Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 11.

Era casi media noche cuando John emprendió camino a quien sabe dónde luego de haberle asentido al preguntarme si quería unos donuts. Todavía no lograba procesar lo que había pasado. John había hecho algo impresionante, jodido y podría ser denominado como una locura, le dijo las cosas de frente a mi familia, hasta Levi había sido tomado en cuenta.

John no habló en todo el camino, yo tampoco me atreví a hacerlo, la verdad es que no tenía ni idea de abordar la situación que pasó hace tan solo minutos. El camino fue silencioso, pesado, pero a la vez liberador, era muy contradictorio. Sabía que ese momento traería consecuencias, mi teléfono vibrando continuamente en mi bolso me lo confirmaba. Con precaución, saqué el teléfono del bolso e ignorando a mi madre decidí apagar el teléfono, aún no era el momento para hablar.

Noté como de repente unas migas de color blanco empezaron a caer del cielo, esta madrugada nevaría y no estaba vestida apropiadamente para aguantar los extremos fríos que eso conllevaba. Con un poco de temor miré a John quien tenía su vista fija en el camino, pude notar como se dio cuenta de que la nieve estaba empezando a caer, suspiró y de inmediato cambió de dirección.

—Al parecer, antes de los donuts debo buscar algo primero en casa de mis padres, ¿no hay problema?

—Uhm no, por supuesto que no.

El silencio de nuevo nos inundó y seguimos nuestro nuevo camino a casa de sus padres. De inmediato me puse nerviosa, que fuéramos hasta allá no significaba que tendría que conocerlos, ¿verdad? Miré el panel del auto e indicaban las once con quince, era imposible que su familia estuviera despierta o eso quería pensar.

Al poco tiempo aparcamos en una linda casa familiar de un tamaño nada comparado con la de mis padres. Era grande, pero no de un tamaño superior, desde afuera se veía acogedora y las luces estaban malditamente encendidas.

¿De verdad voy a conocer a los señores Ferrero Rocher?

—Tranquila, los señores Ferrero Rocher son encantadores—respondió burlonamente a mi pregunta mental, confundida lo miré y él me regaló una de sus sonrisas—. Sí, preguntaste en voz alta. Lamento hacer esta parada, necesito conseguir unos neumáticos de nieve de repuesto, estos están un poco desgastados.

—Oh, de acuerdo.

Mis manos empezaron a temblar, nunca había conocido a los padres de alguien. Sí, hablo de hombres, sean citas falsas o no. He tenido pocas citas en mi vida y ninguna avanzó al punto de hacer las presentaciones de padres, una de las razones por las que estaba tan sorprendida de que John aceptará a venir a cenar a mi casa.

—Será rápido, de igual manera si quieres quedarte en el auto no hay problema. No te obligaré a bajar. Dejaré la calefacción encendida si gustas.

—No, está bien, bajaré, me parecería de mala educación estar aquí y no bajar contigo—hice todo el esfuerzo del mundo de mantener la voz firme, aunque mis manos aún temblaban un poco.

—Está bien, prometo que no tardaremos mucho.

Bajo del auto y yo respirando profundo lo seguí, al hacerlo la ola de frío me envolvió, realmente deseé tener un suéter de lana envolviéndome en ese momento. Las motas de nieve caían pausadamente, pero sabía que pronto la caída se intensificaría.

Sentí como John tomó mi mano y mi corazón se aceleró en más nerviosismo. Él no me miró, solo empezó a caminar arrastrándome detrás de él con cuidado, él recordaba que llevaba los tacones altos a los que no estaba muy acostumbrada de usar.

Atravesamos el camino de piedra hasta la puerta principal y con su mano libre sacó un manojo de llaves que posteriormente utilizaría para entrar a la casa. Me dio un pequeño empujón con su mano en la parte baja de mi espalda animándome a pasar. De inmediato, la frialdad de la calle abandonó mi cuerpo y la calidez de la casa me arropó, suspiré en agradecimiento, me enfermaba con facilidad y el invierno no era mi mejor amigo.

John me guío por la casa, se escuchaban algunas risas y voces tanto masculinas como femeninas. Me puse más nerviosa, porque obviamente había más gente en la casa. ¿Qué estaba pasando? Estaba tan nerviosa que no curioseé a mi alrededor, solo me concentraba en mis manos que se retorcían hasta doler. Cuando llegamos a la sala pude sentir como enrojecí al notar como todos guardaron silencio y pusieron su atención en mí, no en John, los cuatro pares de ojos están en mí.

—Cariño, creo que he tomado demasiado vino, estoy viendo a John frente a nosotros y hay una chica muy bonita a su lado.

—Si ves lo mismo entonces tal vez yo también estoy muy ebrio.

—¿Será?—masculló la mujer y luego miró a la mujer en el otro sofá quien aterradoramente era igual John, con la diferencia de que tenía un lindo cabello largo y tetas por supuesto—. ¿Sussie? ¿Tú también estás viendo cosas imposibles?

—Definitivamente sí.

—¿Jethro?

