Connor era ese tipo de persona que cuando tiene una idea en mente nadie puede quitarsela, estaba decidido en encontrar a su verdadero papá y mamá, pensaba que si los encontraba y tenían un emotivo encuentro ellos dejarían que se quedara y así no tendría que preocuparse por ser adoptado, su pequeña mente inocente creía que eso podría funcionar. Claro que no iba a ser tan fácil.

Tal y como le contaron, alguien lo dejó en la puerta de la residencia en una canasta, no tenía nada más que el peluche y su cadena, la cual aún tenía consigo, eso era lo que le contaron sus cuidadoras. Cuando fue a preguntarles a los otros le contaron lo que vieron ese día cuando algunos se despertaron al oír alguien tocar la puerta principal, según ellos, él que lo había dejado parecía ser un hombre con capucha negra y algo que parecía ser una máscara, otros le contaron que lo vieron correr con prisa, como si no quisiera que alguien lo viera allí. Ok, tenía padre, ¿Pero tiene madre?

Eso es todo lo que obtuvo, no era demasiado pero lo ayudaba a crearse distintos escenarios mentales sobre como pudo haber sido su familia o como llegó a ese lugar. Sabe que ese collar lo tenía antes de que entrara a la residencia y que era así como ellos dedujeron su nombre ya que estaba grabado en él, la máscara que mencionaron al parecer tenía una sonrisa igual a la de su muñeco y lo dejó un fin de semana. No le servía ni para conocer su dirección.

Sin duda no la tenía fácil.

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A Connor le gustaba mirar su cadena de oro con su nombre, se preguntaba como fue que la llegó a tener y si alguno de sus padres biológicos la hizo especialmente para él, sus fantasías le hacían parecer que sus padres le querían pero esa idea se iba al recordar que lo habían abandonado, ¿O era porque no podían cuidarlo?

- ¿Estás bien? - su amigo de 17 años que lo molestaba amigablemente se acercó al menor al verlo tan pensativo - ni siquiera vas a jugar con tus amigos, ¿Es por lo que pasó la semana pasada?

Connor: no es nada, Kile, solo... Investigo

Kile: ¿Estás de nuevo con el tema de tu familia biologica? - suspira - Connor, entiendo que estés desesperado por encontrar una familia pero no puedes engancharte de esa forma a alguien que ni siquiera conoces, no sabes quienes eran y quiza te termines arrepintiendo

Connor: ¿Acaso nunca te dio curiosidad saber quién es tu familia o qué estan haciendo ahora?

Kile: nunca me importó, ¿Por qué me preocuparía por alguien que me abandonó?

Kile fue abandonado cuando tenía 4 años, recordaba poco a sus padres pero algo le decía que no le tenían mucho aprecio. Pero jamás le importó.

Connor bajó la mirada, no era solo por eso, es verdad que por un tiempo tuvo rencor hacia sus progenitores por abandonarlo pero en verdad queria verlos para hacerles una importante pregunta, ¿Qué era él? No es un humano normal pero tampoco es un híbrido, ¿Le habían hecho algo? ¿Por qué no puede ser normal como otros niños? Sólo quiere crecer como lo haría un chico de su edad.

¿Alguno de sus padres era igual a él? ¿O lo abandonaron por ser un fenómeno?

Kile: ¿Por qué no vas con los demas? Olvidate de eso y vive el presente, aquí ya tienes una familia - dijo dándole una sonrisa a lo cual Connor correspondio a duras penas

Connor: claro, voy en un momento

El mayor lo dejó un momento solo, Connor suspiró tristemente y se levantó de su asiento, en realidad no quería hablar con los demas pero tampoco quería preocupar a nadie. Decidió no ir y fue hacia la parte trasera para saludar a sus amigas, pero en eso se puso a pensar, ¿Ellas no lo conocían desde que es bebé? ¿Cómo nunca se le ocurrió preguntarles a ellas?

Aceleró su paso para poder ir a preguntarle a sus amigas, ¿Habían visto a su papá? ¿Lo conocían o al menos podrían decirle como se veía? Ahora que lo piensa, ha sido demasiado ciego todo este tiempo, ellas eran iguales a su muñeco de trapo, aunque sus rostros eran diferentes.

Cuando llegó al patio trasero, cogió una rama para poder llamar a las Blobs pero ellas no aparecían, eso lo extrañó bastante así que volvió a hacerlo pero el mismo resultado, ya harto tiro la rama y empezó a subir la reja, no había nadie cerca así que no le preocupó que alguien pudiera verlo. Al ya cruzar las rejas, fue a buscar a sus amigas pero la curiosidad de estar en un nuevo lugar hizo que se distrajera y fuera a explorar el bosque, era de día así que no había ningun peligro, ¿Verdad?

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Ok, tal vez no fue tan buena idea.

Si, era de día, pero- ¡Oh, sorpresa! Los mobs también aparecían en lugares donde no daba el sol.

Ahora mismo lo estaban persiguiendo 2 zombies y un arquero, le aparecía un creeper y ese era su fin. Tenía demasiado miedo, no sabía hacia donde correr porque estaba perdido, no recordaba donde quedaba la residencia, todos los arboles se veían iguales y todos tapaban la luz del sol, ¿Cómo pudo pensar que algo así era seguro?

Mientras corría por su vida, pudo ver a lo lejos como algo estaba brillando, pensó que era el sol que logró meterse entre las hojas así que fue hacia allá para que los mobs se quemaran pero resultó no ser el sol sino una luz extraña que provenía del agujero de un arbol, se detuvo un segundo a ver la luz y cuando volteó se dio cuenta de que los mobs no se acercaban a aquella luz, quiza porque eso era lo que los alejaba.

Intentó ver que era pero la luz se apagó de la nada pero otra luz se encendió entre las hojas de otro arbol, al ver que los zombies se acercaban decidió correr hacia la luz para que no lo mataran. Al final ocurrió lo mismo, formando un sendero de luces que lo llevó más adentro del bosque, al final las luces se apagaron pero los mobs no parecían querer acercarse a ese lugar, por lo que parecía estar a salvo.

Miró el lugar donde estaba, apenas habían unos cuantos rayos de sol atravesando las ramas de los arboles pero estaba bien iluminado, era un lugar muy lindo, siguió caminando para investigar más hasta que llegó a un lago con una cascada pequeña, le gustó el paisaje así que se acercó más.

Miró el agua cristalina pero por alguna razón no pudo ver su reflejo en ella, eso le pareció muy raro así que decidió no tocar el agua, miró la cascada y se acercó para poder verla mejor hasta que vio como en la cascada también habia algo brillante, solo que el brillo era menos intenso allí. Fue hacia la cascada saltando las rocas que sobresalían del lago y atravesó el agua, era un cueva común pero el jamás estuvo en una, así que era algo nuevo y facinante para él.

Connor: ¿Hola? - se quedo en silencio y en seguida se escuchó eco en la cueva, lo cual le hizo sonreír - ¡Hola! - dijo aun más fuerte haciendo que volviera a haber eco, la cueva no era tan grande así que resonaba por todos lados - (siento un pequeño dejavu estando en una cueva)

Después de jugar un rato volvió a inspeccionar la cueva hasta que vio la luz que tanto le llamo la atención, al verla mejor vio que era de un color dorado como el oro, la luz venía de un agujero muy pequeño pero por suerte Connor cabía por allí. Se arrastró con cuidado para no quedarse atrapado hasta que vio como al final del tunel habían 2 anillos de oro muy grandes, le gustó mucho la forma en como brillaban y los tomo para luego guardarlos, salió lentamente del agujero y salió por la cascada para volver a su hogar, si es que lograba encontrarlo.

Sorprendentemente para él, su hogar estaba solo a unos árboles de donde estaba la cascada, le pareció muy extraño ya que antes no había visto esa cosa y por allí nunca se escuchaba el sonido de una cascada. Decidió ignorar ese detalle y volvió a la residencia esperando que no se enojaran tanto por su ausencia pero cuando llego allí se llevo una gran sorpresa.

Connor: ¿Aún no es la hora del almuerzo?

Sus amigos lo miraron raro, se miraron entre ellos y volvieron a mirarlo a él.

- Aun faltan como 2 horas - dijo una de sus amigas, alzando una ceja por la pregunta de Connor

Connor estaba demasiado confundido, él estuvo escapando de esos mobs por un largo rato y perdió mucho tiempo en esa cueva pero parecía que en realidad no se había tardado nada, ¿Si quiera se dieron cuenta de que salió?

Al mirar arriba y ver la posición del sol se dio cuenta de que no mentían, aún no era medio día, como si su aventura haya sido producto de su imaginacion. ¿La Matrix era real?

Eso si no lo pasó por alto, podía ser un niño pero podía entender que algo así era imposible, ¿Qué estaba pasando?

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Después de comer, Connor fue hacia el patio trasero para ver a sus amigas, lo que pasó esa mañana no se lo pudo quitar de la mente, quería hablarlo con alguien pero además de que lo tacharían de loco le iban a regañar por escaparse de la residencia.

Cuando regresó con ellas, sorprendentmente estaban allí como si nada, como si hubieran estado allí todo el día. Las 3 al verlo se alegraron bastante pero dejaron esa emoción el sentir algo extraño en él pero decidieron no preguntar.

Dreyna - "Connor, ¿Cómo estas?"

Connor: estoy bien... Sólo... me ocurrio algo raro hoy - se sentó cerca de ellas y verificó que no hubiera nadie cerca que pudiera verlos u oirlos - acabo de pasar por algo que parecía un sueño pero se sintió muy real

Delilah - "¿Qué pasó?" - preguntó intrigada

Dori - "¿Viste algo malo?"

Connor se los dijo todo, desde que salió hasta cómo volvió, las 3 estaban confundidas y hasta llegaron a creer que Connor se había quedado dormido y solo estuvo soñando, Connor se molestó por esa suposicion, él sabe lo que vio. Fue allí cuando recordó los 2 anillos que encontró en la cueva, buscó entre sus bolsillos hasta que finalmente los sacó y los puso frente a ellas.

Connor: ¡Miren! ¡Estos anillos los encontré en la cueva, no miento!

Las 3 Blobs se quedaron aterradas al ver los anillos, había algo en ellos que no les gustaba en lo absoluto, esos aros tenían un aura que ellas conocían demasiado bien.

Delilah - "Connor, ¿Viste algo más cuando encontraste estos anillos?"

Connor: ¿Uh? Bueno... No

Las 3 se miraron y se acercaron mas a esos anillos, miraron uno de ellos y lo tocaron con curiosidad.

Dreyna - "Yo creo que se ven muy normales"

Dori - "Estoy segura, son de él, no podemos confiarnos"

Connor: ¿Quién?

Delilah - "Eso no-"

Sus chillidos fueron interrumpidos por uno de los anillos, el cual comenzó a brillar intensamente cegando a los 4. Connor se tapó los ojos asustado ya que pensó que algo malo había pasado pero cuando abrió los ojos se encontró con algo impactante.

Delilah: agh... Por eso no confío en nada de él

Dori: oye, ¿Por qué siento...?

Dreyna: ¿Chicas?

Las 3 se miraron mutuamente y gritaron con horror al verse.

Habían crecido.