- ¿Cómo perdiste tu primera vida?

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- Tuve un mal día...

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Connor estaba acostado en una cama ajena, más específicamente en la cama de Tommy dentro de su abadonada casa, no creía que le fuera a importar pues el niño estaba exiliado y la casa no podía simplemente ensuciarse sin nadie dentro, por lo que se autoproclamo como nuevo dueño de la propiedad. Una razón estúpida para adueñarse de la casa de alguien pero, ¿A quién le importa? Tenía bastante claro que a la gente de ése lugar no le importaba nada sobre nadie o lo que le sucediese.

Y vaya que lo aprendería a la mala.

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El castaño estaba recostado entre las sábanas, ocultando su cara en la almohada con los ojos rojos de lo mucho que había llorado hace unos minutos. Las palabras de su padre le habían afectado demasiado,, aunque ya hubieran pasados 2 o 3 días, se sentía de verdad como un inútil y una persona poco importante, ¿Cómo alguien podía ser tan cruel?

Lo peor de todo es que no podía odiarlo, quería hacerlo, lo había humillado y llamado por nombres que harían llorar hasta al hombre más fuerte, pero aún así, después de todo lo que le dijo, deseaba que estuviera con él. Deseaba que se arrepintiera de lo que dijo y lo consolara, deseaba poder decirle quien era, deseaba que le dijera que lo amaba y que lo iba a proteger, pero eso jamás pasaría.

Connor: ¿Por qué vine? - decía entre murmullos, el orfanato no era tan malo a comparación de ése lugar

Su estómago gruñó, dándole a entender que ya era hora de comer, no había comido nada en horas pero tenía ganas de nada, lamentablemente tenía que comer algo o moriría de hambre.

Qué forma más tonta de morir.

Salió de la cama y fue a buscar en los cofres algo de comer, su búsqueda se vio interrumpida cuando escuchó 2 voces en alguna parte de la casa, detuvo lo que hacía y miró de un lado a otro hasta que vio en un agujero al dueño original de la morada, acompañado del tan temible Technoblade. Ambos intentaron esconderse pero, como ya era obvio que Connor los había visto, regresaron.

Se quedaron en un incómodo silencio hasta que el menor decidió hablar.

Connor: ¿Qué hacen en mi casa?

Mala idea.

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No es que tuviera claustrofobia, pero, ¡Estaba aterrado!

Technoblade y Tommy lo habían secuestrado y lo habían encerrado en un agujero, casi ni les prestaba atención a lo que decían, sólo intentaba escapar y gritar por ayuda, pero nadie lo escuchaba. Estaba bastante asustado, pero también confundido, ¿Por qué Tommy actuaba de ésa forma?

Lo estaba humillando, le arrojaba flechas y lo torturaba ahogando lo con agua, en ninguna parte del libro que leyó vio que Tommy actuara de ésa forma. Era un comportamiento nuevo para él, ¿Había cambiado algo?

Dijeron algo sobre utilizarlo para obtener una recompensa, como si fuera algún tipo de objeto, lo peor es que parecía que lo disfrutaban, estaban disfrutando de su dolor, eran unos monstruos. Quería llorar nuevamente, pero ésta vez de la rabia y la impotencia, ¿Alguien iba a venir a salvarlo?

¡Oh, alguien llegó!

Un híbrido realmente alto, mitad enderman y otra cosa, de ojos bicolor y un traje elegante. Tan pronto como lo vio comenzó a gritar y suplicar ayuda.

Connor: ¡¡AYUDA!! ¡AYUDA! - gritó desesperado

Ranboo: ¿Qué pasó aquí? - no mostró ni una pica de preocupación

Technoblade: pues...

El enderman no parecía impresionado, ni siquiera preocupado, Connor empezaba a perder la esperanza cuando lo sacaron del agujero y lo amarraron con una caña de pescar para que no escape, tratándolo de perro y golpeandolo sólo porque si. Llegaron con el presidente Tubbo y tuvieron una conversación a la cual ni le prestó atención por intentar escapar y pedir ayuda.

Pero nadie vino.

Nadie respondió.

