DOS.

"La sonrisa más inocente aguarda la oscuridad mas enorme"

Expediente 2.

CANDY N2

Un año después cuando comenzó a acostumbrarse a Katell, a que ella esté presente en todos lados, a que de alguna forma la controlara después de cederle el dominio; comenzaron más tormentos. Eros estaba muerto y solo lo recordaba a veces. En ese tiempo Katell la incentivo a transformar su manera de ser o más aun, a fingir ser alguien que no era; nos conoció a mí y a Evans quienes en un principio parecíamos normales o al menos como lo era su definición de normalidad, ambos a primera vista nos veíamos como personas frias y narcisistas, después de un tiempo se adaptó, nos convertimos en la poca estabilidad que en un futuro perdería nuevamente. Ese mismo año antes de llegar a cumplir los 16 su madre decidió prostituirla, no sintió algún atisbo de tristeza o decepción, no porque era su madre y ella siempre velaría por lo peor para Hadley.

Además en esa corta etapa descubrió la cobardía de Katell, la conocía como si fuese una persona del medio externo; Katell desaparecio por un tiempo cuando empezaron las violaciones, el primer día lo soportó por así decirlo, el segundo perdió el sentido y en el tercero, salió Candy.

Candy, así fue como la llamó.

Ella era una niña de solo 14 años, su cabello era rubio completamente y como estuviese en un cuento; contaba con lindos rizos brillantes, sus ojos eran azules como el agua y sus mejillas, que decir sobre eso, mantenían un rosa demasiado lindo y su voz, era como un sonido alto pero a la vez tranquilo, ella era Candy en el ambiente interno. Cada vez que tomaba el control los ojos de Hadley cambiaban de color, esa era la única parte que las distinguía. Candy nació de la ausencia de Katell y tomaba el control cada vez que sucedían sus peores pesadillas, al verla como una niña en el ambiente interno Hadley solía sentir tristeza, pero varias veces Candy hacia berrinches si ella se negaba a dejarla salir cuando ocurrían las violaciones, decía cosas como:

Yo quiero protegerte, no me duele, solo me duele verte sufrir, soy alguien que evitara tu dolor.

Fui creada por eso, no te dejes llevar por mi edad o apariencia, me gusta verme mejor sin arrugas Had.

Tu mundo te ha enseñado a que los hombres siempre deben ser los héroes, déjame ser la heroína, por favor por favorcito.

Y era cierto, Candy tenía la apariencia de una niña, pero su mentalidad era claramente más madura que la de Katell. En el medio interno, el palacio se vio mejor iluminado, la habitación de Candy era color rosa y con toques lila, todo lo contrario al de su otra "amiga". Así como Katell le causaba cierta desesperación Candy la llenaba de alivio por cortos instantes; Katell y Candy tenían una semejanza y era que ambas odiaban el Yogurt.

Quizás Hadley creyó que su estabilidad se mantenía intacta o al menos más alta, pero a veces no somos conscientes de nuestras emociones. La única persona que hacia retroceder a Candy era su padre. Aquel hombre que mantenía un aura espantosa, una oscuridad que llegaba hasta sus pies apenas lograba verlo de lejos, siempre la observaba con intensidad y muy dentro deseaba que no fuera la causa de un trauma más, no quería fallar, no quería ser la causa de algo que le haría daño a Hadley, pero su cobardía lograba sentirse mucho más fuerte que su fuerza de voluntad, solo quería escapar de ese hombre, ya no verlo acercarse como lo solía ver.

—ESCRITO POR ERNST SPENCE.

SIGUE>>>>>>>>>