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[Just Like] Starting Over

Deben escuchar esta canción, es la base del capítulo, aparte de que es muy bonita, tomó mucho de la letra para pasarla a los diálogos de los personajes así que primero escuchénla y luego empachence con el capítulo uwu

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Lisa:

Empezaré por decirte que me encuentro muy bien, realmente la vida aquí es decorosa y agradable, la comida es rica, los avances tecnológicos son completamente impresionantes y, sobre todo, hay mucho conocimiento que seguramente te encantaría conocer. Ah, apuesto a que notarás una taquigrafía extraña, ya que la carta no está escrita a pluma como suele hacerse en el resto de Teyvat, pero aquí los avances han sido tan impresionantes que ya se ha inventado un artilugio capaz de escribir por nosotros, lo que hace que las cartas sean legibles a pesar de lo fea que pueda ser la letra del escribano. Realmente sé que mi letra a veces no era muy hermosa de leer, pero ahora con esto, no hay nada de qué preocuparse, aparte de que estoy seguro que esto hará que los sentimientos que tengo por ti no hagan sino más que notarse más al darle un toque personal, piénsalo, ¿Cuántas personas te escriben día a día a pluma y tinta? Todas las que conoces, por supuesto. Con esto, nuestro vínculo será más especial todavía, ¿no te agrada eso? Porque a mí sí, en realidad.

Te veré pronto, de ello no lo dudes.

Tu héroe, tu esposo, tu amor:

-Aether.

P.D. Te amo.

A ver hagamos esto una última vez. Desde lo de Espinadragón, han pasado cerca de 7 meses en los cuales he pasado por tantas cosas...primeramente, y una vez tuve la oportunidad de ir a Inazuma, lo hice, claramente. Recuerdo que, y a pesar de lo peligroso que resultaba, ella me regresó el broche de plausurita para que pudiera acordarme de ella cuando la extrañara, pero a la vez, sería como algo que me daba en señal de despedida.

Se lo di simbolizando que le daría mi corazón, entonces se podría interpretar que me lo regresaba a sabiendas de que quizá moriría en mis aventuras.

Cuando regresé la ciudad, claramente se lo devolví, y es que le había llegado el rumor de que me enfrente a la mismísima Shongun y que la misma me metió una paliza que de hecho pudo matarme y fue más bien suerte el que sobreviviera -de hecho...sí, se puede decir que sí-.

Solamente me hizo prometerle que no volvería a hacer algo tan peligroso, y al principio mi postura fue que haría lo necesario para encontrar la verdad sobre mi hermana y de este mundo que parece oculta más de lo que parece. Sin embargo, al verla al borde de las lágrimas, me retracté casi de inmediato de mis palabras, por lo que le prometí que sería más medido para la próxima.

Al contarle el resto de mi aventura...me di cuenta que se puso bastante celosa cuando le mencioné a Ayaka y todo lo que había pasado. Al final de todo, somos esposos, no le ocultaré que conocí a otras mujeres, y cabe la posibilidad de que le pregunte a Paimon, entonces si sabe que le oculto algo a propósito...vaya que me dará un buen shock eléctrico por mentirte.

-Ella es una chica muy elegante y refinada, incluso la llaman la princesa garza por lo mismo. Me regaló un broche, me mostró la ciudad de Inazuma y al final fue un lindo detalle que me mostró un baile local.

-¡Sí, y también fuimos a un pequeño festival, era al primero al que Ayaka iba! –Agregó Paimon, emocionada.

-Vaya que me puse triste por la historia de su vida...se ha de sentir muy sola muchas veces.

-¿Oh? ¿Y esa Ayaka es bonita?

-Muy bella, realmente es una chica muy bonita, parecida en edad a Aether. Oh, y también Yoimiya, es muy bonita y su personalidad muy "chispeante". –Ella se rió del chiste.

-Ara, ara, cariño...¿estuviste con dos chicas de tu edad? –De pronto, me di cuenta que a Lisa se le empezó a electrizar el cabello, por lo que los ojos se me abrieron de golpe. Esa sonrisa me dice que algo no anda bien.

-Pe-pero siempre les decía que era casado y que estaba muy enamorado de mi mujer especial, ¿verdad Paimon? –La miré con unos ojos que decían que me siguiera el juego. Ella captó de inmediato.

-¡Ah, sí! ¡Incluso Paimon no dejaba de recordárselos, todo como amigos y compañeros de la resistencia, solo eso!

-Entiendo... -Tras un suspiro de su parte, su cabellera volvió a la normalidad. –Una pena por Rosalyne, la llegué a conocer, fuimos compañeras en la academia, también era brillante y tenía un enorme potencial...malamente no pudo controlarse y cayó en la locura.

-Sigo traumado por ver eso... -Mi cara pasó a una de que tenía recuerdos de Vietnam. 

Esa mañana, al despertar, todavía seguía profundamente dormido, roncando por el cansancio que me dio tras regresar del largo viaje de Inazuma a Mondstandt, teniendo todavía recuerdos de la guerra.

-Oh no, su Excelencia, no iré a esa misión, es muy peligrosa; déjeme quedarme aquí, en el cuartel. –Ronqué. –No los nobushis, no quiero más. –Seguí roncando.

-Cariño, es hora de levantarse. –Lisa se sentó a mi lado, dándome un beso en la mejilla a la vez que me abrazaba. Yo desperté apenas sentí eso, por lo que desperté con una sonrisa y viendo lo que más me gusta: a mi mujer.

-Menos mal me despertaste...tenía un sueño raro. –Mis ojos se volvieron a poner como si tuviera recuerdos de Vietnam. –Por suerte ya estoy de regreso contigo. –Le dije, abrazándola al sentarme yo también en la cama.

Lo ocurrido durante mi breve estancia en la ciudad fue planeamos la forma en que haríamos nuestra casa, ya que Lisa tiene la suya en la ciudad, claro, pero tenía mi pequeño truco bajo la manga: la tetera. La misma estaba desprovista de muchas cosas, ¿en qué sentido? Bueno...digamos que la tenía arrumbada por muchas razones, incluso Gordi se sorprendió de verme ya que hacía mucho tiempo que no ingresaba.

-Oh, llegaste, Aether. ¿Qué tanto ha pasado allá afuera? Veo que traes a una acompañante, ¿quién es?

-Es mi esposa. No te lo dije en su momento, pero soy casado y ella es con quien tuve la fortuna de unir mi vida.

-Oh, qué lindo. Ella entonces será también dueña de la tetera si es que están casados, o algo así me explico Yanfei, se ha aprendido el derecho familiar al pie de la letra.

-¿Quién es Yanfei? –Preguntó Lisa, alzándome una ceja...desde lo de la bruja cincin cryo, me he dado cuenta que es más celosa.

-Mi abogada y asesora legal...su abuela me regaló la tetera ya que le hice un par de favores.

-Ay...ese día fue cansado para Paimon. –Lloró ella.

El plan era algo simple: Lisa y Paimon amueblarían la casa con ayuda de Gordi mientras yo me encargaba de los materiales...

Era curioso, pero teniendo la tetera en mi alforja, la dejaba a un lado de mí cada que salía a talar árboles o a buscar materiales para hacer tintes, así como picar minerales y de ahí obtener más cosas para los muebles. Cuando tenía una cantidad suficiente, regresaba a la tetera, veía el progreso y me sentía cada vez más satisfecho, pues siempre que entraba por esa puerta, veía a Lisa vestida más casual, llegaba limpiándome el sudor, abrazándola y dándole un beso en los labios para contemplar lo que tenemos construido, que si bien es poco, no me molesta para nada.

Con el tiempo, y eso es algo que no dudo, todo esto tendrá más color y resultará en el mejor hogar que tendré con Lisa.

Regresando de Fontaine, tuve la enorme suerte que el festival de las flores de viento se encontraba en su máximo apogeo, razón por la cual me apresuré a ir con Lisa a la biblioteca, seguramente ella se encontraría hasta el cuello de trabajo...y con eso que le gusta mucho trabajar.

Cuando abrí la puerta, ella, sin voltearme a ver, me lo dejó muy claro.

-Lo siento, la biblioteca está cerrada por ahora, vuelva pronto, por... -Al mirarme, los libros que tenía en las manos se le cayeron. –Por Barbatos, ¡Aether!

Ambos corrimos a abrazarnos sin miramientos, apenas lo hice yo, cerré los ojos, sintiendo otra vez ese latido de Lisa cerca de mi pecho, que es algo que me devuelve la vida y me hace inmensamente feliz.

Sin perder un solo segundo, fuimos a pasear tomados de la mano por las calles de Mondstandt llenas de adornos, de flores, resultando todo tan colorido y hermoso. Realmente me gustaba mucho la ciudad, pero con este tinte, es mayor mi gusto.

-¿Te confieso algo? La primera vez que vi estos adornos realmente me gustaron. Con el tiempo, se me hicieron aburridos, sin sentido, pero ahora que es la primera vez que tengo un festival de las flores de viento junto a ti me regresa la alegría y la emoción de la ocasión inaugural...es como empezar de nuevo.

-¿Así lo ves? –Pregunté, sorprendido.

-Y no solo esto. Ha pasado tiempo desde que nos vimos por última vez, no hay nadie a quien culpar. Sé que el tiempo vuela tan rápido, pero cuando te veo, cariño, es como si los dos nos estuviéramos enamorando de nuevo, siempre será como empezar de nuevo.

