Narra Mayu
El frío se apoderó al oír la palabra castigo, y algo en mi me dijo que no sólo lo decia por que llegué tarde, sino más bien de refería a alguna verdad que yo ocultaba y eso no me tenía tranquila algo había pasado en el tiempo en el que yo desaparecí; mi Menté dejó de discutir cuando siento unos colmillos perforar mi cuello, era un dolor enorme, algo inexplicable que me producía miedo y temor.

- Por que me traicionas .- Me gritaba Kanato mientras me mordía con más brusquedad que nunca.

- De que hablas .- Le respondí con miedo y el sólo me tiro a la cama, el dolor de las palabras producidas por el era algo inexplicable, no quería escuchar que traicionaba a alguien,si saber cual era la razón, más de una vez hice cosas para merecer este castigo pero ahora todo acabaría por revelarse.

-Te dije que eras sólo mía, ¿Por que te acostaste con el? Maldita humana .- Me grito y esas palabras las comprendí en un instante, el lo sabía y no lo culparía si me mataba.

Dejó de hablar y me jaló con el a un lugar extraño parecido a una cámara de tortura, había muchas cosas, cadenas, látigos y aparatos que no conocia, Kanato me jaló de el brazo con brusquedad y me lanzó a una muñeca de hierro con clavos, una vez ahí dentro mi vida estaría acabada.

No había nadie que me salvara y unos pasos se escucharon alejarse el me dejaría ahí y no lo culparía, y eso fue lo último que pensé antes de que el hierro y los clavos hicieran que mi sangré se esparciera y desapareciera la conciencia.