Narra Mizuki Mayu

Mi nombre es Mayu, bueno, así me solían llamar; un día, conocí a una joven señora, de pelo morado llamada Cordelia. Mi madre, en aquel entoces, vendía peluches, y aquella señorita de elegante y tétrico mirar, deseaba llevarse uno, sin embargo, aunque mi madre le mostró varios, ninguno la convenció, hasta que noto una parejita, una conejita y un osito con un parche.

-¿Cuánto cuesta?.- Preguntó la pelimorada a mi madre.

- No están a la venta, son de mi hija.- Le respondió educadamente mi mamá. Más a la señorita no le importó lo que se le comunico pues tomó los 2 peluches y dejó una gran cantidad de dinero para después irse.

Pasaron algunas semanas desde que habian vendido, por a si decirlo, a Teddy y a Rosy. No los supere, lloraba todos los días y busque 3 meses, por todos los pueblos cercanos, preguntando de casa en casa, hasta que conseguí la dirección de la señorita que me había arrebatado a mis más parecidas posesiones. Y aúnque, por fin cumplía 8, no me importaba nada más que los peluches que me regalo mi padre. Y haría cualquier cosa para recuperarlos.

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Entre a hurtadillas y dentro de una mancion busque y busque, hasta que en un cuarto, algo parecido al mío, vi a un niño de unos 9 o 10 abrazado a mis peluches, su pelo era como el de su madre, casa que aunque no me gustó tampoco me produjo desagrado. El chico dormía pacíficamente, todo parecía marchar bien en mi plan improvisado así que no lo dude y le quité a Rosy primero, y cuando le quité a Teddy despertó y me acorraló contra la paret, históricamente me grito

— ¡Nadie toca a Teddy! Y menos una estupida humana como tú.- En el intento de salir del agarré de aquel  chico una botella de Cristal callo sobre mi querido peluche, Teddy, además de mi; al chocar el líquido con mi cuerpo, me desmayé.

Desgraciadamente, cuando desperté, sentí mi cuerpo extrañó, mis pies ligeros e inmóviles, mis brazos parecían no tener articulaciones ya,  baje la cabeza, y fue ahí cuando lo noté, ahora, era un peluche y no uno cualquiera, ahora, era Teddy.

Narra Ayato
Un olor nuevo y agradable venía de el cuarto de Kanato, nunca suelo entrar a si, pero cuando habría esa puerta había sangre combinada con una posima de Reiji, esa era para algo de combinar almas o algo así.

Mire a Kanato quien no abrazaba a Teddy, más bien miraba a otro lado mientras se reía, si yo no fuera su hermano, hasta a mi me darían escalofríos al ver como se reía en forma de burla.

Sin decir nada con esa misma botella puse la sangre en el frazco y la cerré, la metí, la lleve a mi cuarto y la puse dentro de mi dama de hierro, le puse la imagen de la noche y cerre la dama.

Narra Kanato
Estaba durmiendo, siento que alguien me quita a Teddy y reaccióno, era la chica de quien una señora me advirtió hace tiempo....

Flashback
Ella esta loca, es mi hija, Mayu, aparenta ser adorable, pero cuando perdió a sus peluches mató a casi todo el pueblo con un hacha, cuidate de ella, si la vez no la dejes viva
Fin del Flashback

Esa señora no sabía que era un vampiro, que divertido pensé en ese instante, nunca dejaría que me quiten a Teddy.

Pero esa chica o niña, no me quitara a Teddy, la acorrale en la paret y le grité , con un golpe con ella misma de la paret un frasco calló en sima de ella y salpicando un poco a Teddy, ella empezó a sangrar, y se desmayó, su aroma, antes de que se despareciera la mordí al parar todo su cuerpo se volvió sangre.

Unas horas después mire a Teddy, se movía, y noté algo ese no era Teddy, una carcajada salió de mi sin importar nada.