" Discusiones "

LUCAS

El ruido insistente de mi alarma me hace despertar del sueño.

Muevo uno de mis brazos hasta que logro agarrar mi celular y lograr desactivar la alarma.

El quejido en medio del abrumador sueño en que se encuentra el cuerpo de mi chica dormida en mi pecho no pasa desapercibo.

Una sonrisa tonta me asalta al recordar que se ha quedado dormida conmigo a pesar de que no ocurrió nada mas entre nosotros.

Su cuerpo se encuentra envuelto en una de mis camisas que apenas le llega a sus muslos dejando sus piernas al descubierto mienta yo solo he dormido con mis bóxer

Al inicio se negaba a dormir conmigo solo en bóxer pero al final se termino quedando dormida en mis brazos.

Su cuerpo  completamente dormido en mi pecho me hace querer no dejarla ir nunca de mi lado.

Esa parte posesiva por alguna razón se activa una vez que se encuentra al lado mío.

En mi mente solo vaga por unos segundos sus besos de la noche anterior y el sonido de sus gemidos que me vuelven loco.

Acaricio su cabello notando como ladea un poco su rostro y se ha despertado un poco.

Noto como su cuello y parte de su clavícula están a la vista así que le brindo una estela de besos húmedos para escucharla reír ante mis caricias.

— Puedo jurar que serias feliz pasando el día besándomea, cierto? — la escucho decir con la voz algo adormilada a lo que asiento con una sonrisa tonta en mi rostro.

— Con una mujer tan hermosa como podría resistirme a tenerla para mi en mi cama todo el día— contesto con cierto aire juguetón a lo que ella sonríe.

— Eres un cursi, Lucas White.

— Solo contigo — admito d
besandándola notando el ligero sonrojo en su rostro— ¡Por dios! Eres la mujer mas hermosa.

— ¡Basta! Eres un mentiroso cariño— exclama con cierta sonrisa en su rostro pero niego.

— No miento — admito acercándome a ella abrazándola un poco — Eres hermosa, me encanta cada parte de ti, cuando te enojas y me retas, cuando me besas, cuando eres inocente y a la vez sexy.

Atraigo su cuerpo hacia mi como acto sintiendo su pecho chocar con el mío y la sonrisa juguetona en su rostro.

— Así que soy sexy querido novio— susurra en mi oído — Y que mas te gusta de mi?

— Todo — contesto y puedo sentir su mirada picara en mi— Tus mejillas que se sonrojan cada rato — digo y las besos como para probar mi punto ya que me encanta logrando que ría— Tus labios que me vuelven loco.

La beso sin mas y ella responde a mi acto contestándome con la misma intensidad haciendo que me caliente un poco.

— Tu cuerpo están ardiente — susurro en su oído notando como se sonroja.

— Tonto — dice acariciando mi cabello con delicadeza dejándome hipnotizado por unos segundos— Tengo que irme. Las clases comienzan en un par de horas.

— Quédate, pasemos el día juntos por el día de hoy — Propongo notando como juguetea un poco en mi abdomen pero niega.

— Mis padres me mataran si no llego a clases, no puedo faltar.

— Diles que amaneciste enferma.

— No puedo, mis padres son cirujanos esa excusa nunca la pude hacer a pesar de que fingía mis síntomas siempre me descubrían y me mandaban a clases.

— Pobre de ti, era adrenalina pura cuando fingía que estaba enfermo y al final me salía con la mía con mi madre.

— Mi madre con solo verme sabe si estoy enferma o no.

— Lastima, pensaba invitarte a desayunar y luego llevar a la playa a pasar el día.

— Tengo clases aunque puedo llegar un poco tarde — Me mira con cierta picardía y noto como se mueve para sentarse sobre mi regazo quedando encima mío.

— ¿Que piensas hacer? — Pregunto ya que ese tipo de posiciones dejan mucho a mi imaginación.

— Divertirme un rato — murmura acercándose a mi para besarme puedo sentir como sus manos acarician mi abdomen con delicadeza y van bajando hasta pasar por mi bóxer acariciando mi miembro.

Cierro los ojos al sentir sus manos cálidas acariciando mi miembro y suspiro un poco tratando de controlarme.

— Te gusta tentarme, he? — exclamo con aire divertido ante su caricia tratando de controlar mi compostura

— Para ti es una tentación— contesta en mi mismo tono para sentir como su caricia aumenta.

— Si. Porque no puedo hacerte mía— digo conteniendo el aliento al sentir como comienza a dejar besos húmedos por mi abdomen— Anoche no te hice mía por cuidarte pero juro que si no te detienes voy a terminar lo que empecé

— No lo harás — Murmura agallándose un poco para besar mi pecho mientras sigue con su caricia en mi miembro  — Recuerda que me cuidas mucho para hacerlo sin condón 

Como la odio puedo jurar que todo lo hace para castigarme y terminar dejándome caliente ya que sabe que no seria capaz de hacerle el amor sin protección.

En un gesto rápido agarro su mano para detenerla antes de no poder controlarme y que me siga torturando.

—  Eres un aburrido— se queja mirándome unos segundos haciendo un puchero.

— ¿Yo? Aburrido. ¡Por favor!

— Claro que si. No dejas brindarte amor.

— Me estabas torturando — digo ofendido ya que voy a necesitar una ducha helada ahora pero solo se encoje de hombros en un gesto despreocupado ya que se que le encanta tentarme.

— Solo era un pequeño juego.

— ¿Un pequeño juego? Te parece si yo también juego — En un movimiento rápido aprovecho para intercambiar los papeles para poder quedar encima de ella.

La mirada de sorpresa se cuela por sus ojos mirándome con cierto terror.

— Pero que?... — pronuncia con sorpresa pero la beso con fuerza sintiendo como gime al sentir mi mano acariciando uno de sus senos sin permiso ya que no puedo contenerme más.

— L-Lucas — susurra en un hilo de voz pero solo sigo besándola con fuerza  acariciando su cuerpo por encima de la camisa que lleva puesta

— Sigues pensado en seguir jugando querida— susurro en su oído para verla suspirar ante mis caricias que se encuentran en todo su cuerpo.

— Si — dice con una sonrisa burlesca y comienzo a bajar mi caricia con lentitud por su abdomen quitando a la vez varios de los botones de su camisa para dejar su cuerpo expuesto — Amor.. tengo clases — ignoro su pedido para volver a besarla ya que me ha provocado y quiero venganza  — Cariño. Tengo clases...

— ¡Al diablo con la clases!

La beso con fuerza escuchando un gemido de su boca al comenzar acariciar cada parte de su hermoso cuerpo.

****

Estoy molido

Solo quiero llegar a mi apartamento y quedarme dormido.

Hoy estuvo la cafetería atestado de gente todo el día por mas que quería faltar en mi día de descanso me toco ir ya que varios compañeros se encontraban enfermos.

Apenas y tuve tiempo de almorzar un poco para poder completar mi jornada.

Lo único que alegro mi tarde fue la visita de mi chica al lugar cuando terminaron las clases.

Las puertas del ascensor son abiertas y salgo para caminar por el pasillo hacia mi apartamento. Una vez que logro visualizarlo abro la puerta para ingresar en el.

La luces se encuentran encendidas así que lo mas seguro es que se encuentre Leo en casa.

Camino por el  pasillo para ir hacia mi habitación cuando noto el ruido de la televisión en el living.

Maldigo internamente cuando noto el cuerpo masculino recostado en uno de los sofás mirando la televisión.

El parece notar mi presencia así que apaga la televisión y centra mi mirada en mi.

La misma mirada de decepción, molestia y desagrado que me ha brindado los últimos años.

— ¡Al fin llegas! — exclama mi padre  colocándose de pie caminando despacio hacia mi — Es tarde, acaso estabas con alguna de tus mujeres con quien te diviertes.

Suspiro un poco conteniendo la ira que siento en mi sistema de solo saber que se encuentra en el apartamento molestándome una vez mas.

— Eso no es tu incumbencia ¿Qué haces aquí? Como has ingresado al apartamento padre — las palabras salen de mi boca pero lo único que quiero es que se vaya en este momento, no quiero mas discusiones y problemas con él ya que no vale la pena.

— El apartamento es mío, te recuerdo querido hijo — dice y me muestra un par de llaves en sus manos.

¡Carajo!

Pensé que mamá se había quedado con el apartamento cuando se divorcio de el.

— Tranquilo no vine a echarte del lugar, no soy tan cruel. Al final soy tu padre.

— ¿Que necesitas? — pregunto con la mirada fija en el en busca de algún inicio de querer marcharse.

— Vine a saludar de nuevo ya que la ultima vez habían muchas personas en el lugar.

Lo mismo de siempre, que estará planeando esta vez.

— Ya me vistes y me saludaste te puedes ir a tu casa Coronel White — Pido de forma calmada antes de solucionar las cosas a golpes.

— ¡Por dios! Y es ese mal genio Lucas, acaso te hace falta tu dosis diaria de polvos para poder funcionar.

— Ya no me drogo — contesto a la defensiva ya que es cierto llevo meses limpio y sin tomar una sola gota de alcohol

— Un drogadicto nunca deja de ser un drogadicto querido hijo — contrataca pero hago caso omiso a sus palabras ya que no me interesa saber nada de el y  mucho menos tolerar a una persona que simplemente su única forma de vivir es como la que él desea

— Si eso es lo que crees, adelante. Sigue creyendo que tu hijo es un hombre perdido y drogadicto que no sirve para un carajo.

—  Eso lose desde hace mucho tiempo. Siempre supe que les hacia falto mano dura para que no se llegaran a escariar como tu lo has hecho — dice pero solo me encojo de hombros — Tu madre es la culpable de que terminaras en este estado siempre supe que no estabas preparado para vivir solo y mira toda la mierda en que te has convertido.

— Si soy tan mierda para ti. Que carajos! Haces aquí? Tu hijo Lucas hace un buen tiempo murió.

— Lastimosamente solo eres un infeliz mediocre y tu hermano sigue tus mismos pasos. Definitivamente tuve unos hijos perdedores que ni llegaría aceptar bajo mi cargo si hubieran aceptado mi plan de unirse al ejercito en vez de estar perdiendo su tiempo estudiando.

— Eso siempre fue lo que quisiste, cierto? Que siguiéramos tus pasos y que tuvieras mas de que alardear al tratar de que fuéramos los mejores una vez adentro.

— Si! Pero tu madre se negó a que te unieras al ejercito bajo mi mando y mira en la escoria en que te convertiste.

— Basta! No tengo cinco años Coronel White y no puedes tomar las decisiones de mi vida. Trabajo y me mantengo yo mismo sin incluir que siempre fui un buen hijo con las mejores calificaciones no puedes restregarme dos años de errores en mi vida  todo el tiempo sin olvidarte del resto de cosas buenas que hice.

— Lucas, solo eres un mediocre y vez pensando en un nuevo sitio en vivir si no tratas de hacer las cosas como quiero.

— Disculpa? El apartamento lo compraron entre los dos y se lo quedo mi madre tras el divorcio.

— Eso es la versión que te contaron. No la verdad perdedor — Me mira unos segundo para echarse a caminar hacia la salida.

El hijo que hace años exaltaba entre sus compañeros de trabajo murió hace un buen tiempo. En realidad crecí y me di cuenta que no quería ser como mi padre igual que mis sueños son distintos.

Mi padre siempre alardeaba de mi en sus típicas reuniones cuando estaba en casa acerca de lo que deseaba que fuéramos parte de su escuadrón una vez que cumpliéramos a edad suficiente para unirnos al ejercito.

Al inicio no le prestaba atención pensaba que era broma todo lo que decía hasta que termine la preparatoria y decidí venir a la universidad.

Al inicio lo acepto pero luego cuando que descubrió con una chica en mi habitación  bajo las sustancias del alcohol y las drogas en las que pasaba consumiendo dejo de hablarme luego todo se vino en picada en la casa donde mis padres terminaron divorciándose

Leo recibió la peor parte ya que el enojo que el Coronel White sentía en mi se la desquito con mi mamá la cual termino sufriendo.

A veces me hubiese gustado cambiar el pasado. No haberme equivocado pero las decisiones que tome no las puedo cambiar.

El ruido de la puerta cerrándose luego de unos minutos se escucha dando aviso a que se ha marchado por fin.

Al final no sé si enojarme con él o conmigo mismo ya que a veces me siento como un idiota