Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 28: Declaraciones perdidas


"El batir de las alas de una pequeña mariposa hoy, puede originar un devastador huracán dentro de unas semanas.

La decisión más insignificante puede cambiar el futuro radicalmente.

Las acciones pueden sobrescribir miles de variables en un minuto,

Irreparables incluso luego de una vida entera"

~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~

Nota 31: El All for One desea asesinar a All Might y a su pupilo, pero Aracné gracias a su kosei presiente el peligro y realiza los sellos, protegiendo sus particularidades.

Primero con el símbolo de la paz, de manera pasiva, cicatrizando la herida con las marcas del sello.

Pero ya con Izuku, ella había perdido al tercer día su consciencia. Había entregado sus acciones a Puppet Master, y éste respetando su voluntad decidió hacerlo de manera brutal: utilizó un intercambio de sangre. A cambio de imponer el sello por completo, reabrió una de las peores heridas que ella recibió en el pasado.

Aprovechando así también para retornar a su portadora a una etapa infantil. Así, haría uso de cada pizca en sus recuerdos más importantes, para revivirla como un ser carente de alma. Literalmente, la volvería su marioneta por voluntad propia, no contaba con el lazo de amistad que desarrollaría con Izuku. Quien en caso de devolverla, pensó de antemano un castigo por interponerse a ella; en ambos casos, el pecoso saldría perdiendo por mero capricho del kosei.

~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~

Ante ellos se encontraba uno de los villanos con más renombre de su liga, Dabi. Acompañado por dos bestias que Shouto reconocía bien

-¡Nomus!-

-No intentes nada, Todoroki. O saldrás perdiendo. . .- la sonrisa burlona no hizo más que irritar al bicolor –Pero sabes, antes que nada tengo muchas ganas de jugar un poco. ¿Qué opinas, pequeña Aracné?-

-¡No te acerques a ella o sino. . .!-

-¿O sino, qué?- soltó una risilla ante el silencio del heterocromático –Eres muy débil, mocoso. Ni siquiera ante Stain pudieron hacer gran cosa, y mírate ahora. Niñero de una cría tonta e inútil, siendo un estorbo para las personas. . .-

-¡CÁLLATE!-

-Yo puedo remediar eso; vamos niña, ven conmigo. . .- estiró su mano en dirección a la criatura quien permanecía inmóvil detrás de su amigo

-Te lo advierto, no te acerques. . .- en ese instante quiso utilizar su kosei mitad calor pero no sucedió nada, y aunque lo intentara una y otra vez no funcionaba -¡¿Qué sucede ahora?!-

-Te explico, Shouto. . .- con un chasquido de sus dedos, uno de los nomus sacó de sus manos unas cintas similares a las de su tutor, haciendo que lo amarren con fuerza –Un poco de sangre, hace maravillas. . .-

-¡Señor Shouto!- la pequeña soltó a su conejo para ayudar a su amigo, forcejeando las tiras en un intento de desatarlas. Mientras, el villano se aproximaba a ella con lentitud y levantó el brazo con fuerza, cosa que el bicolor advirtió lo que iba a hacer.

-¡Aracné, corre!- sin embargo, su asustada mirada infantil le hizo comprender que no lo abandonaría, aún si ese hombre estuviera detrás de ella a punto de lastimarla -¡DETENTE!-

-Molestas, piérdete- con un manotazo, apartó a la criatura lejos de él

-¡Aracné!- viendo a su compañera tocarse la mejilla, trató furiosamente de liberarse -¡Eres un desgraciado!-

-No me hagas reír, ¿Qué puedes hacer?- acercándose al joven, lo incomodaba con su mirada obscena, al tiempo que sacaba un cuchillo de su bolsillo -¿Por qué no me diviertes un poco antes de morir, eh, Todoroki?- de manera descarada se colocó sobre él para toquetearlo, mientras el héroe lo observaba con asco.

Ella veía la escena.

Todoroki indefenso, el peligro acechándole: la sonrisa enferma como una inminente amenaza.

¿Por qué. . .?

Se cruza otra escena ante ella, se confunde.

Alguien más necesita ayuda; gritaba, suplicaba. Shouto se mantenía en silencio, forcejeando.

Los ojitos abiertos observaban realidad y espejo.

Una familiar sensación comenzó a carcomerla, sentía sobre sus hombros un punzante peso, su pequeño corazón se estrujaba; al tiempo que un lastimero susurro escapaba de sus labios

-No. . . –

Furiosas lágrimas caían por sus mejillas, la boca le temblaba. Opacos rojos y negros, obligaba a su cuerpo a quedarse firme y no temer.

