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Capítulo 10: Una verdad a medias

🌱 La desobediencia es el verdadero fundamento de la libertad. Los obedientes deben ser esclavos 🌱

Amaneció en tonos anaranjados, dejando en el ambiente un toque cálido a la adormecida alba. La chica de largos cabellos negros se limitó a alistarse y preparar el desayuno, para su ahora querido amigo. No obstante, a la vez sentía un poco la culpa de mentalizarse con él. Porque en ése que no era su mundo, había cosas que no debían saberse.

Ésta vez, porque no quería.

Entonces limitaría su existencia a brindarle todo su apoyo y la fuerza necesaria. A él y a los buenos chicos de la Academia Yuuei. Nada más.

No era que estuviera deprimida, o se sintiera excluida. Todo lo contrario.

Pensándolo fríamente, ella simplemente sobraba. No debía estar ahí, del por qué y para qué había aparecido en aquél lugar eran cuestiones futuras; ahora, lo urgente es el festival.

Izuku era su mayor preocupación, no sabía si ganaría o no, pero de lo que sí estaba segura es que ese evento dejaría profundas marcas en el peliverde. Y ella eligió guiarlo un poco, cómo para que no fuera tanta su presión. Además, tenía muy buenas ideas para que los demás desarrollen sus particularidades, así que tendría su tiempo ocupado en algo.

En eso pensó mientras hacía el desayuno y veía al chico sentarse en la mesa de la cocina.

— Buenos días, Aracné-chan —

La enorme sonrisa en el pecoso delataba su alegría, esperando su desayuno.

— Buenos días, Izuku-chan — ella le sirvió té, algunos pastelillos y un poco de fruta con cereal — Perdón, no sé cómo se desayuna normalmente en Japón. Pero si he olvidado algo dímelo por favor —

— Aracné-chan, no te preocupes, todo se ve delicioso — comió tranquilo y sintió una fugaz pero innata sensación de picardía — Sabes, me gustaría llevar a la academia un poco de lo que preparaste ayer, para el almuerzo —

Avergonzándose un poco, esperaba mostrar en su clase que la nueva estudiante tenía mucho más que brindar además de su fuerte carácter y poder. . . sino que además era una joven atenta y muy, muy amigable. . .

— ¡Oh, cierto! Ya lo preparé — dejó su taza en una de las mesadas y le alcanzó un bentō junto con otro paquete — Y en el otro están los dulces para tu madre —

Ella había visto que los niños llevan su almuerzo (en animes, cabe aclarar) así que lo preparó en base a eso y sonrió al dárselo. Pero recordó un detalle, cayendo en cuenta que quizás sea inapropiado de su parte

— ¡Ah! Pero si hay un comedor, qué tonta —

Estaba por retirar la mano pero Izuku se levantó y lo recibió

— No rechazaría algo que hiciste para mí, Aracné-chan. Quizás suene algo infantil, pero en tan poco tiempo siento como si fueras mi madre jajaja — estaba nervioso y algo sonrojado. Es que él quería ser sincero con ella, y era tan cálida cuando lo estimaba. . . — Me pone muy feliz, que seas una persona tan agradable —

La pelinegra bajó la vista, tomó su taza de té, y le sonrió. Una débil y casi obligada sonrisa. 

— Gracias, Izuku-chan. Me alegra escuchar eso de mí *aunque sea una verdad a medias*—

Midoriya a veces no entendía ese repentino cambio de "aire", de ánimo: en el semblante neutro de su amiga había aprendido a detectar esa oscura variante. Es como si dijera algo malo, o como si escondiera algo. . . en las palabras que ella calculaba se escapaba un débil atisbo de sinceridad, delatando sus mentiras.

Espera, eso no estaba bien, nada bien ¡Era su amiga! ¿¡Qué podría ocultar, además de quizás secretos personales!?

Ahora el peliverde se castigaba mentalmente, prohibiéndose tomar notas sobre héroes o quizás ver los videos de All Might. . . No, mejor no, todo menos eso. . . Igual se lo merecía por ser tan mal pensado. Sin embargo, el ruido de la vajilla para lavar lo trajo a la realidad nuevamente.

— Bueno, a la escuela —

Aracné puso todo a remojar y se fueron a la academia.

