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Una Dama Con Rama

¡FELIZ CUMPLEAÑOS DANI!

Casi 9mil palabras dedicadas para ti sólito 🕴️✨

Felices... 14 años

Ay ya te estas haciendo viej0

Por cierto, este One Shot fue corregido y revisado por -spxrlight

Mi esposa y cuñada de Dani

Hizo un excelente trabajo corrigiendo todos mis errores.

El amor hace milagros✨

También gracias a Tana y a Nirv. Que me dieron ideas para poder terminarlo a tiempo nwn

Y la gente que tuvo fe en que podría terminar el One Shot en menos de 12 días 🕴️

Y ahora un mensajito de mi esposa:

¡Hola dani! No supe que poner aquí XD me dio un poco de ansiedad, pero quiero felicitarte mucho<3 eres una muy buena persona uwu me ayudas mucho<3 Me hiciste kpoper, tenaz jajajaj Estaba super nerviosa de escribir un mensajito, pero vengo a desearte q tengas un ¡gran, gran, día! ¡Te quiero! Perdóname si el mensaje es cortito<3

Tan linda.

Pero bueno, Daniel Enrique Prieto Plaza.

Alias: DaniDani, Danonino, Danipedía, Dan, asesino etc.

Mi querido hermano de alma que aunque nos separen miles de kilómetros nos reímos, pensamos y lloramos juntos.

Espero te guste este regalito nwn

Y si no- te aguantas.

Ya saben, la portada y separadores son editados por mi pero yo no soy la que los dibuja. Si alguien me pudiera decir la red social del artista (No lo encontré) se los agradecería mucho.

No tienen permido usar los separadores sin mi consentimiento o publicar esta historia en otros lados.

Ahora si, les dejo leer tranquilos.

Comenten cosas de Dios no sean pecadores.



—¡Oh vamos! ¡Solo porque sea mujer no significa que no pueda ver una película de terror sola dattebasa! —Se quejó mientras escuchaba una pequeña carcajada que le cantó a sus oídos.

—Lo lamento, sé que odias los estereotipos —Se disculpó el chico albino al otro lado de la llamada.

—Puedo ver una película de terror sólita —Hizo un puchero que le sacó una sonrisa al contrario —¡Hay que verla!

—¿Estás segura? No quiero que tengas pesadillas —Su tono se volvió preocupado.

—E-Estaré bien —Se avergonzó de que el albino se preocupara —Yo también tenía ganas de que la película saliera para verla contigo, nadie quiere verla conmigo —Lloriqueo.

—¿Porqué?

—Mis papás dice que es muy sangrienta y a mi hermana menor le da miedo —Explicó.

—¿Y tu hermano Kawaki? Tengo entendido que él también tiene esos gustos —Recordó.

—El maldito ya la vio con un amigo —Miró con resentimiento a su hermano quien estaba en otra cama a su lado. Estaban separados por máximo dos metros.

—En mi defensa —La Uzumaki rubia movió su aparato apuntando la cámara hacia el azabache, para que su amigo en la llamada lo viera —No sabía que querías ver esa película, fui al cine con Code y la vimos porque era la única buena.

—¡Podías llamarme y preguntarme: "Oye hermanito-" digo- —Se interrumpió a sí misma cuando escucho su error. El azabache al escucharla gruñó de disgusto por la mentira —"Hermanita estoy con Code en el cine y hay una película que se ve que te gustara ¿Vienes?" —Dijo con voz grave y seria tratando de imitar a su hermano. El albino solo río por él intentó de imitación.

—No podías venir con nosotros —Le aclaró.

—¡Uy perdón! ¡No sabía que había sido una cita! —Sonrió al ver que su hermano se tensaba.

—¡No era una cita! —Negó rápidamente.

—Ni Mitsuki te cree ¿Verdad? —Miró a su amigo en la pantalla.

—Yo pienso que es una amistad que durará largo tiempo —Sonrió.

—La traición, la decepción hermano —La Uzumaki se dejó caer de forma dramática en su cama —¡Son novios lo juro por jisus!

—Es Jesús tarada —Le corrigió el Oji-Gris —¡Y por encima vez, no somos novios! —Le tiro una almohada desordenando los cabellos rubios.

—¡Oye cuidado con el peinado idiota! ¡Me tardé una hora en hacerlo! —Se quejó.

—Entonces deja de hacer parejas raras que tengan que ver conmigo.

—¡Yo tengo su acta de matrimonio! —Salió de su cama para buscar entre sus papeles.

—¿En serio? —Cuestionó divertido el Peli-Celeste.

—¡Si! Se casaron en un evento de la escuela, había una "iglesia" y podías casarte con alguien ahí —Le contó.

—No me digas que-

—¡Aquí está! —Presumió la hoja que estaba firmada por ambos amigos —¡Están sus firmas y todo!

—¡No puede ser que guardaste esta estúpida hoja por casi 5 años! —El azabache miraba aquella hoja con sorpresa.

—Lo sé, soy increíble, no me lo agradezcas —Sonrío con altanería.

—... iré a quemarla —El azabache corrió de la habitación.

—¡Qué-! ¡Kawaki no! ¡Es mi tesoro!

—¡Vete a la mierda!

—¡Es mi prueba del amor que se tienen! ¡No me lo arrebates!

—Amor yo y los porros —Con su mechero prendió la hoja la cual poco a poco se consumía por las llamas.

—¡Maldito drogadicto homosexual!

—¡¿Homosexual yo?! ¿¡Te viste en el espejo?!

—¡AHORA SI TE CUELGO!

...

—... ¿Boruko estás ahí? —Cuestionó el albino. La rubia había olvidado su teléfono en la cama para ir corriendo tras su hermano —Eso es... ¿Plastilina? —Cuestiono curioso al ver en el techo algo pegado de color rosa.

—Lo quemo —Llegó lloriqueando la rubia a su habitación mientras se dejaba caer en su cama.

—Ya conseguirás que firmen otra —Trató de animarla.

—Pero no será igual, esa hoja tenía 5 años —Su voz sonaba berrinchuda causándole ternura al Oji-Dorado —Ando morida no me hables —Dijo deprimida.

—Boruko...

—No estoy.

—Boruko~

—Estoy haciendo la morición, vuelva más tarde.

—Ya descargué la película —Canturreó sonriente.

—... Voy por las palomitas —El albino sonrío enternecido por aquella actitud.

Minutos después la rubia llego con las palomitas para ver la película junto a su amigo. La película duró casi dos horas, sin darse cuenta habían dado casi la una de la mañana.

—Ya es tarde —Susurro el albino para no hacer demasiado ruido.

—Aún es temprano —Su bostezo contradijo sus palabras.

—Ve a dormir ya, no quiero que tu madre te vuelva a regañar por estar despierta tan tarde —Río por la cara adormilada al otro lado de la pantalla.

—Pero me dijiste que me darías una noticia, en toda la llamada no me has dicho que es —Hizo un puchero.

—Oh... ¿No te dije? —El albino se sorprendió, podía jurar que si le había dado aquella noticia.

—Nao —Negó.

—Pues... Sabes que pronto será mi cumpleaños —Comenzó a decir.

—Sí, faltan 5 días —Dijo orgullosa aquella información.

—Si, 5 días —Río por los detalles —Hable con mi padre y me mostró mi regalo adelantado —La rubia miró como el Peli-Celeste parecía buscar algo.

—Que genial ¿Qué es? —Preguntó interesada.

—Mira —Le mostró un papel. Se notaba muy emocionado por mostrar aquello.

—Pone... —La Uzumaki por más que quiso leer no lograba ver nada —Ni poniendo ojos de coreana veo algo dattebasa —Se quejó. El albino soltó una carcajada por aquello.

—Dice... —Comenzó a leer —"Viaje programado el 25 de julio"

—¡Oh! ¡¿Te irás de viaje?! —Cuestiono emocionada.

