6 años después

Una campana sonó por toda la residencia, indicando que ya era hora de levantarse para ese día tan especial, era primavera y eso solo significaba una cosa, era temporada de adopción. En una de las grandes habitaciones de la residencia habían 12 niños durmiendo en camas iguales, todos eran de 6-8 años.

Un pequeño castaño se despertó inmediatamente con una gran sonrisa de determinación, saltó de la cama y buscó su uniforme celeste en uno de los armarios que tenían, sus compañeros de cuarto igualmente se levantaron pero más somñolientos y otros se volvieron a dormir. El castaño de puso toda su ropa y empezó a jalar de las sabanas a los que aun estaban dormidos dando saltos de felicidad.

Connor: ¡Es hoy! ¡Es hoy, es hoy, es hoy!

- Ya dejame - contestó somñolienta mientras jalaba su sabana y se volvía a dormir

Connor: ¡La primavera ya llegó! ¡Ya va a venir una familia a adoptarnos!

- Es muy tempranooo -

- Y al final qué si nadie nos va a adoptar -

El de ojos añil soltó un gruñido y salió de la habitación sin los demás, corriendo por los largos pasillos se veía como apenas algunas habitaciones habrían sus puertas dejando ver como salían poco a poco otros chicos y chicas de distintas edades con cara de sueño, bajó las escaleras reduciendo la velocidad para no caerse y cuando ya estaba en el primer piso se quedó parado en medio del recibidor dando saltos de emoción.

Marie: Connor, ¿Qué haces? - preguntó aquella dama que llevaba una carretilla con algo de comida

Connor: ¡Es temporada de adopción! ¡Ya va a venir mi nueva familia! - gritó con aires de inocencia

Achne: cariño, sé que estás emocionado pero tienes que esperar hasta la tarde, primero debemos desayunar - dijo con una leve sonrisa igual con una carretilla de comida

El joven hizo un pequeño puchero al saber que tendría que esperar más, las mujeres 2 se fueron dejando al niño solo en el pasillo, Connor estuvo a punto de seguirlas hacia el comedor pero decidió ir al jardín rápidamente antes de que alguien se diera cuenta. Se escabulló por la cocina tomando un pedazo de pan y es escabulló por la puerta que daba a la parte trasera de toda la residencia, al ya estar afuera se encondió en unos arbustos, pasó con una rama las rejillas de metal y esperó pacientemente.

Al cabo de unos segundos aparecieron 3 pequeñas Blobs saltando hacia la rejilla, eran tan pequeñas que entraban a través de ellas sin problemas, Connor sonrió al verlas y partió el pan en 3 partes para que se lo comieran.

Connor: buenos días

Delilah - "buenos días, Connor, te vez emocionado"

Connor: es temporada de adopción, ¡Una familia va a venir a adoptarme a mi y a mis amigos!

Dreyna - "¡Qué bien! ¡Recuerda mantener tus modales y dar tu mejor sonrisa!"

Dori - "Estamos seguras de que lo lograras"

Connor: gracias, solo esperenme aqui, cuando llegue mi nueva familia hallaré la forma de ponerlas en la maleta

Se despidió rápidamente de ellas y fue hacía el comedor donde todos lo esperaban, al ya verlo irse, las 3 quitaron su cara de emoción y saltaron un ligero suspiro.

.

.

.

En el comedor todos hablaban tranquilamente de sus asuntos, de como posiblemente podrían ser adoptados y otros no tan emocionados por el evento, ya que para ellos se había repetido por varios años y sin ningún cambio. Connor estaba sentado junto a su grupo comiendo rápidamente hasta casi atragantarse, un chico unos años mayor que él le palmeó la espalda con fuerza para que así no se ahogara con la comida.