A nadie le importaba.

Ni siquiera a Tubbo le parecía importar realmente, hasta parecía estarse riendo, éso le hizo hervir aún más la sangre. Al final lograron liberarlo entregándole una de sus pertenencias a Technoblade, Tommy le quitó la caña de pescar y lo soltaron, como si nada.

Connor corrió lo más rápido que pudo, no quería saber nada de ellos, no quería que lo volvieran a capturar. Los odiaba, eran de lo peor, ¿Cómo podían actuar de una forma tan apática en una situación así? Bien, no se conocían del todo, pero al menos por moral deberías preocuparte.

Connor volvió a la base, con una mordedura de una araña con la que se cruzó en el camino, se tiró en la cama con una mirada de querer morirse y cerró los ojos esperando dormir, pero no pudo hacerlo. Le dolía, pero no sólo era físico sino también emocional, todo ése estrés se estaba acumulando y hacía que empezará a respirar de formas errática.

No sabía que era peor, la tristeza o la ira, estaba enojado, enojado con todo el mundo en específico, pero la persona contra quien más odio sentía en ése momento era nada más ni menos que Tommy. Ése maldito niño rubio que sólo sabía causar problemas, aquel que lo miraba con diversión cada vez que agonizaba, al que no le importó poner una vida en riesgo con tal de que les dieran lo que querían, ése idiota que a pesar de todo tiene la fama de ser un inocente niño que no tiene la culpa de nada y no se le debería dar castigo alguno, aquel que al inicio consideró un amigo.

Le mintieron, el libro le mintió, pues en el libro siempre exageraban a los villanos, en especial a Dream, haciéndolo ver como alguien loco y obsesivo que sólo se guía por el egoísmo y que jamás ha mostrado ni una pisca de preocupación por nadie, básicamente un demente y desalmado. En cambio, los "héroes" jamás hacían nada malo, mucho menos Tommy, que era describido como el héroe de la historia, el cual tuvo que pasar por injusticias para liberar a su país de las garras del villano, que tuvo que pasar un infierno en el exilio para luego encerrar al malvado villano a la cárcel, alguien que murió como un héroe una y otra vez y todo a una tan corta edad. Puras patrañas.

Claro que no era un héroe, no estaba ni cerca de serlo, el libro que habían escrito convenientemente había eliminado ciertos detalles que hacían ver a Tommy de mala manera. No habían escrito que L'Manberg no tenía ni un derecho a ser libre porque literalmente estaban colonizando un servidor privado, no habían dicho que fue exiliado porque decidió robar e incendiar la casa del rey por diversión, decidieron exagerar el exilio cuando en realidad no había sido tan malo como lo describían. Cada cosa mala que el había hecho era sólo eliminada para hacerle ver como el héroe, alguien por quien deberíamos sentir lastima y sentirnos orgullosos, pero a Connor se le abrieron los ojos después de presenciar la verdadera personalidad de Tommy.

Connor: los odio... Te odio, TommyInnit... - gruñe - eres un-

No pudo continuar por el terrible dolor que empezó a sentir en todo su ser, ¿Y como no? Después de todo por lo que pasó. Era un dolor tan insoportable que se quedó un buen tiempo agonizando en la cama sintiendo como en cualquier segundo iba a morir, y nadie iba a venir a ayudarlo, otra vez.

El dolor de los golpes, el agua que quedaba en sus pulmones, el desangrado que sufrió por las flechas, la mordedura de araña y su hambre sin saciar hicieron que se desmayara en la cama, no pudiendo aguantar todo ése dolor. Finalmente, dejó de respirar y en unos minutos su cuerpo de hizo polvo para luego volver a reaparecer completamente nuevo, como si nada le hubiera pasado.

Connor no podía creer lo que había experimentado, era algo nuevo y para nada lindo, la experiencia de la muerte, la cruel y cruda muerte que recibió sólo por ser un testigo, una muerte que de seguro pasaría desapercibida por todo el servidor, porque a nadie le importaba. A nadie le importaba una mierda, y éso lo aprendió a la mala.

Había perdido su primera vida, sin duda había sido un mal día.