—Cállate estúpida —Murmuró el azabache al otro lado de la habitación. El grito de la rubia lo había despertado.

—¿A dónde iras? —Preguntó sin importarle el sueño de su hermano azabache.

—Iré a la ciudad de Konoha —Sonrío.

—¿En serio? Que geni- —Su voz se cortó por un segundo al procesar la información.

—¿Boruko? —La llamo el Peli-Celeste preocupado al ver a la rubia sin movimiento —¿El Internet está fallando?

—No, está reiniciando Windows —Le informo el Oji-Plateado lo suficientemente fuerte para que lo escuchara.

—¿V-Vendrás a verme? —Murmuró mientras empezaba a lagrimear.

—Si ¿Porqué? ¿La idea no te agrada? ¿Aún no estás lista? ¿Quieres esperar más tiempo para conocernos en persona? —Preguntó preocupado al verla llorar.

—Ni las novelas de mamá tienen tanto drama —Susurro el azabache con fastidio. Solo quería dormir en paz.

—N-No es e-eso —Negó mientras secaba sus lágrimas —M-Me hace feliz que p-por fin te podré abrazar —Confesó avergonzada.

—A mí también me hace feliz verte al menos una vez fuera de la pantalla —Sonrío contento.

—Ash, ya digan para cuando es la boda —Insinuó el azabache.

—¡K-Kawaki cállate dattebasa! —Grito con pena.

—¡Niños a dormir ya! ¡Es la una de la mañana! —Grito su madre desde su habitación.

—¡S-SÍ! —Contestaron ambos hermanos.

—¡Salúdame a Mitsuki también cariño!

—Que buena es tu madre —Sonrío el albino al escuchar su nombre.

—Cuando se enoja da mucho miedo, las venas se endurecen alrededor de sus ojos, te lo juro.

—Debe ser tu imaginación —Río.

—No lo es —Confirmó el azabache.

—Bueno, no quiero que los regañen por mi culpa. Nos veremos en 5 días —Recordó emocionado lo último.

—¡Sí! Aquí tienes tu casa Dattebasa —Le sonrió.

—No quiero molestar.

—No molestas, duermes en la cama de Kawaki y él dormirá en el piso.

—¿Eh? ¿Cómo así?

—Shh tu ve a mimir —Callo a su hermano —¿En que estábamos? A sí —Recordó —Kawaki si no quiere dormir en el piso lo mandamos con Kurama.

—¿Su perro? —Recordó el Oji-Dorado.

—Sip, estará bien.

—¿Quién lo decidió? —Cuestionó enfadado el Oji-Gris.

—Yo.

—Yo podría dormir en el piso —Quiso tranquilizar a ambos hermanos.

—O mejor con Boruko, tiene espacio en su cama —Sugirió el azabache.

—¡Kawaki!

—¡Les dije que se fueran a dormir! —Les recordó su madre.

—Ya voy a colgar, ese último grito se escucho enojado —Advirtió el de piel pálida —Nos vemos Boruko, adiós Kawaki. Buenas noches.

—Buenas noches —Despidieron ambos hermanos, segundos después la llamada terminó.

—Que verrrguenza contigo dattebasa —Habló recalcando la "r" —"Mijir dirmi con Boruki" —Arremedo.

—Dile que te gusta y ya, se conocen desde ya año y medio —Se quejo.

—Aún no puedo creer que veré a Mitsuki en persona —Dijo suspirando de emoción.

—¿En serio? ¿Acaso ya lo olvidaste?

—¿Qué? —Cuestionó curiosa.

—No puedo creer lo mucho que te metes en tu papel —El Ojo-Gris se levantó de su cama solo para tomar los largos cabellos rubios y quitarlos de la cabeza contraria.

Una peluca

—El cree que eres una mujer ¿Qué harás Boruto? —Le recordó con el ceño fruncido, no estaba de acuerdo con aquella mentira.

—...

—Vete preparando para decirle "Hola mi nombre real es Boruto, soy una dama con rama" —Dijo con voz aguda.

—Kawaki... ayúdame —Le rogó aferrándose a su camisa.

—¿Eh? A mí no me metas en tus problemas, tú te metiste solo en esto y ya tengo suficiente con tratarte como mujer cuando Mitsuki te llama —Se negó rápidamente.

—¡Por favor! ¡Somos hermanos! —Susurro para no alertar a su madre.

—Soy adoptado —El Uzumaki le jalo la oreja.

—Somos hermanos y punto ¡Ayúdame!

—... Negociemos—Quiso sacar provecho.

—Emm... Te daré Taiyakis por una semana —Propuso.

—¿De qué sabores?

—De los que tú quieras, 3 al día máximo —Puso límites.

—... Que sean 5.

—¿Me quieres dejar pobre? Dije 3.

—... 4.

—Que rata eres —Susurro con molestia —Bien serán 4.

—Trato hecho. Veremos los detalles mañana déjame dormir —Le comunico mientras iba a recostarse a su cama.

—Kawaki —Llamó de nuevo.

—¿Qué quieres? —Solo quería dormir.

—¿Tengo cuerpo de mujer? —Cuestionó asustado.

El Ojo-Gris suspiro mientras se daba la vuelta para mirar al rubio a los ojos.

—Si Mitsuki no te acepta por ser hombre, eso significa que aunque hubieras sido mujer su relación terminaría simplemente porque él sentía atracción por tu cuerpo y se interesaba más en el físico —Le dijo aquellas palabras sin filtros. Él no se andaba con juegos.

—Pero-

—Pero nada, hay más chicos que el, regados por todo el maldito planeta —Le recordó con fastidio —Tienes 18 años mierda, te faltan muchos años para seguir respirando.

—¿Por qué siempre insultas? —Sonrió enternecido por el consuelo oculto.

—Porque eres un idiota. Es fácil, si Mitsuki no te acepta simplemente por tu físico es porque ahí no es —Cerro sus ojos queriendo encontrar al sueño.

—Kawaki —Lo llamo haciendo que el contrario lo mirara de nuevo —Gracias —Le dedico una sonrisa.

—... Y si tienes cuerpo parecido al de mujer, lo heredaste de Hinata —Era verdad, el Oji-Azul tenía facciones de su cara junto a curvas de su cuerpo heredadas de su madre, ambos tenían un cuerpo delicado —Ni cuenta se dará.

—Wuuu —Celebró el contrario adormilado.

En 5 días al final del día Mitsuki conocería al verdadero Boruto Uzumaki.

—Recuérdame en donde vive tu amiguito ese Dattebayo —El rubio menor suspiro. Otra vez su padre andaba de dramático.

—En el país del sonido, la ciudad donde vive se llama "Tsuki" dattebasa —Le respondió mientras comía rápidamente por los nervios. Su amigo llegaba hoy.

—... Ni debe de existir ¡Te va a secuestrar! —Gritó alarmado.

—¡Papá! ¡No me va a secuestrar! —Se quejó.

—¡Mañana capaz y amaneces en el río!

—No flotaré en ningún lado.

—¡Pero tal vez y ya tenga experiencia como para perforarte los pulmones!

—¿Para qué o qué? —Cuestionó confundido.

—Si te perfora los pulmones no flotas por un tiempo —Explicó dejando a su familia inmóvil.

—¿Dónde viste eso? —Cuestionó el hijo mayor azabache.

—En una serie —Aclaró.

—El punto es que —Retomo el tema —Mitsuki no me tirara a un río.

—¿Cómo sabes? De seguro hasta te hackeo la cámara y te ha visto hasta el alm- —Su hijo del medio junto a su esposa lo interrumpieron.

—¡Papá!/¡Naruto!

—¿Qué? Eso siempre pasa dattebayo —Aseguró.

—Solo en las novelas que ves dattebasa —Se avergonzó.

—¡Son series! —Corrigió.

—Bueno ya —Puso orden la Hyuga —Cariño, Mitsuki y Boruto se conocen desde hace año y medio.

