desde ya, les pido que confíen en mi palabra y vengan a buscar al pequeño antes de que sea demasiado tarde.
Te saluda y pide tu confianza
James Potter.

Severus y Tom no podían contener su asombro. James Potter les estaba diciendo que su pequeño hijo estaba vivo, y les estaba dando la oportunidad para que pudieran reunirse como una familia otra ves.
—No puedo creerlo, Alex está vivo—  decía Severus con lágrimas de felicidad.
—No lo se amor, parece demasiado bueno para ser real, además, porqué no nos contactó antes?—
—Por favor Tom, si existe una oportunidad, aunque sea pequeña de que Alex esté vivo quiero aferrarme a ella. Al menos vamos para saber si es cierto—
—No, iré yo solo, si llega a ser una trampa, jamas me lo perdonaría si ese viejo llegase a hacerte algo—
—Pero...—trató de replicar Severus pero fue interrumpido por un tierno beso que no tardó en corresponder. Al separarse por la falta de aire, Tom le dijo:
—Tranquilo amor, estaré bien, volveré junto con Alex y velveremos a ser una familia. De acuerdo?—
—Si— fue lo único que logró decir Severus antes de unirse otra ves en un beso con aquel hombre dueño de su corazón.
Después de varios minutos de aprontarse para ir a buscar a su pequeño, Tom, después de despedirse una ves mas de su amado esposo, se apareció en Godric Hollow, ya con el glamour que lo hacia verse como un híbrido serpiente y se dirigió a la iglesia para encontrarse con aquel que lo guiaría a la mansión Potter.
—Black— fue lo único que dijo Voldemort al cruzar miradas con el ex merodeador.
—Voldemort, sigueme— fue lo único que dijo Sirius antes de emprender en camino hacia la mansión de su amigo James. Y el Lord lo siguió en silencio.
Al llegar, y entrar, la escena que vieron los dejó horrorizados. Allí, en el suelo e inerte, se encontraba James Potter. Sirius se apresuró a correr donde su amigo mientras que Voldemort corrió hacia la habitación del pequeño, no. Sin antes preguntarle a Black donde se encontraba la habitación.
Al entrar a la habitación, solamente encontró a Lili Potter muerta en el suelo al lado de una cuna en la que se encontraba un bebe se aproximadamente un año, con los ojos verdes como a maldición asesina, de desordenada cabellera negra y era rodeado por una potente barrera de color blanco que no protegía. Sus ojos estaban llorosos mientras miraba la silueta de un hombre que le apuntaba con una varita. El Lord no lo dudó dos veces y apuntó su varita hacia aquel hombre que amenazaba al que rápidamente identificó como su hijo y dijo:
—Mas te vale que te alejes del niño si no quieres sufrir las consecuencias—
—Vaya Tom, me sorprende que no me reconozcas— dijo en tono burlón el hombre
—Dombuldore, no sabes cuanto e esperado para hacerte pagar por separarme de mi hijo—
—Ah en cerio?— dijo en tono burlón el anciano, cuando de repente se escucharon los pasos de Sirius acercarse.
—Me temo Tom que no puedo quedarme a charlar, expeliarmus— lanzó el hechizo para desarmar a Tom, lo cual funcionó, y de inmediato se dispuso lanzarle la maldición asesina.
—Avada Kedabra—
Antes de desparecer, Tom miró por última vez a su pequeño para notar que las protecciones mágicas que tenía, eran unidas con un pequeño hilo blanco que unía la protección a Lili Potter. Sonrió internamente al notar aquello y despareció dejando caer así, su túnica y varita al mismo tiempo que Dombuldore desaparecía con una sonrisa de aquel lugar y una mirada de desprecio total al niño.
Muy lejos de  ahí, Severus se encontraba mirando por la ventana de la habitación de la Mansión Riddle cuando de repente, una fuerte presión atacó su pecho y calló de rodillas en el suelo con lágrimas en sus ojos. Después de todo, entendió que su amado no iba a volver con su hijo.
Aquel anciano director había logrado arrebatarle a su familia.

Muy lejos de allí, en el mundo muggle, un anciano se encontraba dejando a un bebé en la puerta de la casa del número 4 de Pribett Drive junto con una nota para luego marcharse de ahí, seguido de un gato y un semi-gigante.

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Bueno, he aquí el primer capítulo de esta nueva historia, sinceramente espero que sea de su total agrado.
Espero sus votos y comentarios.
Hasta pronto, se despide,
Su escritora