-Que empiece la fiesta, Todoroki-san. . .-

El afilado cuchillo resplandeció frente al bicolor, el cual miraba impotente al villano

-¡Monstruo!-

Sin embargo, la niña oyó otras palabras

-*¡No! ¡Suéltame! ¡Por favor, no! * -

Un llanto se perdió, y un grito denotaba enfado.

La cabeza le dolía mucho, esos segundos le parecían eternos. Su mente comenzaba a rayarse, distorsionarse. No quería que lo lastimen;

No podía, dejar que lo volviesen a lastimar.

Nunca más lo permitiría.

­-¡ALÉJATE!-

Su voz resonó con fuerza en cada rincón, al tiempo que algo golpeaba brutalmente a Dabi, enviándolo al jardín.

-¿Pero, qué. . .?- su nariz había comenzado a sangrar.

Shouto no alcanzó a ver que lo desató, pero al mirar debajo de él comprendió. Ocurrió lo peor, Puppet Master estaba despierto.

-¡Aracné detente!- corrió hacia ella pero el nomu sin recibir órdenes procedió a atacarlo

-¡No! ¡Déjenlo en paz!-

Más y más hilos envolvieron a la bestia, encerrándola por completo. El villano estaba en un aprieto, no podía moverse por el mareo que el golpe le había generado. En ese instante, vio a la niña salir al patio trasero.

-¿Por qué. . . lo hiciste?-

Su aspecto hizo que la observara fijamente. El cabello ondulado, casi tapando su rostro; su piel pálida, sus brazos temblando al tiempo que tomaba los costados del vestido en una visible furia. El conejo había quedado en el suelo, abandonado. Su vocecita seca, y sus ojos.

El vacío de aquellos orbes negros lo intimidó por completo. La sensación de una profunda tristeza auguraba lo peor.

-No volverás a hacerlo. . . No quiero que vuelvas. . .-

Las palabras confusas asustaron más al villano que por inercia amagó un ataque, estirando su brazo hacia ella. Los hilos lo capturaron deslizándose hasta su cuello, ahorcándolo. Todoroki entonces pudo atraparla entre sus brazos para que se detuviera, tratando de contenerla.

Y en ese instante, llegaba Midoriya, para apreciar una vez más el deja vù que sus sueños le causaban.

La chiquita pataleaba, queriendo huir del agarre del joven. Se escuchaba débil, muy débil.

-¡No! ¡Duele! ¡Déjame! ¡Va a hacerles daño!-

Sin embargo, el pecoso comprendió.

Que no los veía a ellos, sino a sus recuerdos. Sus ojos opacos eran ventanas a su pasado.

Así que, sin mediar palabra, la alzó de los brazos de su novio y la abrazó. Haciéndole sentir su presencia.

-Aracné, soy tu amigo, Izuku. Escúchame-

Calmándose de a poco, ella se aferró a sus manos. Sus ojos seguían oscuros.

-¿Izuku, donde estás? No te veo. . .-

-Pronto lo harás. Dime ¿Qué puedes ver tú?-

-Hay neblina, por todos lados-

-¿Y el suelo?-

-Hay pétalos. . . rojos. No hay nada más, tengo miedo-

Suspirando, acarició su cabecita

-Espérame ahí. Pronto estaré contigo-

-Sí-

Luego, simplemente dejó caer sus párpados, sumiéndose en un profundo sueño. Congelada en el inicio del camino. El peliverde la dejó en el sillón, al tiempo que unas telarañas caían sobre sus hombros y rodeaban la casa. Algunos apuntaban entre los rosales, algo.

Todoroki no comprendía del todo lo ocurrido. Sentía un calor agobiante a causa del estrés, y lo que estaba por suceder quizá haya logrado explicar el panorama.

Aunque los alrededores estén colmados de gritos y luchas, los hilos aislaban ése lugar manteniéndolo en un calmo silencio. El mayor se acercó a Izuku para abrazarlo con mucho afecto, haciéndole sentir que estaba ahí para él. Y cuando el pecoso le devolvió una sonrisa, observaron que del cabello negro de la criatura comenzaban a salir oscuras telarañas.

Primero formando una figura etérea, luego más densa hasta que se hizo distinguible.    

-¿Puppet Master?-

La sombría mirada de aquello no logró intimidar a los jóvenes, con lo cual procedió a hablar

-Es inútil. Sarai Aracné ya no está aquí-

-¿Por qué tienes su voz? ¡¿Por qué le hiciste eso a nuestra amiga?!-

El pecoso observaba con ira a la presencia, recordándole vagamente la serenidad de la pelinegra. 

-Ella se entregó. Y lo sabes perfectamente-

-Escuché sus palabras. Pero, ¡No tenía que ser así! Se merece vivir feliz, estoy seguro de que no es justo nada de lo que ocurrió ¡Y mucho menos lo es el que sienta culpa por ello!-

-¿Y qué si así fuera? Lo pasado es irremediable; no sería la primera vez que ocurre, ni la última. Seguirá ocurriendo, inevitablemente-

En ese momento, aquello tomó una forma distinta: una mujer de cabellos negros y grandes alas.

-¿Sabes quien soy?- su voz se escuchaba distinta

-No. . .-

-Mi nombre era Liliath, alguna vez fui una mujer de procedencia rusa-

-La primera portadora ¿No es así?-

-Pero ahora, ya no lo soy. Perecí hace siglos, sumida en la tristeza y la soledad. Luego me volví independiente, deambulando por los espacios de tierras lejanas. Intenté renacer en otros, no obstante todos llegaban a un día final, cada uno cayendo por su propio pecado. Se volvieron ignorantes ante su entorno, siendo eso inaceptable como digno portador. Su vida era un estorbo en este mundo, así que las fui tomando sin volver a sentir la fuerza necesaria para existir en forma fisica. Pasé a ser una especie de fantasma errante: contemplando cada día las acciones humanas. Para qué explicar más, si el retroceso suyo sólo ha adaptado nuevas formas de sobrellevar su "vida en sociedad". Humanos, con o sin dones, sois iguales. Tan débiles y egoístas, creyendo ingenuamente que sentís diferente al resto, como una manera de escapar de su propio infierno. Pasaron muchas vidas hasta que, en mi forma espiritual, descubrí el nexo con otro mundo. Muy similar a éste, sólo que más limitado. . . –

-¿Cómo lo has hecho?-

-Eso no les incumbe, ya que rompí el mismo. Total, aquella tierra está en una decadencia marcada. Creo que incluso fue lo mejor para ese lugar-

-¡¿Cómo puedes decir eso?! ¡Es el hogar de Aracné, su lugar de nacimiento! ¡Lo que ocurrió allí es terrible!-

El ser sólo guardó silencio, tornándose etérea de nuevo, y viendo fijamente al peliverde siguió su historia

-Fue cuando por un cristal divisé un aura fría y serena, invisible a su entorno y de fuerte existir. Simplemente la observé caer en su cama, con sus orbes fijos en la luna y perdidos en el más profundo abismo que conocí jamás. Adentrarme en ellos sólo tomó segundos, pero recolectar cada sentimiento duraría años. Quedé impresionada; tanta dualidad coexistiendo en aparente armonía. . . el buscar la razón, me llevó a decidirme. Su sola presencia no delataba en lo más mínimo su condición: sólo respiraba para cumplir una meta, vivía en constante agradecimiento y entrega por sus valores ¡Una existencia egoístamente bondadosa! Enteramente decidida a éste fin, cofinada por propia voluntad ¿Lo entiendes, Midoriya Izuku?-

Los orbes esmeralda abiertos de par en par denotaban una asfixiante furia.

-Ella está muerta por decisión propia. Lo que brinda no es más que una pizca de sus emociones, lo que alguna vez sintió. Por eso. . .-

-¡No sigas! ¡Sólo la estás usando!-

El que rompió aquél lúgubre relato fue Todoroki, tan enfadado como su novio.

-No importa lo que digas, porque sólo buscas un poder para existir. Pero no está vacía, ella sigue existiendo a consciencia-

-Cuando protegió a Midoriya había renunciado a ella. . .-

-¡Porque tiene miedo! Prefiere mil veces sacrificarse sola que luchar junto a quienes la quieren. . . –

-¿Y nunca se cuestionaron el por qué? Sin certezas, es inútil entrometerse. . . –

-¡SER UN HÉROE CONSISTE EN ENTROMETERSE CUANDO NO HACÍA FALTA!- El pecoso lo gritó con toda su alma, dejando sorprendida a aquella presencia –Alguien me lo dijo, que la salvara. . . –

Puppet Master entrecerró los ojos, observando fijamente ése fuerte y decidido joven ante ella

-Sarai Marcos. . .- susurrando con furia, procedió a señalar al peliverde- ¿Deseas desafiarme, Midoriya Izuku?-

-Como si fueras algo a qué temer. Lo verdaderamente fuerte es a quien posees-

-Muy bien, haremos un trato- En ese momento, un sobre apareció de la nada y apenas tocada los rosales cuando comenzó a incendiarse- Si observan lo mismo que yo y no se arrepienten, dejaré que la joven regrese. Si se echan hacia atrás o no soportan mirar a su pasado, volverán a lastimarla: haré que los asesine con sus propias manos-

Ambos apretaron sus dientes del coraje que les daba esas palabras.

-Si quieren comenzar, apaguen ese fuego y duerman. La habilidad de Midoriya será suficiente para los dos. Los espero, "amigos".-

Sin más, se esfumó con la brisa nocturna, dejando a la pareja totalmente muda. Sin embargo, sólo bastó una caricia por parte del bicolor para que Deku asintiera con la cabeza y procediera a extinguir las llamas que danzaban entre las rosas sin quemarlas.

Sólo quedaba, enredada entre las espinas, una carta sin destinatario con palabras dedicadas a un importante desconocido.

Con sus manos temblorosas, Izuku la tomó para dirigirse a los sillones y comenzar a desgarrar el sobre, conteniendo sus sollozos y presionando sus labios para no emitir lamento alguno.

Shouto sostuvo su rostro para darle una muestra de amor: con delicadeza acarició sus pecas y depositó un largo beso en sus labios; suspirando tranquilidad luego de ello, el pecoso apoyó su cabeza en el fuerte pecho de su novio para comenzar a leer.

Las hojas, carcomidas en gran parte por ése misterioso fuego, daban la sensación de tener toda una hazaña entre sus líneas: salvadas de una destrucción premeditada. Sin más, ambos leyeron lo último que podía darles un motivo más para seguir.

Una esperanza.

Los úiltimos pensamientos de su amiga, escritos con su puño y letra. 

"[...] El libro llega a ser incluso tan encantador; hace claro ejemplo a los filos de cada palabra. Ya que puede albergar tanto como dulces y maravillosos relatos hasta las más crueles acciones humanas sin perder, dicho de antemano, la cualidad del encanto.

Hay infinidad de palabras que igualmente se pueden atribuirle. Sin embargo, nunca escapará de su motivo de existencia: ser justamente cofre de palabras, baúl e incluso ataúd del atributo mayor de la humanidad, la palabra.

Recuerdo la frase de Shakespeare: "Algunas palabras pueden ocultar otras".

Creo que no sólo es eso; quisieran guiar también, como una invitación a pensar y reflexionar sobre la creación, significado y compañía entre ellas. Ya que no es igual un simple y mero "Yo te amo" que un "Te amo, hija mía".

Porque priorizas con importancia a la mención de mi presencia en tu vida, y no de dónde proviene aquél amor. Quizás sea por lo que fue, o por cómo lo he aprendido. Pero lo que sí es seguro es el alcance de aquellas palabras.

Irrefutable e incondicionalmente son, fueron y serán mi mayor bendición en esta sutil existencia.

Sabes, hay palabras que siento ya muy ajenas, aunque reflejen un perfecto retrato de mis recuerdos más valiosos; y al mismo tiempo encadenan esta especie de responsabilidad legada llamada vida.

Aun así, me dan fuerzas y valor para poder seguir.

El haber tenido la maravillosa oportunidad de recibir aquél suave ¿sentimiento? ¿o será que era una especie de tesoro, perteneciente a la vida?

No importa, ya casi no puedo definirlo porque he expresado mi sentir ajeno a las palabras que lo describirían casi a la perfección.

Sé que si pudieras saber todo esto, lo mínimo que llegaría a ti es dolor. Un inmenso dolor.

Sin embargo, quien avisa no traiciona.

No podría atreverme jamás a renunciar al preciado regalo de respirar y tener un día más en un mundo maravilloso;

no obstante, algo que se ha roto jamás regresa. Las decisiones tomadas a veces no tienen remedio.

Me ha marcado, ha dejado imborrables rasgos en mí. No puedo considerar mi presencia como algo común, he perdido el derecho de sentir como antes.

El pasado no tiene retorno, será el único fundamento que me permita existir, aun si las alas hayan sido arrancadas adrede.

Y la niña que antes reía, dormirá por siempre en el eterno valle invernal. 

Siempre junto a ustedes, 

su pequeña y querida Aracné [...]"

Al terminar las últimas palabras, el pecoso se había levantado de su asiento.

-¿Qué ocurrió. . .?-

-Izuku. . .-

Lágrimas bañaban su rostro, pero presionando las hojas fuertemente contra su pecho no vaciló un segundo más.

Tomó las heladas manos de la pequeña y una promesa dio el inicio a un viaje sin certezas.

Pronto, todo oscureció.

Las luces se apagaron, las sombras silencian el entorno; la luna es fiel testigo de quienes han decidido ver lo incierto, siguiendo el sendero de pétalos rojos.

¿Qué promesa es capaz de traspasar absolutamente todo?

¿Qué imaginas tú?

Pues esta historia, relatará una de las tantas posibles respuestas.

¿Te atreves a seguir? 

Te recuerdo que, 

Nada es lo que parece. . . 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro