HEY, DESPIERTA! –dijo el dálmata, moviendo a la cachorra con su pata. Unos instantes después, la golden retriever despertó sobresaltada.
-Que…que paso? –pregunto la cachorra confundida y nerviosa.
-Tranquila, el vehículo donde viajaban chocó, pero tú y tu dueña ya están a salvo –dijo Marshall, mientras miraba a la hermosa hembra, hipnotizado por su belleza.
-Ahhh, muchas….gracias –dijo agradecida la cachorra, quien también miraba fijamente a Marshall, devolviéndola una cálida sonrisa. Ambos cachorros sostuvieron la mirada por un instante que parecía eterno, hasta que recordaron la situación en que se encontraban.
-Ven, te llevare con tu dueña –dijo Marshall, ayudando a Daisy a salir del vehículo y la llevo a ella y a la conductora a una banca cercana al lugar donde chocaron.
-Esperen un momento, las revisare –dijo Marshall. Corrió a su camión y ladró el comando para cambio de vehículo y lo transformó en ambulancia. Se cambió su uniforme de bombero por el de paramédico, regresó y comenzó a auscultar a las dos accidentadas.
-RUFF RUFF, PANTALLA DE RAYOS X! –ladró el cachorro y desplegó su pantalla para revisar a las dos heridas. Tras unos segundos, dio su diagnóstico.
-Están bien, por suerte solo fueron algunos golpes y contusiones, pero no hay fracturas o lesiones de gravedad, RUFF RUFF! VENDAS! BOLSAS DE HIELO!- de su mochila salieron algunas vendas y comenzó a curar las heridas de la conductora y de la cachorra.
-Listo, con eso será suficiente, le recomiendo que visite a su doctor para descartar otras lesiones –dijo Marshall, mientras Chase y Rocky se acercaban.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro