En fin, ya habían pasado unos cuantos días. Me había hecho cada vez más cercano a Luna, regalándole dibujos y otros detalles, como poemas ideados por mi lado dramaturgo. Siempre que los recibía me decía lo especial que era para ella y cuánto me quería, lo cual al cabo de un tiempo acabó ablandandome y haciendo que le tomara un cariño único que luego se convirtió en algo más profundo.

—Así es, me enamoré de ti, Luna —Afirmé para mí mismo— . No, no suena bien. Necesita más sentimiento...

Me levanté de mi asiento y me puse de pie frente a la ventana extendiendo una mano hacia esta.

—Luna, estoy enamorado de ti. Casemonos —Me sentí aún más tonto que antes— . No, eso tampoco, es muy estúpido. A ver...

Caminé hasta mi espejo de cuerpo completo y me arrodillé frente a él.

—Me vuelves loco, baby. Seamos felices juntos —Mientras más lo repetía en mi mente más ridículo se oía— . Qué desgracia... Soy terrible para estas cosas.

—¿Qué ocurre, Darkness? —Mi lado dramaturgo apareció detrás de mí posando frente al espejo.

—Dramaturgo... —Me incorporé y volteé para quedar frente a él— Esto... ¿Recuerdas a Luna?

—¿También te vas a declarar con ella? —Preguntó sarcástico.

—¿Algún problema con eso?

—Darkness... ¿Cuántas veces has hecho esto?

—Dos veces —Respondí cruzándome de brazos.

—De hecho han sido tres.

—¡Oye, esa ocasión cuando tenía 8 años no cuenta! —Era frustrante que me recordaran ese trauma infantil.

—Bien, como digas. El punto es que ya tienes experiencia en esto. Sabes bien lo que pasará si te adelantas a los hechos, ¿No? —Se cruzó de brazos también.

—Vamos, ¿Qué es lo peor que podría pasar? —Relajé los hombros mostrando mi desinterés en el asunto.

—Bien... —Cerró los ojos un segundo, se colocó de pie con la vista hacia la ventana con un pie apoyado en un banco frente a ella— Efímero es el momento, fugaz el deseo. En cuanto lo vemos, sentimos anhelo, una vez obtenido lo damos por muerto. Así es el alma desorientada, el sentimiento descontrolado, la máscara del corazón está en evidencia ante su capricho. Los mejores instantes son aquellos veloces, pero los gratificantes... Duran para siempre en los corazones. Igual el dolor que es incalculable, causa daño y dolor irreparable. No remes contra corriente, dijo el sabio. No apresures un amor, dijo el desdichado. Oigan mi consejo, oigan mi legado. Quizá mi experiencia en el amor les sirva de algo.

—Ah... ¿En qué idioma hablaste? —Pregunté confundido.

—Es el idioma del amor. Jamás lo comprenderías.

—Claro...

—Darkness —Giró hacia mí— , el punto es: No te adelantes. Te puedes causar mucho dolor, lo que sientes ahora es un capricho y tarde o temprano pasará y te enamorarás de alguien más. Ya te pasó antes, primero te gustaba Kuro y en segundos te morías por Guaripete, y ahora por Luna. Si sigues así llegarás a un punto en el que ni siquiera sabrás lo que es el amor de verdad.

—¿Y tú sí lo sabes?

—Darkness... Nadie sabe lo que es el amor verdadero... Hasta que lo encuentra.

—Pues yo ya lo encontré —Tomé mi bolso y caminé hasta la puerta.

—Darkness... —Me tomó del brazo— Esto es un error imprudente, te puedes arrepentir.

—Claro que no. Estoy seguro de mi decisión. Ahora apártate, tengo que irme —Me soltó y abrí la puerta.

—Bien. Luego no vengas llorando por tu fracaso —Se esfumó en una bola de humo rosa.

[.....]

Centro comercial

04-02-2022

— ¿Y cuándo llega? Ya ha tardado mucho, ¿no? — Me preguntó Piña, quien estaba sentado frente a mí revisando su celular.

— Se supone que llegaría hace media hora —Suspiré acostándome sobre mis brazos encima de la mesa—. Siempre es tan impuntual...

— Pero igual la quieres —Me miró con una seja levantada sonriendo con picardía.

— Cállate.

— Amigo, ¿Cuándo se lo dirás?

— ¿Decirle qué? —Dije con fastidio.

— Que te gusta, no seas ingenuo.

— Por favor, ella no me gusta... Sólo somos amigos —. Me levanté de mi asiento y me crucé de brazos.

— La forma en que la miras no es como amigos... —Se levantó de su silla y se acercó a mí— Es más bien... ¡Como si fuera tu presa! —¡Me tomó de ambos hombros con sus manos ejerciendo fuerza!

— ¡Aléjate de mí, idiota! —Lo empujé con ambas manos lejos de mí.

— Bueno —Cerró los ojos un momento—, sabes lo que tienes que hacer. ¡Declárate! —¡Me lanzó una mirada enérgica!

— No.

— ¡Tienes que decirle cuánto la amas!

— No.

— ¡Darle todo tu afecto!

— No.

— ¡Y entregarte a ella en cuerpo y alma hasta que la muerte los separe!

— ... No.

— Darkness... Así acabarás soltero por la eternidad.

— Me da igual. No le diré que estoy enamorado de ella —Respondí seco.

— ¿A quién? —Oí una voz detrás de mí.

Volteé para ver quién era...

— ¡Luna! ¿Cuándo llegaste?

— Hace 2 minutos con 45 segundos...

— Ah...

— En fin, ¡Hola, Darkness-samaaa! ¿Cómo estaaaaas? ¡Te extrañé muchooo! — Me abrazó fuertemente.

— Sí, yo también... —Piña en frente de mí hacia una señal con un pulgar hacia arriba con su mano derecha y una mueca ridícula.

[.....]

Me fui con Luna a pasear por el centro comercial dejando a Piña con sus otros amigos. Luna y yo conversábamos relajadamente cuando por algún motivo sacó un tema incómodo para mí.

— Darkness, ¿Cuántas novias has tenido? —Sonrió amablemente por algún motivo.

— ¿Qué?

— ¡Dime, quiero saber! —Me halaba de un brazo incesantemente.

— ¿Para qué? ¡Ya detente!

— Darkness-sama —Me soltó, se paró delante de mí y me miró seria—, es importante conocerse bien. Tengo que saber si has tenido experiencias lindas con otras chicas para no repetir esos momentos y tener salidas únicas y así no las recuerdes a ellas sino sólo a mí —Me señaló con su índice derecho— ¡Es muy importante!

— No he tenido novia jamás, ya deja la paranoia —Me crucé de brazos y cerré los ojos.

— ¡¿Queeee?! ¿No has tenido nunca una novia? ¡Yo creía que sí!

— ¿Por qué pensabas así? —Me intrigaba saberlo, era la primera vez que me decían eso.

— Es que te ves tan confiado, conversador y dulce que pareciera que pudieras conquistar a cuanta chica se te cruce en frente.

— ¡Jajaja! Confiado yo... Sí, claro, que buen chiste. Mira, no he conquistado a nadie y estoy seguro de que no podría hacerlo, hay personas que tienen ese don pero yo no soy uno de ellos.

— Pues difiero de ello. Yo creo que acabas de hacerlo —Me tomó de la mano.

— ¿Qué, de qué hablas?

— ¡Vamos a ver las películas en estreno! —Me tomó del brazo y me llevo corriendo hacia el cine.

Una vez allí nos sentamos en la recepción a comer palomitas de maíz y bebidas.

— Oye, ¿No deberíamos guardar esto para la película? —Le pregunté viendo como su tazón de palomitas estaba casi vacío.

— Mmm, nopi. ¡Hay que aprovechar cada momento! Además, me molesta esperar. Y ahora que me doy cuenta, me has tenido esperando por un buen tiempo.

— ¿Yo? ¿Esperando por qué?

— Vaya... ¡Esperando a que...! —Hizo una pausa y se quedó callada.

— ¿Qué pasa, está todo bien?

— Sí, no es nada. Estaba pensando en otra cosa —Se acomodó el flequillo del cabello delicadamente— y, ¿Qué has sabido de Kuro?

— ¿Kuro? Pues nada desde que me rechazó... —Terminando de decir la frase me di cuenta de la estupidez que hacía cometido mencionándole eso.

— ¡¿Te rechazó?! Espera un momento, ¿Por qué yo no me enteré de eso? Tengo que saberlo todo, ¡La comunicación es muy importante en cualquier relación!

— ¿Qué? No tengo por qué hablarle a nadie de mi vida privada si no quiero.

— Bueno, ¿Por qué te rechazó?

— No te voy a decir, ya fue hace tiempo y me da igual.

— Pero, ¿Estabas enamorado de ella o qué?

— No diría enamorado, era un mero capricho, a diferencia de Guaripete, con ella sí sentía algo más fuerte...

— ¡¿Guaripete, también ella?! ¡¿Pero qué fue lo que pasó, qué te dijo?!

— ¡No sé ni por qué te lo estoy diciendo, no debería revelarte nada sobre mí!

— Darkness, eso significa que me tienes confianza, y muy en el fondo... Me quieres.

Me sonrojé levemente.

— Ajá, como digas.

— ¡Oye! —Se levantó y caminó hasta mi asiento para encorvarse y quedar frente a frente— ¿Acaso no me quieres, Darkness-sama? —Sus ojos eran muy brillantes y tiernos.

— No responderé la pregunta —¡Intentaba mirar hacia otro lado pero se me hacía imposible, estaba muy cerca!

— Pues yo sí te quiero —Volteé y nuestras miradas se cruzaron. Se acercó a mí lentamente y cuando estaba muy cerca de mi cara... ¡Volteé hacia un lado y sus labios rozaron mi nariz!

Me levanté de mi asiento en dirección contraria a donde estaba Luna y tomé mi bolso.

— Darkness... —Entonó mi nombre con dulzura.

— Casi me besas.

— No, mis labios apenas rozaron tu nariz. No fue nada de eso, en verdad.

— Vamos, Luna, no nací ayer —Me volteé y la miré fijamente— No sé lo que esté pasando por tu mente, pero creo que es muy diferente a lo que hay en la mía. Vivimos en mundos distintos, una dulce princesa como tú jamás debería estar cerca de un paladín oscuro como yo.

— A mí no me importa eso —Se acercó a mí— Yo decido ver por debajo de esa armadura tosca y tenue, pues allí reside el ser más amable y bondadoso que hay, y con mucho amor para dar, sólo que...

— ¿Qué?

— No has encontrado a quien valore tu interior.

— Luna...

— Pero yo te ayudaré a descubrirlo... Si me das la oportunidad.

— No es tan sencillo. Mi castillo tiene murallas altas y centinelas y guardias peligrosos.

— Esta princesa va bien armada y entrenada —Se acercó más para darme un abrazo y asentí con la cabeza permitiéndole hacerlo.

Después de ver la película nos despedimos y cada quien se fue a su casa.

— Darkness... Me dejó sólo —Piña seguía esperándome para irse conmigo y no me acordaba.

[.....]

De nuevo en mi casa tuve tiempo para pensar en todo lo que había pasado ese día.

— ¡Casi me besa! ¡Aaaaaah! —¡Gritaba de la emoción, se me iba a salir el corazón, era la primera vez que me pasaba algo tan asombroso!

— Pero se lo negaste, tonto —Me regañó mi Lado determinado.

— Lado determinado... Volviste.

— Sí, tenemos que hablar, Darkness.

— ¿Qué sucede?

— Es sobre Lado dramaturgo —Su expresión era aterradora. Definitivamente había pasado algo malo— Tienes que acceder a tu mente y buscarlo en la sala de Experiencias memorables. Algo malo está pasando y no sé qué es, intenté entrar pero no lo logré, tú eres el único que puede entrar.

— Bien, gracias por la información.

Ya era de noche y me acosté a dormir aún pensando en qué podría ser aquello por lo cual Lado determinado estaba asustado. Él no se atemorizaba con facilidad, por lo que me preocupaba aún más lo que pudiera estar pasando.

Cuando por fin me quedé dormido, entré en mi mente volviendo a pasar por el pasillo de las memorias. Estaban presentes los recuerdos de ese día.

Seguí caminando y no había nada fuera de lo común, el acuario de lagunas mentales estaba en perfecto estado, igual que la biblioteca. Las habitaciones seguían igual, pero el ataúd de MIGO no dejaba de moverse, tenía una energía que emanaba de él y me hacía sentir débil, allí estaba el problema. No me pude acercar más así que me devolví para ir a la sala de Experiencias memorables.

Abrí la puerta sin ningún problema y allí estaba lado dramaturgo frente a una gran pantalla con los recuerdos de hoy.

— Darkness... —Lado dramaturgo volteó a verme, su rostro estaba pálido y sus ojos caídos. Tenía ojeras como de no haber dormido por semanas y estaba despeinado y desaliñado, algo que era extraño en él.

— Dramaturgo... ¿Qué ocurre?

— Darkness, te lo advertí... Pero no me hiciste caso.

— ¿De qué hablas? —Me acerqué a la pantalla para ver de qué se trataba todo aquello.

El computador gigante mostraba una única palabra encima de una foto del momento en el que Luna casi me besó.

"ENAMORADO"

Eso ponía en la pantalla.

— ¡No comprendo, ¿Qué significa eso, por qué estás moribundo y Determinado está asustado?!

— Darkness... No podemos ser felices, ya lo sabes. Te has enamorado de Luna, eso es algo bueno, muy bueno de hecho. Pero acabará matándome.

— ¡Háblame sin rodeos, dramaturgo!

— Cuando experimentas una sensación de alegría, tu mente la rechaza. MIGO... Él desea que sufras para seguir con vida. Hasta ahora incluso después de "matarlo" has seguido sufriendo y él se alimenta de ese dolor para seguir levemente activo esperando a su momento para despertar. Darkness... ¡Adelantaste el momento, MIGO dejará de existir mientras tú seas feliz y él no lo permitirá, ahora que estás enamorado hará lo que sea para acabar con tu alegría, y lo hará matándome a mí, la parte de ti que te hace sentir amor! —Se paró frente a mí con las pocas fuerzas que tenía— ¡Si MIGO muere, yo existo, si yo muero, MIGO existe, no podemos estar vivos al mismo tiempo, o sufres... O amas, no puedes hacer ambas cosas a la vez! ¡Por eso te advertí que no te enamoraras de ella, no podemos sentir amor!

— ¡¿Pero qué te pasa?! ¡Eso quiere decir que fue por tu culpa que fui rechazado dos veces, lo provocaste sólo para seguir con vida y que MIGO no reviviera! ¡Eres un egoísta, no te importó causarme ese dolor con tal de seguir existiendo!

— Si no lo hacía... MIGO hubiera despertado... ¡Tiene que haber un equilibrio entre amor y dolor, el amor es sufrido!

— ¡No me importa, me usaste para tu beneficio!

— No, Darkness... Eso lo hice por ti. No puedes sentir amor... Porque sentirás dolor. Si te enamoras cabe la posibilidad de que te lastimen, por eso... ¡Mi deber es evitar que seas amado, si eres amado MIGO se pondrá en contra y te hará la vida imposible!

— Vaya... Y yo creyendo que eras el mejor de todos. El único que se preocupaba por mí, el que quería que tuviera un amor real... No eres un poeta ni un romántico... Eres un narcisista, ¡Sólo buscas tu propio beneficio, nunca pensaste en mí!

— ¡Te equivocas! ¡Todo lo que he hecho ha sido por ti, era necesario que pasaras por ese dolor para que pudieras conocer el amor de verdad!

— ¡Estás demente! ¡Ya veo por qué el sarcófago de MIGO se movía con esa energía oscura! ¡Él es el único que me protege en verdad!

— ¿El sarcófago de MIGO... Con energía? Eso es malo... ¡Eso es malo, Darkness, tienes que escucharme, destruye ese ataúd o sino...!

¡Lo golpeé con puño cerrado y cayó al piso!

— Eres un idiota si crees que confiaré en ti... —Di media vuelta y salí del cuarto cerrando la puerta con llave.

Volví hasta el ataúd de MIGO y me paré frente a él.

— MIGO... Tú eres el único que me entiende. Es hora...

— ¡Alto ahí! —Oí una voz firme detrás de mí y volteé. Era un chico alto de cabello púrpura peinado hacia un lado con lentes y rasgos definidos y elegantes, aparentaba unos 25 años— Eso no es muy inteligente de tu parte, Darkness.

— ¿Quién eres tú?

— He venido a evitar que causes una tragedia. Soy tu lado intelectual.