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Capítulo 1


Un 14 de febrero en algún momento del futuro... 


— ¡Feliz San Valentín! 

Mis niños llegaron corriendo y entre risas se lanzaron a nuestra cama para abrazarme. Luciano observaba la escena con una sonrisa y esa mirada de papá orgulloso mientras sostenía una bandeja en sus manos. 

— ¡Te hemos hecho tarjetas y papá ha hecho el desayuno! — Explicó Martín ahora sentado de piernas cruzadas frente a mí. 

— ¿Y ustedes le han ayudado? — Pregunté. 

— Pues, sí, pero yo he ayudado más porque soy el mayor — Se jactó con una sonrisa. 

— Yo les he hecho una tarjeta muy bonita a papá y a ti — Replicó la menor. 

Luciano que hasta el momento había permanecido como espectador se acercó para plantarme un casto beso en los labios y entregarme el desayuno. 

— Feliz San Valentín, amor — Me dedicó una sonrisa que transmitía calidez y dirigió su atención a los niños — Niños, ¡Es hora de traer las tarjetas que se han esforzado tanto en hacer! 

— Sí, capitán. 

Martín imitó el saludo militar, siendo seguido por Lucía, que estaba en plena etapa de copiar todo lo que su hermano mayor hacía. Ambos pelearon un poco al respecto para finalmente competir en una carrera sobre quién traía su tarjeta más rápido. 

— Nuestra familia ha crecido tanto — Mencioné estrechando su mano.

Una gran variedad de recuerdos de este mismo día pero en diferentes años hicieron su aparición por mí mente. Uno se destacaba en especial, aquel con el que empezó todo. Entonces nuestras miradas se conectaron y parecía que nos hablásemos con la mirada. 

— ¿Estás pensando en lo mismo que yo? — Deseé saber. 

— En nuestro primer catorce juntos... — Plantó un beso en mí frente y nos abrazamos — nunca hubiese soñado que tendría esta vida contigo.

Sí, así era.

— Yo menos — Ambos reímos de solo acordarnos.

— Después de todo, nuestro primer San Valentín pudo ser muchas cosas menos común — Le recordé. 

— Es único — Esta vez plantó un beso en mí mano — como tú lo eres, loca mía.

Nuestro momento pronto fue interrumpido por pequeños pasos acercándose a toda velocidad. 

— ¡Te gané! — Proclamó sacando la lengua. 

— ¡No es justo, mamá! — Lucía se lanzó a mis brazos a punto de estallar en un berrinche — ¡Él siempre gana por sus piernas largas de hermano mayor! 

Su puchero me enterneció pero fue su comentario lo que puso una sonrisa en mí rostro. 

— ¡Perdedora, perdedora! — Dice cantando y bailando entre muecas — ¡Eres una mala perdedora, Lucía! Mamá, no le hagas caso. Solo está celosa porque soy el mejor. 

Su guiño de un ojo logró sacarme otra sonrisa. No podía estar más agradecida por pasar un día tan especial como este con mí pequeña familia, a quienes amaba muchísimo más cada día. 

— ¡Está mintiendo! Papá, dile... 

Mi esposo se tomó un momento para pensar y finalmente declaró. 

— Ustedes dos, será mejor que entreguen sus tarjetas si quieren escuchar la historia del primer San Valentín de sus padres. 

Los niños asintieron entusiasmados y se acomodaron en medio de ambos, no sin antes cedernos unas hermosas tarjetas que guardaríamos por siempre. Por mí parte sentía que mi corazón iba a explotar de tanto cariño y buenos recuerdos que estábamos experimentado. Sobre todo porque yo también les tenía una sorpresa preparada para más tarde. 

Nuestros mejores amigos: Santiago, Dalia, Leo y su esposa vendrían de visita para recrear el primer catorce que pasamos juntos, a excepción de la esposa de Leo, a quién no conocíamos en ese entonces.

— ¡Cuenta, papá, cuenta! — Aplaudió Lucía — ¿Fue amor a primera vista?

Sus ojos brillaron de una manera que me enterneció por completo y Martín no podía quedarse atrás, que esperaba atento el inicio de la historia mientras le acariciaba el cabello. 

— Bueno, es gracioso que menciones eso, hijita querida. Porque... ¿Sabías que podrías no haber existido? — Lucía se cubrió la boca con las manos y Martín alzó una ceja — Así es, pudieron haber sido unos hijos totalmente diferentes. Serían castaños, con unos ojos de color...

Me vi en la necesidad de detenerlo pues mis mejillas no daban más de lo rojas que estaban por la vergüenza. 

— Creo que será mejor que cuente mí versión de los hechos — Añadí tan rápido como me fue posible.

— Adelante, querida — Se burló — Muero por escucharte. 

Lo miré con mala cara aunque ninguno de los dos estaba enfadado realmente y decidí empezar con el relato. 

— Eran unos días antes de San Valentín cuando... 


♥︎♥︎♥︎

El primer capítulo es corto pero si has llegado hasta aquí, te agradezco por leer. 

Votos y comentarios también son apreciados. 

¿Qué les parece la historia por ahora? 


Linda lectura, 

Elina M. 


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