Hace 1 año en la casa de Elizabeth
Sebastián se despertó lentamente, su cuerpo envuelto en unas sábanas con el diseño del líder de los Autobots. Al escuchar a su padre hablando con alguien por teléfono la curiosidad le ganó y termino levantandose, fue hacia el comedor y se encontró con su padre hablando con alguien por teléfono.
T/N: ¿Por lo menos puedes volver a casa un rato? Cada día se te nota que estás más cansada y no puedes quedarte tanto tiempo ahí... Si si se que tienes que firmar muchos papeles y hacer las prótesis pero te extraño... Y Sebastián también te extraña...
Tras colgar la llamada y frotarse los ojos T/N suspiro con un tono preocupado y levemente triste, su esposa estaba muy ocupada con la empresa y últimamente volvía más tarde a su hogar.
Sebastián: Papá estás bien?
La voz de Sebastián era gentil y baja, como la voz normal de un infante de apenas 4 años.
T/N: si, estoy bien, tu mamá va a volver un poco más tarde hoy... ¿Pero que estás haciendo despierto a esta hora?
Sebastián: Nadaa..
T/N: *sonríe* ven aquí mí vida, tienes que dormir que ya son las 2 de la mañana.
El cargo en sus brazos a su hijo suavemente y lo llevo a la cama, lo acurrucó entre las sábanas y luego prendío la estufa debido al frío que había.
T/N (pensamientos): «¿Y si Elizabeth me está engañando con otro? ...... Siempre con esa estúpida empresa de mierda, todo es como una falsa para ocultar una infidelidad...»
Al mismo tiempo en el trabajo de Elizabeth
Elizabeth bostezaba profundamente y apoyo su cabeza en su mano derecha, en su escritorio habían múltiples papeles y varias taza de café vacías. Ella estaba muy, muy cansada y hasta incluso se quedaba dormida de vez en cuando. Su trabajo como jefa de una gran empresa no era nada fácil y debido a eso había días en los que básicamente se quedaba hasta dos días en la empresa.
Elizabeth (pensamientos): «El tiene razón, debo ir a mí casa... Tengo que pasar más tiempo con ellos... Pero no puedo dejar la empresa así como así, y para peor mí suplente está más enferma que mí abuela.»
Elizabeth tocó un botón debajo de su escritorio con el cual llamaría al doctor Joseph Antón, un hombre alto con cabello mitad rubio mitad castaño con lentes y un buen cuerpo. Este último llevaba puesto unos pantalones vaqueros de color gris con un cinturón café, una camisa blanca ajustada con los primeros botones sin colocar y una corbata color negro con lunares azules.
Dr.Anton: ¿Que ocurre, jefa?
Elizabeth: Desde hoy quedas a cargo de esta empresa como mí suplente por tiempo indefinido. ¿Hay un contrato que firmar? Me llamas. ¿Hay un accidente en el laboratorio? Me llamas. ¿Entendido?
Dr.Anton: Si pero... Con todo respeto jefa, no creo que yo deba ser el que se haga cargo de la empres–
Elizabeth: Excelente. Ahora agarra tus cosas y traigas aqui, trabajaras tiempo completo hasta que yo diga lo contrario. *Se va*
Un rato después
Elizabeth volvió a su hogar a las tres de la mañana, abrió lentamente la puerta principal y entro poco a poco. Se sacó la bata de laboratorio y lo colgó en la percha que había junto a la puerta. Miro a su alrededor con intriga, las luces de la casa aún seguían prendidas.
Se dirigió hacia el comedor y ahí vio a su esposo totalmente dormido en la mesa, en su espalda había una sábana gris y en su mano derecha tenía su teléfono. Aparentemente, el se había quedado dormido esperando a su amada.
Elizabeth (pensamientos): «Este idiota...»
Ella se acercó a él y lo sacudió bruscamente, despertandolo al instante.
T/N: Mm.. Elizabeth... Hola... *Se levanta y la abraza fuerte*
Ella suspiro al sentir el abrazo de su esposo, su cuerpo relajandose entre sus brazos y cerrando los ojos sin darse cuenta. Sin embargo, Elizabeth se dio cuenta de esto y rápidamente se apartó bruscamente con las mejillas coloradas levemente.
Elizabeth: Q-que... ¿Que carajo estabas haciendo? No me digas que te quedaste dormido otra vez esperándome... Eso es tan patético que hasta me das pena.
T/N: ¿Puedo preguntarte algo, Elizabeth?
Elizabeth: Pues obvio, tonto. Habla rápido, quiero ir a dormir.
T/N: ¿Tu me... Estás engañando con otro hombre?
Los ojos de Elizabeth se abrieron en sorpresa, su semblante se quedó confundido y sorprendido, su voz volviendose un poco frágil.
Elizabeth: ¿C-como se te ocurre preguntarme algo así? ...
T/N: Si o no, Elizabeth? ¡Responde...!
Elizabeth: No, no te estoy engañando. ¿En serio tu cerebro es tan jodidamente pequeño como para pensar que te estoy siendo infiel?
T/N: ¿Pero como se que me estás diciendo la verdad? ¡Cómo se que no quieres joderme y dejarme solo!
Elizabeth: Porque a pesar de que solo eres un enorme estorbo en mí vida... ningun otro hombre me soporta como tu lo haces. Y Tal vez... Solo tal vez...*murmura* Yo te amo mucho, idiota tonto
A pesar de sus palabras, el amor de Elizabeth hacia T/N iba mucho más haya de lo que ella decía. No solo lo amaba por soportarla casi todos los días, si no por todo lo que hizo por ella en el pasado y ser uno de las pocas personas que la trataron bien en su juventud.
Discutían de vez en cuando como todo matrimonio heterosexual normal, pero se reconciliaban al instante. Los dos sabían que, a pesar de el comportamiento de cada uno, uno no podía vivir sin el otro.
En el presente
Elizabeth abrió la puerta de su habitación y se tumbo sobre la cama, bostezando profundamente mientras se acurrucaba en la cama. Ella abrazo una de las almohadas, se aferro a ella con fuerza imaginando que la almohada era su esposo. Cerro los ojos y suspiro, relajandose en la cama.
Sin embargo, escucho como una pequeña criaturita corría hacia ella y se subía rápidamente en la cama. Al abrir los ojos, Elizabeth se encontró con su hijo Sebastián justo al lado de ella, moviendole los brazos para abrazarla.
Elizabeth: Agh... ¿Que paso mí vida?
Sebastián: ¡Quiero dormir contigo mamá!
Elizabeth: Mami está muy cansada ahora, así que ve con papi...
Sebastián hizo caso nulo a las palabras de su madre y se acercó más a ella, queriendo sentir la calidez y comodidad que los brazos de su madre le daban. Sin otra opción, Elizabeth extendió los brazos lentamente y envolvío el cuerpo de su hijo entre sus brazos, acurrucandolo gentilmente.
Sebastián: ¿Estás bien, mamá?
Elizabeth: Si, estoy bien... Solo tuve un día un poco "complicado"... Pero dejame dormir un poquito y después jugaremos junto con tu papá.
Sebastián: ¡Si!
Los dos cerraron los ojos y comenzaron a dormirse lentamente, Sebastián se aferraba con fuerza a su madre y viceversa. Finalmente, madre e hijo se quedaron dormidos profundamente, los ronquidos de Elizabeth eran ruidosos y roncos, a diferencia de los de Sebastián los cuales eran suaves y bajos.
Al mismo tiempo, Lucia se rascaba la cabeza intentando encontrar alguna forma de cocinar, debido a que Elizabeth se había comido gran parte de la comida.
Lucia: ¡Diosss! ¿Y ahora que mierda voy a cocinar eh? Si cocino algo más vamos a terminar comiendo a las 4 de la tarde.
T/N: c-calmate, podemos pedir una pizza o algo así...
Lucia: Puede ser, tienes razón. ¡¡HIJOOOS!!
Ante el grito de su madre, 3 chicos bajaron las escaleras rápidamente y se frenaron frente a su madre. El mas grande era Antonio por supuesto, tenía el cabello tan largo que debía atarlo en una pequeña trenza, llevaba unos pantalones negros y no tenía camisa, esto último era para intentar impresionar a Elizabeth. El hermano del medio, Jonathan, tiene 13 años y es un poco más pequeño que Antonio, su cabello está teñido de rubio y lleva ropa olgada de color oscuro. Y finalmente está Kevin, el hermano menor, el cual herero la pequeña estatura de su padre, tiene el cabello marrón igual que su madre y lleva una ropa bastante parecida a su madre.
Jonathan: ¿Que deseas, madre?
Lucia: deja de hablarme así, ¿Quien eres? ¿Un tipo del siglo 18? ¡Jaja! Cómo sea, comeremos pizza ahora. ¿Están de acuerdo?
Los tres chicos al mismo tiempo: ¡SII!
Lucia procedió a llamar a un delivery de pizza, pidió 4 con extra queso y una con cosas "veganas" para Elizabeth. T/N miraba con odió a Antonio, enojado de que aquel chico se le insuanara a cada rato a su esposa.
((Elizabeth no es vegana, solo que la pizza común no le gusta del todo))
Lucía: Hey, T/N, ¿Elizabeth que carajo está haciendo? ¿Va a comer o no?
T/N: Uhm... Iré a ver qué está haciendo, creo que está durmiendo con Sebastián.
El fue rápidamente hacia la escalera enfrente de la puerta y subió a la planta alta, caminando por el largo pasillo hasta encontrar la habitación de el y Elizabeth, y abrió la puerta lentamente. Una cálida sonrisa se formó en su rostro al ver a su esposa y a su hijo durmiendo juntos, era algo que muy rara vez sucedia, le parecía extraño que Elizabeth estuviera un poco más cariñosa que de costumbre.
Horas después
Elizabeth se desperto de la nada, sintiendo como si hubiera dormido mas de dos días enteros. Miro a su hijo y lentamente lo acurruco en la cama intentando no despertarlo, y se sento en el borde de la cama con un leve bostezo. Estiro sus brazos y piernas mientras buscaba sus anteojos en la mesa de luz, y al encontrarlos se los colocó rápidamente debido a que no ve muy bien sin estos.
Se sentía con energías de nuevo, miro a su hijo durmiendo y lentamente se levanto de la cama mientras se acomodaba el escote. Cuando miro al largo espejo que estaba al lado de la cama, su reflejo le dio una enorme sonrisa que la dejó preocupada. No obstante, salio de la habitación y vio que todas las luces estaban apagadas, en ese momento se dio cuenta de que tal vez era muy de noche.
Ella bajo las escaleras lentamente, su cuerpo temblaba de miedo y en un momento se quedo paralizada en medio de la escalera. La oscuridad... La oscuridad le generaba tanto miedo que no podía moverse, por lo menos no sin su esposo estando junto a ella.
Quiso moverse pero no pudo, comenzo a sollozar por el miedo y poco a poco comenzo a llorar hasta que alguien proviniendo desde abajo de la escalera le habló.
T/N: ¿Amor? ¿Que estás haciendo despierta tan tarde?
Su voz la tranquilizo de sobremanera, su cuerpo reaccióno al instante y finalmente pudo moverse. Instantáneamente Elizabeth corrío hacia el y se presiono contra su pecho, ella se sentía tan segura...
Elizabeth: N-no estaba haciendo nada, solo quería... Solo quería ir a ver qué estabas haciendo.
T/N: Me fui a orinar, pensé que estabas dormida. ¿Dormiste bien? Yo me fui a acostar contigo pero estabas tan dormida que no te diste cuenta.
Elizabeth: ¿Ah? ¿Porque no me avisaste estúpido? ¡Sabes que yo siempre te aviso cuando me voy a dormir!
T/N: Es que te veias tan cansada que no quería molestarte... Además Sebastián también dormía mucho en ese momento.
Elizabeth hizo un puchero con los labios y lo miro a los ojos, no pudo contenerse y le dio un beso lleno de ternura mientras sus mejillas se sonrojaban a más no poder.
T/N: ¿Soy yo o hoy estás más mimosa?
Elizabeth: e-eso no es verdad... Yo no nunca estaría mimosa con alguien tan patético como tu...~
El la beso de nuevo, sentío mariposas en el estómago cuando sus labios se presionaron con los suyos. Envolvío sus brazos alrededor de su cuello y lo acerco a ella, los labios de Elizabeth buscaban los suyos con desesperación en busca de más besos. Poco a poco sentía un calor creciendo dentro de ella, sentía su vagina chorreando lentamente cuando el la besaba con más fuerza.
El acaricio la entrepierna de Elizabeth suavemente, lo que provocó que ella gimiera levemente. Era tanta la excitación que sus besos y su toque le daban que termino corriendose...
T/N: ¿Te corriste solo por eso? Ni quiero imaginar que harías cuando tengamos actividad amorosa de nuevo~
El corazón de Elizabeth se acelero ante sus palabras.
Elizabeth: ¡C-callate..! E-eres un...!~
T/N: ¿Quieres ir a la cama, mí vida?~
Elizabeth: U-uhm.... Si... Pero no hagas ruido, Sebastián o Lucia podrían despertarse...
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