Todo por ti
Había solo una situación que Hoseok nunca ha podido soportar, y esa era estar lejos de su amado novio.
El podía jurar que su lindo Jungkookie le había hecho algún tipo de hechizo para lograr enamorarlo de tal forma, y es que simplemente él era su tipo ideal, su forma de ser, su fisico; su simple existencia. Jungkook lo tenía todo, y es por ello que lo amaba, porque conocía cada aspecto de él y la consideraba totalmente perfecto de la forma que era; su hombre de en sueños y por él que lo daría todo.
—¡Por favor, no te vayas! Solo espérame unos días más y podremos viejar juntos. Por favor amor
—¡Hoseok, basta! Nos veremos en siete dias, ¡No seas dramático!
—¡Pero voy a extrañar mucho a mi Jungkookie!— Hoseok se aferró con aun más fuerza a la pierna de su pareja sin importarle tener que estar en el suelo o las miradas de sopresa y diversión de todas las personas del aereopuerto
—¡Hoseok suelta mi pierna o juro que voy a golpearte!— y no mentía; Jungkook solía ser ligeramente pasivo-agresivo en su relación, mientras que Hoseok, estando tan cegado por su amor, aceptaba ese comportamiento que se daba a raíz de su actitud infantil e inmadura.
Seokjin se acercó a la escandalosa pareja y Jungkook supo que era momento a abordar, suspiró con pesadez, ayudó a Hoseok a levantarse del suelo, beso sus labios y lo abrazó, siendo correspondido al instante. Le susurró un suave "Te amo" al oído, tomó su equipaje, le mostró una última sonrisa y se alejó junto a Jin, dejando a Hoseok con el corazón en la garganta y con un extraño sentimiento de pezadez. ¿Ahora que haría sin Jungkook?
Aún recuerda cuando habló con su jefe para pedirle que adelantara sus vacaciones solo una semana, pero su pedido fue cruelmente negado; a pesar de la negativa, Hoseok no aceptaba que esa situación se quedará así, haría cualquier cosa para poder ver a su novio, porque estaba seguro de que no podría pasar nisiquiera una noche sin él; y definitivamente no pudo hacerlo, asi que tuvó que soportar muchas de las burlas de Taehyung al día siguiente por llegar cansado y ojeroso a su trabajo. Estuvo gran parte del día evitando partirle la cara a Tae, pero por más irritado que se sintiese no podía hacerlo, necesitaba su ayuda para que fuera él quien hablara con su jefe para convencerlo.
Amaba su trabajo como coreógrafo y productor de Taehyung, casi tanto como a su novio, y el tiempo encerrado con Suga y Tae en un estudio, era agradable; pero no soportaba que su trabajo muchas veces lo alejase de su Jungkook.
El contrato de Yoongi y él exigía que estuvieran junto a Taehyung en cada uno de sus viajes, a excepción de cuatro semanas de vaciones cada tres meses; En un princio Hoseok no tuvó problemas con eso y firmó feliz el contrato de su trabajo soñado; hasta que conoció a Jungkook, mejor amigo de Taehyung y futuro cantante solista de la empresa; se enamoro de ese chico torpe, inocente y tierno que estaba perdido en esa gran empresa, cayó tan facil por su rostro de grandes ojos, labios finos y fisico hermoso, que nisiquiera se imagino como era ese chico de irritante, molesto e infantil, y aún con esas actitudes solo logró enamorarse más de él. Luego de muchos meses de gran esfuerzo, mostrando todos sus encantos, y una noche de sexo imprevista y descontrolada, logró enamorar al afamado Jeon Jungkook.
Tan solo al primer día del viaje de su pareja, y cuando se quedó a solas con Tae, le pidió ayuda para adelantar sus vacaciones, y luego de horas de disputa llegaron a un acuerdo; tuvo que vender a su gran amigo Namjoon, pero la guerra era difícil y tenía que hacer sacrificios para estar con su novio
Esa misma noche, trás volver a su departamento y tomar una larga ducha, Jungkook lo llamó, entre suaves gemidos y jadeos pronunciando su nombre tan despacio que le preocupó
—¿Jungkookie?¿Estás bien?¿ocurre algo?— Estaba preocupado, imaginar que algo le había ocurrido a Jungkook le asustó, le dolía el pecho al solo pensar en esa posibilidad.
—Hoseok... Te extraño... Quiero verte, quiero que me tomes y me hagas tuyo— lo suave de su voz, sus gemidos y sus palabras eran hermosas para los oídos de Hoseok, que dejó de lado su preocupación y se recostó en su cama con su teléfono móvil
—También te necesito hermoso, me haces mucha falta— podía escuchar la jadeante voz de Jungkook al otro lado de la línea y sabía claramente que se estaba tocando, no era la primera vez que hacían ese tipo de llamadas, asi que le siguió el juego a su pareja —Extraño tu cuerpo, quiero tocarte de nuevo... Quiero ver tu lindo rostro sonrrojado mientras gimes mi nombre— los suaves jadeos se volvieron sonoros e imaginarse a Jungkook tocando su cuerpo e introduciendo sus dedos dentro de si mismo, fingiendo pequeñas embestidas como ya lo había visto, le gustaba —Dime bonito, quiero escuchar como deseas que me hunda en ti y que te haga el amor como solo a ti te gusta...— Su voz se había vuelto lasciva y sentía que su piel comenzaba a calentarse con el simple sonido de los gemidos de Jungkook y la imagen de su niño masturbándose al otro lado de la línea
—Extraño tus toques Hoseokie... Quiero volver a estar entre tus brazos, quiero que toques todo mi cuerpo... Quiero oir que me deseas solo a mi, tus manos en mis piernas, tus besos en mi cuerpo... Quiero darte todo de mi hyung, porque te amo...
La llamada se cortó allí, y por mucho que intentó llamar a Jungkook luego, él ya había apagado su celular, dejándolo con una dolorosa erección y con una preocupación en la que no pudo dejar de pensar en toda la noche. ¿Qué le estaba ocurriendo a su Jungkook? ¿Acaso el había hecho algo estúpido de nuevo?
Luego de tres sufridos días de trabajo sin ninguna notícia de Taehyung sobre su trato; en medio de la madrugada, el idol lo llamó disculpándose por la hora pero notificandole que su jefe había permitido el adelantó de sus vacaciones; Hoseok estaba casi al borde de la emoción, se despidió rápido de Taehyung intentado terminar la llamada, no sin antes escuchar al otro lado de la línea que no se olvidase de la invitación para la boda. Cuando dejó de oir la voz de Tae, marcó rápidamente al aereopuerto pidiendo los dos primeros boletos para volver a su amado país y poder encontrarse con su amor, pagando los pasajes con la tarjeta que le quitó a Taehyung luego de una borrachera juntos. Cuando ya consiguió las boletos para Yoongi y él, con cierto miedo, marcó al número de Namjoon
—Hola RM, no tengo idea de que hora és en Japón y lo siento, pero sera algo rápido
—Hope ¿qué pasa?¿es algo grave?
—Vendí tu número de teléfono y una invitación a tu boda a Taehyung con tal de que adelantaran mis vacaciones una semana. Te quiero amigo, asi que por favor no le digas a Jimin porque aprecio mis testículos, gracias. Adios, nos vemos en Seúl, te amo
—Hoseok, eres un...— Antes de escuchar el merecido insulto por parte de su amigo, corto la llamada. Sonrió nuevamente y se dijó que todo valía la pena con tal de ver a Jungkook; esta vez volvio a sostener su teléfono y marcó el número de Yoongi diciendole que pasaría por su habitación para ir juntos al aeropuerto.
Luego de largas y tortuosas horas de viaje y una gran regañada por parte de Namjoon al encontrarse en el aereopuerto de Seúl, se dirigieron al hotel, donde intentó ser muy amable y no mandar al diablo a todos en recepción con tal de ver a su novio. Por suerte Yoongi sentía la misma necesidad, asi que no tardaron mucho en dejar a la pareja de prometidos a solas; luego de minutos en el acensor, por fin había llegado a la puerta de la habitación de Jungkook.
Estaba seguro de que su novio estaría muy molesto por adelantar de forma tan irresponsable e imprevistas sus vacaciones y por vender a su amigo solo para verlo unos días antes, asi que se preparó mentalmente para un regaño y un posible golpe. Tocó la puerta, siendo recibido inmediatamente con un cansado Jungkook en pijama, con los ojos ojerosos y muy devastado; al ver la sopresa de su novio solo se limitó a sonreír un poco preocupado por sus aspecto
—Hola Jungkookie, ¿estás bien pequeño? No te ves bien— contra todo lo que había pensado que haría su pareja, Jungkook se acercó a él y se aferró a su cuerpo en un desesperado abrazó. No hacia falta que le dijese nada, solo lo abrazó tan fuerte que casi lo deja sin aire.
—Es bueno verte, Hoseokie. Te extrañe, y mucho, dime que también me extrañaste
—Claro que te extrañe, pero ¿no estas molesto por qué estoy aquí? Creí que me golpearias al verme— Hoseok se preguntó si había dicho algo malo, cuando Jungkook se separó repentinamente de el. Su novio susupiro y luego sostuvo su rostro con tal cuidado que le sorprendió; sus labios fueron acariciados por el dedo pulgar de Jungkook, y seguidamente besados, al principio fue despacio y luego rápido y desesperado. Hoseok no entendía nada, se preocupó por el comportamiento extraño de su novio pero con esos besos y las caricias que se estaban esparciendo a lo largo de su pecho y por debajo de su ropa, fue inevitable no dejarse llevar por la situación; lo extrañaba, cada parte de él, cada centímetro de su piel; estaba tan enamorado, tan perdido en ese amor, sabía que si algun día se quedara sin él, estaría a la deriva en su vida, porque no se veía bien en ningun futuro sin Jungkook a su lado, lo amaba con una intensidad tan brutal, y creía que sería el hombre más infeliz si ese chico hermoso le abandonase. Es por eso, que se dejó llevar por Jungkook, dejó que ese chico lo recostase en la cama, que le pidiera entre gemidos que marcase su cuerpo con sus besos, que se recostarse y dejase que el lindo chico se subiese sobre el, penetrandose asi mismo, dando pequeños saltos sobre su miembro, mostrándole una imagen de ensueño, porque verlo asi le provocaba placer, le encantaba, amaba tener entre sus manos esa estrecha cintura, para poder penetrarlo con más fuerza y profundidad.
Todo sexo con Jungkook era su perdición, era adicto a ese bello cuerpo, que lo dejaba tan cegado, al punto que no notó la mirada desorientada de Jungkook mientras hacían el amor, sus ojos grandes perdidos en placer y algo más oscuro que no pudo descifrar.
Los días siguientes no puedo evitar sentirse preocupado por su estado, el cansancio de sus ojos y lo dolido que se veía, pero cada vez que le preguntaba, Jungkook lo ignoraba e iniciaba un beso tan lascivo que inevitablemente terminaba con ellos en la cama.
Estaba claro que algo no estaba bien, pudo notarlo, no era tan estúpido; parecía que Jungkook intentaba contener alguna inseguridad con sexo, y lo hacia bien, demasiado bien para Hoseok, porque ese chico podía hacerle hasta olvidar su nombre con una de sus felaciones. Pero ya no más, algo pasaba con su novio e iba a descubrirlo, solo necesitaba resistirse a sus divinos encantos sexuales para hablar del tema.
El día de la boda de su amigo, en la mañana y a la hora del desayuno mientas veía a Jungkook desayunar, intentó iniciar una conversación, ocultando torpemente su nerviosismo.
—Hay algo de lo que quiero hablar contigo, cariño— notó como su novio se removió en su asiento incómodo al oírlo
—Hoseok...— Jungkook se levantó de su silla y se acercó a su pareja, no iba a permitir que continuará, no quería escuchar más, sabía lo que venía y no quería oír esas palabras —No digas nada más...— No dudó en sentarse en sus piernas, rodeando su cuello con sus brazos, y acercando suavemente sus rostros para poder besarlo, necesitaba mantenerlo callado, todo el tiempo que fuera necesario.
Notó como su improvisado plan comenzaba funcionar cuando las manos de Hoseok se posaron en su cintura y el beso comenzaba a profundizarse, pero luego de pocos segundos fue repentinamente separado —Detente por favor, necesitamos hablar de nosostros, de nuestra relación y... Jungkook, ¿por qué lloras?— No lo sabía, nisiquiera lo había notado, pero ya estaba llorando en los brazos de su novio por el dolor que sentía al solo imaginar que Hoseok terminara con todo lo que formaron
—Quieres dejarme ¿verdad?— Hoseok estuvo a punto de reír sin gracia pero se mantuvo callado, acción que Jungkook malinterpretó como una afirmación —Lo sabia, Jin tenía razón. Siempre fui agresivo contigo, como el día en el aeropuerto, y todo porque tú me apenas con todo el amor que me muestras, y yo era feliz con eso porque creí que mi actitud no te molestaba, pero ¿cómo no iba a hacerlo? Estaba rechazando tus muestras de afecto como si no me importasen, cuando cada tonta acción de tu parte me hacía inmensamente felíz— Su llanto se intensificó pero Hoseok en ningun momento lo detuvo —Solo era cuestión de tiempo para que dejaras de aguantar mi actitud de niño. Lo más triste, es que la única forma viable que encontré para retenerte, fue hacer el amor a cada duda que tenías; ahora que lo pienso eso es aún más infantil, ya que nisiquiera funcionó— Entre sus dólidas palabras abrazó a Hoseok con más fuerza; temía perderlo, quería transmitirle esa inseguiridad que lo consumía desde que se despidieron en el aeropuerto —Nisiquiera mis llamadas funcionaban, porque comenzaba a llorar tan fácilmente al pensar en que podías estar con alguién más, alguién que realmente te merezca. No... No quiero perderte por haber sido un idiota, porque de verdad te amo, no puedes imaginarte cuanto
No hubo respuesta, y sabía lo que seguía, debía alejarse de Hoseok antes de romper en llanto nuevamente, debía separarse de ese cuerpo, pero cuando lo intentó las manos en su cintura no lo soltaron en ningún momento, al contrario, el agarre en ella se hizó más fuerte
—No voy a soltarte Jungkook, no intentes huír de mi, esta vez no— Hoseok limpio las lágrimas de esos sorprendidos ojos y dejó un suave beso en sus mejillas —Lo único que no me gusta de ti, es esta inseguridad. Te amo Jungkook, no es tan difícil de entender que eres lo mejor que me ha pasado y que amo cada maldita parte de ti, cada acción, cada pequeño detalle, cada actitud, no me importaría que fueras como un niño de seis o como un adulto de cincuenta, porque te amo. Estoy cansado de recordartelo, asi que ahora voy a llevarte a nuestra habitación y te hare el amor de tal forma que nunca puedas dudar de mi cariño.
Y lo hizó, no esperó a que Jungkook respondiera, porque no necesitaba una aceptación cuando las acciones de su novio le mostraban la afirmación que necesitaba, porque fue él quien lo llevó a la habitación y le quitó toda la ropa de la parte superior de su cuerpo. Hoseok se limitó a recostarlo sobre la cama, posicionándose entre sus piernas de ensueño, y quitando entre beso y beso cada una de sus prendas.
Jungkook sentía su corazón doler contra su pecho al ver la sonrisa de su pareja a cada beso y caricia que le daba, él siempre procuraba pasear su mirada por cada parte de su cuerpo, haciéndolo sentir tan dichoso de tener esa atención solo para el. Las suaves caricias, los lentos besos, las confiadas sonrisas, sin darse habían quedado de lado de un momento a otro.
Sus manos se encontraban fuertemente aferradas a las finas mantas de la cama, al sentir como era penetrado por esa lengua y esos juguetones dígitos; le encantaba que Hoseok hiciera aquello, porque era tan jodidamente bueno con su lengua y sus largos dedos; no podía parar de lloriquear y retorcerse sobre la cama, mientras podía jurar que él sonría al ver lo que le provocaba
—Quiero oírte gemir mi nombre Jungkookie...— Un suave beso fue dado en su muslo, y luego esa lengua maliciosa volvió a introducirse en su entrada fingiendo embestidas, junto con sus dedos, fue en ese momento que se permitió dejar espacar lo gemidos y jadeos que intentó retener durante varios minutos
—Hoseokie~— gimió, casí cantando su nombre, lo que fue una melodía hermosa para los oidos de Hoseok —Quiero que lo hagas... Por favor... Ya hazlo maldición
—Lindo...— Hoseok volteó a Jungkook, se pusó entre sus hermosas piernas, y sostuvo las manos contrarias llevandolas sobre su cabeza mientras miraba su rostro con una ladina sonrisa —Eres bello... Y me gusta mucho el sonrojo de tu rostro, me gusta todo de ti— sintió como Jungkook enrredo sus dedos en su cabello y volvió a besarlo, amaba estos momentos donde solo eran ellos dos disfrutando de la compañía del otro.
Sin romper el fogoso beso de ambos, Hoseok comenzó a entrar en él, tan despacio que Jungkook se estremeció entre sus brazos —Solo... hazlo de una vez— murmuró entre sus brazos, mientras tiraba más de las finas hebras de su cabello, estaba desesperado por tenerlo todo de Hoseok.
No tardo mucho en sentir como era abierto nuevamente por toda la extensión de su pareja, Hoseok era grande y el disfrutaba de tenerlo dentro, se regocijaba entre sus brazos porque le fascinaba; de hecho, su idea de retenerlo con sexo era porque estaba claro que ambos disfrutaban de la intimidad con el otro, les encantaba, eran sus momentos, algo que solo estando ellos dos juntos podían lograr, y aunque Jungkook lo negase reiteradas veces, el sexo con él fue la razón por la que empezó una relación con ese productor y coreógrafo sin tener verdaderas esperanzas, pero a pesar de ese pensamiento, no tardó mucho en caer por esa personalidad alegre, divertida y extrovertida.
Ver a Hoseok arremetiendo contra el, una y otra vez, haciendole ver las estrellas con cada toque en ese lugar exquisito en su interior, le fasinaba e intentó mostrarle aquello a su pareja a traves de sonoros gemidos de su nombre.
Hoseok sostuvo uno de sus tobillos y lo posó sobre su hombro, profundizado sus embestidas y arrepetiendo mucho más fuerte contra su ya debil y cansado cuerpo, porque si apenas pudo aguantar cuando todos los días se acostaban sin que Hoseok hiciera mucho esfuerzo, ahora que su amado novio estaba haciéndole el amor de forma bruta e irregular, se sentía jodidamente cansado y extasiado. Sus pies se retorcía de placer, y las pocas veces que Hoseok dejaba de besarlo para recuperar aire, solo podía jadear maldiciones con cada embestidas.
Gracias a esas deliciosas arremetidas llegó a un delicioso clímax segundos después, permitiendo que su pareja siguiera en busca de su propio placer. Hoseok no tardó mucho en llegar a un orgasmo dejando salir toda su esencia en su interior y saliendo de su cuerpo con lentitud.
Cuando se recostó a su lado, intentando recuperar aliento, Jungkook rápidamente lo interceptó, sosteniendo su cabeza y besando cada parte de su rostro
—También te amo hyung... Estoy tan enamorado de ti, y lamento mucho si te preocupé estos días— sus tontas disculpas fueron quitadas por un suave beso justo en sus labios, beso que correspondió inmediatamente.
Luego de eso, pasaron gran parte del día encerrados en su cuarto de hotel, hasta que fue hora de la boda de sus amigos. Allí se enteraron por un casado Jimin que la boda casi se vá a la mierda porque por alguna razón Taehyung había conseguido el número de Namjoon y una invitación a su boda. El recién casado también les contó que Yoongi había comprado una casa en los suburbios para vivir con su novio y que esa notícia aún era un secreto para Jin.
Jungkook quiso felicitar a Yoongi por tomar esa decisión tan arriesgada para su trabajo pero grata para su relación, pero primero decidió tener una conversación muy larga con su Hoseok por casi arruinar una boda que no era suya.
💐
Así se veía "Sexy, pero Extraño" antes de que lo editara.
Tiendo a escribir muy rápido cuando me ilumina la inspiración, para no perder ninguna idea y por ello los borradores de mis fics muchas veces no tienen sentido, tienen errores de ortografía brutales y saco de contexto muchos sucesos, esto me lleva a tardar días en editar todo la porquería que escribí para hacerla entendible, y como pienso en los títulos, la descripción y la portada despúes de escribir, hago tonterías como la de arriba.
Lo anterior no tenía nada que ver con el fic pero lo queria mencionar ahr
Y ya hablando de esta historia, la tercera parte y la del Minjoon, tendra un poco de Taenam, porque soy una perra masoquista, y porque con el vlive de hoy, y los últimos momentos de Nam con Taehyung y Jimin me alegran la vida e inspiraron
Gracias por leer 💕
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