Capítulo 7
Narra Steven Quartz Universe
Tras haber rescatado a Connie y a los prisioneros de la guardería en la Amazonia, las Crystal Gems y yo hemos comenzado una larga odisea a través de las islas del Mar Caribe; no obstante, en el barco en el que nos hemos zarpado, estuvo navegando en dirección hacia un territorio completamente neutral; un territorio que no se encuentra ni bajo el control de las Diamantes, ni bajo el control de la resistencia humana...
Ese pequeño territorio era, en realidad, una isla pequeña, la cuál había sido refugio de piratas y bucaneros en siglos anteriores; por supuesto, el nombre de aquella famosa isla era ni más ni menos que el de la Isla de la Tortuga, una isla en medio del Mar Caribe, al norte de la Isla de Hispaniola.
Al arribar a la isla, las Crystal Gems se apresuraron a guiar a los demás liberados a una especie de "colonia" donde pudieran establecerse temporalmente.
Por mi parte, estuve conversando con Connie sobre muchas cosas, sobre cómo era la vida desde que fuimos separados en la invasión y sobre otros asuntos que teníamos pendientes; en ese momento, una nave de procedencia extraña, comenzó a aterrizar en la pista de aterrizaje del aeropuerto de la Isla.
Cuando Connie y yo fuimos a ver quiénes habían llegado, nos dimos cuenta de que eran ni más ni menos que Lars, Sadie y los demás chavos cool de Ciudad Playa; yo estaba sorprendido, porque pensé que habían muerto en la batalla de Ciudad Playa. Cuando yo vi, con mis propios ojos, a Lars, Sadie, Crema Agria, Buck, Jenny y Kiki, me apresuré a abrazarlos y a saludarlos, como si hubieramos seguido con nuestras vidas en Ciudad Playa antes de que todo esto pasara.
Lars y yo estuvimos conversando sobre cómo era el Imperio de las Diamantes y quiénes eran las mentes maestras detrás de aquella invasión a la Tierra; Lars me comentó que, según palabras de una de las gemas que liberó, el Imperio era gobernado por una especie de tetrarquía matriarcal liderada por cuatro líderes de apariencia femenina, las cuáles eran conocidas por los nombres de Diamante Rosa, Diamante Azul, Diamante Amarillo y Diamante Blanco.
Cada una de las Diamantes tenía su propia especie de "sub-imperio", en los cuáles, cada diamante controlaba -a su gusto y bajo sus propios perfiles- los planetas que ellas dominaban; sin embargo, un día cambiarían las cosas cuando las cuatro pusieron sus ojos en el planeta Tierra. Al principio las diamantes se disputaban y discutían para ver quién se quedaría con la Tierra: Rosa quería la Tierra para ella misma, Azul también la quería para ella misma, mientras que Amarillo también la quería para ella misma; sin embargo, Blanco interfirió en la comunicación y sentenció: "Será mejor que colaboremos juntos en lugar de discutir; al fin y al cabo que esa canica azul posee muchas cosas que los demás planetas no tienen, así que lo mejor será que compartamos ese planeta entre nosotros".
Fue bastante irónico -desde mi punto de vista, claro está- pensar que cada diamante tenía su propio "ranchito" (por así decirlo), para que al final se consiguieran un pequeño terreno con una "casa" en el cuál ellas pudieran compartir y cada quién podría tener su propio cuarto, o bueno... eso es lo que llegué a imaginar con la larga plática que tuve con Lars.
Al día siguiente, después de disfrutar de un buen desayuno hecho por Connie, cuando me preparaba para ir a realizar un informe, recibí una sorpresiva visita: se trataba de Ronaldo Fryman y su novia Jane, ambos eran de los pocos sobrevivientes que quedaban en Ciudad Playa y que recientemente comenzaron a formar parte de una rebelión en los remanentes de Ciudad Playa.
Tanto Ronaldo como su novia me comentaron que los rebeldes capturaron a una perla, pero a diferencia de las perlas que tenían las diamantes, ésta perla, de una tonalidad púrpura, no tenia una función clara dentro de la jerarquía de las gemas... la misma perla púrpura presentaba una actitud de sumisión y cooperación.
Poco a poco, me he estado preparando para reunir nuevamente a la pandilla de Ciudad Playa, a la cuál también se unió el hermano de Ronaldo, Peedee, otro amigo que tuve desde pequeño, desde antes de la invasión.
Pero tratar de convencer a todos los compañeros, incluidos también los ex-prisioneros de los campos recién liberados, no va a ser una tarea fácil. Yo, Steven Quartz Cutie Pie DeMayo Universe, hijo de la extinta estrella musical Gregory DeMayo Universe y de la también extinta arqueóloga Rose Marie Cloudy Quartz Cutie Pie de Universe (ojo, estamos en una realidad alterna, esa mujer NO ES Diamante Rosa), juro por los remanentes de la ahora decadente y casi extinta raza humana y por las gemas que están en contra de la mano de hierro del Imperio, que no descansaré hasta que el planeta Tierra sea totalmente liberado.
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