—Sí, Lizzie—Aquel hombre miró a los presentes aguantando sus carcajadas. Fue el primero en levantarse y caminar a nosotros extendiéndole una mano a mi acompañante—. Es bueno verte, John.

—Es bueno verte a ti también, Grinch.

¿Grinch? ¿Es un apodo o es su segundo nombre?

Me mordí la lengua tragándome mis palabras.

Después de darse la mano Jethro me miró y no supo que hacer conmigo, por lo que se limitó a regalarme una pequeña sonrisa antes de volver a su asiento. Las dos mujeres y el hombre restante aún me miraban como si fuera un espécimen nunca antes visto.

—¿Pueden dejar de actuar extraños por una vez en la vida? Mamá, ella no tiene tres cabezas.

—Lo sé, pero trajiste una ella a casa.

—Con Jethro no actuaste de esa manera—se quejó John dejándome a un lado para acercarse a la mujer quien resultaba ser su madre. Dios mío, se veía tan joven, ¿cuántos años podría tener? Su madre se levantó y envolvió a la mujer en un abrazo—. Deja de actuar extraño, asustas a mi cita.

—¿Es tu cita?

—Eres el ser más antiromántico del mundo. ¿Trajiste a tu cita a casa de mamá y papá?—La otra chica obviamente era la hermana de John, quien se levantó de un salto e ignorando a su hermano caminó hasta mí dándome un abrazo. Me congelé—. ¡Gracias! Tengo nuevo material para molestar a mi hermano menor.

—Somos mellizos.

—Igual nací primero.

—¡Mamá! Dile que yo nací primero.

—Naciste primero, mi niño.

—¿Ves?—John al darse cuenta de mi mirada surrealista por el intercambio de palabras y el abrazo de su hermana se sonrojó, se alejó de su madre para después separar a la fuerza a su hermana de mi cuerpo—. Sussie, la incomodas.

—Me llamo Sussie, soy la hermana de John, ¿cuál es tu nombre?—preguntó ignorando por completo a su hermano y me miró fijamente con una sonrisa tan brillante que podía jurar jamás haberla visto en otras personas.

—Soy Makayla.

—¡Y tiene un nombre genial! ¿Viste mamá? ¡John trajo a su cita a casa y ella tiene un nombre genial!

—Okey, okey, vamos a calmarnos, no queremos asustar a la cita de John—su padre se acercó a nosotros y me extendió su mano la cual con timidez estreché—. Bienvenida a casa de los Ralston, Makayla, soy Harry, el padre de John.

—Es un placer conocerlo.

—El placer es mío y te prometo que yo le enseñé a mi hijo como debe tratar a las mujeres, sé que no es justo que te haya traído a casa en su cita, lo regañaré más tarde.

—¡Papá, por favor!

—No me hables John, estoy avergonzado.

De inmediato tanto padres como hermana entraron en una acalorada discusión sobre los malos gustos de John para las citas. No lo decían por mal, se notaba que su madre y su hermana estaban alucinando porque John estuviera con alguien, pero les parecía fatal que hubiésemos llegado y él ni siquiera les hubiera avisado de que lo haría.

Sin poder evitarlo me encantó su familia, si hubiese llegado a casa sin avisar con alguien más mamá se horrorizada solo porque amaba aparentar ante los demás y todo tenía que estar perfecto. Sin embargo, los Ralston se horrorizaron porque querían darme atención para que me sintiera cómoda y feliz.

Tanto Lizzie como Sussie me sentaron en medio de ellas y me llenaron de preguntas. No puedo negar que por un momento me sentí algo ahogada, pero la sensación de calidez de ambas me hizo sentir en casa, nunca tenía esa sensación con mi familia.

John con dudas había ido al garaje a buscar sus neumáticos de repuesto junto a su padre. Mientras que Jethro, llamado cariñosamente Grinch, me daba miradas conciliadoras en su asiento. Hubo un momento que después de varias preguntas por parte de las mujeres le pregunté con la mirada cómo hacía para soportar tanta energía, él leyó mi mente y respondió.

—Créeme, te acostumbras.

Cuando John volvió con su padre, ya yo estaba en una profunda conversación con las mujeres Ralston sobre cómo había conocido al susodicho.

—Fue horrible Sussie, mi boca no tuvo filtro y le dije que le podía dar una foto de mis pies como pago.

—¡Oh Dios mío! ¡No puede ser!

Seguí hablando con ambas mujeres, pero pude escuchar como el novio de Sussie le decía a John:

—No sé qué pasó, era toda tímida, estaba un poco intimidada y luego su interruptor se encendió y no se ha apagado.

Hola, holaaaaa

¿No son los Ralston los mejores? Hare un poco de promoción jijijijiji si no han leído "Milagro de navidad entre bolas de nieve" haaagaaanloooo, es la historia de Sussie y Jethro :)

Para los que si la leyeron: Hasta ahora, ¿Cuál es su pareja fav? #TeamSuthro o #TemJhokayla? Jajajajajaja maravillosos nombres xD

Este capitulo esta dedicado a ximenitamarvelita <3 Espero y te haya gustado

Nos leemos el lunes de festividades :)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro