"Consecuencias"

LUCAS

Es viernes por la tarde, la cafetería se encuentra atestada de gente y no me quiero imaginar dentro de unas horas cuando los chicos de la preparatoria salgan de clases.

He intentando volver a ver a Emma en el transcurso de la semana  pero ha sido en vano ya que parece un fantasma porque no la he podido volver a ver desde el día que llego con su hermano.

—Un Americano con un rodaja de pastel de chocolate para la mesa doce, por favor— pido a Kate una de mis compañeras de trabajo que recibe mi orden para comenzar a preparar.

Me quedo mirando a la multitud de gente que cada vez llega sinceramente desde que comencé a trabajar hace unos meses la cafetería comenzó a tener mas fama de lo normal.

Las chicas que llegan en su mayoría no paran de mirarme cosa que me encanta.

— ¿Cansado White?— Escucho a Kate sacándome de mis pensamientos mientras veo como me entrega mi orden.

— Un poco — admito ya que desde que desde que inicie mi turno no me he sentado y haber trabajo pierna esta mañana no es de gran ayuda.

— Caminar es bueno para el cuerpo chico fitness — se burla a lo que ruedo los ojos para hacer un además con la mano y llevar la orden a su respectiva mesa.

La puerta se abre así que me giro para ver quien ha llegado, para mi sorpresa es Emma llegando con Samanta.

Nunca me imagine llegarlas a ver juntas

Una extraña combinación que podría llegar a ser buena.

Ambas llevan su uniforme todavía así que me imagino que apenas han salido de clases.

—Hola, guapo — me saluda Sam con una sonrisa coqueta reparándome de pies a cabeza — Estas cada día mas sexy — dice mordiéndose el labio inferior ocasionando que suelte una carcajada.

Sam es un odisea, la conozco desde el primer día que inicie a trabajar ya que me robo un beso una vez que termine mi jornada de trabajo por una especie de apuesta que hizo con una amiga.

Termino ganándose cincuenta dólares que termino mostrándomelos el día siguiente.

— Mi fama lo amerita — contesto guiñándole un ojo a lo que suelta una sonrisa divertida.

—Nunca cambias, eh? — dice a lo que solo le dedico media sonrisa para centrar mi mirada en Emma — Ah.. Emma, el es mi amigo Lucas — la presenta a lo que solo asiente sin ningún interés.

Mi querida bruja apareció.

Sera una tarde divertida.

—Ya nos conocemos — dice Emma para notar el rostro de sorpresa en Sam.

—Enserio? Desde cuando?

—Hace poco tiempo — digo — En realidad es mi conquista.

Noto como el rostro de Sam se ilumina por completo al escuchar mis palabras a lo que Emma solo me fulmina con la mirada.

—Por idiotas como tú es que las chicas quieren estar solteras — dice de forma tajante Emma mirándome a los ojos de forma desafiante.

Me encanta.

—Lucas! — la voz del señor Ortiz resuena en mis oídos y se perfectamente que me va a llamar la atención una vez más.

Las chicas se despiden una vez que ven al señor Ortiz acercándose a mi para ir a sentarse en una mesa desocupada.

Luego de unos minutos de llamado de atención del viejo Ortiz sigo con mi trabajo entre pedidos que van y vienen sin previo aviso, entran personas mientras otras desocupan el lugar.

Me encuentro con el pedido de las chicas en la bandeja llevándoselos cuando a mitad de camino el cuerpo de una chica choca de forma brusca conmigo ocasionando que terminemos en el piso por el impacto.

Maldita sea!

Este no es mi día.

Varios trozos de vidrios se encuentran en el piso sin mencionar como me encuentro todo pegajoso del café.

Alzo un poco mi rostro para darme cuenta que se trata de la bruja que ha chocado conmigo.

La miradas de todos se encuentran encima mío ante la escena que hemos hecho.

Me levanto del suelo ayudando a la bruja que se encuentra algo avergonzada.

—Si querías estar mas cerca de mi me hubieras avisado antes de tirarte encima mío — digo en forma de broma guiñándole el ojo cuando siento una bofetada en mi mejilla que me toma por sorpresa.

—Es que eres un imbecil — masculla dejándome confundido para solo quedarme mirando como abandona la cafetería con Sam corriendo tras de ella en busca de su amiga.

Que mierda.

Intento ser bueno y me gano esto.

El señor Ortiz me ordena limpiar todo y de que me descontara todo de mi sueldo.

Joder!

******

El frio de la noche que ha comenzando a llegar es lo único que me mantiene unos segundos a flote dentro de un par de horas mas cerramos y ahora me encuentro descansando un poco en el callejón donde sacamos la basura.

No es el mejor lugar pero me he quedado una vez que saque las ultimas bolsas.

—Lucas! — El grito de una rubia aparece en mi cambio de visión cuando veo a Sam llegando corriendo hacia mi.

—Practicando para un maratón querida? — Pregunto en forma de broma para ella negar mientras trata de recuperar el aliento.

—Idiota, no encuentro a Emma

—Me estas jodiendo — contesto pero niega esta vez con el rostro preocupado.

—Salí tras de ella pero de un momento a otro no la vi mas.

— Estas segura Sam? 

—Joder! Lucas, no se donde carajos esta Emma — escupe de forma tajante  desesperada y esta vez si me preocupo — Soy la única con quien trata y ella no conoce la maldita ciudad.

Joder!

Esta chica, me va a sacar canas antes de tiempo.

Le pido las indicaciones a Sam de la ultima vez que la vio para echarme a correr por el vecindario tratando de encontrarla.

Espero que no le ocurra nada.

Pasan un par de minutos en realidad no tengo idea solo se que ya mi cuerpo siente el frio de la noche aumentando y no he podido encontrarla.

Ya he caminado por todas las partes que se me han pasado por la cabeza desde el parque mas cercano que estaba como a cinco cuadras de la cafetería hasta los locales cercanos y no he dado con ella.

En ese momento llama mi atención los callejones que se encuentran cerca del parque.

Maldita sea.

Me echo a correr sin pensarlo dos veces, camino con cautela ya que este lugar no es el mas sano.

Un grito capta mi atención y hace que acelere el paso hasta que puedo reconocer un par de voces.

—¡Aléjate de mi! — grita con violencia y puedo reconocer que es una voz de una chica.

Mierda.

Corro en medio de los callejos y cada vez que avanzo las voces comienzan a escucharse mas cerca

—Ven, yo te enseño el camino a casa muñeca— Escucho una voz masculina que hace que me hierva la sangre.

—Aléjate!! — escupe la chica y puedo reconocer por completo que es la voz Emma.

Ja! La chica tiene agallas.

Lo sabia desde el momento que se atrevió a contestarme luego del salvarla ese día.

—Vamos muñeca, conmigo serás feliz.

Que hijo de perra.

Doy con un callejón sin salida y maldigo internamente.

—Muévete sino quiere sufrir las consecuencias! — escucho como grita desesperadamente y no se que mierda hacer ya que se encuentran del otro lado del muro

—Vamos muñeca, solo quiero que nos conozcamos

— No te acerques — exige y es cuando comienzo a mirar desesperadamente por donde diablos pasar por el otro lado.

Corro por el callejón hasta que encuentro lo que parece ser una reja de alambres logro verla de reojo con un hombre robusto casi encima de ella.

La alarma se enciende en mi sistema y comienzo a ver alguna forma de escalar la malla de alambre pero no encuentro alguna forma hasta que noto como en una esquina se encuentra un agujero.

Un sonoro grito hace que se apresure y paso del otro lado sin importar como los alambres de púas comienzan a rasgar mi ropa sintiendo el roce de alguna púas rasgando mi piel.

—EMMA! — grito a todo pulmón al ver como el hombre trata de irse encima de ella y ella responde de inmediato dándole un puño en la nariz dejándolo tirado en el suelo a unos metros.

Puedo jurar que le ha roto la nariz por la forma en que esta agonizando del dolor.

Joder! Pero que chica.

—Le has roto la nariz — digo mirándola perplejo e impresionado que alguien como ella llegara actuar así.

—Defensa personal — contesta encogiéndose de brazos en un gesto despreocupado — Mi siguiente movimiento iba a ser en sus testículos pero tuviste que llegar.

—Genial! — digo quedándome sin palabras mirando al viejo verde tirado en el piso unos segundos — Te encuentras bien?— pregunto esta vez acercándome a ella con cuidado a lo que asiente — Sam te anda buscándote como loca.

—Me imagino. Debí de haber doblado en la esquina equivocada y luego no sabia como salir de aquí.

—Ten mas cuidado — admito ya que por un momento pensé que no iba a poder encontrarla.

—Deberías de escuchar tus consejos chico — dice a lo que hago el ceño fruncido y Emma señala mi brazo izquierdo que se encuentra lleno de sangre.

Carajo!

Debí de haberme cortado cuando estaba pasando los alambres de púas.

—Hay sangre en tu uniforme — dice mirándome con cautela con la mirada algo perdida por unos segundos.

—Me debes un uniforme nuevo señorita — Menciono con la intención de relajar un poco el ambiente entre los dos—  primero termino todo mojando cuando evito que te atropellen luego chocas conmigo y ahora me corto cuando intento encontrarte es demasiado trabajo para esta belleza.

—Mejor camina y enséñame la salida antes de estar quejándote — exclama para comenzar a caminar.

—No tienes corazón!

Comienzo a caminar tras de ella para solo verla como me saca el dedo del medio.

—Definitivamente no tienes corazón — Me quejo 

— Cuando hubo repartición de corazón se olvidaron del mío querido delincuente.

Esta chica definitivamente me va sacar canas antes de tiempo.

Eso me encanta.

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Adjunto imagen de Sam