Ahí, las chicas los recibieron en la entrada recordándole a Sarai su promesa de ayudarlas para el evento, acaparando casi por completo a la pelinegra. En medio de risas y retos, ella se desvió por un pasillo aprovechando un descuido.

Estaba acostumbrada a perderse entre la gente y ser sigilosa, así que se dirigió directamente a la oficina del Director. Necesitaba arreglar algo con urgencia;

No debía participar en el Festival Deportivo.

Al llegar la recibieron Nezu, Aizawa y All Might. Pero se sorprendió mucho al ver quien estaba sentado en el sillón cruzado de brazos: Todoroki Enji, o mejor conocido como Endeavor. Prefirió no restarle importancia, sólo saludarlo de manera educada como a cualquier desconocido.

— Buenos días señores —

Los ojos del segundo mejor héroe se enfocaron al instante en la impecable estampa de la joven que se inclinada ante ellos.

— ¡HAHAHA! ¡PEQUEÑA! ¡BUENOS DÍAS! — All Might la saludó con mucho ánimo como de costumbre: comenzaba a acostumbrarse a ésa energía típica en él

— ¡Oh! ¿Sarai-chan, cómo estás? — El director siempre estaba contento de verla, atento a ver sus cambios físicos respecto a las exigencias del quirk. Le indicó que se sentara y ella obedeció

— Bien, gracias —

— ¿Y? ¿Cómo has estado? Hoy es tu revisión con Recovery Girl ¿No? —

— *¡Maldición, lo había olvidado!* Sí, pero insisto en que no es necesario —

— No, nada de eso. Nos dimos cuenta que tu poder es sorprendente, pero también debes cuidarte y no sobre exigirte ¿Tienes algún dolor? —

— No, de hecho nunca los tuve —

— Debes estar bien para el festival, es muy importante Sarai-san. . . — Nezu le estaba acercando un té, pero se detuvo cuando escuchó una fría respuesta por parte de ella

— Justamente a eso vine. Director, no quiero participar ¿Es obligatorio? —

Se escuchaba muy firme. Tanto era así, que nadie quiso llevarle la contraria; no obstante Todoroki tenía curiosidad

— ¿Se puede saber por qué no? — fijó su vista en la joven de largos cabellos

— S-Sarai-chan, pero es una oportunidad única para demostrar tus capacidades. Muchos jóvenes ponen todo de sí para este momento, y realmente quisieran estar en tu lugar —

El director trataba de convencerla de lo contrario; no obstante, utilizó las palabras equivocadas ya que ni bien terminó su frase, los oscuros y opacos ojos de Aracné parecieron perforarle la frente ante esos argumentos tan mecánicos, menoscabando en el respeto que tenía hacia él.

— Pero no yo, no me interesa y ya sabe bien usted el por qué ¿O acaso su kosei no era Alto Rendimiento? —

— ¿Tus padres lo permitirán? —

A Enji no le cerraba el asunto en ningún aspecto; se notaba con creces que la chica era muy prometedora, con sólo observar su postura y léxico. Le interesaba, y mucho.

— No tengo, yo- —

Aracné fue interrumpida por Nezu antes de que pudiera terminar, ya que se sentía responsable por sus acciones. Al menos, mientras fuera estudiante de U.A.

— Ella está a cargo de la Academia, Todoroki-san —

— En otras palabras, que la mantienen bajo su custodia la cual es financiada por quienes pagamos la mensualidad. Además, mi hijo entró por recomendación y no soy ningún hombre de calificación común. Harían bien en no olvidarlo —

El héroe de fuego quería saber a toda costa la situación que tenía enfrente, así que a Nezu no le quedó otra que contar del sospechoso origen de Aracné y, lo que más interesó al segundo mejor héroe, su kosei.

— Es maravillosamente increíble, es capaz de enfrentar casi toda clase de particularidad existente. Y hasta ahora no se ha reportado un límite ¿No es así, Sarai-san? —

— Sí —

Ella estaba molesta por confiar algo así a quien tranquilamente podía hacerle más problemas al pobre de All Might; ya era una carga para el símbolo de la paz tener a su cuidado a una chica que ni siquiera conoce, ahora debería de lidiar con las teorías de superioridad del imbécil de fuego y de seguro alguna que otra artimaña. Así que no se reprimió en absoluto al preguntar con desprecio

— ¿Pero está bien contar esto al mundo entero? ¿Que una chica sin papeles apareció de la nada misma con esta clase de kosei? Seguramente más de uno va a querer poner su parte aquí, más que nada las ratas de turno —

— No contaré nada —

Para retirarse, Enji tuvo que prometer algo así; al menos le quedaba clara una cosa, y era que la joven no era alguien fácil. Ni bien salió por la puerta un pensamiento apareció en su mente, calculando los movimientos a seguir

— *Quiero observar ese kosei con mis propios ojos. Si es cierto lo de su potencial, debo proceder de inmediato. . . * —

— No puedes faltar porque sí, Aracné-chan. Al menos debes participar en las generales del Festival, junto a tus compañeros —

Sarai se quedó escuchando los consejos-órdenes del héroe #1 mientras ideaba una excusa de enfermedad o algo similar

— Y una enfermedad repentina no será excusa, Recovery Girl nos dirá hoy mismo cómo está tu salud —

— *Maldición* Entonces iré a verla ahora —

Se notaba levemente molesta ¿Por qué era obligación un evento académico? ¿Dónde quedó la voluntad de la persona? Esas son las cosas que a veces extrañaba de la vida en solitario, poder seguir tus decisiones sin darle explicaciones a nadie

— *Como siempre, no pienso igual que el resto de las personas* — se dirigía a la puerta y Aizawa, que hasta ese momento guardó silencio y tenía las mismas dudas que Aracné con respecto al héroe de fuego, le detuvo el paso

— Señorita, ahora es tiempo de ir a clases. En el receso irás a la enfermería. Con esto nos despedimos —

Ambos se encaminaron al salón en silencio mientras Nezu y All Might miraban preocupados a la chica. Si ella quería ser una heroína ¿Por qué no demostrarlo en el festival? ¿Por qué rechazaría una oportunidad que estaba claramente a su alcance? Tranquilamente podría brillar en su debut, como la novata más poderosa de la historia, incluso podría superar a All Might.

A ninguno se le cruzó ni un segundo por la mente, si la joven de largos cabellos negros realmente estaba para seguir el camino de un héroe. O si, al menos, creía en ello.

Al llegar al salón, Aizawa le comentó a la clase cómo se desarrollaría el festival. Indicando horarios, sectores, posibles actividades y los resultados que, enfatizando en este punto, iniciarían su entrada al mundo profesional de héroes. Todos estaban nerviosos con las expectativas de las que hablaba el profesor, pero Aracné miraba por la ventana ajena a toda actividad del lugar. Ella sólo trataba de calcular cómo no interferir hasta la caballería. No, debía desaparecer luego de la carrera de obstáculos, de otro modo sería un desastre.

Obviamente, nadie sabía aún que primero vendrían esos desafíos, pero los incitaría a la mayoría a entrenar sobre carreras y destreza en grupo. En eso Momo le tocó el brazo y le susurró, preocupada ante su desinterés y falta de atención

— Aracné-chan ¿Estás bien? —

— Sí, sólo que. . . — no podía demostrar su desinterés en el festival, alertaría a más de uno — Pienso si la tarea será muy difícil — Momo se alegró de que pudiera ayudar a su nueva amiga

— ¡No! Ya verás que no es nada, recuerda que mañana vienes a mi casa a estudiar; así de paso doy un recordatorio a todo lo visto — tomando sus manos, en señal de apoyo hacia ella — ¿Aracné-chan, tienes frío? —

— No, siempre están así. Descuida —

En lo que contestaba desvió la mirada y se encontró con la mirada evasiva de un Todoroki algo molesto, el cual observaba hacia el frente cruzado de brazos y claramente irritado por su presencia. Cierto, ella había pasado la noche con seguramente su amor, y toda persona medianamente "normal" pensaría que es muy comprometedor. Demasiado.

— *Qué mal suena, pero Izuku luego contará lo que estuvimos haciendo* — en eso recordó la grabación de su celular, donde el peliverde era el ser más sincero y adorable del universo —*No vi más allá del enfrentamiento de caballería, así qué le mostraré "eso" después del dichoso evento* —

Llegó el receso y se dispuso a ir (reuniendo toda la paciencia posible para no largarse a ser tan visiblemente terca) hacia el consultorio de la heroína sanadora, cuando en el pasillo Midoriya llegó sin aliento y colorado, llamándola con desesperación

— ¡Aracné-chan! —

— ¿Izuku-chan, qué haces por aquí? ¿Acaso te volviste a lastimar? ¿Te volviste a exceder, cierto? —

Se preocupó y miró al peliverde, quien comenzó a rascarse un poco la cabeza por vergüenza ante la gran atención que recibía por parte de ella

— N-No. . . Sólo quería decirte algo — parecía muy apenado, pero quería contarle a su amiga lo que había visto — A-alguien dejó u-un paquete en m-mi pupitre —

— ¿Y? ¿Alguna idea de quién lo hizo? ¿Qué te dejaron? —

Ya se imaginaba la respuesta, y estaba cada vez más cerca de confirmar lo evidente

— Un algodón de azúcar, pero nadie sabe que es mi dulce favorito —

— Mmm, entonces esa persona te quiere mucho — él la miró pálido, con los ojos abiertos como platos — Vamos ¿De qué otra forma averiguaría tu dulce favorito? Y no me digas que es coincidencia porque en Japón existen más de dos mil tipos de golosinas —

Eso lo pronunció seriamente, levantando su dedo índice

— Aracné-chan, me asombra que sepas tanto pero me pone incómodo que lo plantees así — se ruborizó un poco bastante de sólo pensar que había sido el bicolor

— ¿No será que fue tu "hermoso"? —

Cuando Sarai lo mencionó casi lanza un grito algo afeminado por ser desenmascarado de esa manera, sorprendido también por cómo ella era tan simple y tranquila al decir algo así. Además de leerlo tan bien, parecía que la gente era transparente ante sus oscuros ojos.

— ¡BASTA POR FAVOR! ¡SÓLO OLVIDA ESO! —

— No —

— Aracné-chan, por favor — suplicó juntando sus manos

— Okey okey, pero si tienes idea de quien fue puedes decírmelo ¿Sí? — Le acarició su cabeza, buscando calmarlo — Ahora debo irme, luego nos vemos en el campus —

— ¡Sí! —

¿A dónde iría? Izuku no se sacó de la cabeza en toda la mañana que Aracné tuviera ése hábito de desaparecer por momentos, y obviamente, ahora no podría sacarse de la cabeza quién pudo haberle regalado ese detalle tan dulce y tan tierno y tan detallista. . . ¿Qué había dicho Aracné-san antes de irse?

Ah sí, "Esa persona te quiere mucho ¿No será que fue tu "hermoso"?"

Casi explota al recordar esas palabras ¿Cómo haría para sobrevivir sin que se note su avergonzado y patético rostro? No podría soportar que él lo viera de la manera en la que estaba ahora, sonrojado y con ambas manos en sus mejillas observando tontamente el cristal de la ventana sonriendo tonta y vergonzosamente. . .

— Midoriya —

Ahora estuvo al punto del desmayo. Tanto que retrocedió asustado, con la mano tomándose el pecho a la altura del corazón y mirando a la persona dueña de esa voz fría

— ¡T-T-TODOROKI-KUN! ¿QUÉ PASÓ? ¿QUÉ NECESITAS? —

Le habló muy alterado, de modo que Todoroki pensó que lo estaba molestando

— Perdón, no quería interrumpir —

Se detuvo antes de agregar algún comentario innecesario y arruinar la charla que quería tener con su peliverde. Escuchó la conversación con Aracné, y pudo comprobar lo cercanos que ya eran; dejándolo con aún más celos que antes. Primero eran Uraraka y Iida, luego los molestos del salón, y las chicas que lo saludaban animadamente. . . Ahora se le sumaba una belleza exótica y prodigio que en sólo días lo había acaparado casi por completo.

¿Dónde había un ataque de villanos cuando se necesitaba? ¿Acaso era mucho pedir que se accidentara o por accidente le ocurriera algo que la dejara en un hospital, internada?

Mejor no, porque Midoriya iría corriendo a verla y cuidarla y mejor se calmaba porque estaba generando demasiado frío en el ambiente. No le gustaba la idea de confiar en ella, pero esas conjeturas de las qué habló, y lo que le había dicho al pecoso. . .

— ¿Te molesto? —

— ¡No! Cómo me ibas a molestar Todoroki-kun, si eres tú, y tú eres, eres. . . —

Un ligero rubor apareció sobre sus pecas. Y Shouto comenzó a hacerse mil ideas, tantas que su cabeza casi le duele. Pero mantuvo la compostura y le preguntó sobre el tema que no lo dejó dormir en toda la noche. Incluso llegó a pensar por un instante LO PEOR, pero luego recordó la actitud de los dos así qué se calmó antes de quemar la ciudad entera

— ¿Cómo estuviste ayer? —

Izuku abrió los ojos al ver al bicolor interesado en su tiempo con su nueva amiga. Claro ¡Podía imaginarse lo peor de lo peor! El mayor al contemplar esa expresión desvió la mirada, tratando de aparentar indiferencia como siempre

— No es que quiera meterme en dónde no me corresponde, sólo es. . . *que estoy celoso*—

— ¡No! De hecho sólo hablamos, y nos conocimos un poco mejor. Es muy agradable ¡Hasta me cocinó! —

Eso último hizo sombría la expresión de Todoroki. Así que Izuku, desesperado por no meter la pata, aclaró

— Es como una mamá para mí, es muy estricta y muy seria. . . incluso pude confiar en ella y hablar sobre cosas personales —

No terminó de hablar que sintió cómo Shouto decaía un poco cruzándose de brazos ¡¿QUÉ DEMONIOS ESTABA HACIENDO?!

— ¡TODOROKI-KUN, TRAJE DULCES TAMBIÉN! ¡VAMOS A COMER JUNTOS, VEN! —

Y sonrojado hasta las orejas tomó la mano del bicolor sin pensarlo, y lo arrastró al salón vacío. No lo podía creer ¡Lo estaba tomando de la mano! era tan grande y pesada. . . Lo estaba agarrando, haciéndolo correr por el pasillo junto a él ¡Qué vergüenza!

El mitad albino en cambio estaba muy sorprendido, incluso feliz. Esa mano suave lo tomaba con tanta firmeza; no le importó que literalmente lo arrastrara, sólo quería estar con él.

En eso llegaron al salón; Deku recién lo soltó en su pupitre, mientras abría el paquete y mostraba unos dulces blancos y otros. . . rojos. El peliverde se sorprendió un poco pero le tendió la caja a Todoroki quien lo miraba fijamente.

Al chico mitad fuego y mitad hielo le gustaba tanto Midoriya: esos ojos tan luminosos, sus mejillas coloradas y pecosas, esa expresión inocente. . . y el peliverde notaba esos detalles de cambio en sus ojos; aprendió a observarlos, y notar ese brillo en su heterocromía, que curiosamente sólo aparecían cuando lo miraba fijamente, adentrándose tanto en esos colores que sólo oía su palpitar. . . pero en ese momento ambos volvieron a la realidad por alguna especie de llamado que se oyó desde el pasillo

— Todoroki-kun ¿Pruebas uno por favor? tienen un dulce algo especial —

— ¿Especial? —

Eran muy suaves y dulces, algo pegajosos. . . se sentaron en el pupitre de Izuku para comer en silencio. Acercaron la silla de Sero para que pudieran comer juntos, y el bicolor en su intento de conseguir otro de la caja, empujó sin querer el codo del pecoso haciendo que se manchara un costado de la cara con el dulce.

— ¡Ah, no te preocupes! Creo que tengo una servilleta por aquí —

Midoriya se dispuso a buscar en el bentō algo para limpiarse, pero sintiendo cómo lo miraban tan fijamente no podía desatar el nudo de los nervios. . . Todoroki entonces no resistió el impulso, y se acercó a la cara del peliverde, mirando la tentadora mancha para inconscientemente limpiarla. . .

Con su lengua.

Izuku sintió una fuerte descarga al sentir algo húmedo pasar por su rostro, que lo dejó tieso apoyando su espalda en el respaldo de la silla. Miraba colorado al bicolor, quien se relamía con el dulce mirándolo fijamente, buscando más que probar en ese algodón de azúcar parlante que era su enamorado.

— ¿T-T-T-T-Todoroki-kun. . . Qu-qué? —

Apenas pudo decir eso que Shouto fijó su vista en los temblorosos y suaves labios del menor, quien lo observaba avergonzado y con los ojos cristalinos. Empezó a acercarse peligrosamente, y ambos sentían su corazón latir desesperadamente

— Midoriya, yo. . . —

Izuku cerró sus ojos, temblando, mientras sentía las manos de Todoroki apoyándose en sus brazos, y su respiración de fuego que estaba cada vez más cerca de su piel, sus corazones latían a mil por hora, rozaron sus narices queriendo entregarse por completo a esas sensaciones tan extrañas y excitantes. . . 

— ¡CHICOS! ¡¡MOMENTO DE IR A SUS LUGARES!! — Iida-kun se había adelantado al resto de sus compañeros, y de un sólo movimiento abrió la puerta dejando helada a la pareja en su lugar. . . pero el chico de gafas no los vio porque la puerta repentinamente se cerró de nuevo en su nariz — ¿Ah? ¿Qué pasa? —

Por más fuerza que hiciera no podía abrirla; en ese momento, Todoroki se separó de Izuku rápidamente y comenzó a comerse otro dulce de un bocado, cosa que lo hizo atorarse y comenzar a toser. El peliverde, recuperándose del shock también se dio cuenta de lo que ocurría y tomó una botella de agua para darle de beber

— ¿Estás bien, Todoroki-kun? —

Shouto mantenía la mirada baja, preso de la vergüenza por cómo se había dejado llevar en ese momento: se sentía un oportunista, utilizando una excusa para poder acercarse a su lindo y tierno peliverde. . . y cuando se dispuso a responderle, un grito de Iida los obligó a acercarse a la entrada

— ¡CHICOS! ¡SI HAY ALGUIEN DENTRO, AYUDEN A ABRIR-¡ ¡AGH! —

Tenya por su propia fuerza cayó al suelo cuando la puerta cedió, llevándose puesto a Sero y Ojiro.

— ¡Oh, Iida-kun, chicos! ¿Están bien? —

Izuku se había acercado, y junto a Kirishima ayudaron a sus amigos a levantarse

— Sí, pero ¿Qué pasó? ¿La puerta de golpe se cerró? —

— No vi lo qué pasó, pensé que habías sido tú, Midoriya-kun —

— No —

Kaminari entonces se puso pálido como una hoja y comenzó a temblar

— Oe, no será acaso culpa de ¡¿UN FANTASMA?! —

Se agarró la cabeza, asustado, para luego ver a Kirishima riendo y pasando el brazo por encima de sus hombros

— Jajaja hombre, no me digas que crees esas cosas —

— Kaminari-san, los fantasmas no existen. No hay manera de que un mito sea la culpa del cierre repentino de esa puerta —

Momo intentaba calmarlo, pero incluso las chicas se asustaron un poco ante la idea

— Pero si no hay viento ni algún objeto que la haya trabado ¿No será que alguien la cerró? Kero — Tsuyu comenzó a reflexionar con su dedo en la comisura de los labios — Aunque el único kosei a distancia capaz de hacerlo podría ser el de Aracné-chan —

— ¡¿Pero por qué cerraría la puerta de ese modo?! ¡¿Quiénes estaban dentro?! —

Todos miraron a Todoroki y a Izuku quienes desviaron la mirada, cada uno para una dirección opuesta

— Nosotros no fuimos, de hecho por el susto casi me ahogo. Da igual, Aizawa debe estar por llegar —

El bicolor respondió sin ganas, para luego ir a sentarse en su lugar. Ochako, ni lenta ni perezosa, se hizo una remotísima idea de lo que pudo haber pasado. . . Y con un tono animado como de costumbre se acercó al pecoso para interrogarlo

— ¿Deku-kun, qué hacían solos con Todoroki-kun en el salón? —

Ante la interrogante mirada de su compañera, él comenzó a tartamudear por los nervios de sólo recordar lo que Todoroki había hecho. . .

— B-b-bueno, yo le convidé unos dulces que me preparó A-Aracné-chan ayer y- —

— ¿¡En serio cocina!? — La chica de mejillas sonrosadas no pudo evitar decirlo y emocionarse — ¿Puedo probar uno? —

— Claro —

Midoriya entró al salón, y mientras le alcanzaba la caja a Ochako observó por el rabillo cómo el heterocromático miraba su pupitre, encismado en sus pensamientos. . .

¿Qué fue lo que pasó hace unos momentos?

¿Realmente iban a besarse?

— *¡QUÉ VERGÜENZA, POR ALL MIGHT!* —

El pequeño pecoso se había quedado sentado en su lugar, callado y apenado, observando por la ventana las hojas mecerse con el viento.

Las cosas seguirán su curso, inevitablemente,

Pero siempre debe haber alguien que se tome el trabajo de cuidar ese cauce. 

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