Ese día había sido del asco. Y los próximos serían incluso peores... Sin importar nada, sin pensarlo, sin tener el mínimo interés o preocupación por lo que desencadenaría, estaba decidido a matar ese intento de "amor" estúpido y sin sentido.

-Ya está todo listo. Después de esto, conseguiré todo lo que merezco: Respeto, popularidad, atención y sobretodo... Venganza contra esa retrasada mental.

Me miro en el espejo y veo como han aparecido unas marcadas ojeras en mi rostro.

-Excelente... Parezco muerto en vida... Jajaja.

Mi mente está en constante actividad, es un estrés indescriptible. Pero al cabo de un rato comienzo a sentir tranquilidad.

-Deberías medicarte -Oigo una voz lejana.

-¿Quién dijo eso? -Volteo pero no hay nadie. Al volver la vista al espejo ahí estaba.

-¡Sorpresa! -Era MIGO, estaba dentro del espejo moviéndose con total libertad.

-¿Qué es esto? Se supone que estés en el mismo ambiente que yo.

-Dark, pequeño Ness... Ahora somos uno. Esto es lo que eres realmente. Lo que ven los demás es esa cáscara blanda y podrida a la que llamas cuerpo. Pero tu verdadero ser está dentro de ti. Tu interior está contaminado hasta la médula de odio y rencor. Tu mente... Ha pasado a tomar control de tu cuerpo y todo tu ser.

-Entonces... Nadie puede ver cómo soy en verdad por dentro.

-¡Claro que no, tan solo tú y yo! -Sonríe descaradamente.

-¿Qué hay de mis otros lados? -Me acerco más al espejo.

-¿No lo recuerdas? Están todos muertos.

-¿Yo los maté?

-Basicamente nosotros los matamos. Pero se nos escapó uno, el intelectual -MIGO se pasa la mano por la frente levantando su flequillo- ¡Pero ha accedido ha ayudarnos cuando lo encontré así que no hay que preocuparse!

-Excelente. Es hora de irnos.

Instituto.

7:34 am

Estoy sentado en la banca de siempre viendo como el montón de idiotas entran por la puerta principal.

-Jajaja, que entretenido...

-¿Qué cosa? -Me pregunta OGRO, quien está sentado cerca de mí.

-Imagina nada más... Cómo serán de miserables las vidas de esos humanos. Cada uno peor que el otro -Cruzo las piernas elegantemente y extiendo ambos brazos encima del espaldar del banco-, si supiera toda esa información sería más que fácil arruinar sus vidas.

-Dark... ¿Estás oyendo lo que dices, qué te sucede?

-Eso es, necesito información de ella. Mucha más de la que sé. ¿Me harías ese favor? -Noto su mirada de preocupación- Vamos, eres mi mejora amigo. ¿O no?

-¿De quién hablas primeramente?

-¿De quién más? De la imbécil de Luna -Mi tono de voz se hace más aspero.

-Bro, ya te dije que lo olvides.

-¡Ya te dije que no lo haré, tiene que sufrir tanto como yo, y también ese idiota cuatro ojos de Ferrari!

-Hablando del rey de Roma -OGRO mira fijamente hacia la entrada principal y procedí a hacer lo mismo.

-No puede ser... Jajaja

Ferrari iba entrando junto con Luna al Instituto, iban tomados de la mano.

-Dark, no vayas a hacer ninguna locura, por favor -OGRO me tomó de los hombros mostrando su preocupación.

-¿Desde cuándo actúo sin pensar?

-Siempre lo haces.

-Ahora es diferente.

Ferrari y Luna se acercan hasta donde estábamos en las bancas.

-¡Hola, OGRO, ¿Todo bien?! -Ferrari extiende su mano para que luego OGRO haga lo mismo y se saludan chocando las manos y luego sus puños. Ferrari volta a mirarme- Darkness... ¿Aún sigues dolido por tu rechazo?

-No seas imbécil -Lo miro con desprecio- Aquí la dolida es otra -Volteo a ver a Luna-. Pero claro, es muy estúpida como para admitirlo y por eso inventa historias sin sentido.

Veo como Luna baja la mirada.

-A ver, ahora dilo sin llorar -Ferrari sonríe pícaramente.

-¿Cómo? -Es definitivo, quiero que muera.

-Darkness, todos te conocen como un niño llorón y dramático sin ninguna esperanza amorosa. Dime, ¿Cuántas novias has tenido? -No respondo nada- Ni una seguramente. Y tan fácil como hacerte llorar te quité el único intento de pareja que has tenido.

-¿Qué...? -Volteo a ver a Luna, quien se esconde tras Ferrari.

-¿No lo sabías? Luna es mi novia.

En ese momento mi mente se detuvo. No procesaba lo que acababa de oír. Me faltaba el aire, la vista se me hizo borrosa, no sentía mi cuerpo. Todo a mi alrededor se tornó oscuro, sólo quedaba en mi visión el rostro de Ferrari.

-¿No te das cuenta? -Ferrari continuó- ¡Me eligió por encima de ti! ¡No eres suficiente para alguien como...!

¡Golpeé su rostro tirándolo al piso!

-¡Ack! ¡¿Qué te pasa?! -Ferrari se sostenía el cachete con su mano derecha aún tirado en el suelo.

-¡Darkness, detente, piensa un poco! -OGRO me sostenía los brazos con fuerza.

-¡Suéltame, acabaré con ese desgraciado! -Hice fuerza contra OGRO logrando zafarme de su agarre lanzándolo al piso después.

-¡Aaargh, Darkness! -OGRO se aguantaba la cabeza, se la había golpeado contra el asfalto.

¡Me lancé encima de Ferrari dándole golpes descontrolados en el rostro!

-¡Eres un imbécil, deberías estar muerto! -Golpeé su cara rompiendo sus lentes- ¡Haré que te tragues tus palabras, animal rastrero! -Me levanté y comencé a patearlo en el estómago, él intentaba cubrirse pero fue inútil- ¡Te arrepentirás de haberme humillado de esta forma, muere de una vez! -Pateé su cabeza y quedó inconsciente.

-Darkness... -OGRO me veía con miedo.

-Está... Yo... -Mi mente se nubló, la adrenalina era demasiada, sentía que iba a explotar. Pero me sentí extrañamente satisfecho, tanto como para reírme sin control- ¡JAJAJAJA, eso te enseñará a no meterte con... MIGO! ¡JAJAJAJA! JAJAJA! JAJA... Ja... Ja.

Caí al suelo perdiendo el conocimiento por completo. Lo último que vi fue a OGRO corriendo hacia mí gritando mi nombre sonando como un eco. Cerré mis ojos y no supe más nada.

Hospital central.

5:26 pm.

Despierto sin tener control de mi cuerpo. Estoy en una camilla atado con bandas gruesas de tela. Tengo una mascarilla que me da oxígeno y un aparato pegado a mi dedo índice izquierdo, no sé para que sea. Apenas puedo ver. Observo al lado de la puerta de la habitación un doctor sentado en un banco con una tabla con anotaciones. Está escribiendo algo.

-¿Qué... Sucedió? -Hablo con dificultad. Apenas puedo articular.

-Vaya, al fin despiertas -El doctor se levanta y se acerca a mí. Puedo detallarlo mejor. Tiene el cabello blanco, largo y liso. Le cubre el ojo izquierdo. Es alto, aproximadamente 1.80 metros. También es delgado pero no se ve como un debilucho. Sonríe de medio lado al ver que estoy consciente.

-¿Quién es usted? -Le pregunto desconfiando de él. No parece un doctor de verdad a mi parecer.

-Soy tu médico personal de ahora en adelante, me han asignado para evaluar tu caso -Sonríe cerrando los ojos y con las manos en los bolsillos de su chaqueta blanca.

-¿Qué, mi caso? ¿A qué se refiere?

-Darkness, el síndrome de personalidad múltiple no es un chiste, es algo muy serio.

-¿Cómo sabe usted de eso?

-Soy un especialista en psicología y pedagogía, mi especialidad son los trastornos mentales asociados a comportamientos involuntarios causados por emociones descontroladas, como lo que fue tu ataque de agresividad hoy en tu instituto.

-Ahora lo recuerdo... Golpeé a Ferrari sin control. Yo... Lo... ¿Acaso?

-Él está bien, ya lo dieron de alta, sólo fueron unos moretones en el rostro y torso, pero nada grave a excepción del traumatismo cerebral que lo dejó inconsciente. Pero de alguna forma no sufrió daños severos -El doctor voltea hacia la puerta, camina hasta ella y la cierra con llave. Después se devuelve hacia mi camilla-. Bien, Darkness... Ahora quiero que hablemos de persona a persona, olvida por un momento que soy tu doctor, ¿Ok?

-Está bien, ¿Qué sucede?

-Responde... ¿Qué sentiste? -Su mirada se tornó seria.

-¿De qué me está hablando?

-¿Cómo se sintió... Liberar a MIGO?

-¿Qué...? -¿Qué es esto, quién es este sujeto, cómo sabe de MIGO? Esto es preocupante.

-Chico... No eres el único... Con problemas mentales. Ya lo dice el dicho: "Para atrapar a un ladrón hay que pensar como un ladrón." Precisamente eso hago yo. El motivo por el cual soy tan buen especialista en mi área es porque yo mismo tengo un "MIGO", como tú lo llamas.

-Estoy confundido, no lo comprendo... ¿Usted también sufre de personalidad múltiple?

-Así es. Chico, en este mundo... Hay cosas que escapan de nuestra compresión, pero lo más trascendental de todo es nuestra mente, nuestro cerebro y nuestros sentimientos. ¿La mente controla nuestros sentimientos y acciones o nuestros sentimientos controlan nuestra mente? Esa es mi búsqueda, quiero saberlo... Quiero saber lo que se siente... Conectar mente y corazón en una sola expresión.