- Come despacio, te vas a matar - el ya casi adolescente vio como Connor tocía

- Aún faltan unas horas para que vengan los padres para escogernos, solo ten paciencia - le dijo una chica que parecía estar a la mitad de su adolescencia

Connor: ¡Estoy emocionado por encontrar a una nueva familia! ¡Seguramente serán super geniales! - dijo emocionado agitando sus brazos y un gran brillo en sus ojos

- No creo que quieran adoptarte, ya estas viejo - dijo en tono burlón otro chico

- ¡Tu callate que a ti solo te faltan 2 años! -

Connor observó al chico que lo llamó viejo con molestia y luego se miró a si mismo, no es que fuera muy grande pero su cuerpo no concordaba con su edad, era más alto y su habla estaba mejor desarrollada al igual que su agilidad, parecía tener 10 y no 6. A sus cuidadoras les preocupó el hecho de que creciera de una forma anormal ya que según ellas no paró de crecer hasta que cumplió los 3 años donde empezó a crecer con normalidad, creyeron que era una enfermedad y eso le iba a afectar su salud pero, al contrario, Connor era un niño muy saludable pero con un comportamiento algo inusual; tenía una gran obsesión por la carne, tenía un caracter agresivo si se sentía atacado y por alguna razón odiaba las puertas de hierro.

Connor: ¡No estoy viejo! - se dirigió al chico que anteriormente lo molestó - ¡Me alimento bien! ¡Por eso soy tan alto!

- Claro, claro, como tu digas, enano - dijo despeinando su cabello, sacando un ligero puchero al infante

Los presentes rieron levemente ante la escena, no es que lo odiaran, todos se llevaban bien pero cada uno lo demostraba de distintas formas y eso Connor lo sabía, no le molestaba, era algo de todos los días. Eran como una familia.

Marie: niños, terminen rápido su comida, vayan a asearse, se ponen sus trajes y se forman en el patio, las familias vendran al medio día

- ¡Sí, hermana Marie! - dijeron todos al unisono

Todos terminaron de comer y se fueron a arreglar, el primero en terminar fue Connor quien se puso en posición esperando a los demás, cuando todos llegaron se pusieron en fila y salieron al patio de forma ordenada esperando a que se abrieran las rejas y pasaran los adultos. Los chicos tenían una etiqueta con sus nombres en el pecho y las cuidadoras un formulario de cada niño que tenía toda su información; gustos, enfermedades, fobias, etc.

De vez en cuando los adultos elegían a un niño o niña y los adoptaban, a veces incluso elegían más de uno, los jovenes se veían muy emocionados e iban a sus habitaciones para arreglar sus maletas e irse con su familia el día siguiente, cuando acabaran los papeles, era la primavera una temporada especial ya que el primer día todos tenían la oportunidad de ser adoptados.

Connor miraba emocionado su entorno, con su pequeño peluche blanco de criatura desconocida entre sus brazos, sonriendo alegre al ver como 2 personas se acercaban a él pero ellos pasaron de largo y fueron hacia un niño que se veía más joven, era mayor que él pero en apariencia lucía más joven. Connor se deprimió por eso pero mantuvo la cabeza en alto y siguió paseando por el patio para ver si una buena familia lo adoptaba.

Y esperó.

Y esperó..

Y esperó...

El patio donde antes habían varios adultos buscando niños se quedó vacío en un par de horas, varios niños lograron ser adoptados lo cual significaba que esa noche harían un gran cena como despedida. Connor bajó la mirada, siendo el único que faltaba por entrar a la residencia, sus cuidadoras al ver eso lo miraron con lastima.

Agatha: el siguiente año tendrás más suerte, ya veras - dijo poniendo una mano en su hombro para guiarlo al comedor

Connor abrazaba fuertemente su peluche, era la sexta vez que no conseguía ser adoptado, ¿Había algo mal en él?

¡A ti solo te faltan 2 años!

Las palabras de esa mañana resonaron en su mente, cuando entró pudo ver como todos los adolescentes se veían angustiados y preocupados, algo en su mente hizo click y por primera vez se preguntó...

Connor: (¿Qué pasará conmigo si no soy adoptado?)

Una gran ansiedad se apoderó de su cuerpo al recordar como sus viejos compañeros celebraban su cumpleaños 18 y luego se iban, nunca más los volvió a ver. ¿A dónde iban? ¿Quién los protegía?

Miró al chico que lo había molestado esa mañana, en unos meses cumpliría 17 años, eso significaba que también se iría pronto.

Connor: (¿Yo también voy a acabar solo?)