Todo lo que me rodea es oscuridad. No hay una sola chispa de luz a la vista.

-Donde estoy?-Pregunto al aire- No veo nada.

Camino hacia un destino desconocido, esperando encontrar algo que discernir con mis ojos. Acelero el paso cada vez más. Mi corazón copia mis acciones y late cada vez mas rápido, llenándose de incertidumbre.

-Que está pasando?-Preguntó asustada- Que es este lugar?

Sigo corriendo hasta que escucho una voz en la lejanía.

-Quien esta ahí?-Pregunto esperanzada de encontrar a alguien-

Escucho como su voz hace eco en mi cabeza, pero no logro ver nada.

-Donde estas? Dímelo.

Mi mente se aclara y puedo entender por fin sus palabras.

-Muere...

-Que?-Preguntó asustada- Quien eres?

-Muere...

Mas voces comienzan a resonar por todo el lugar. Palabras de desesperación y desprecio abundan en mi cabeza.

-Porque vives?-Pregunta uno-

-No le importas a nadie-Habla otro-

-Acaba con tu sufrimiento-Dice un tercero-

Intento calmarme y lo consigo en poco tiempo. Lo recuerdo. Las mismas voces que escuché en el pasado, las mismas palabras, el mismo pensamiento. Me convenzo a mi misma de que puedo soportarlo.

Sin embargo, los constantes ataques logran que pierda la compostura e intente escapar de ellas.

-Dejadme!-Gritó con desesperación- Salid de mi cabeza! No sois reales!

Echo a correr de nuevo con los ojos cerrados. Pocos segundos después, me encuentro en el suelo. He chocado con alguien. Levanto lentamente la cabeza para observar el rostro de la persona. Es Xiao.

-Xiao?-Preguntó con esperanza- Eres tú?

Él me mira con desprecio. Sus ojos muestran molestia y enojo.

-Porque sigues con vida?-Pregunta él con asco en su voz-

-Eh?-Pregunto confusa- Que estas diciendo Xiao?

Escuche mi lagrimal quebrarse y sentí como pequeñas lagrimas fluían por mi rostro.

-Desaparece de mi vista.-Dice él con desprecio mientras se va-

Esas palabras fueron mi fin. Mis ojos derramaban mares de lagrimas. Mi iris perdió su color. Me encogí en el suelo. Lo habían conseguido, mi alma estaba rota. Lo único que quería en ese momento era desvanecerme. Morir era la mejor opción para mi y para todos. Me arrodillé, saqué mi espada y la apunté contra mi propio pecho. Es el final.

-Lumine-Se escucho débilmente-

Eh?-Pregunté confusa bajando la espada- Alguien me esta llamando?

-Lumine-Se escucho mas fuertemente que la ocasión anterior-

En la distancia pude distinguir como un  pequeño haz de luz comenzaba a formarse.

-Que es eso?-Pregunté mientras me levantaba-

Comencé a caminar lentamente en dirección de la luz. Cuanto mas me acercaba, mas amplio y brillante se volvía aquel destello. Cuando estuve a centímetros de distancia, una mano emergió del resplandor. Me estremecí un poco al principio, pero me comenzaba a sentir mas cómoda a medida que los segundos pasaban. Decidí tomar esa mano con la mía propia. Al hacerlo un calor familiar me envolvió. Gran parte de mi dolor se esfumó y prácticamente las voces desaparecieron. Cerré los ojos y me deje engullir por la luz, esperando despertar de esa pesadilla.

Abrí mis ojos lentamente, mientras estos se acostumbraban a la claridad del lugar. La silueta de Xiao se interpuso en mi vista.

-Lumine.-Me llamaba él agitando mi cuerpo-

-Xiao...-Hablé débilmente-

Seguidamente, me ayudo a reincorporarme y me apoyo suavemente en la pared. Observé con detalle la habitación donde nos encontrábamos ambos. Madera de roble cubría tres de las cuatro paredes del lugar, la restante estaba formada por barrotes de metal. Dentro de la habitación había una litera con aspecto antiguo, una pequeña ventana también cubierta de barrotes y un pequeño rincón en el que había un retrete de escasa pulcritud.

Redirigí mi mirada hacia el Adeptus, quien me miraba con preocupación.

-Estas bien Lumine?-Preguntó él- 

-Si, creo que si.-Respondí aun débil- Que ha pasado?

-Aether nos trajo a esta especie de celda después de nuestra batalla.-Comenzó a explicar- Cuando desperté, tu aun seguías inconsciente. Decidí esperar a que despertaras, pero comenzaste a actuar extraño. Te movías constantemente, sudabas mucho y no parabas de gritar.

-Ya veo.-Dije asimilando sus palabras- Lo siento, tuve una pesadilla.

-Una pesadilla?-Preguntó él-

-Si.-Respondí- Estaba sola, en un lugar muy oscuro. De la nada, comencé a escuchar voces que me susurraban cosas horribles. Intenté escapar de ellas pero choque contigo. 

-Conmigo?-Preguntó extrañado-

-Si.-Continué- Me mirabas con desprecio mientras repetías las mismas cosas que decían las voces de antes. Después, vi una gran luz. Fui hasta ella y desperté al cruzarla.

Él, me observo con pena, como si entendiera el sufrimiento que acababa de pasar hace escasos minutos. Yo le miré con incertidumbre mientras esperaba sus palabras. 

-No te preocupes Lumine.-Dijo el Adeptus- Solo ha sido una pesadilla. Yo jamás te trataría de esa forma. Puedes estar tranquila.

Me sonrió para seguidamente estrechar nuestras manos y apoyar su frente en la mía. En ese momento, sentí la calidez del verdadero Xiao, no la frialdad del Xiao de mi sueño. La calidez que siempre me había reconfortado desde que llegue a Liyue. La calidez de mi preciado amor. 

-Lo se Xiao.-Hablé devolviéndole la sonrisa- Lo se.

Pasamos unos minutos mas en esa posición, hasta que escuchamos una voz proveniente del exterior de la celda.

-Un sentimiento reconfortante alberga en el interior de ambos, cierto es.

Xiao se separo de mi lentamente para, seguidamente, observar a la dueña de la voz en cuestión.

-Lo has conseguido?-Preguntó él-

-Asi es, mi querido Alatus.-Respondió ella-

-Esa voz...-Hablé yo- No puede ser.

Me asome a los barrotes con lentitud, esperando confirmar mis sospechas sobre la identidad de la propietaria de dicha voz. Mi mirada atravesó la sala hasta el extremo opuesto, donde se ubicaba otra celda exactamente igual a la nuestra. En ella se hallaba la Adeptus tan buscada por todos.

-Preservadora de Nubes?!-Pregunté yo alzando un poco la voz-

-A tu servicio Viajera.-Respondió ella-

-Pero que haces tu aquí?-Pregunté de nuevo-

-No es el momento de hablar viajera.-Respondió ella- Debemos salir de aquí cuanto antes.

Dicho eso, Preservadora abrió sin problemas la puerta de su celda y hizo lo mismo con la nuestra.

-Asombroso Preservadora de Nubes.-Agradeció Xiao- No esperaba menos de ti.

Observe con confusión a ambos.

-Que es tan impresionante?-Pregunté con ignorancia- Solo ha abierto la puerta.

Xiao sonrió tiernamente ante mis palabras antes de responder.

-La celda completa estaba cubierta con un hechizo protector.-Explicó Xiao-

-Mientras me retenían aquí, pude analizar la magia que revestía las celdas.-Habló Preservadora- De este modo desarrolle un contra-hechizo para poder escapar cuando fuera necesario.

-Ya veo.-Respondí- Y tu no podrías haber hecho nada Xiao?

-Aun me estoy recuperando de nuestra batalla anterior.-Explicó él- No quería gastar el poco poder que me queda.

Lo miré un poco preocupada. La batalla con mi hermano supuso un gran desgaste para Xiao y las consecuencias de ser derrotado de una forma tan aplastante aun seguían en él. Sin embargo, prácticamente como si me hubiese leído la mente, Xiao me dedicó una sonrisa tranquilizadora para que no me preocupase tanto. 

-Deberíamos irnos lo antes posible.-Sugirió Preservadora- Antes de que venga alguien.

-Si.-Respondí-

No obstante, al intentar ponerme en pie, sentí un gran dolor recorrer todo mi cuerpo. Tanto así, que tuvo que arrodillarme de nuevo. 

-Estas bien Lumine?-Preguntó Xiao acercándose alarmado-

-Eso creo.-Respondí con dolor- Parece que yo tampoco me he recuperado de nuestra pelea.

Rápidamente, Preservadora de Nubes se acercó y me subió a su espalda.

-No te preocupes Viajera, te llevare conmigo.-Dijo ella-

-Gracias.-Agradecí débilmente-

Xiao me observaba con tristeza mientras comenzábamos a avanzar en busca de una salida.