POV AUTORA:

5 años antes del nacimiento de Atenea...(yakarta, indonesia)

Una horrible tormenta azotaba la ciudad, los truenos resonaban estremeciendo a todos los que los escucharan pero en una pequeña casa, dos pequeñas intentaban calmar a su querido padre quien no había dejado de tiritar de los nervios desde que su madre había entrado en labor de parto.

La mayor, margaret, de tan solo 10 años le tendió a su padre una taza de té mientras que su hermana menor, rosally de 6 años, se mantenía abrazada a su padre pues los gritos de su madre combinado con los fuertes rayos de la tormenta los tenían con los nervios a flor de piel y así estuvieron por mas de 3 horas hasta que finalmente en el momento en que un gran relámpago se dejo escuchar por todo el pueblo, escucharon el llanto de un bebe inundar todo el cuarto. Al momento vieron salir a la partera y de inmediato los cuatro entraron a la habitación encontrandose con la bella mujer que era su madre con un delicado bulto en los brazos, su padre fue el primero en acercarse y cargar a la bebe, parecía maravillado con su hija mas pequeña y después se arrodillo para que las mayores la vieran.

Al verla, quedaron completamente maravilladas, su pequeña hermanita aun tenia la piel rosa, se podían ver unos pequeños cabellos negros herencia de su padre, pero sus ojitos las dejaron cautivadas, eran como el cielo despejado. Eran perfectos y peculiares, las tres eran peculiares, aun siendo hermanas, habían heredado colores de ojos totalmente distintos a los de sus padres.

Los de margaret eran de un color dorado que resplandecían ante la luz del sol.

Los de rosally eran de un verde profundo, era como observar lo espeso de un bosque.

Y los de la pequeña Alicia eran de un brillante celeste, como el cielo despejado.

Pero aun con esas diferencias, sus padres las amaban mas que a nada en el mundo y ellas los amaban. Ignorando la tormenta que se desataba afuera, el padre tomó a sus hijas mayores y las acomodo en la cama para que pudieran dormir junto a su madre y su nueva hermanita.

Margaret: nosotras la vamos a proteger.-susurro adormilada

Rosally: nuestra pequeña Alicia.-bostezo cerrando sus ojitos mientras su padre cubría con una manta a las mujeres de su vida.

El orgulloso padre no dejo de sonreír en ningún momento, tenia a sus cuatro mujeres durmiendo tranquilamente frente a él, a salvo de todo.
Su cuerpo se estremeció cuando un gran trueno resonó y la cegadora luz blanca se filtro por la ventana de la pequeña habitación, iluminando solo a la recién nacida. Tuvo un mal presentimiento al ver eso, era un hombre demasiado supersticioso pero se obligo a calmarse, nada podía pasarle a su niña, era una bebé sana...

Suspiro antes de tomar una silla para sentarse cerca de la cama, esa y todas las noches que fueran necesarias velaría por ellas, por las razones de su vida.

Olimpo...

Heracles, ares y Dionisio se encontraban cerca del templo de su padre cuando sintieron una inmensa energía emanar de allí, curiosos fueron en esa dirección y se encontraron con el furibundo rey mirándolos con sus ojos azules chispeando de ira.
Ares, como dios del valor, se acerco a su padre esperando respuestas sobre su extraño comportamiento, pero solo bastó un vistazo a la habitación a espaldas del dios para notar como la kamei sagrada de la diosa del matrimonio no se encontraba en su lugar, lo que solo podía significar una cosa, por mas increíble que sonara...la fiel esposa de zeus había reencarnado.

Zeus: encuentrenla!! encuentren a mi esposa!!-el grito del rey resonó por cada rincón del olimpo, haciendo que cada uno de sus hijos temblara ligeramente, la ira de zeus era lo ultimo que deseaban provocar.
Cada dios, ninfa y guerrero celestial busco por el reino de los cielos, inclusive en el mar y el submundo, pero no había rastro alguno de la reina o de las hermanas de su rey.

Continuara...

Cortito pero no he tenido mucho tiempo libre para todas mis historias, prometo hacerlos mas largos.