—Pero-

—Yo misma he hablado con Mitsuki varias veces y es buen chico —Le confirmo queriendo aclarar sus dudas —Aparte, ya confirme que si existe la ciudad de Mitsuki.

—P-Pero mamá —Se quejo el rubio menor.

—Tenía que asegurarme de todo hijo —No tenía que pedir perdón por nada, era su deber como madre cuidar de sus hijos.

—Si tu madre lo dice entonces estará bien dattebayo —Terminó aceptando un poco el mayor —Pero se quedará a dormir con Kurama y todos dormiremos con las puertas con llave, esconderemos todo lo filoso y las cosas de valor —Aún quedaba mucho que aceptar.

—¡Papá! ¡Mitsuki no es un ladrón! —Defendió a su amigo —¡¿Aparte que es eso de que dormirá con Kurama?!

—Tienes razón... Capaz y lo secuestra o le hace daño —Murmuró lo último tomando su mentón pensativo.

—¡Papá!

—A Mitsuki le prepararé nuestro sofá, es cómodo y tiene el ancho suficiente para que no se caiga —La Hyuga ya tenia todo planeado.

—Mamá manda —Habló al fin la menor de todos.

—Conque no le den mi cama —Le restó importancia el azabache.

—Bien dattebayo —Nunca contradecía a su esposa —Pero Kawaki te acompañará al Aeropuerto a recibirlo.

—¿¡Qué?! —Grito el rubio menor.

—Buena idea, también Kawaki traerá sus maletas a la casa para que ambos puedan pasar el día juntos sin desaprovechar ni una hora —Añadió la Hyuga en una sonrisa.

—¿¡QUÉ?!/¡Sí! —Gritaron padre e hijos.

Naruto no quería que su hijo pasara un día solo con un desconocido.

Kawaki no quería ser un botones de hotel que cargaba maletas hasta la habitación.

Y Boruto estaba emocionado de estar solo con Mitsuki durante un día casi entero.

—Ya dije —Aclaró la mayor antes de escuchar reproches.

—S-Si.

—Mami te amo dattebasa —El rubio se levantó y abrazo a su madre por su espalda.

—Yo igual hijo —Se quejo querer —Ahora ve a prerarte, Mitsuki llegará muy temprano —Eran las 7 de la mañana.

—Yo tengo que irme a trabajar ya —El mayor se levanto —Volveré en la noche a conocer a "Mituki" —Hizo comillas.

—¡Es Mitsuki dattebasa!

—¡Por eso! —Le resto importancia —¡Me voy familia!

—¡Buena suerte! —Fue despedido con esas palabras como en su día a día.

—Hima, tu y yo iremos de compras hoy —Le aviso a su hija.

—Vale —No le molesto.

—Yo iré a cambiarme, Mitsuki llegara en 2 horas Dattebasa —Aviso.

—Te quiero a ti y a Mitsuki antes de las 10 de la noche —Le advirtió la Hyuga.

—Si mamá —No renego. Subió las escaleras y no se metió a su cuarto.

Espero unos minutos para escuchar la puerta cerrarse.

El momento de Boruko Uzumaki había llegado.

—¡Kawaki ayúdame a que nazca Boruko dattebasa!

—¡No quiero!

—¡Ven!

—¡Le diré a mamá que escondes las verduras en las plantas!

—... ¡Es abono!

—¡Tu mierda es abono! ¡Ven a ayudarme!

—Parece que tengo dos hermanas —Chasqueo la lengua mientras entraba a su habitación compartida —¿Cuál es tu plan para decirle que eres una dama con rama?

—Deja de llamarme así —Se quejo mientras peinaba su peluca —Le diré antes de llegar a casa, no quiero que al llegar papá y mamá descubran que Mitsuki creyó que era mujer.

—Que inteligente —Fue sarcástico —Capaz se te cae la peluca o el relleno.

—Toca madera —El azabache rodó los ojos pero hizo caso —Que ave de mal agüero eres, siempre invocas desgracias ¿No puedes decir "Espero te vaya bien y sea un día lleno de felicidad"?

—Siempre que deseas que algo sea perfecto la vida te da una patada en el culo y todo termina de la mierda.

El Uzumaki lo miró con sorpresa

—Kawaki... ¿Todo bien en casa? —Puso una mano en el hombro de su hermano en forma de apoyo moral.

—Vete a la mierda —Ambos reiron —La experiencia habla.

—Entonces espero que llueva con truenos y relámpagos.

—Tampoco te pases.

—O pues ni quien te entienda —Se quejo.

—Si necesitas ayuda marcame —Le recordó.

—Ya se Kawaki, entrenas todos los fines de semana —Río.

—Se supone que era para darle miedo a los pretendientes de Hima pero también funciona contigo —Confesó.

—Se defenderme solo dattebasa.

—Sabes hacerlo pero te falta la fuerza —Le recordó —Sabes como moverte y que hacer pero no tienes la suficiente fuerza.

—Pero se defenderme y eso cuenta —Cuando terminó de peinar su peluca sacó la ropa que se pondría y se metió en el baño que ambos compartían.

—Desearía ver una pelea tuya con una mujer disfrazado de Boruko.

—¿Una pelea de gatas? —Se escucho desde el baño.

—Exacto —Sonrió al imaginarse la escena y motivo.

—No tendría razones para pelearme con alguna mujer dattebasa.

—¿Aunque le coqueten a Mitsuki?

—... Eso sería delito y yo sería la doctora polo, hasta martillazo le daria—Aclaró sacándole una carcajada al azabache.

—Amaría ver ese caso —Confesó. No tardó mucho tiempo para que el rubio saliera del baño.

Estaba usando su chaqueta favorita junto a una sensilla camiseta blanca, de su pecho resaltaba un moderado busto falso gracias a un sostén con relleno. Sus piernas estaban al descubierto gracias al corto short negro que llevaba y de calzado tenía unos tenis blancos.

—¿Como me veo? —Cuestionó dudoso.

—... ¿Seguro que no eres mujer? —Estaba sorprendido, en verdad que parecía una.

—¡Claro que no! ¡Hago del baño paradito dattebasa! —Le aclaro mientras se miraba en el espejo —¿El short es demasiado corto?

—Si te gusta dejátelo, que valgan mierda los demás —Le dio su consejo.

—Vale —No discutió con eso y después de acomodarse su cabello se coloco su peluca mientras se aseguraba que estaba bien aferrada a él, no quería que ocurriese algún contratiempo.

—A ver —El azabache le jalo un mechón de cabello y la peluca resistió por completo —Esta bien.

—Bien ¡Vamos por Mitsuki! —Empujó a su hermano para que salieran rápido —¡Su avión no tarda en aterrizar!

—Ojalá se estrelle.

—¡KAWAKI!

—¡Ya toque madera!

El Uzumaki no paraba de brincar y caminar de un lado a otro mientras miraba su teléfono junto a donde los pasajeros de los vuelos que salían.

Estaba emocionado

Pero tambien nervioso

Pero tenía ganas de llorar de felicidad

Pero también de culpa por engañarlo

...

¡Ya quería verlo maldición!

—¿Quieres calmarte un poco? Su vuelo aterrizó hace menos de cinco minutos —Le dijo un fastidiado azabache.

—Dejame tranquilo no arruines nuestro momento —Dramatizo.

—¿Te imaginas que Mitsuki haya usado filtros todo este tiempo y que en verdad sea totalmente diferente a como lo conocemos? —Sonrió al imaginarse un chico totalmente diferente al Peli-Celeste.

—Yo no me quedo atrás Dattebasa —Le recordó un poco deprimido.

—Tu eres una versión femenina a como en verdad eres, tu cabello rubio y tus ojos son totalmente naturales —Le quiso animar —Yo me refería a un Mitsuki tal vez... con cara llena de granos y quien sabe... Tal vez piel más morena.

