Capitulo 1 | Un encuentro predestinado
Después de lo sucedido con Dainsleif y con mi hermano, quise proseguir mi viaje dirigiéndome hacia la siguiente nación mas cercana a Liyue, Inazuma, gobernada por la Arconte Electro. Sin embargo, mis amigos de Liyue me advirtieron del decreto de captura de visiones y del cierre de fronteras y me aconsejaron esperar un poco antes de partir. Sin mas remedio, decidí quedarme un poco mas de tiempo en Liyue.
Me dirigí hacia la Posada Wang Shu junto a mi fiel compañera de viaje y comida de emergencia Paimon, esperando poder descansar de los sucesos que habían ocurrido recientemente.
-Que estará pasando en Inazuma para que tengan que cerrar la frontera?-Se preguntó Paimon-
-Es imposible saberlo-Contesté- Seguramente tengan sus propios problemas. Pero dejemos de pensar en eso. Debemos aprovechar este tiempo para descansar lo máximo posible.
-Si, estoy agotada!-Dijo ella- Tantos Fatui y dioses no son fáciles de combatir.
-Es verdad, además, flotar debe de ser muy agotador.-Comenté en tono burlón-
-Claro que lo es!-Exclamó ella-
Ambas reímos por mi broma y continuamos nuestra andadura hacia la posada. Minutos mas tarde, logramos deslumbrar el enorme edificio a la distancia.
-Hemos llegado!-Gritó Paimon feliz--
Comenzó a acelerar el vuelo hacia la posada mientras yo me limitaba a sonreír y seguirla a paso lento. De un momento a otro, sentí como si una gran fuerza me aplastase y me detuve en seco.
-Lumine?-Me llamó Paimon-
Comencé a sentir una gran presión en la cabeza a medida que pasaban los segundos. Voces que no lograba reconocer retumbaban en mi cabeza susurrándome pensamientos malvados e impuros. Perdí el equilibrio y caí al suelo fuertemente, asustando a Paimon en el proceso.
-Lumine! Que te pasa?
Me retorcía en el suelo a medida que el dolor y las voces se hacían mas fuertes.
-Por que sigues con vida?-Susurró una de las voces-
-Nadie te ama.-Susurró otra-
-Acaba con este sufrimiento-Susurro una tercera-
Pocos segundos mas tarde todo cesó. Me levante como buenamente pude e intente procesar lo que acababa de ocurrir.
-Estas bien Lumine?-Preguntó Paimon preocupada-
-C-Creo que si. No se que ha pasado.
Intente caminar, pero al dar el primer paso mi cuerpo se dejo caer hacia el lado derecho. Por suerte, Paimon pudo evitar mi caída.
-No puedes caminar.-Aclaró Paimon- Descansemos un poco.
-V-Vale
Encendimos un pequeño fuego para alejar a los posibles hilichurls que se acercasen y me tumbe en la hierba. A los pocos segundos, me dormí. Cuando desperté, sentí como si me hubiera quitado un gran peso de encima. Por el color rojizo del cielo deduje que no faltaba mucho para que anocheciera.
-Has dormido bien?-Me preguntó Paimon-
Pude ver a mi mejor mejor amiga a mi izquierda, preocupada.
-Muy bien.-Respondí levantándome- Creo que ya puedo caminar.
-No te esfuerces mucho vale?
-Si-Respondí acariciándole el pelo-
Después de recoger nuestras pertenencias, pusimos rumbo a la Posada Wang Shu. Logramos llegar sin dificultades en pocos minutos. Nos dieron una gran habitación para las dos en el piso superior y subimos rápidamente a instalarnos. La habitación era muy espaciosa y tenia una gran cama matrimonial en el centro, perfecta para nosotras dos.
Un par de horas mas pasaron y era el momento de dormir. Paimon no tuvo problemas para ello, pero mi cuerpo no tenia la mas mínima intención de cerrar los ojos. Con cuidado de no despertar a Paimon, decidí salir a la terraza del piso superior de la posada. Una vez allí, me apoye en la barandilla y deje que la brisa peinara mi cabello suavemente.
-Que hermosa noche.-Se escuchó-
Me sorprendí ante el sonido de las palabras de otra persona. Busque con mi mirada quien había hablado pero no pude distinguir a nadie.
-Aquí arriba.
Obedeciendo a la voz en cuestión alce mi mirada y vi al ultimo de los Yaksha, el Adeptus Xiao, observarme desde el techo.
-Xiao.
De un pequeño brinco, bajo hasta mi.
-Hola de nuevo Lumine.
-Cuanto tiempo Xiao.-Lo saludé-
Me devolvió el saludo antes de hablar.
-Que estas haciendo aquí?-Me preguntó- No deberías partir hacia Inazuma?
Lo mire un poco confusa.
-No se pude ir a Inazuma ahora mismo Xiao.-Respondí volviéndome a apoyar en la barandilla-
-Porque?-Preguntó imitando mi gesto anterior-
-No has oído hablar del cierre de fronteras?-Le pregunté sin creerme que no supiera nada-
-No.-Negó rotundamente-
-Del decreto de captura de visiones?
-No.
-Sabes siquiera algo de Inazuma?-Pregunté con poca esperanza-
-No me interesa saber nada.-Respondió secamente-
Baje mi mirada y resople un poco, perdiendo totalmente la poca esperanza que me quedaba.
-Soy un Adeptus, un guardián Yaksha, el ultimo de ellos de hecho.-Habló Xiao- Para mi, Liyue lo es todo. No me interesan en absoluto otras naciones como Inazuma o Mondstadt.
Mi mirada se alzo de nuevo y se encontró con la de Xiao. Sus ojos me dijeron que sus palabras eran sinceras y salían de su corazón. No pude evitar sonreír, realmente amaba a Liyue. Continuamos hablando un par de minutos mas, hasta que el sueño llego a mi poco a poco.
-Lo he pasado muy bien Xiao pero tengo mucho sueño. Creo que me voy a mi habitación-Dije bostezando-
Sin esperar respuesta, me gire y marche hacia el lugar donde dormía mi compañera de viaje.
-Buenas noches.-Dijo Xiao antes de desaparecer-
Llegue a mi habitación rápidamente y al entrar encontré a Paimon en el suelo abrazada a la almohada. No pude evitar soltar una risa por lo bajo antes de recogerla y colocar todo adecuadamente. Una vez hecho eso, me acosté.
-Parece que no estaremos solas los próximos días.-Dije mirando a Paimon mientras ella dormía plácidamente- Le preparare un tofu de almendras para agradecerle por lo de hoy.
Sonreí ante la idea que acababa de tener.
-Buenas noches Paimon.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro