DIECIOCHO.

"Los golpes no eran nada frente a su vida perfecta, por eso los olvidó siempre"

KATELL

Caminé al baño, necesitaba un baño de agua caliente ahora mismo, debía limpiar toda la sangre y luego pensarlo mejor,  en algunas pequeñas heridas abiertas el agua llegaba a actuar como alcohol y ardía el doble. Observé mi reflejo y mi rostro no parecía mío, mi ceja estaba cortada y en mi mejilla izquierda se encontraban tres rayas completamente rojas, estaban hinchadas hasta cierto punto mi labio estaba roto también, en mis brazos varios hematomas, pero el derecho estaba más lastimado por la patada que había recibido. Ni hablar no quería ver mi espalda, suponía muy bien lo que iba a encontrar, si mis piernas estaban completamente rojas y con marcas de los latigazos no podía imaginar cómo estaría por detrás. Me lastimó demasiado, pero no era de gran importancia.

Tomé aire y quité la toalla dejándola encima del lavamanos, di vuelta y observé sobre mi hombro.

—Mierda.

No hice ningún movimiento, estaba completamente sorprendida, varias marcas eran la prueba de los latigazos que había recibido; no había ningún lugar donde no faltara una y sin duda esta había sido una de las peores golpizas.

Eso dolió Katell...

Nuevamente aquella voz comenzaba a perturbarme, quizás a ti debió dolerte más que a mí.

—Trata de olvidarlo. —me dije a mi misma, debía olvidarlo porque esto no sucedía todos los días y ella siempre se arrepentía.

¿Lo olvidaras?...

Lo hare...

El olvido no es parte de ti Katell...

La venganza si Hadley...

—Silencio. —ordené, odiaba las malditas voces de mi mente.

Salí del baño y busqué una pijama que no se ajustara a mis heridas hasta volverlas hacer sangrar y me coloqué una gorra. Busqué la ropa del día anterior y la guarde en una bolsa de basura, bajé las escaleras y decidí tirarla en el basurero del vecindario.

Pise la palanca para que el basurero abriera la tapa pero antes de levantar la bolsa para tirarla una mano en mi hombro logro detenerme.

—Nath...—lo ignoré y tiré la basura, después de cerrar el basurero voltee.

—¿Disculpa? —espeté sin mostrar la cara, ni de broma nadie tendría  que verme y mucho menos hacer teorías inútiles sobre lo que me paso.

—Lo siento, te confundí. —lo sabía, ahora adiós.

Detente...

¿Eres imbécil?

—Okey, adiós —pasé por su lado, pero apenas tomó mi antebrazo reaccioné zafándome de su agarre —. ¿Qué haces? —no trataba muy bien con desconocidos, por la misma razón, eran desconocidos o probablemente podrían resultar violadores.

Como una cinta de película, así fue como pasaron los recuerdos de aquel día en el parque por mi mente, comencé a respirar pesado, no podía suceder de nuevo ya estaba olvidado, solo tranquilízate Katell, hazlo ya.

—¿Estas bien? —preguntó curioso.

—Si... —lo miré, sus ojos brillaban y parecían grises pero en realidad eran color avellana demasiado claro.

—¿Qué te paso? —reaccioné al instante y bajé la mirada, lo olvidé y vio mi rostro, tomó mi mentón e hizo que lo mirara —. Matare a quien te hizo esto.

No es Hadley...

—Suéltame. —repliqué y rechacé su mano, literalmente corrí después de eso, estaba aterrada con las cortas escenas que pasaron por mi mente cuando me tocó, después de todo, el trauma no estaba superado por completo, solo ese era mi trauma personal, solo mío.

Demasiado tuyo...

Cerré la puerta y apoye mi espalda sobre ella resbalando poco a poco, abracé mis rodillas y entonces comenzó a fluir, lloré de nuevo con los recuerdos  de ese día, y también lloré por el dolor, mi espalda ardía por el contacto con la puerta y mis piernas por haber corrido.

¿En verdad sentía dolor?

Solo finges hacerlo...

¿Todo no había estado superado ya?

¿Superar qué?

La tonta voz estaba riéndose de mí.

Me mentí a mi misma al haberlo olvidado tan fácil, al haber olvidado tan fácil las asquerosas manos del hombre que comenzó a violarme aquel día en ese parque.

Perdí la noción del tiempo, la casa estaba casi en completa oscuridad, no podía ver muy bien, me levanté como pude y encendí la luz; subí de nuevo a mi habitación.

¿Tan pronto?

El libro nuevamente, sobre el un nuevo sobre, me acerqué y observé fuera de la casa, no había nadie afuera ni siquiera un alma, la ventana ahora estaba cerrada a diferencia de la mañana, abrí el sobre y eran los mismos dibujos pero ahora los cuatro antifaces pintados completamente, la única pieza faltante era el rostro del comienzo.

El penúltimo  antifaz era del mismo color que los anteriores pero el ojo era de color verde y el ultimo era de color negro. Un hormigueo pasó por todo mi cuerpo, observe la pequeña cicatriz apenas visible en el parpado, era la misma que tenía, pero como rayos podría ser, tal vez solo era una estúpida coincidencia.

Pero la frase del final logró helarme la sangre.

"y yo...soy tu. Somos el mejor equipo Katell".

"Somos el equipo rojo, disfrutamos ver la sangre correr y los gritos esparcirse por el vacío"

ON.

La firma era diferente y sobraba decirlo, juntando todas las cartas formaba un nombre "GASTON", mis manos comenzaron a temblar en descontrol y algunas lágrimas comenzaron a desbordarse sin permiso.

¿Eso fue lo que sentía estos últimos años?

No era estúpida y sabia investigar, recordé un trastorno que llamo mucho mi atención, "personalidad múltiple", pero jamás imagine algo parecido, después de todo una violación dejaba un trauma y quizás esas eran las consecuencias.

Esa es solo tu historia Kate, la amnesia te está dominando...

Solía sentirme perdida en algunas ocasiones, no llevaba la ropa que recordaba en días diferentes, tenía pesadillas tan reales y sabía que uno de los protagonistas era él, escuchaba su voz misma pero lo evadí, no tenía opción quería vivir limpia.

¿Era su otra personalidad quien reveló la verdad?

Claro que lo era...

¿Podía olvidarlo?

Claro que podía hacerlo una vez más, todo andaba bien...

Solo recuerda que tú no eres la protagonista...

Cállate, todos creerán en mí.

GASTÓN.

Lance las sabanas hacia donde no molestaran, froté mis ojos.

Mierda...

Dolió pero podía soportarlo, yo si podía hacerlo, ella era débil y no la culpaba, caminé fuera de la habitación ignorando por completo  las punzadas de dolor que amenazaban a mi espalda, piernas y demás. Busqué en el baño principal, removí todas las toallas dobladas del estante.

¡Bingo!

El revolver junto al cuchillo estaban ahí, guarde el cuchillo detrás de mí pantalón y la pistola al frente, observé mi rostro en el espejo.

¿Quién eres?

Soy el más peligroso y el más débil.

¿Por qué?

Fácil, soy el único que quiere sacarte de toda esta basura que es tu vida.

Sonreí al reflejo tan colorido que observaba en el espejo, cuando eramos niños nuestros padres pintaban nuestros rostros con dibujos animados que nos encantaban y cuando eramos mayores también lo hacían, al menos en mi caso lo seguían haciendo ¿Diferencia? Cuando era niño lo coloreaban con pinturas y ahora con golpes.

¿Qué esperas?

Absorto en la completa venganza que quería saciar caminé fuera del baño y bajé a la cocina, estaba ahí, tan sumida en sus pensamientos, arrepentida y deseando hacerlo de nuevo, la diferencia entre nosotros era una.

Ella amaba destruirme con cualquiera de las personalidades que se apoderaban de ella.

Yo, era el único que destruía.

Ladee la cabeza curioso por lo que hacía, cuando volteó me pareció graciosa su cara, debían haberla visto, sus cejas se fruncieron confusa pero luego sus ojos se abrieron al máximo, ¡lo siento! Fue inevitable no soltar una carcajada al ver su temeroso rostro.

Supuse que estaba en Shock pues ni siquiera trató de salir huyendo por la puerta, despacio caminé al pomo y coloqué el seguro, observé las ventanas y luego cerré las cortinas, este no era un espectáculo para los vecinos, era egoísta y quería solo hacerlo mío, además, ellos podrían estar cerca.

—¿Mama?  —dije —. Así es como ella te llama ¿cierto?

No respondió, y yo no era para nada paciente.

—Uhm ¿Te gustan las películas?

De nuevo no respondió.

—¿Te ha pasado que cuando ves una película y te encanta a tal nivel y la ves una y otra vez? —hablé acercándome cada vez más, quería reír pero la asustaría ¿más? ¡Pues claro!

—Gastón...

SIGUE>>>>>>>>

NOTA: las oraciones en cursiva es la voz que escucha Katell mas no sus pensamientos propios.