—No inventes Kawaki —Se sintio ofendido —¿En serio crees eso?

—Solo dije "quizás"

—Un Mitsuki moreno... —Pensó por unos segundos.

Esos ojos dorados y celestes cabellos...

Con piel Morena...

¡DIOS BENDITO!

—¿Donde consigo uno? —Cuestionó a su hermano quien levantó una ceja al verlo tan rojo.

—¿Es en serio? Aún no llega el albino y ya pides uno moreno —Rodó los ojos —Se fiel a tu novio.

—¡No es novio! —Se quejo avergonzado —Aún no...

—Mamá ya lo adoptó como su yerno y Hima como su cuñado —Le confesó.

—... Bueno, solo faltaría papá dattebasa —Sonrió.

—Literalmente está mañana dijo que escondieramos un cuchillo bajo nuestra almohada.

—No me lo puedo creer.

—¿Qué? ¿Qué Naruto nos haga dormir hoy con un cuchillo?

—¿Ese es Mitsuki? —Tomó el mentón de su hermano y lo apuntó hacia la salida, donde varios pasajeros ya se encontraban con conocidos.

—Si es albino —Le sorprendió un poco el tono de piel tan pálido —¿Será que brilla a la luz del sol como el Crepúculo?

—Oh Dios, si es, si es —Empezó a llorar.

Era mucho más alto que el, casi o tal vez la misma altura que su hermano mayor. No tenía nada de raro, era tal cual en las fotos.

—Ya vez por el pobre que parece perdido mirando de un lado a otro —Empujó al de cabellos rubios.

No desaprovechó aquel empujón

Corrió lo más rápido que pudo

Quería sentirlo

Abrazarlo y no soltarlo

¿Era un sueño?

Si era así, entonces quería estar en coma para siempre.

—¡Mitsuki! —Gritó.

—¿Boruko? —Giro su rostro para verla.

No le importo su maleta, sólo la dejó ahí olvidada para no tener algún impedimento.

Quería abrazarla

Con sus dos manos y diez dedos.

—¡Mitsuki! ¡Mitsuki!

La sintió chocar contra su pecho y ahí la acorralo, temiendo que se fuera o alejara. La rubia se aferro a su espalda sin tener en mente soltarlo.

Habían estado año y medio mirándose las caras a través de pantallas.

Donde a veces lloraban por la desesperación de querer abrazarse.

También en ocasiones se quedaban dormidos en llamada juntos.

Reían, se enojaban, comían, estudiaban etc.

Todo lo comenzaron a hacer juntos.

—¿Me dejas verte? —Sonrio después de un par de minutos abrazados. La dueña de la cabellera negó haciéndolo reír.

—De seguro hasta con mocos estoy, que vergüenza —Confesó mientras seguía sollozando.

—Oh vamos, deja de llorar —Se separó solo un poco para poder verla a la cara —No me gusta verte derramar lágrimas —Las secó mientras miraba aquellos zafiros.

Esos ojos eran tan hipnotizantes...

Cuando estaban felices eran un cielo interminable.

Pero cuando estaban enojados y tristes eran un mar sin fondo en el cual te hundidas.

—Increíble... Tus ojos son aún más azules en persona —Sentía que volaba cuando los miraba.

—E-Eh —Su cara se puso roja.

—¿Que te pasa? —Río mientras acariciaba una de sus mejillas con delicadeza con ternura.

—Lo heredó de mamá —Habló una voz a sus espaldas —Aunque mamá sólo se sonrojada con él que ahora es su esposo —Susurro en voz baja mientras que el albino sólo sonreía al verlo, no había escuchado lo último.

—Kawaki, que gustó verte a ti también.

—Al fin estás aquí —Ambos se dieron un apretón de manos el cual fue firme.

Nada mal...

—Boruko estos ultimos días estuvo insoportable, todos los días dale y dale con que vendrás.

—¡¿P-Podrias dejar de exponerme?!

—Nunca.

—Yo también estaba emocionado —No quería que se pelearán a mitad del aeropuerto —Casi no dormí —Cónfeso.

—Dormi 5 horas —Presumió la Uzumaki como si fuera un logro.

—Debiste dormir más —Reprendió un poco el Oji-Dorado. Aunque el no era nadie para reclamarle puesto que había dormido las mismas horas.

—Bien, esto es lo que aran —El azabache empezó a caminar con la maleta del albino en su mano mientras que los otros dos sin deshacer su abrazo lo seguían de cerca —Llevaré tu maleta a nuestra casa.

—No quiero causar molestias —Se apresuró a decir.

—Son órdenes de la reina dattebasa, no se puede desobedecer —Le aclaró rápidamente.

—Exacto, Hinata dijo que yo llevara tu maleta a nuestra casa para que tu y Boruko puedan disfrutar del día.

—Oh casi lo olvido —La rubia busco en las bolsas de su chaqueta y le entrego un dulce típico de su país —Feliz cumpleaños y bienvenido —Le sonrio.

—Gracias —La abrazo un poco más fuerte mientras aceptaba el dulce.

—Yo me tengo que ir —Se despidió el azabache —Antes de las 10 deben de estar en la casa.

—Ya se —Se quejo la Oji-Azul.

—Mitsuki —Lo llamó —Confío en ti —Le miró serio.

El albino no tardó en captar el mensaje.

—Tranquilo, yo la cuido —Prometió.

—¡Yo me cuido sola! —Les recordó a ambos.

—Si, lo que tu digas—El azabache se despidió de ambos alejándose poco a poco.

—¿Y bien? ¿A dónde quieres ir dattebasa? —Le cuestionó la rubia mientras miraba al albino. Se habían separado del abrazo para verse de frente.

—Tu eres mi guía ¿A donde me llevaras?

—Mmm... —Lo pensó por un momento —¿Tienes hambre? Ya es casi es la hora de la comida y se que el avión no da comida buena.

—Vayamos a comer entonces —Le sonrió mientras salían del aeropuerto. El Peli-Celeste miraba en todas direcciones, curioso por ver todo lo que lo rodeaba.

—¿Que se te antoja?

—Lo dejo completamente en tus manos —Confiaba en ella con los ojos cerrados.

—¡Bien! Te llevaré a un lugar donde sirven platillo deliciosos —Le sonrió mientras lo empezaba a guiar.

—Llévame —La Uzumaki lo tomó del brazo y comenzaron a caminar.

En todo el camino no dejaron de sonreír ni un segundo.

—Que lindo lugar —Admiro el albino mirando a todos lados.

Habian entrado a un restaurante bastante amigable y con buenas vibras. A cualquier lado que volteara había gente jugando juegos de mesas y riendose.

—Vengo con mi familia seguido, nos gusta jugar y la comida de aquí es deliciosa dattebasa —Le contó mientras se sentaban en una mesa algo alejada para hablar a gusto.

—Me gusta, todo es muy... Feliz —Asumió mientras miraba decoracion. No había algún rastro de colores neutros o apagados, solo brillantes y coloridos.

—Esperate pruebes la comida, son manjares —Le juro. Su seguridad causó cierta lindura en el albino.

—Buenas tardes —Un mesero no tardó en ir hacia ellos para dejarles las cartas. Cuando estubo a punto de darles la bienvenida quedó hechizado por ciertos ojos zafiros. Los más hermosos que había visto en toda su vida.

Al parecer el albino fue el único que se dio cuenta de aquello puesto que la Uzumaki sólo miraba el menú.

Frunció el ceño

Los hombres sólo se ponen celosos porque conocen las intenciones y pensamientos de los otros hombres.

—Gracias, en unos minutos ordenaremos —Le agradeció la Oji-Azul mientras seguia leyendo.

—C-Claro —El chico no tardó en alejarse.

—¿Que me recomiendas? —Quizo entablar una conversación para dejarle en claro a aquel chico que seguía observandolos que eran cercanos.

Muy cercanos.

—¿Honestamente? Todo —Fue sincera haciéndolo reír.

—¿El salchiqueso sabe bien? —Cuestiono curioso al ver la imagen.

Por otra parte la rubia casi se desmayaba

¿Ese hombre no se cansaba se ser perfecto?

—Casate conmigo —Murmuró muy bajo.

—¿Eh? —No escucho.

—Digo- El salchiqueso es de dioses —Le explico haciéndolo reír —Es vida y felicidad ¿Me entiendes?

—Manjar de dioses, vida y felicidad —Levantó su pulgar —Entendido, lo quiero.

—No creo que te lo termines todo así que compartiremos ¿Te parece bien? —El albino asintió. El plato era una porción para dos personas mínimo. El rubio levantó la mano en señal de que estaba listo para pedir su orden.

—Tienen buenos juegos —Alago el Oji-Dorado mientras miraba los diferentes juegos disponibles.

—¿Tienes algún favorito? —Le cuestionó la rubia mientras terminaba de dar su orden al mesero sin darse cuenta como el mismo la miraba.

—Este juego lo jugaba con mi hermano —Le mostró una caja roja.

—Oh el UNO —La Oji-Azul sonrió por los recuerdos de aquel juego —Mis hermanos y yo siempre hacemos que Papá se coma todas las cartas.

—Yo hago lo mismo con mis tíos —Ambos rieron mientras empezaban a barajar las cartas.

—El que gane le pinta algo en la cara al otro —La Uzumaki saco de su bolso un plumón.

—Eres cruel —Sonrió encantado.

—Gracias —Lo tomo como cumplido.


Ambos se miraban retadores

Aunque la rubia no puedo evitar soltar una carcajada.

—¿Que me hiciste? —Cuestiono el albino.

Habían jugado dos rondas y tenían un empate.

La Uzumaki le había dibujado al Peli-Celeste una sonrisa en su cara. Empezaba desde las puntas de su boca a los lados y paraba donde sus mejillas terminaban, centímetros abajo de sus ojos.

El albino por otro lado había escrito unas palabras en la frente de la Oji-Azul.

Ninguno tenía permitido ver que tenían dibujado

—¿Tu que me escribiste? —Le regreso la pregunta curiosa.

—No te diré —Sonrió. La rubia no paraba de reír puesto que si el contrario sonreía la sonrisa se hacía aún más grande.

—E-Entonces yo tampoco —Dijo al dejar de reír.

—Lo cambió a rojo —Regresó al juego poniendo un comodin.

—¿Porque lo cambias? El amarillo estaba lindo —Se quejo. No tenía cartas rojas.

Comió una tras otra

No salían cartas rojas.

—Ya perdí —Se rindió, tenía 10 cartas.

—¿Te rindes?

—No —Negó rápidamente —Un Uzumaki y Hyuga no se rinde.

—Vale —Sonrió.

—Al fin —Puso la carta roja que le había salido.

—La vuelvo a cambiar —Puso otro comodin.

—Y dale con lo mismo —Se quejo en un susurro.

—Azul.

—De reversa —La Uzumaki miro sus cartas y las acomodo estratégicamente.

Su momento habia llegado.

—Agarrate que ahí te voy dattebasa —Le advirtió ya sintiéndose ganadora —De reversa, de reversa, te bloqueo, te bloqueo y te bloqueo —En un segundo se libro de 5 cartas. La última carta había sido color verde.

—Uno.

...

—¿Qué? —Sabía que al albino le quedaban pocas cartas pero por la posición en que las tenia no se llegaba a ver o notar cuantas eran.

—Uno —Señaló su carta.

—No inventes —La rubia miró por debajo de la mesa haciendo reír al Oji-Dorado —¡Estas haciendo trampa!

—Te lo juro que no, nunca te faltaría al respeto de esa manera —Le sonrió.

La Uzumaki le miró con dudas pero terminó aceptandolo. Puso una carta del mismo número que la anterior pero de diferente color rezandole a los dioses que el albino no tuviera justo amarillo.

—Gane.

Oh, gracias dioses

No tenía el mismo color

Pero si el mismo número.

—Se ve que no me quieren —Murmuró dirigido a los dioses.

—Ven —El albino tomó el plumon.

—Se te olvidó decirte que me quieres —Se burló.

—Te quiero —Le sonrió haciéndola sonrojar —Pero no te vas a salvar, ven.

—Voy, voy —La Uzumaki acerco su cara al Oji-Dorado el cual no tardó en pintar su rostro —Hasta planeado lo tenias.

—Claro —Se río.

Cuando te termino la miró y sonrio.

—Quedaste linda —Aquello hizo vergonzar a la Uzumaki.

—I-Iré al baño —Se levanto.

—¿Puedo verme? —La Uzumaki lo pensó unos segundos y al final asintió.

—Yo me veré en el baño —Se fue y cuando estuvo a punto de entrar al sanitario se detuvo.

¿Entraba al de hombres vestido de mujer?

...

Era gay así que no había nada que le interesara.

Entró al sanitario femenino y asomo su cabeza con curiosidad, suspiro cuando no se encontró con ninguna mujer. Entró a un cubículo y empezó a hacer sus necesidades.

"Soy trans y al fin entro a un baño de mujeres"

—Bien por ti —Susurro. La puerta del sanitario estaba llena de notas.

"Lesbiana quién lo lea"

—Gay —Corrigió.

"Mojincio es puto"

—Uis.

"Puta quién lo lea"

—La que no es puta no disfruta, eso decía la abuela Kushina —Recordó en una sonrisa.

"Zorra"

—La que no es Zorra no goza.

"Perra"

—La que no es perra no prospera —Río.

Que buenas enseñanzas de su abuela

La ama.

¿Se llevarían bien ella y Mitsuki?

Minutos después salió del cubículo y se labo las manos, de paso miró su cara.

"No disponible"

Oh Jesús bendito

¡Mitsuki le había escrito eso en la frente!

—Santa María madre de Dios —Seguía mirando su frente.

Quería tatuarselo

El segundo dibujo era un delineado en sus ojos, estaba deforme y le daba un aspecto gracioso a su cara. Sacó su teléfono y se tomó una foto de recuerdo.

Nadie podía quitarle esa sonrisa

Se enjuago la cara para quitarse la tinta de su cara y regresó con el albino, aunque había algo raro.

El mesero estaba sentado frente a el

—¿De qué me perdí? —Cuestionó curiosa sentándose al lado del albino —Contexto.

—Nos hicimos amigos cuando le pedí la cuenta y quisimos jugar una última partida antes de irnos —Le explico el albino. Ya se había limpiado la tinta al igual que ella.

—Oh —Su boca formó un tierno círculo.

—¿Te molesta? —Le cuestionó el mesero queriendo hablar con ella.

—Pará nada, yo vigilo quien hace trampa dattebasa —Sonrió.

—Me ofendes —Se burló el Oji-Dorado mientras colocaba una carta.

—Nunca se sabe —Fue lo único que contestó antes de callar para verlos jugar.

La Uzumaki no notaba el ambiente que envolvía a los chicos.

Se miraban como si fueran guerreros de la antigüedad

Donde el que ganaba se casaba con la mujer más hermosa de todo el imperio.

¿Exageraban? Tal vez

—Cambio —El chico puso un comodín —Verde —Eligió el color.

El albino puso su carta

Y el mesero no tardó en poner la suya.

—Ey —Llamó la atención la Uzumaki —Mitsuki puso 6, esta carta es 9 —Le regreso la carta al mesero quien se avergonzo, no se había dado cuenta.

—P-Perdón —Quería quedar bien con la rubia y ya estaba quedando como un tramposo.

El albino por otro lado cubrió su sonrisa con sus cartas

No quería que la Uzumaki descubriera su lado oscuro.

—Boruko —La llamo.

—Mandeme —No tardó en voltear a verlo.

—Mira —La acercó a él para que le hechara un vistazo a sus cartas.

Aprovecho para colocar su mentón en el hombro de la contraria

No quería acercarse más o poner sus manos en el cuerpo contrario.

No quería incomodarla o asustarla

—Whoah —La Uzumaki sonrio al ver sus cartas, eran un total de 8 cartas.

—¿Sucede algo? —El contrario frunció el ceño al ver el acercamiento de los amigos.

—Ya perdiste —Le avisó.

—¿Eh?

—De reversa —Comenzó con su jugada el albino —De reversa, te bloqueo, te bloqueo.

—¿Eso esta permitido? —Cuestionó el mesero la ver más cartas.

—Si juegan dos personas si, se pueden poner cartas de símbolo igual y al brincarte a ti le vuelve a tocar a él —Explico la Uzumaki en una sonrisa internamente orgullosa de su amigo albino —Así que es totalmente legal.

—Más dos, más dos —Al final sólo le quedaron dos cartas —Más 4 —Puso el comodín —UNO —Pavoreo su última carta.

—¿Color? —Cuestionó frustrado.

—Al hacerte comer cartas pierdes turno —Le recordó una regla la Oji-Azul —Así que le toca de nuevo a Mitsuki.

—Color rojo —Y puso su última carta —Un placer jugar contigo —Sonrio.

El se casaba con la mujer más bella nunca antes vista.

—Buen juego —Quiso ser buen perdedor —Disfruten su tarde —Los despidió mientras se levantaba para trabajar nuevamente.

—El truco de guardar al final las cartas con símbolos siempre funciona —Sonrio la Oji-Azul mientras guardaba las cartas.

—Confirmo —Estaba totalmente de acuerdo.

—¿A dónde quieres ir ahora? —Le cuestiono la Uzumaki mirando la hora en su teléfono sorprendiendose por la rapidez del tiempo ese dia —¿Cúa do se hizo tan tarde?

—¿Que horas son? —Preguntó curioso.

—Casi las 6 de la tarde —Dijo aún sin creerselo —¿Cuando pasaron 5 horas?

—El tiempo pasa rápido cuando te diviertes —Le Sonrio mientras salían del establecimiento —Tranquila, me quedaré unos días y podremos pasear mañana de nuevo. Hoy me divertí muchísimo, gracias —Le agradeció.

—N-No es nada dattebasa —Un miedo de instaló en su pecho.

Tenía poco tiempo para decirle la verdad.

—Aún hay tiempo para regresar a casa ¿Quieres ir al parque? —Le cuestionó la rubia señalando una zona verde a lo lejos —Hay un lago con tortugas y patos.

—¿Podemos darles pan? —El albino amaba los animales.

—Pan, lechuga también hay pájaros y les podemos dar arroz —Río. Le recordó a su hermana menor.

—Vamos antes de que se acabe el día —Ambos sonrieron y fueron al parque.

Todo estaba rodeado de grandes árboles y pasto verde. Habían familias con niños jugando y riendo, también personas sacando a pasear a sus mascotas o grupos de amigos.

Ambos estaban en un barandal mirando hacia el lago, el agua brillaba por los rayos del sol y el cielo ya comenzaba a tener un ligero tono anaranjado.

—También hay peces —Alcanzó a observar el albino.

—Iré a comprar la comida para los animalitos dattebasa.

—Te acompaño —No quería separarse de ella.

—Iré rápido —Le prometió —Menos de... 3 minutos.

El albino entrecerro los ojos

Sacó su teléfono y le mostró como el temporizador comenzó a correr.

—¡Me convierto en flash! —Grito antes de correr.

Fue hacia un señor de mayor edad quien vendía los alimentos. Compró una bolsa que contenía tipos diferentes de comida, esa comida era saludable para los animalillos que vivían en el parque.

—Gracias —Le agradeció al hombre antes de volver con el Peli-Celeste.

Cuando estaba por llegar al lago donde había estado con el albino lo encontro a él...

Acompañado de unas chicas

3 chicas...

Muy cerca de él para su gusto.

—Mitsuki —Tenía que guardar la calma, no tenía aún razones para ponerse histérica y armar un escándalo —Traje la comida dattebasa —Le entregó la bolsa de la comida. Las chicas la miraban con envidia y resentimiento —¿Hiciste nuevas amigas?

—Emm —El albino miró a las chicas con confusión. Había estado observando a la rubia de lejos y de un momento a otro aquéllas mujeres de habían acercado a él, al parecer les había atraído —No se quienes son —Le aclaro.

—Yo soy Chouchou lindo —Se presento la morena pasando su dedo por la oreja albina, provocandole un escalofrío al Oji-Dorado quien alejo su cara de ella lo más posible.

La rubia fulmino al grupo de amigas

Que conste que ella quiso ser civilizada.

—Es de mala educación invadir el espacio personal de las personas sin autorización —Tomo la mano del albino y con su fuerza lo sacó de las garras de aquella gata.

El albino sólo se quedó atrás de la Oji-Azul.

Estaba modo tieso

—¿Y tu quien te crees para tratarlo así? El no te pertenece —Se quejo una castaña.

—Ni el a ustedes como para que de un momento a otro se le peguen como chicles dattebasa —Les replicó.

—¿Eres acaso su novia? —Le cuestionó la última chica de ojos verdes y sudadera del mismo color.

Auch

Le había dolido

Pero primero muerta a parecer dolida frente a ellas.

—Su mejor amiga —Presumió.

—Aww —Fingió ternura una chica de gran moño rosa —¿Acaso estas celosa? —Se acercó a la rubia.

Ambos rostros estaban muy juntos

Si las miradas hicieran daño

La chica del moño ya se hubiera ahogado por esos mares azules.

—La típica amiguita que está enamorado de su mejor amigo ¿Verdad? —La se ojos verdes se sumó a la burla.

—Solo porque el no está interesado en ti no significa que otra mujer no pueda complacerlo —La morena la apuntó con su dedo.

Estaban pidiendo a gritos que las arrojará con los peces.

—Apuntar a otra persona también es de mala educación —Tomó su dedo y lo alejo con fuerza sacándole un quejido de dolor a la contraria.

—Oye ¿Porque la lastimas? —La de moño rosa la empujó hasta chocar con el albino.

Si ellas habían dado el primer golpe su madre no la regalaría

SÍ regresa golpeada le diría que sólo se defendió.

—En ningún momento la golpee, sólo aleje su falta de respeto —Explicó —No es mi culpa que tu amiga no aguante ni eso.

—¿Me estas llamando debilucha maldita gata?

El albino comenzó a ponerse nervioso por la seguridad de la Uzumaki

Pero no tenía valor para interponerse

—Oh si entendiste —La Uzumaki fingió sorpresa —Y yo creo que las gatas son otras ¿Verdad? Gatas rompehogares —Ya se había puesto en guardia.

—¿Gatas rompehogares? —Se ofendieron.

—Sep, porque para ser perra hay que saber ladrar —La morena aventó el primer arañaso pero logró quitarse tiempo —Aunque al parecer ni para gata llegan.

—¡Eres una maldita! —La de moño rosa le lanzó una patada que logró tomar.

—Jeh, una que se cree ninja —Se burló mientras soltaba la pierna haciendo que perdiera el equilibrio y calera de senton.

El albino sólo miraba todo dando unos pasos hacia atrás por seguridad.

¿No se suponía que el la tenía que cuidar?

—¡Eres una zorra! —La de sudadera verde trató de correr hacia ella pero la Oji-Azul se adelantó metiéndole el pie provocando que se callese.

—¿Que fuerte esta el aire verdad? Y luego ustedes están mas delgadas que el papel —Excuso la caída de la Oji-Verde.

—¡No lastimes a mis amigas! —La morena volvió a tratar de atacarla pero ella atrapó su mano y presionó entre su dedo pulgar y índice haciéndola sollozar.

—¿Sabias que tienes una pequeña debilidad justo aquí? Presionó solo un poco pero duele mucho y te adormeze la mano —Le informo mientras la soltaba.

Sonrió al ver a las chicas en el piso

Un Hyuga siempre era el unico en quedar de pie.

—Ahora si nos disculpan, tenemos que irnos a casa dattebasa —Les aclaro recalcando el "Tenemos" —Mitsuki —El albino al fin se movió.

—Si, vamos —Asintió comenzando a caminar a su lado.

—¡Oye maldita espera! —Grito una voz a sus espaldas.

La rubia ni siquiera pudo voltear antes de que sintiera dos cosas que la hicieron derramar lágrimas.

Primero sintió un fuerte dolor en su cabeza.

Después se dio cuenta de que una de las chicas le había jalado el cabello con tal fuerza que le arrancó la peluca que había reforzado uniendo la peluca con su verdadero cabello gracias a pasadores.

Le dolía su cabeza

Pero también su pecho.

—No puedo creerlo —Susurro la morena empezando a formarse una sonrisa —¡Eres un hombre! ¡Que asco!

El rubio no escuchaba los murmullos o risas a su alrededor.

Solo miraba en silencio al albino que le miraba con sorpresa

No decían nada

—Y-Yo —El Uzumaki solo quería alejarse de toda esa gente.

Así que terminó corriendo

Huyendo.

—¡Boruko! —Le grito el albino. Arrebato la peluca de las manos morenas empezando a correr detrás de la rubia.

No le importo que por la fuerza empujó sin querer a la Morena en un charco.

Solo quería ir a ver a Boruko

...

No sabía ni su verdadero nombre.

El rubio estaba oculto detrás de un árbol acariciando a un minino que se había encontrado en ese mismo lugar.

Se había quitado su sostén con relleno y lo había aventado al agua del coraje consigo mismo.

—¿Boruko? —Escucho pasos acercandose a él.

No lo merecía

Nunca lo hizo.

—No estamos —El gato maullo co fundido —Shh chitón —Le puso su dedo en frente a su boquita. El gatito sólo lo lamio con cariño.

—¿Y ese gato? —Le cuestionó el albino mientras se sentaba a su lado.

—Es mío —No se merecía ni mirarlo a los ojos.

—¿Desde cuando? —Cuestionó divertido.

—Desde hace... Un minuto con 20 segundos —Le aclaro.

—¿No tiene dueño?

—Gato sin correa es de quien lo vea —Le recordó mientras acercaba al minino a su pecho haciéndolo ronronear por la calidez.

—Oh por cierto —El albino le hacerco la maltratada peluca —Se te callo mi reina —Le sonrió inocente.

—¿T-Tu q-que? —Se sonrojo mientras aceptaba la larga cabellera rubia artificial. La comenzó a peinar queriendo arreglarla, le tenía valor sentimental.

—Reina —Aclaró sin vergüenza.

Ambos se quedaron en silencio por unos segundos.

—¿N-No tienes preguntas? —Le cuestionó queriendo arreglar errores creados por el.

—En realidad... Ya lo sabía —Cónfesó.

...

Boruto reiniciando windows

—¿C-Como que ya lo sabias? —Pregunto aun sin creerselo.

¿El jalón de greñas le había afectado a su cerebro?

—Si, desde nuestra primera videollamda —Le aclaro —Note que tu peluca se había desacomodado y después de poner más atención me di cuenta.

—¿Porque no me dijiste nada? —Había estado más de un año fingiendo ser mujer para nada.

—Creí que eras trans —Le dijo sus sospechas —No quería incomodarte por eso fingi no darme cuenta, aunque nunca entendí porque no me contaste.

—¿Qué porque? ¡Me gustabas! —Le confeso sonrojado —¡Dijiste que no eras gay pero aún así quería intentar algo!

—Nunca dije que no era gay.

...

¿Qué? ¿Cómo? ¿No lo dijo? ¿Lo había soñado? ¿La tierra era plana?

—¡Claro que lo dijiste! —Aseguró.

—En realidad dije que todas mis relaciones habían sido con mujeres, nunca dije que no me atraían otros géneros —Aclaro.

El Uzumaki se puso modo:

Loading...

Su antenita perdió señal

¡Mayday! ¡Mayday!

¡Código: Boruto se humilló solo!

¡Traigan la camilla!

—No me lo puedo creer —Oculto su cara entre sus piernas.

—Entonces ¿No eres trans? —Quiso asegurarse.

—No —Negó.

—Oh ¿Cuál es tu nombre? —Preguntó.

El rubio lo miró por unos segundos encontrándose con una mirada llena de curiosidad.

No había odio o resentimiento

Solo cariño.

—B-Boruto Uzumaki —Se presentó como si fuera un extraño.

—Boruto —Susurro —Que creativo con Boruko —Se burló.

—¡O-Oye esa vez fue por pánico! —Le aclaró.

—Claro, claro —Río por la tierna cara sonrojada del Uzumaki —Así que te gustó.

El rubio uso al gatito para tapar su cara

¡Que vergüenza!

—S-Sí.

—Eres muy lindo sonrojado —Le alago mientras se acercaba más a él —Pareces un tomatito.

—H-Heredado de mi madre dattebasa.

—¿En serio? —Cuestionó curioso.

—S-Sí —Al ver como el Oji-Dorado se acercaba a él uso al gato de barrera —¡Atrás o mi hijo te ataca!

—¿Este pequeñín?

—¡Es un Tigre! —El de piel pálida río por las ocurrencias.

—¿De verdad? —El Peli-Celeste acarició al gato el cual se hecho en el suelo para disfrutar de las caricias —A tu tigre le gustan las caricias —Después de varias caricias el minino quedó rendido en entre el pasto —Oh, ya se durmió.

—Se le acabó la pila —Lloriqueo el Oji-Azul.

—Entonces ¿Que somos? —Retomo el tema el albino.

—Humanos.

—Boruto —Su tono era parecido al de un niño haciendo berrinche —¿Tu quieres formar una relación conmigo?

—¿D-De pareja? —Quiso asegurarse.

—Si, de pareja. Tu también me gustas desde la primera vez que hablamos —Le confesó.

—S-Sí —Estaba muy nervioso —S-Sí quiero.

—¿Si qué? —Quería escucharlo.

—S-Sí q-quiero s-ser t-tu n-novio —El rubio miró los ojos dorados que le miraban fijamente —¡E-Estoy mod r-reloj y tu me h-haces hablar más!

—Te escuchas muy tierno con tus tics —Sonrió enternecido.

—¡C-Claro que n-no!

—Todo en ti es lindo —Dijo mientras se acercaba a él y acariciaba sus cabellos rubios poniéndolo aún más nervioso —Me hace muy feliz tener a un novio como tu —Junto sus naricez.

¡Oh Jesús!

¡Le dijo novio!

¡Esta tocando la nariz de Mitsuki!

¡Mitsuki tomo su mano!

¡Lo está besando!

...

¡¿MITSUKI LO ESTA BESANDO?!

El rubio abrió sus ojos con sorpresa al sentir una calidez y cosquilleo en sus labios. La cara del albino estaba muy cerca de la suya y podía sentir su respiración haciéndole cosquillas en su nariz.

Por instinto cerró los ojos para disfrutar de aquella sensación. Su corazón latía como loco y juraba que podía escucharlo retumbar en su pecho.

Incluso estaba temblando

No era de miedo

Era de felicidad y emoción

¡Estaba besando a Mitsuki!

—Te amo —Susurro el albino muy cdrca de sus labios después de aquel beso —Si digo que te quiero siento que es muy poco para lo que estoy sintiendo ahora mismo.

—Y-Yo también te a-amo M-Mitsuki —Susurro de igual manera mientras ambos se acercaban para abrazarse.

El mundo no existia

Solo ellos dos

Acompañados de la luna y las estrellas

Ambos tenían algo parecido al sueño, no querían hacer nada más que estar recostados dándose cortos besos en partes de su rostro y algunos en sus labios.

Su momento fue interrumpido por el teléfono del Uzumaki quien al ver quien llamaba suspiro.

—¿Que pasó hermanito querido? —Contestó la llamada con sarcasmo mientras el Peli-Celeste divertido dejaba un beso en su frente.

—¿Como te fue?

—Tienes nuevo cuñado dattebasa —Le contestó alegre.

—Puedes contarme tu historia de amor más tarde ¿Ya están por llegar?

—¿A dónde? —Cuestionó confundido.

—Oh no se... ¡Tal vez a tu casa! —Grito fastidiado.

El Oji-Azul miró el cielo estrellado y después su teléfono

9:35

—¡Vertale! ¡Ya es tarde Mitsuki! —Le informo mientras se levantaba con rapidez —¡Llegaremos pronto! ¡Estamos en el parque!

—¡Pues corre porque papá ya quiere daclararte como desaparecido!

—¿¡Como así?!

—¡Dice que Mitsuki de seguro ya te tiene en una bolsa negra!

—¡Dile que llegaremos pronto y que sigo respirando! —Con eso dicho estaban a punto de comenzar a correr pero recordó algo —¡Espera! —Volvió a regresar al árbol.

—¿Que pasa? —Preguntó confundido.

—¡Nuestro hijo! —El Uzumaki regresó con el gato entre sus brazos.

—¿Nuestro?

—¿Ya me quieres dejar solo con la criatura?

—No, solo decía —Se apresuró a decir.

—Más te vale.

La nueva pareja había llegado a la residencia Uzumaki a tiempo afortunadamente, habían llegado 3 minutos antes que diera la hora acordada.

El gatito también fue una sorpresa para sus padres pero el Peli-Celeste aclaró rápidamente que el adoptaría al minino. Sabía que su pareja al ya tener una mascota no podría así que el se llevaría al gatito al cual nombraron Mikazuki.

El albino se sorprendio de que la cena aquella noche fue en su honor puesto que hasta pastel le hornearon paras festejar su cumpleaños. Cuando descubrió que fue preparado por las manos de su pareja no dudo en agradecerle con un corto beso en sus labios.

Aunque olvidó la presencia de su nuevo suegro.

Casi lo hechan de la casa esa noche, aunque por suerte su suegra estaba a favor de el y le prohibio a su marido mandar a dormir al albino con el perro.

Hinata sin duda era la mejor suegra que había tenido

Y la última.

Cuando ya eran casi la una de la madrugada todos estuvieron de acuerdo en irse a dormir. Al Oji-Dorado le habían preparado un muy cómodo sofá para pasar la noche, no podía estar más agradecido.

Por otro lado el rubio espero pacientemente en su cuarto para asegurarse de que todos estuvieran dormidos.

Cuando estubo totalmente seguro tomó su teléfono y bajó con cuidado las escaleras tratando de no hacer ruido.

Había cruzado el recibidor observó al albino con su teléfono, al parecer estaba enviando un mensaje.

El de piel pálida no tardó en darse cuenta de su presencia así que sonriendo lo invitó a acostarse con el, había espacio suficiente para que ambos se recostaran.

—¿Que haces? —Le cuestionó curioso el rubio mientras se acostaba junto a su pareja. Su espalda había quedado pegada al pecho del Peli-Celeste.

—Le mando mensajes a mi padre para decirle que estoy bien —Contesto mientras dejaba un beso en sus cabellos —Oh por cierto, en la maleta hay un regalo para ti —Recordó.

—¿Pará mí? —Cuestionó curioso mientras alcanzaba la maleta de su pareja.

—Sí, el peluche lo traje para ti.

El Uzumaki sacó de la maleta un tierno dinosaurio de color amarillo, era muy tierno.

—Aww que lindo, gracias dattebasa —Le agradeció a su pareja mientras volteaba la cabeza para besarlo en los labios.

—De nada —Dejó su teléfono a un lado y abrazo a su pareja con fuerza —No quiero dormir —Confesó.

—Yo tampoco —El rubio abrazo a su peluche —¿Quieres ver una película? —Propuso.

—¿Y si nos quedamos dormidos? —No le gustaba desperdiciar luz.

—Tiene temporizador, se apagará sola.

—¿Y si despertamos a tus padres?

—Si no esta a alto volumen no se escuchara nada arriba —Respondió.

—Vale —Acepto. Quería estar con su pareja lo más que fuera posible.

Ambos eligieron una película y aunque al poco tiempo se quedaron dormidos aprovecharon cada segundo que estuvieron despiertos.

Cuando el Uzumaki mayor despertó al segundo recordó que un extraño se había quedado a dormir en su casa.

Así que tomó el cuchillo que había escondido en su mesita de noche

Seguridad ante todo.

Le hecho un vistazo a su habitación y al ver que no faltaba ni se veía algo extraño salió, primero reviso la habitación de su hija menor la cual por suerte estaba segura entre sus cobijas.

Cuando llegó al cuarto de sus hijos mayores encontró al mayor tranquilamente dormido en su cama.

Pero su copia menor no estaba

¡Se lo robaron!

Bajo las escaleras con rapidez para ver si el albino también se encontraba.

No se espero ver a su hijo dormido tranquilamente entre los brazos de aquel ladrón.

—Bueno... Al menos no amaneció en el río —Quiso consolarse a sí mismo.

—Que tiernos —Su mujer había sido despertada sin querer por su marido.

—Cariño... ¿Querer matar a Mitsuki me hace homofobico? —Se asustó de sí mismo.

—Claro que no cariño, a no ser que también queras hacerle daño a Boruto.

—Nunca —Negó rápidamente.

—Entonces está bien —La Hyuga al ver al pequeño minino paseándose por debajo de sus pies lo tomó con cariño.

—No me puedo creer que hasta novio ya trajo —Lloriqueo —P-Parece que fue ayer cuando se le cayó su primer dientesito dattebayo.

—Es parte de crecer —La Oji-Perla acariciaba al pequeño animalillo entre sus brazos.

—Pero- aún está chiquito hay que cuidarlo.

—Tiene 18 años.

—... Igual ni alcanza la despenza.

La Hyuga jalo la oreja de su marido en forma de regaño.

—Ve a bañarte en lo que hago el desayuno —Le ordenó.

—Bien —Se fue como perro regañado.

—Y deja ese cuchillo en su lugar —Le aviso antes de que subiera las escaleras.

—Como diga la patrona.

La Hyuga sonrió ante aquello. Cuando vio que el minino había bostezado lo dejo en un pequeño lugar entre la reciente pareja. El gatito se acurrucó entre sus dos dueños y cerró los ojos.

La Oji-Perla tomó su teléfono y tomó una foto, se veian tan lindos juntos.

—N-No s-soy —Escucho que su hijo murmuraba aun dormido —Una dama con r-rama dattebasa —Se removió mientras era abrazado con más fuerza.

La Hyuga parpadeo confundida

No entendía a los jóvenes de hoy en dia.

Fin.

Buenas 🕴️✨

¿Les gustó? ¿No?

Pues es trabajo honesto así que se chingaron- dig0

DaniDani espero que te la estés pasando bien en este día tan especial.

Y si no, tu dime quien es el causante para mandarle un balazo.

Perdón de antemano si hubo un error que se me haya escapado. En mi defensa el 90% del One Shot lo escribí de 8 a 12 de la noche.

Dijo no-

Fue de 5 a 8

Porque yo duermo temprano

Siempre.

👌✨

Dani si tu no duermes tus 8 horas diarias irá Juanito a jalarte las patas.

A V I S O

En fin, Dani espero te haya gustado este regalo y espero que riberas y te divirtieras al leerlo.

Ahora sin mas que decir

Se despide:

—Andrea Nightmares.

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