-Doctor... Yo sinceramente nunca le he tomado mucha importancia a este síndrome... No creo que tenga ninguna utilidad para su investigación hablar de esto con alguien como yo.

-¡Te equivocas! -Se levantó de repente de su asiento- Tú has logrado lo que muchos no... Has manifestado los sentimientos humanos impulsados por pensamientos, has logrado... Ser uno contigo mismo. Tu alter ego... Has logrado dominarlo casi por completo -Voltea a verme de nuevo-. Quiero ver hasta dónde es capaz de llegar alguien... Con tu potencial.

-Mi potencial? Por favor, no tengo una pizca de poten -Me interrumpió tomándome por los hombros con ambas manos.

-No dudes de tu potencial, Darkness -Usó un tono serio y frío.

-¿Cuál...? -Dudé un momento pero luego continué- ¿Cuál es su nombre?

-Mi nombre es Zono. De hoy en adelante seré tu doctor personal -Se alejó de mí y se sentó en su cómoda silla-, siéntete en libertad de venir cuando quieras, te estaré esperando.

-Bueno. ¿Ya me puedo ir?

-Claro. Un amigo tuyo te espera afuera. Cuídate, Darkness...

-Bien.

Salí del consultorio después de que me quitaran los aparatos que tenía puestos y en la sala de espera estaba OGRO esperándome.

-¡Bro, estaba preocupado! -OGRO se emocionó al verme y se levantó de su asiento para venir hacia mí.

Lo tomé de la manga de su camisa para llevarlo afuera cuanto antes -Vámonos de aquí.

-¡Oye, ¿Qué sucede?!

Ya estando fuera del hospital solté la manga se OGRO y me relajé un poco recostándome de una banca que estaba en la plaza y cerré los ojos.

-¿Me vas a explicar por qué esa actitud? -Preguntó OGRO enojado.

Abro los ojos y lo miro seriamente -Ese tipo no es de fiar.

-¿Quién, el doctor? ¿Por qué?

-Él... Él sabe de MIGO.

-¿Qué? ¿Se lo dijiste?

-No. Lo sabía y ya. Fue muy extraño -Me crucé de brazos.

-Ya veo... ¿Cómo pudo saber algo así?

-Según él también tiene un... "MIGO" pero... No lo sé.

-¿Eso es siquiera posible? Se supone que MIGO es un producto de tu subconsciente.

-¿Qué tal si no? -Lo miro preocupado.

-No hay forma de que sea real... ¿O sí?

-Eso es lo que no sé. Pero presiento que él sí lo sabe. Por eso necesito volver, necesito respuestas. Quiero saber qué es en realidad esto.

-Bueno... Sólo puedo decir, que para lo que sea tienes mi apoyo, bro.

-Gracias. Quizá...

-¿Quizá... Qué?

-Quizá deba hablar de esto con Star, siempre me da buenos consejos, es buena en eso, sé que me ayudará como de costumbre.

-Bien, pero... Lo de hoy no deberías repetirlo -Su rostro se tornó serio y preocupado.

-¿De qué hablas?

-No me digas que no lo recuerdas. Casi matas a Ferrari... -Dijo esas palabras con tal tono de decepción que sentí que me aplastaba como una montaña cayendo sobre mí- También lo trajeron al hospital, ya lo dieron de alta pero seguro pudo haber estado internado durante una semana.

-¿Yo... Yo hice eso? ¿Por qué? ¿Por qué... No lo recuerdo? Esto es... Es culpa de MIGO. Estoy haciendo cosas sin pensar y sin tener control de mí mismo...

-Oye... Está bien, sólo trata de controlarte la próxima vez, tú eres muy intelectual, ¿Ok? Así que, puedes tener dominio de tus emociones usando la lógica.

-Intelectual... ¿Intelectual? -Medité un momento y luego se me iluminó el pensamiento- ¡Claro, lado intelectual!

-¿Qué? -OGRO estaba confundido.

-¡Amigo, me acabas de dar una increíble idea, gracias!

-Bueno, de nada supongo -Seguía confundido.

-Bueno, ya es hora de irme, gracias por acompañarme.

-No hay de qué, hasta mañana.

Nos despedimos y nos fuimos cada cual al su casa. Al llegar a la mía entré en mi cuarto y me acosté en mi cama. Inmediatamente me quedé dormido. Entré a mi subconsciente y busqué a lado intelectual, hasta que lo hallé en la sala de planeación.

Al entrar ahí estaba, frente a una gran pizarra con muchas notas y papeles parecido a un conjunto de pistas de un crimen. Al cerrar la puerta, lado intelectual volteó a verme.

-Al fin te diste cuenta, te estaba esperando... Darkness.

-Tenemos mucho de que hablar... Intelectual.

Esto apenas está comenzando.