Capítulo 14: Cambio de Orden
🐾 El sueño del héroe, es ser grande en todas partes, y pequeño al lado de su padre 🐾
— *Sólo a mí me pueden pasar estas cosas*—
Aracné entraría en pocos minutos a la zona de lucha, ni bien terminen de repararla, pero tenía tantas ganas de ver a Izuku. . .
Ella pensaba en el pobre peliverde, que de seguro sus heridas deben dolerle mucho y su decepción pesarle
— *Al menos espero que cierto chico no se acobarde y haya algunos avances hoy* —
Mientras esperaba decidió sentarse un poco, y reflexionar sobre qué haría en su próxima lucha contra Ibara.
— Es una buena chica, pero demasiado lenta en general. Me seguiré manejando con la alabarda que creé hace rato para que no haya más comentarios al respecto, o al menos mantenerlos al mínimo. El filo es suficiente para cortar sus vides —
Acto seguido extendió su brazo hacia delante para crear el arma y sostenerla con ambas manos, tratando de razonar el por qué había elegido tal objeto, siendo que su entrenamiento se basó en artículos más "actuales"; como calibres 9mm y 45mm, cuchillas, ballestas, etc.
Interrumpió sus conclusiones para ir a observar el pasillo a su derecha, ya que había sentido algunas presencias aproximándose. Escuchó cómo caía una cajita, y a una voz conocida, bastante avergonzada al parecer.
— ¡¿KIRISHIMA QUÉ DEMONIOS?! —
Kaminari estaba con la boca abierta y las manos a la altura del pecho del pelirrojo, quien reía nerviosamente
— Oe bro tranquilo, sólo fue una broma. Eso te pasa por ser egoísta con los dulces. . . —
Se notaba a kilómetros que aquello era una excusa, una mala excusa
— Pero no por eso debes comenzar a comerte mi galleta acercándote a mis. . . — se interrumpió bajando la mirada, algo enrojecida y recogiendo sus pockys mientras Eijiro se rascaba la nuca algo sonrojado — Bueno de todos modos ¿Para qué quieres verla? ¿No sería mejor dejarla tranquila? —
— ¡¿No es obvio?! La próxima batalla es entre ella y Shiozaki, y es lo correcto siendo buenos compañeros que vayamos a animarla. Somos un sólo equipo, al fin y al cabo, y ella es la última en integrarse a nosotros ¡Debemos hacerle llegar ese sentimiento como tal! — enseguida Aracné fue a sentarse, apesadumbrada de oír aquello ¿Cómo tendría que reaccionar con ellos? — Aunque nunca deja de sorprenderme —
— ¡Es tan genial! ¡Pudo saltar tan alto y al mismo tiempo crear esa arma tan grande! ¡Es realmente fuerte! ¡Quizás llegue a ser tan fuerte como los mejores héroes de ahora! ¡Como All Might! ¿Te lo imaginas? ¿Qué habrá hecho para ser tan hábil en todo? —
El chico eléctrico estaba realmente asombrado por lo que había visto
— Hombre, de seguro tiene algún tipo de entrenamiento o formación. Es increíble como una chica puede ser tan ágil y fuerte en luchas cuerpo a cuerpo y todo lo demás. . . —
— ¿Y bonita no? —
Denki dijo eso en un tono algo molesto, haciendo un pequeño puchero ante el interés de su Eijiro en la nueva estudiante
— No voy a mentir, incluso todos opinan que es una belleza y cosas por el estilo — Kirishima respondió con dejadez, mostrando todos sus dientes en una gran sonrisa y tomando un pocky — Pero tú eres especial para mí, Kaminari, así que despreocúpate —
— ¿Eh? —
Esta vez al rubio se le cayó el dulce de la boca por el shock de lo que acababa de oír. . . ¿Realmente había oído lo que creyó oír?
