El sol del amanecer comenzaba a asomarse por la ventana de la habitación. El cantar de los pájaros resonaba por todo el lugar. Se podía escuchar como los trabajadores de la Posada Wang Shu comenzaban a prepararse para afrontar el día.

Lo que podría llamarse una mañana como otra cualquiera, para mi fue el comienzo de un nuevo capitulo de mi vida. Un capitulo que esperaba jamás acabar. Un capitulo que, por primera vez, incluiría a alguien más que mi hermano.

Mi despertar fue lento, calmado, siempre intentando no cerrar los ojos, evitando la tentación de volver a mi mundo interno. Después de unos minutos, logre reunir la fuerza de voluntad necesaria para dejar la cómoda cama, la cual había ya nombrado como mía. Rápidamente me arreglé y vestí con mi ropa casual. Ya lista, me dispuse a salir, no sin antes despedirme de una, aun dormida, Paimon con un beso en la frente.

-No tardes mucho en despertar Paimon.-Le hablé sin esperar respuesta-

Una vez fuera de la habitación, me dirigí a la terraza superior de la Posada esperando encontrarme con Xiao. Efectivamente, una vez llegue allí, lo encontré sentado en el tejado del enorme edificio.

-Buenos días Xiao.-Saludé-

-Buenos días.-Dijo a la vez que saltaba para estar a mi altura- Dormiste bien?

-Si.-Respondí sonriente- Y tú?

Me miro con una mezcla entre extrañeza y pesadez.

-Te he dicho varias veces que yo no duermo.-Dijo monótonamente-

-También dijiste que nadie te había amado nunca y eso ha cambiado.-Hablé sonrojada- Así que eso también puede cambiar.

Él apartó un poco la mirada mientras también se sonrojaba. La luz del sol, que ya había ascendido por encima del horizonte, golpeaba con suavidad el rostro de Xiao, iluminando su piel y ojos dorados brillantemente.

-Que comparación mas tonta.-Susurró avergonzado- Tú eres más importante que dormir.

Esta vez fue mi turno de avergonzarme y desviar la mirada. Aun no habiendo demasiada diferencia de altura, me sentí tan diminuta al lado del Yaksha en ese momento.  

-Entonces porque no te has quedado conmigo toda la noche en lugar de dejarme dormir?-Pregunté yo bromeando recuperando la compostura-

El sonrojo de Xiao se incrementó un poco, pero no tardó en contraatacar.

-Eso era lo que querías?-Preguntó él a la defensiva-

Esta vez, en lugar de sonrojarme mas todavía, si es que era posible, comencé a reírme

-Porque esto se ha convertido en un "quien avergüenza más al otro"?-Pregunté riendo-

Él solo se limitó a sonreír, mientras que yo no podía parar de soltar carcajadas. Unos segundos después, logre calmarme y entablé una conversación, esta vez más normal, con el Yaksha.

-Deberíamos desayunar antes de que sea mas tarde.-Dijo él minutos después-

-Esta bien.-Respondí- Déjame que despierte a Paimon y vamos.

-Vale, os espero abajo.

Asentí y caminé en dirección a mi habitación. Una vez Paimon despertó, bajamos al comedor de la Posada, donde nos esperaba Xiao. Después de haber degustado la fabulosa comida que ofrecía la posada, era momento de partir en busca de Preservadora de Nubes. Nos preparamos lo mas rápido posible y salimos a la entrada de la posada.

-Yo buscare por los alrededores de la aldea Chingtse.-informó Xiao señalando hacia la dirección donde se encontraba- Aun no he acabado de limpiar la zona.

-Nosotras empezaremos a buscar por la Montaña Aozang.-Dije yo- Con lo que paso la ultima vez aun no hemos cubierto nada.

Xiao solo atinó a asentir. Sin más que decir me giré en dirección a la montaña, pero Xiao me tomó de la mano antes de que pudiera alejarme.

-Si ocurre algo malo, grita mi nombre.-Me pidió él- Iré lo mas rápido posible a ayudar.

No pude evitar sonreír ante las palabras de Xiao. Sentía que, desde mi hermano, nadie se había preocupado tanto por mi de ese modo. Por primera vez en mucho tiempo no me sentí tan solitaria, sin ofender a Paimon.

-Claro, lo haré.-Dije sonriendo-

Al instante Xiao desapareció. Nosotras, por nuestra parte, nos dirigimos hacia nuestro propio destino, la Montaña Aozang. Una vez allí, activé mi visión elemental y busque con ella alguna pista o marca relacionada con el abismo. Aun con varias horas de búsqueda a nuestras espaldas, no logramos encontrar ningún rastro de magia del abismo, a excepción de la tenue y casi inexistente marca que encontró Zhongli dentro del dominio de Preservadora de Nubes. Debido al esfuerzo por usar mi visión, tuvimos que parar a descansar. Nos sentamos en la mesa de centro del lago de la cima de la montaña, aprovechando la sombra que dejaba el hermoso cerezo que descansaba a su lado.

-Estas bien Lumine?-Me preguntó Paimon-

-Si, solo necesito descansar un poco.-Contesté- Es muy agotador usar la visión elemental durante tanto tiempo.

Relaje mis músculos con la intención de disfrutar la ligera brisa que surcaba el aire del relajante paraje. Mis ahora mas largos cabellos se balancearon al son del viento, mientras yo respiraba el aire tan puro que me rodeaba. 

-Vuelvo a tener el pelo largo...-Susurré- 

-Si.-Confirmó Paimon- 

-Debería cortármelo como siempre?-Pregunté al cielo- Le gustara mas a Xiao así?

Me sonroje increíblemente cuando procese lo que acababa de decir. 

-Otra vez pensando en él?-Preguntó Paimon en tono burlón-

-S-Si...

-Realmente lo amas verdad?-Preguntó ella mas dulcemente- 

Tal como decía mi compañera de viaje, realmente amaba a Xiao con todo mi ser. Sin embargo, aunque nos habíamos sincerado el uno con el otro, aun no habíamos concretado lo realmente que éramos ahora. Estaba claro que nos habíamos convertido en algo más que amigos, pero quería escuchar esas palabras provenir de el mismo Xiao. Por lo que aclare mi mente y decidí que le diría todo lo que sentía cuando volviese.

-Si.-Respondí- Creo que si.

[N/A: Mis disculpas por no haber actualizado en prácticamente un mes. Estoy pasando la que probablemente sea la peor etapa de mi vida, así que, de momento, no puedo prometer que me pasare por aquí con frecuencia. Como pequeña compensación aquí os dejo un pequeño dibujo Xiaolumi que hice hace unos días. Hasta pronto.]