— ¡Nada, nada! —
El chico pelirrojo se apresuró a comer y llegar a donde estaba su compañera. La ojinegra no pudo evitar sonreír, ante tan evidente enamoramiento ¿Qué se podía decir? Eran justamente una pareja de idiotas
— ¡Oe, Sarai-chan! —
Denki se acercó a la chica, quien esperaba apoyada en la pared su turno
— Oh, Kaminari-kun, Kirishima-kun ¿Necesitan algo? —
— Para nada, queríamos felicitarte por tu avance. Eres genial ¡No sabía que podías crear armas! — Eijiro no podía disimular su asombro al ver la alabarda que la joven había dejado apoyada en la pared — Pero sabes, parece extraña de alguna forma ¿De qué está hecha? ¿Cómo la hiciste? —
— *Con que extraña, eh. Creo que esa palabra es más para una persona en especial, que para un objeto* —
Aracné se perdió en sus pensamientos, mientras Denki intentó tomar el arma
— No importa de qué sea, es simplemente increíble- — no terminó la frase que, al contacto con el frío metal, sintió una fuerte descarga que lo hizo retroceder repentinamente y casi lo hace caer al suelo — ¡¿PERO QUÉ DIABLOS FUÉ ESO?! —
Estaba algo aturdido y más que cualquier otra cosa, sorprendido, por esa horrible sensación que la caída alabarda le dio. Kirishima lo sostuvo de los hombros, e intentó tocar el objeto pero sintió lo mismo. Una fuerza que le impedía tocar siquiera la alabarda, como rechazando su tacto o el de cualquiera que no sea su dueña, quedando inalcanzable en el piso a los pies de la creadora.
Luego de eso, la chica la tomó y miró a ambos sin expresión alguna. Sabía perfectamente el porqué de esa reacción; se sentía terrible por un momento, al despertar de sus recuerdos, al ver como unos compañeros quedaban desorientados a causa de "eso".
— Mis más sinceras disculpas; el arma hecha a base de mi poder al parecer tomó también mi estado. Puede que a causa de eso al ser creada tenga cargas negativas —
— ¡Y destructivas! ¡¿Cómo estabas esta mañana?! —
Kaminari no salía del susto, tomando fuertemente a Eijiro de la mano
— Creo que algo molesta. Eso es todo —
— Perdón por el problema, Sarai-chan, en serio. Espero que sigas ganado, así nos enfrentaremos de verdad —
Kirishima no perdía el entusiasmo de poder luchar con todas sus fuerzas contra ella
— *¿Sabe acaso qué es lo que está diciendo?* Lo tendré en cuenta. Gracias a los dos —
No pudo cambiar el semblante. A veces era más fuerte que cualquier otra cosa; sin embargo, hacia hasta lo imposible para no sacar sus emociones a flote.
— Bueno Sarai-chan, te dejamos prepararte ¡Ten! — Denki le extendió su caja de pockys a lo que ella aceptó uno — Vamos, toma algunos más. . . —
— ¡Oe bro eso es injusto! A mí siempre me das sólo uno, y si es que logro sacártelo —
El pelirrojo se veía algo celoso, por cómo le había ofrecido dulces a otra persona que no sea él
— Oh vamos no quiero que tus rutinas al gimnasio se vean afectadas por mis golosinas ¡Además nunca me compras ninguna! —
Comenzaron a irse, discutiendo animadamente. Eso hizo que Aracné pudiera sacar una pequeña sonrisa, ante la alegría que compartían ambos en todo momento, como si fuera lo más natural del mundo
— Estos dos son tal para cual. . . — dicho esto le dio una mordida a la galleta con chocolate — Oh, esta rica —
Minutos más tarde, oyó la convocatoria para el próximo encuentro.
— ¡VERSUS~! En su primera pelea eliminó con un delicado golpe a su oponente ¿Se puede ser tan fuerte y elegante? ¡Desde el curso de héroes, Sarai Aracné! —
Present Mic en ese momento sintió una punzada importante en su cabeza. Buscó la mirada causante, y captó un semblante asesino en la chica mencionada, a lo que le susurró a su acompañante
— Oe, Cabeza de Borrador ¿Tu alumna siempre es así de amistosa? —
— Depende creo, aunque ése podría ser un buen tema del que hablar en la próxima reunión de profesores —
Aizawa también notó esa mirada tan penetrante, y presentía que no era natural ¿Cómo es posible que una mocosa posea tantas cualidades, siendo tan joven? Es extraño por el punto desde dónde se mire.
Sin embargo, otra persona la miraba con cada vez más admiración y codicia. Si era tan poderosa como imaginaba, podría sacarle un beneficio enorme para sus propósitos: sería la máxima gloria para sus planes.
— ¡START! —
Ni bien comenzó, Ibara extendió sus vides pretendiendo atraparla como había hecho con Denki, intentando ser veloz al presenciar y conocer a su adversario. Sin embargo, al estar cerca de la chica, ésta hizo reaparecer su arma para convertir sus extensiones en finas rodajas.
— ¡No puede ser! —
Shiozaki estaba sorprendida que sus gruesas plantas hayan sido cortadas tan fácilmente, cayendo como si fueran césped recién cortado.
— ¡OH~ CUÁNTA AGILIDAD! ¡CUÁNTA DESTREZA! —
Present Mic disfrutaba relatar cada movimiento de la pelea; incluso tanto frenesí molestaba al héroe que estaba a su lado.
La chica de vides intentaba desesperadamente llegar a Aracné, quien con paso lento y seguro se iba acercando a su oponente, cortando las ramas y dejando un rastro verde a su alrededor. Al estar a poca distancia, se deshizo de su arma lanzándola hacia un costado a modo de distracción, para rápidamente tomar a Ibara de ambos brazos y con un giro certero enviarla fuera de la arena. A pesar de haberla lanzado, la estudiante cayó sentada sobre algo suave.
— ¡Shiozaki-san esta fuera de los límites! ¡Sarai-san gana! —
Aracné bajó de un salto y ayudó a Ibara a levantarse, extendiendo su mano y siendo aceptada por la joven.
— Gracias, y felicidades — Shiozaki le sonrió con amabilidad — ¿Pero dónde fue que. . .? —
No terminó de hablar que vio una especie de hamaca, hecha con blancos hilos similares a una telaraña
— Mi kosei básicamente son telarañas. Las coloqué para que no cayeras mal ni te lastimaras ¿Te asustan? —
— ¡No! De hecho las vides a menudo tienen telarañas entre sí — tomó ambas manos de la pelinegra, sonriendo aún más — ¡Espero que podamos ser amigas! —
— Claro, no hay problema *¿Cómo pueden proponer esas cosas tan fácilmente?* —
Aracné se despidió rápido para poder ir a ver a Izuku, ya que el pecoso era quien necesitaría apoyo en este momento. No obstante, le estaba costando mantener la calma: últimamente los hechos dejaban demasiada influencia en ella, y estaba siendo muy difícil mantener la distancia como siempre lo había hecho.
Cortes repentinos de voz, cambios en sus reacciones, temperaturas drásticas, sentimientos que le son familiares. . . El silencio en su mente era lo mejor por lo que podría optar ese día: confiaba en poder mantener aunque sea eso constante.
Abrió la puerta de enfermería para ver al peliverde, con sus brazos vendados.
Le provocó una pena enorme, observarlo en ese estado: él estaba llorando.
Pero lo que no contaba era que cierto bicolor estaría sentado a su lado, por lo que al instante se hizo invisible y cerró la puerta lo más despacio que pudo. Todoroki sólo dio un vistazo a la entrada, pero como no vio a nadie habló con una débil y tímida voz.
— Midoriya, en serio lo siento. Gracias a ti utilicé mi poder, y aunque aún esté confundido me has hecho recordar algo muy importante. Siento mucho haber hablado contigo de esa forma, me da mucha vergüenza todo lo que hice. . . yo. . . — había comenzado a sollozar, a pesar de querer contenerse. Izuku se incorporó, y aunque no tenía los brazos sanos, apoyo su mentón en el hombro de Shouto a modo de abrazo, a lo cual el bicolor correspondió apoyando su cara en el cuello del pecoso y llorando un poco más profundo. Sus brazos rodearon la cintura del pequeño peliverde, liberándose un poco de la carga que por tanto tiempo había sobrellevado.
— Tranquilo, está bien. Todoroki-kun no es una mala persona; perdóname a mí si fui muy metido en donde no me llaman, pero yo sé muy bien que serás un gran héroe; por eso quise que usaras todo tu potencial, porque es tuyo y de nadie más ¡Eres increíble! —
El pecoso trataba de consolarlo, pero el escuchar a aquel hermoso ángel hablando así, hacía sentir más culpable al chico mitad-mitad
— Tenía miedo, estaba muy indeciso. . . tus heridas. . . perdón Midoriya —
Shouto levantó un poco su cabeza sin mirarlo, respirando profundamente
— No te preocupes, es lo que conlleva querer ser un héroe. Sin embargo preocuparte así por tu oponente ¡Todoroki-kun te admiro! ¡Me encantaría poder seguirte siempre! —
A pesar que su intención era buena, Deku lo dijo sin pensar las consecuencias de palabras tan "sentidas" en alguien tan sano como él
— ¿Dé que estás hablando, Midoriya? —
Shouto tenía cierto sonrojo en sus mejillas, y una especie de nudo atorado en su garganta al oír eso
— ¡AH! ¡BUENO SOLO DIGO QUE SI YO TUVIERA QUE INTENTARLO NO PODRÍA PORQUE SOY M-MUY TORPE Y N-NO ME SALDRÍAN BIEN LAS PALABRAS P-PERO NO SOLO POR ESO TE ADMIRO TODOROKI-KUN, TIENES MUCHAS COSAS QUE T-TE HACEN ADMIRABLE Y-Y REALMENTE QUISIERA SEGUIR T-TU EJEMPLO! —
Estaba realmente nervioso y colorado hasta la nuca al intentar excusarse: incluso sus pecas eran rojas. El bicolor por un momento perdió un poco la noción de sus movimientos, haciendo caso omiso a todo lo demás.
Con una de sus manos tomó a Midoriya de la nuca y el otro brazo quedó abrazando la cintura del pecoso. Fijó su vista en aquellos labios rosados y lentamente se fue acercando, siguiendo el sentimiento que guardaba muy dentro de sí, de su corazón
— ¿T-Todoroki-kun. . .? —
Izuku sentía su cara arder pero no podía reaccionar, sintiéndose extrañamente atraído por el mismo sentimiento de deseo que el heterocromático. Sentía las pupilas de aquel chico mitad frío mitad calor querer devorarlo, gritarle con toda su alma algo que captaba muy bien y a la vez que le hacía dudar a un nivel descomunal de todo su razonamiento. Su corazón latía desenfrenado, sus ojos esmeraldas estaban prendidos en aquella mirada, perdiendo así la cordura por unos momentos.
— *¡Mierda no puedo ser tan atrevida y ver esto, y a la vez siempre quise presenciar este momento! ¡Soy una maleducada, pero no puedo moverme de aquí! ¡Maldita buena suerte!* —
Aracné miraba todo desde la puerta, con las manos tapando su boca; era una vista perfecta, la pareja perfecta, estaba feliz. . . casi se cumplía lo destinado para ellos, aunque sea el primer y gran paso. . .
— ¡MIDORIYA-KUN! ¡¿CÓMO ESTÁS?! ¡¿ESTÁS BIEN?! —
Iida apenas abrió un centímetro la puerta pero ésta se selló automáticamente, al tiempo que se sentía un pequeño temblor en el suelo. Los enamorados por el susto se separaron, y Todoroki se dirigió a la puerta para irse; al salir, se topó con un delegado desmayado y con un chichón en la nuca, siendo arrastrado por Aracné a la enfermería.
— Todoroki-kun ¿Está Recovery Girl dentro? —
— No. . . Pero Midoriya está despierto. Con permiso —
Se fue algo aturdido en dirección a los baños, y la joven una vez dentro tiró en una camilla a Iida con unas tremendas ganas de ahorcarlo, sintiendo que el golpe no fue suficiente. Suspiró pesadamente para acercarse al pecoso, quien tenía la mirada perdida, y algo colorada aún.
— ¿Izuku-chan? — se sentó en el borde de la cama para animarlo, consciente de que su carga personal era mucha presión — Tranquilo, diste una gran pelea —
— Pero, All Might. . . él confiaba en mí —
Deku quería llorar, apretando fuertemente sus labios conteniéndose, por lo que Sarai decidió brindarle un apoyo,
Sin querer, relatar parte de su experiencia
— ¿Ganar lo es todo acaso, Izuku-chan? —
— No. . . Pero —
Aunque la decepción era muy fuerte, y él había bajado la vista, la pelinegra no se rendiría.
No existía para ella esa opción.
— Pero nada Izuku, te lo dije. El mundo necesita un héroe verdadero, no de propaganda ni de ilustración — lo tomó por los hombros, para que pueda verla a los ojos directamente — No dudas un segundo en ayudar, brindas tu mejor sonrisa a todo el mundo sin hacer distinciones, valoras a cada uno por ser como es y no por lo que pueda tener. Eres un auténtico héroe Izuku, nunca lo dudes. No prives a los demás tus dones; son necesarios, en esta gente que pierde la cabeza y el control fácilmente, que olvidan el significado de las cosas más básicas y vitales. Tú las mantienes vivas, y puedes defenderlas más fácilmente que otros, porque tienes la oportunidad de ser un héroe real, de ésos que simplemente pueden salir y sonreír valientemente, aun si todo se derrumba ¿No es eso maravilloso? Que aún sin particularidades, puedas salvar lo que amas, que puedas dar la visión de decir "Todo está bien, yo te ayudaré. Yo podré ayudarte". . . —
El pequeño pecoso no salía de su asombro; era cierto. El One for All era justamente eso; el poder cultivado por generaciones, que servía para plantarse ante todo lo demás y proteger a aquellos que lo necesitaran. Ser la fuerza para no rendirse, brindar el sentimiento de calma y por sobre todo: ser el símbolo de la Paz.
Ése era su propósito ¡A eso él siempre le había gustado! ¡Es su sueño!
Ser el mejor héroe de todos, como All Might.
¡Y podía serlo! ¡Sería el próximo gran ejemplo de todos, civiles y héroes, que le sucedieran!
Se sintió muy feliz, reanimado y agradecido, por tener una amiga tan sincera y honesta; ya de por sí su imagen sola delataba a una joven muy madura y fuerte para su edad, pero es increíble a dónde y cuán profundo podían llegar las palabras de la ojinegra.
No obstante, un detalle más llamó poderosamente su atención, quitándole importancia al resto de sus problemas y preocupaciones.
Sus ojos, los negros iris que siempre veía. . . ¡Eran verdes! ¡Se habían vuelto verdes en aquel momento donde ella lo alentaba a seguir! Eran tan extraños: un oscuro verde esmeralda, como el suyo. Y sin embargo tan diferentes a los suyos, ya que verlos le generaba tanta incertidumbre. . . ¿Realmente, la joven que tenía enfrente era ella? ¿Quién era ella realmente?
— Aracné-chan, tus ojos. . . —
Ésas palabras hicieron que la chica se levantara rápidamente, y viera su reflejo en la ventana. Era cierto, sus ojos eran de un verde profundo, lo que trajo consigo avasallantes sensaciones que por poco la toman.
Por poco, regresaban aquellas perdidas emociones.
— Maldita sea —
Se dispuso a salir enseguida, concentrada en dejar de oír todo, cuando al escuchar a Midoriya se detuvo.
No pudo evitar que su voz llegue a ella.
— ¡Espera, Aracné-chan! Creo que es hermoso. . . —
Izuku lo veía fascinante y hermoso a la vez, era una linda cualidad de alguien tan bello,
Pero. . .
— Izuku no todo lo que se ve hermoso tiene un origen de igual índole ¡POR FAVOR, CÁLLATE! —
Por primera vez, no pudo evitar responder así; no pudo detener su enojo interior. El pecoso, lejos de estar triste por el tono de voz que ella utilizó, se preocupó al tratar de reflexionar sobre aquella oración
¿Qué pasó?
¿De qué origen habla?
— ¿Aracné-chan, qué. . .? —
No pudo terminar su interrogante, ya que la enfermera principal entró a la sala dando un gran portazo
— ¡JOVENCITA! —
La heroína tomó del brazo a la muchacha y la hizo sentar en una camilla, la contigua a la del peliverde.
— Recovery Girl, la estaba esperando —
Ella volvía a estar serena y con sus ojos normales, como si se hubiera encerrado de nuevo.
El pecoso lo veía como si, por alguna inexplicable razón, Aracné fue capaz de terminar su tormento en aquel descuido. . . O lo había confinado en alguna parte, alejándolo de la percepción de su entorno.
Escondiéndolo de él, o de todos.
— Muy bien, detrás de la cortina haré algunas revisiones físicas. Luego sustraeré sangre para unos análisis ¿Algo que debas comentarme? —
Esperaba que le dijera sobre alguna molestia o dolor, por el uso prolongado de su kosei, pero nada parecía ocurrirle a aquella callada señorita.
— No, estoy completamente bien —
Procedió a correr las cortinas para la revisión, ignorando que Izuku aún la veía preocupado.
Después de todo, odiaba los ojos que observaran con sentimientos;
Los odiaba cuando la observaban a ella solamente.
Los ojos que sentían por ella.
Y el sentirse así de malagradecida de alguna forma le daba una distancia extra que siempre debía y debe guardar.
Una especie de seguro, por las dudas.
— ¡A-Aracné-chan, felicidades por ganar! —
Izuku, intentado retomar el diálogo, trató de animarla por sus victorias en el festival.
— ¿Cómo sabes que gané? —
La voz de Aracné sonaba seria, y el peliverde se sintió un verdadero torpe al recordar que a ella no le interesaba en absoluto el evento.
— ¡P-Porque soy tu amigo! —
— Eso no tiene sentido. . . —
— Jejeje, disculpa pero a mí me alegra mucho que estés en las semifinales ¡Eres una ganadora increíble! ¡Mi amiga es muy fuerte y eso me alegra mucho! ¡Y tiene sentido para mí, Aracné-chan!—
Le dedicó una sonrisa gloriosa y decidida, aunque detrás de las cortinas no se pudiera ver;
Pero la joven sintió esa cualidad que nunca abandonaba al pecoso,
La de nunca rendirse, y la de meterse de bruces donde no debe.
No pudo evitar sonreír,
Por tantas cosas. . .
— Gracias, Izuku-chan —
Ella también sonrió. Después de todo,
Él no tenía la culpa.
Recovery Girl le hizo una examinación completa.
Sin dolores, ni lesiones, ni un rasguño siquiera. Hizo algunas pruebas más pero fue inútil; Aracné, además de estar ridículamente sana, era muy fuerte.
Y con muchas otras cualidades que sería bueno analizar a su debido tiempo, pero que por ahora la heroína sanadora no podía mencionar, por falta de pruebas, y más importante aún;
Por la incertidumbre que aquella jovencita le generaba.
— Bueno, no tienes nada de nada. Debo reconocer que me he preocupado sin necesidad — le alcanzó unos ositos de goma — Cuando reanuden las clases te haré el estudio de sangre correspondiente y completo. Así que ahora te dejo ir al siguiente enfrentamiento, sólo respóndeme algunas cosas para lo último—
Por ello se refería a un papel con un cuestionario bastante detallado, a pedido de la comisión directiva
— Sí —
La pelinegra respondía monótonamente, inevitablemente desinteresada.
— ¿Tienes entrenamiento en lucha? —
— Sí —
— ¿Desde hace mucho? —
— Sí —
— ¿Con quién entrenaste? —
— Militares —
— ¿Te alimentas bien? —
— No —
— ¿Tienes alguna enfermedad? —
— No —
— ¿Tienes familiares vivos? —
— No —
— ¿Sabes manejar armas? —
— Sí —
— ¿Tienes alguna relación fuera de la academia? —
— No —
— ¿Puedes responderme más de una sílaba niña? —
Recovery Girl lo dijo en tono de broma, pero Aracné siguió imperturbable en su quietud.
— ¿Perdone, puedo irme ya? —
— Sí, mucha suerte en el próximo encuentro —
La enfermera sólo le sonrió, y la chica de largos cabellos negros se retiró con una pequeña reverencia. No había caso, la joven era tan ilegible como un diario húmedo o un papiro de antiguos jeroglíficos, que siempre maravillaba a todos pero que casi ninguno se esforzaba en entender.
Y su paciente, en todo su porte y belleza, parecía ser la antítesis y descendiente de Medusa.
Estaba segura de que muchos aspiraban a lo que ella era, más ninguno desearía poseer las maldiciones que suponía cargaba en silencio; tal como a la bella gorgona, que sin pecado alguno, fue castigada portando serpientes en vez de cabello.
Mientras, Sarai había llegado a los balcones y estaba mirando al horizonte, en busca de un poco de calma. Se refugiaba en sus memorias, limpiando la mente y aclarando su panorama
— Creo que casi hago lo mismo, otra vez. . . —
En eso escuchó la voz de Present Mic resonar en el ambiente, anunciando a los cuatro finalistas.
Entre ellos, ella.
— ¡Y POR LO DICHO ANTERIORMENTE, LAS LUCHAS SE SORTEARON ASÍ! —
Mostrando en pantalla las luchas de la semifinal, la gente aplaudía expectante los duelos finales.
Se le había olvidado por completo.
No lo podía creer ¿Cómo podía ser tan tonta? En la próxima batalla luchaba contra Todoroki o contra Bakugou; de todas maneras, aún no sabía cómo perder sin hacerlo tan evidente. O bueno, ésta vez dependía de quién sea que esté presente.
Se dirigió a la arena para encontrarse con su oponente.
Una vez enfrentados Present Mic dio lugar a las presentaciones exageradas, mientras aquel chico la miraba desafiante.
— Nos vemos las caras en esta instancia. . .
¡Perra! —
¡¡Abrazos!! Les dejo unas imágenes de Katsuki para que se imaginen con qué cara le dijo a Aracné "Perra" (-3-)/
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