Las palabras simplemente las agradecí con un beso en los labios, deteniendo nuestro pasó incluso para eso. Escuché que un daguerrotipo capturó una fotografía, me sorprendí ya que al mirar quién fue, era nada más y nada menos que Albedo, quién sonrió de inmediato solamente para tomar la imagen capturada, haciendo un gesto a bien.

-Creo que este es uno de esos momentos que solo pasan cada diez años. Caminaba por aquí de casualidad cuando los vi pasear de las manos, justamente traía el daguerrotipo y pensaba fotografiarlos mientras se quedaban quietos, afortunadamente se dieron un beso y salió esto.

Al entregarnos el retrato, el mismo no podía ser más lindo y romántico. Toda la ciudad decorada se encontraba de fondo mientras tomaba a Lisa de una de sus mejillas para inmediatamente besarla. Los dos teníamos los ojos cerrados, y realmente la misma parecía ser premeditada, pero no, resultó producto de la más linda casualidad.

-Realmente la ciudad los extraña ver pasear por sus calles, hacen tan buena pareja. Si quieren pueden pedirle al herrero que les enmarque la misma en un cuadro lindo, seguramente quedará perfecto en su habitación.

-No es necesario, nosotros podemos hacerla. –Sonrió Lisa, viéndome con complicidad, al final de todo, la casa la hicimos y amueblamos nosotros, ¿qué es un cuadro más?

Al llegar a su casa, nos recostamos en la cama mientras Paimon se fue a la tetera, le dijimos que iríamos de inmediato pero...bueno, tras un tiempo de no vernos, es obvio que la necesidad de amor en los dos era una cosa evidente y, por lo mismo, hicimos el amor después de tanto tiempo.

Realmente no tuvimos ningún apresuramiento, hicimos el amor bien y con calma, siendo muy lindo ya que ella apretaba sus manos contra mi espalda a la vez que yo, estando sobre ella, la tomaba de la cabeza mientras me movía delicadamente, nos besábamos con desesperación total.

Eso sí, me retardé lo más que pude para que ese mágico momento durara lo más posible, pero escuchar los gemidos de mi amada Lisa me lo imposibilitaron, de cualquier manera, prisa no teníamos, así que cuando terminé, nos quedamos acostados, abrazados mientras seguíamos besándonos con la pasión suficiente para casi derretirnos.

-Extrañaba esto...no por el placer sexual, sino porque es la conexión más especial con alguna persona, y esa eres tú, claro que sí, solo tú, Lisa. –Le dije, acariciándole la barbilla para luego darle un beso y un abrazo.

-Yo extrañaba dormir en tus brazos...como esa vez en la playa, que fue la primera noche que pasamos juntos. Fue ahí cuando decidimos unirnos, ¿te acuerdas?

-Nunca lo olvidaré. Cuando te vi por primera vez, supe que quería pasar el resto de mis días contigo, y esa noche fue que supe que así sería. El tiempo ha pasado ya, ¿y qué? Eso solo ha hecho que lo que sienta por ti no deje de crecer.

-No he dejado de enamorarte, y nunca lo haré. Siempre te daré todo mi amor, Aether.

-Gracias. –Le di un beso en la frente. -Sigh, viendo el ambiente del festival, aparte de que ya lo conocía, me doy cuenta que esta es la mejor época para enamorarse. Sigh, una lástima que nosotros no nos pudimos contener, la verdad hubiera sido muy lindo que nos enamoráramos y nos casáramos en estas fechas.

Lisa solamente alzó una ceja, cuestionándose, pero luego sonrió de forma pícara, dándome un beso en los labios que fue rápido y corto.

Ella se empezó a vestir, lo que no me quedó del todo claro, así que, al acabar de ponerse su ropa de cama, se quitó el anillo de bodas que le di aquella ocasión.

-Tu anillo, dámelo. –Me pidió, yo cumplí lo solicitado, pero eso me sorprendió.

Al levantarse, puso los dos anillos en un alhajero en forma de corazón que le compré en Inazuma, así que lo guardó en un cajón, viéndome a los ojos, dándome un último beso.

-Hoy prefiero dormir sola, sé que es un poco cruel de mi parte pedirte eso teniendo en cuenta que casi no solemos vernos por lo de tus viajes, aunque...si lo haces, seré la mujer más feliz del mundo.

-Bi-bien... -Me vestí yo igual, abrazándola por la espalda y dándole un beso en la mejilla que le sacó una sonrisa, ella fue al cajonero donde guardó los anillos, escuché el sonido que se haría cuando ella aparece algo frente a ella, ya fuera una rosa o sus libros, solo que no pude ver qué era con exactitud.

Después de eso, el sonido de algo desaparecer se hizo presente en la habitación, todavía dándome la espalda, me entregó mi ropa de aventuras, por lo que yo la tomé. Su sonrisa y sus ojos me dicen que planea algo...y eso me gusta. Ya la conozco lo suficiente para decir que, seguramente, tiene en mente un pequeño juego que, sin duda alguna, me agradará.

Le di un beso para luego ingresar a la tetera, en la misma fui al que era nuestro cuarto, revisé mi ropa y encontré una nota escrita en tinta, lo que me sorprendió. Ahora entiendo...Lisa apareció en sus manos una pluma, papel y tinta para escribirme esto, por eso tanto sincretismo.

La nota decía:

¿Dices que te gustaría haberte enamorado de mí en estas épocas? ¿Qué te lo impide? Te veo mañana en la biblioteca, llega a la hora que gustes, hagamos de cuenta que no nos conocemos, es como si los dos nos estuviéramos enamorando de nuevo, será como empezar de nuevo, sorpréndeme, yo te seguiré el juego. No comentes nada sobre lo nuestro, no estoy casada ni tú lo estás, veamos hasta dónde llegamos.

Justo como lo esperaba, ella planeaba algo, y no negaré que me da mucha emoción este pequeño juego que tendremos. Hum...bueno, a Paimon le tocará ser ayudante de Albedo por unos días, seguramente le dará buenas ideas...como clonar comida o una pastilla que te ayude a comer más, no lo sé.

Al día siguiente, como acordamos, hice mis deberes, lo que tenía que hacer y fui a eso de las 3:30 de la tarde a la biblioteca, media antes de la hora del té. Sé que será una mera actuación, pero no quiero importunar a Lisa, sería grosero de mi parte.

Me duché, me arreglé y finalmente emprendí rumbo a la biblioteca, entrando como si fuera un curioso más. Ella arreglaba algunos libros, por lo que, sin pensármelo un segundo, fui corriendo.

-¿Puedo ayudarte con esto? –Le dije, Lisa se encontraba de espaldas.

-Oh, claro cariño. Que amable de tu parte. –Me sonrió al verme. –Ara, ¿eres nuevo? No te había visto por aquí, ¿cuál es tu nombre?

-Me llamó Aether, y sí, así es; soy extranjero, realmente me sorprende mucho este festival, dicen que es para encontrar el amor o algo parecido, por eso quería leer un poco más acerca del mismo, para darme una idea, señorita bibliotecaria.

-Llámame Lisa, Aether. Tienes razón, aquí puedes encontrar algo relacionado a lo que buscas. Hum...mi descanso está cerca, ¿te parece bien si me esperas unos minutos y te explicó de qué trata el festival?

-Podría ayudarte. Digo, la idea de que una mujer, y perdona mi atrevimiento, tan bella como tú se desgaste trabajando me es complicada.

-Oh, eres una dulzura. Bien, me alegra que así lo quieras...ya que estos libros son muy pesados para mí.

-Yo ayudo a cualquiera que me lo pida sin pedir nada a cambio, así que sin ningún problema.

-Tu tenacidad me parece admirable. Bien, mientras más rápido empecemos, más rápido descansaremos.

Tras una pequeña sonrisa cordial, ayudé a Lisa con los libros. Algunos ya me sabía de memoria el dónde se encontraban, pero fingí el que no para darle más realismo a nuestro pequeño juego, así que con esas, ella me guiaba en dónde colocar los libros, hablándome de forma coqueta, como las primeras veces que nos topamos.

Este pequeño juego me trae muchos recuerdos, sin duda.

Al acabar, descansamos en uno de los sillones de la biblioteca, Lisa había preparado té, así que me ofreció un poco para refrescarme, lo que me resultó de maravilla. Al estar más tranquilos, ella se empezó a echar aire con las manos.

-El té me hizo entrar en calor, y aquí el ambiente está muy apretado, ¿qué tal si vamos a beber una pequeña copa para refrescarnos?

-Bueno...no suena un mal plan. Realmente me agrada que así sea.

Ambos salimos de la biblioteca, tuve que contenerme como no se hacen una idea el querer tomar su mano, la verdad es que lo necesitaba, pero suspiré, tranquilizándome y sabiendo que, si todo salía bien, dentro de poco la cosa estaría perfecta para mí.

Iríamos al cola de gato por su decisión, se supone que yo apenas conocía la ciudad y no conocía ese lugar, razón por la cual ella me llevaría al mismo a probar el vino y todo lo que ello conllevaba.

Nos fuimos comentando un poco de nuestras vidas, nuestros propósitos, y si bien era algo que ya conocía de Lisa de memoria, pues no nos estamos inventando una nueva personalidad, y aun así, recordé detalles que ya tenía por desapercibidos, o que justamente no me acordaba por muchas cosas que han pasado, especialmente el tiempo.

Yo le dije lo de mi hermana, que tenía una amiga flotante que era muy linda pero a veces solía ser gruñona, y después que había recorrido parte del mundo para encontrarla, pero nada. Y que, sabiendo que el festival estaba cerca, investigaría para saber si así podía encontrarla a ella en este ambiente tan festivo.

Una vez llegamos, pedimos la copa habitual, aparte de comer, que ya hacía hambre. Apenas la cosa se calentaba, y ya tenía algo en mente para recordar los tiempos de antaño.

-¿Gustas algo de comer?

-Sin duda. Aunque me cuestiono...¿qué podría ser? No soy de gustos muy refinados, así que puedo dejar que elijas.

-He escuchado que a las brujas les gusta preparar sopa de verduras, es saludable y ayuda a mantener una buena figura. 

-Oh, estás bien informado. Sin embargo...prefiero algo más. ¿Qué tal si escojo yo? ¿Eres de gustos refinados?

-Para nada. –Sonreí. Debí tomar en cuenta que quiere que nos enamoremos de nuevo, pero eso no significa que hagamos todo igual a como aquella vez. El que ella escoja la comida ya es un cambio notorio.

Lo que Lisa pidió fue, para ella, una ensalada así como una pequeña porción de pescado a las brasas, que es la opción más saludable para hacerse. En mi caso, me pidió el que era también pescado pero a la mantequilla, lo que fue muy de mi agrado.

Pedimos, eso sí, vino blanco para acompañar el pescado, tenía sentido al final de todo, y resultaba diferente a lo que solemos beber que es el vino diente de león.

-El vino no te decepcionará, no sé cuáles sean tus gustos en alcohol, pero debes probar este al menos una vez.

-No suelo beber, pero ¿quién puede negarse a beber una copa con una mujer tan bella como tú? Yo creo que nadie.

-Cariño, eres muy dulce. Yo soy de leer novelas de amor, así que puedo decirte que, por lo que veo, puedes ser candidato a una persona con muchas pretendientes amorosas.

-En realidad lo soy, creo que le gusto a las mujeres. –Jugué, sonriendo. –Sin embargo, yo tengo una convicción, y esa es serle fiel siempre a una sola mujer, a ninguna más. Solo que me pregunto, ¿cuándo llegará? No tengo prisa ni mucho menos, debo saber quién debe ser, elegir a la mejor, a la que sé que amaré para siempre y nunca le mentiré, que solo pensar en ella me haga feliz, saber que me ama y eso me haga amarla más. Hum, seguramente soy un idealista, ¿qué piensas tú?

-Eres muy exigente, no lo dudes. –Rió Lisa. –De cualquier manera, si tú también tienes esas mismas cualidades, no dudo que encontrarás lo que deseas, es el festival de las flores de viento, tendrás a la mujer que quieres, no eres idealista. Y da la casualidad que yo buscó algo similar, un marido en que siempre piense, que sepa que ama, al que amaré sin importar qué, que sea el mejor, sea tenaz, amable, que no busque nada por interés. Al final de todo, es el festival, todo puede pasar, aunque ya cometí un error muy grande ahora que lo pienso.

-¿Cuál?

-No debí aceptar tu ayuda, eso...eso trae mala suerte. –Suspiró pesado. –Bueno, lo intenté, eso pude decir. Adiós a mi príncipe azul, este año no lo encontraré.

-Pienso que estás equivocada. –La tomé de la mano. –Si no te hubiera ayudado, solamente ocurriría que pase por un libro, lo leí y te hubieras ido a tu descanso, dejándome solo. Al final, todo puede pasar, ¿no es así? ¿Será simple casualidad que quisimos tener esta pequeña cita?

-Viéndolo así...tienes razón. Te diré una cosa y te preguntaré otra. La primera...eres muy tenaz, esa pregunta que me haces me pone a.cuestionarme muchas cosas. Y respecto a lo otro...¿así que ves esto como una cita, cariño? –Me sonrió, yo no me lo esperaba, así que solamente me sonrojé sin realmente esperármelo. –Ay, que tierno te ves así.

-Claro que es una cita, pero no me esperaba esa pregunta. Aparte, claro que me sonroja, pensé que...

-Oh, puedes pensar muchas cosas, pero al final de todo la que dirá si lo es o no, soy yo. Una cita suele tener intenciones amorosas, y dudo mucho que quieras solamente comer y ya, ¿no?

-Apenas empezamos, por supuesto. ¿Te agrada la idea de pasear por el barrio comercial? Tengo una idea en concreto que, estoy completamente seguro que te gustará.

-Me llama la atención que lo afirmes con esa seguridad, eso solo reafirma mi idea de que eres una persona tenaz.

-Gracias. Apenas vamos empezando y no has visto nada.

Tras una sonrisa pícara, ambos pagamos la cuenta al terminar de comer y beber. Ella me contó sobre el festival, que al final de todo era la principal intención que teníamos, así que paseamos lindamente por el barrio comercial, la gente se sorprendía de vernos, no íbamos tomados de la mano, pero yo me ofrecí a llevarla del brazo, como era normal en situaciones de ese tipo.

La idea que tenía en mente era pasear, por supuesto, no queriendo ser repetitivo, y sabiendo que era una mejor idea, fuimos hasta las afueras de la ciudad en donde encontré una Cecilia, la que tomé junto con un diente de león.

-Cariño, no puedo tomar dientes de león...si lo toco, mi estática lo deshará. –Me dijo, triste. Seguramente ha de imaginar que olvidé ese detalle, pero no.

-Justamente eso tengo pensado que suceda. –Sonreí. –Dicen que los dientes de león transmiten deseos, ¿no? Es solo cuestión de soplar uno y el deseo llegará a oídos de Barbatos, así que, si tienes un deseo, deja que se lo lleve el viento y te apuesto que se cumplirá.

-Que buena idea...cariño, sin duda ves las cosas positivas en lo que cualquiera solo vería algo malo. Eso me agrada mucho. –Le di el diente de león a Lisa, ella cerró los ojos y, apenas lo tocó, el mismo se empezó a deshacer y sus pequeñas semillas se empezaron a dispersar, yo soplé las mismas al notar que Lisa no alcanzaría, y éstas se fueron volando suavemente en el aire. –Oye, se supone que yo debía hacer eso. –Rió, fingiendo molestia.

-Velo como una forma en que te digo que te ayudaré a cumplir tu deseo. No sé cuál sea, pero te ayudaré, al final de todo, eso es lo que mejor me sale del espíritu.

-Creo que yo soy una excepción a la regla del festival...si me ayudas, solo me va mejor. –Lisa olió la Cecilia. –Fresca, recién sacada de la tierra, ¿sabes algo? Siempre quise que alguien me regalara una Cecilia cosechada de su propia mano. Siento que es el detalle más lindo que alguien me ha dado en la vida, tienes gustos muy refinados y elegantes.

-La Cecilia es justamente eso...¿y te sorprenderías si te digo que tú me recuerdas a una Cecilia?

-Me sentiría completamente halagada y al mismo tiempo te diré que ya lo sabía. De cualquier forma...muchas gracias por ello.

-No es nada, soy una persona que suele decir la verdad, y si te lo digo, será solamente la verdad la que escuches.

-Muy lindo de tu parte, cariño. -Me dio un beso en la nariz, lo que me volvió a sonrojar como hacía tiempo ella no me ponía. -Ara, ahora mi lápiz labial no se diferencia del resto de tu rostro. 

-M-me embeleses. Que una mujer tan bella me dé un beso, eso claro que me haría reaccionar solamente así, de verdad me creo el hombre más afortunado del mundo...¿puedes darme otro, señorita Lisa?

-No, no, no...los besos no se piden, cariño. se ganan...sin embargo. -Lisa me dio un beso en la mejilla, uno en que incluso sus labios tronaron contra mi piel por la forma en que me lo dio. -Lo tienes ganado de sobra, Aether. 

Solamente no me puse más rojo de lo que ya estaba porque no me era posible, ella siempre sabrá jugar las cartas, y siempre será una mujer coqueta, así pasen los años y le conozca ya todas sus mañas, no dejará de sorprenderme, enamorarme y sonrojarme, lo que me hace tan feliz...

Regresamos al barrio comercial al tener ya lo que planeábamos, todavía teníamos algunas cosas por hacer, faltaría un rato para que obscureciera, así que algo más debía planear, como ir a la catedral a admirar su belleza y sus cristales, he aprendido que eso es de importancia al viajar. (De hecho, cuando uno va de viaje, los guías recomiendan mucho visitar las iglesias ya que puedes darte una idea de cómo era el arte y la arquitectura de la época, o al menos eso en los centros históricos de México, y hay algunas historias curiosas, por ejemplo las rejas de la catedral metropolitana de CDMX fueron hechas en China por allá del 1600, una cosa así).

Sin embargo, nuestros planes se fueron muy al demonio ya que empezó a llover, lo suficiente para que resultara molesto. Si el busto se le llega a mojar a Lisa...cosas que me agradarán a mí pasarán, pero a ella no.

Lo único que pudimos hacer fue quedarnos sentados en unas sillas que nos ofreció Sara en el buen cazador, en una zona donde, por suerte, podíamos cubrirnos del agua. Nos sentamos, uno al lado del otro, yo saqué una manta de mi alforja, nos la pusimos para no tener frío.

Era muy lindo, ambos nos cubríamos del viento bajo esa manta, juntos uno al lado del otro. Por el calor y, como justamente habíamos comido, nos empezó a dar sueño, encima del ruido relajante de la lluvia que no ayudaba para nada en mejorar esa situación.

-¿Sabes algo, cariño? Tengo la mala costumbre de ser muy perezosa y, por si fuera poco, soy fan de la siesta después de la comida, así que este ambiente no me beneficia mucho. –Bostezó. –Debes saber que si bostezo o parezco quedarme dormida, no es porque tu presencia me sea aburrida, al contrario. Es solo que...es del pie que cojeo.

-Siendo así...tengo una idea. Tú duerme tranquila y yo cuidaré de ti mientras lo haces.

-Hum...no lo sé, ¿qué tal si planeas hacerme algo raro mientras duermo? Al final de todo, bajo esta manta poco podrán darse cuenta los transeúntes.

-Por mi honor que jamás haría algo así. Dañarte a ti, siendo una mujer hermosa, sería equivalente a dañar a toda la humanidad. Confía en mí, si me paso de listo, podrás castigarme a tu gusto.

-Solo espero que no disfrutes de los choques eléctricos, sino incluso será un premio para ti. Bien, nos veremos en...tal vez una hora y media. –Sonrió, recostando su cabeza sobre la mía propia...Lisa es una mujer alta y delgada, por lo que muchas veces los roles se invierten. No dudo que un día sea ella quien me cargue, lo que sería interesante, pero ni idea. (Se dan cuenta que Noelle tiene la fuerza para cargar en brazos al canon...joder, que envidia le tengo)

En un primer momento, estaba despierto sin problema, pero el calor de la manta, la sensación de tener a Lisa cerca de mí, el tranquilizador sonido de la lluvia y sus suaves ronquidos hicieron que el sueño se me contagiara a mí también.

No sé cuánto tiempo pasó, pero me quedé dormido yo también, y fue que, tras sentir algo en mi mejilla, empecé a abrir los ojos, topándome con una sonriente Lisa que me tomaba de las mejillas. El sonido de la lluvia ya no se escuchaba, y los últimos rayos de sol me molestaban en la vista.

-Ara, ara, ¿no que cuidarías de mí, cariño? –Se burló ella, yo me sobresalté, reaccionando de inmediato. –Al menos tengo la certeza de que no me tocaste algún lugar donde no debes, pequeño pillo.

-L-lo siento...admito que fallé en mi misión.

-No te preocupes. Seguramente también estarás cansado de todo lo que hiciste antes de ir a la biblioteca, aparte Sara también nos cuidaba. –Al voltearla a ver, ella levantó el pulgar mientras nos sonreía.

-Vaya...esa sí no me la esperaba.

-Está anocheciendo...la cita no acabará hasta las 12 de la noche, espero eso no te sea molesto. En fin, hay que apresurarnos porque todavía queda algo por hacer.

Una vez más, fuimos de camino a las afueras de la ciudad, una cena más rustica era lo ideal, así que emprendimos marcha directamente al muelle de la ciudad que se encuentra en el lago de sidra, o cerca del mismo.

Apenas llegamos, la noche cayó, así que de inmediato comencé a hacer una fogata, la que dicho sea de paso, fue sencilla de prender. Tenía a la mano mi caña de pescar, así que le prometí a Lisa pescar un pez ornamental para que se lo lleve a casa.

Malamente...digamos que la cosa no resultó como esperaba ya que los malditos peces no daban tregua y en más de una ocasión, hasta el más pequeño se me fue...me doy cuenta que atrapar a Paimon fue pura suerte.

Lisa, en cada intento fallido mío, solamente sonreía, llevándose una mano a la frente, dándome palabras de aliento cada que yo lo intentaba nuevamente, formulando un "awww" cada que fracasaba.

Al darme por vencido, ella me abrazó fuerte, me sentía estúpido y un poco impotente por lo ocurrido, pero ella solo me dijo "mira y aprende, cariño" con su tono coqueto tan característico de ella y con solo tirar la caña, un pequeño pescado vino y mordió el cebo.

Al tenerlo así, Lisa lanzó una muy pequeña descarga al agua, lo suficiente como para darle un toque a alguien, pero suficiente para que el pescado se quedara tieso, así que aprovechó que éste no forcejaba y de inmediato lo sacó del agua.

No es necesario decir que eso me eso me dejó con un rostro escéptico de lo que había visto ya que se me hacía muy torpe la idea, pero que realmente funcionaría por el hecho de que tiene sentido, lo que es el efecto electrocargado entumece el cuerpo de la víctima, y eso aplica para todos, y al no ser una descarga demasiado fuerte, no mató al pez. (Imagínense a Aether con el rostro como en el meme de Mike Wazowski)

-¿Puedes traer algo en que poner al chiquitín, cariño?

-Po-por supuesto. –De inmediato metimos al pez en una caja especial, era un medaka angelical, su color blanco resultaba muy lindo.

Nos sentamos en el muelle, mirando las estrellas de la noche, así como nos calentábamos en la fogata, sonriendo para nosotros mismos. El pequeño pez saltaba de vez en cuando, como si estuviera desesperado por el espacio tan pequeño en el que se encontraba.

-Cariño, me quedé con la duda de la conversación que tuvimos en la tarde y te dije que la chica que deseabas era un estándar muy alto, ¿cómo sabrás cuando la tengas en frente?

-Realmente el corazón es sabio y sabrá qué decir cuando me enamore de alguien, si es solo algo pasajero o si será de por vida.

-¿Y cómo sabrás que es así y no te equivocas? Puedes confundirte, creer que será para siempre y no...aparte eres guapo, me dijiste que te sobran las mujeres, ¿cuál será la correcta?

-Ella misma me lo hará saber. Si ella quiere que lo nuestro sea para siempre al igual que yo y todos los días me enamora, me hace creer que empezamos como la primera vez, eso solo me indica que quiere que nunca nos dejemos de amar. Realmente el amor de los matrimonios muchas veces dura poco, las responsabilidades no se van y, sin embargo, algunas ocasiones es para siempre.

-¿Cuándo son esos casos? –Lisa se fue acercando un poco a mí.

-Como te lo dije antes... -Me acerqué yo igual. -La pareja se esfuerza en mantener el sentimiento vivo para siempre, en enamorarse de nuevo, en no dejar de hacer las locuras que solían hacer al conocerse. Empiezan una y otra vez, por eso el amor nunca acaba.

-Pienso que tienes razón. –Lisa me tomó de las mejillas, ambos nos empezamos a besar, cayendo suavemente al pasto, ella se encontraba encima de mí, era un beso que deseaba muchísimo, pues antes de nuestro primer beso, era mi mayor anhelo unir sus bellos labios con los míos, y fue lo que logré, por fortuna como aquella vez después de una larga y hermosa cita.

Tras unos segundos, se escuchó un "bloop" que daba a entender que algo se había caído al agua. Lisa, despeinada y con su sombrero casi cayéndosele de la cabeza, se levantó de golpe, mirando con sorpresa.

-¡El medaka! –Exclamó, mirando a la orilla del muelle...el pescado que habíamos capturado se escapaba lejos de nosotros. Parece ser al dejarnos caer, Lisa pateó la caja y la misma quedó al borde de caerse, por lo que el pescado salto fuera de la caja para regresar al lago.

Simplemente nos miramos para empezar a carcajearnos. Aquello no había sido sino solamente lo más tonto que a alguien le pudo pasar, nos dimos un abrazo, consolándonos de aquella perdida que me tomó tanto y a ella nada. Algún otro día era lo adecuado regresar a pescar uno.

-Ya casi se acercan las doce...creo que es hora de irme a casa. Mañana será otro día de trabajo al que no podré renunciar por más que quiera.

-Yo te llevo. No me agrada la idea de que una mujer hermosa como tú esté sola a estas horas de la noche.

-Oh, eso es lo de menos, no me tomes por una mujer débil, Aether.

Nos levantamos, caminando lentamente tomados del brazo para llegar a la casa de Lisa, que quedaba cercana de estos rumbos. De hecho, esa es nuestra casa, o suya, más que nada, lo digo por el hecho de que la nuestra en sí, es la tetera.

Una vez en la misma, me llevé el brazo al pecho como si fuera un caballero de Favonius, no sin antes tomar la mano de Lisa para darle un beso al dorso de la misma, causándole una risa a mi eterna enamorada.

-La velada de hoy fue maravillosa, y la cita, a pesar de sus imprevistos, me dejó con ganas de más. –Me dijo.

-No dudes que iré a verte de nuevo a la biblioteca, y cuando eso suceda...espero estés lista para una nueva cita.

-Lo estaré, siempre y cuando vayas con una disposición. –Ella me dio un beso de piquito, lo que maravilló mucho. –Y sé que sabrás cuál es. –Al guiñarme el ojo, Lisa entró a la casa, cerrando su puerta con suavidad. Escuché que se recargó en la misma, suspirando de amor como suele hacer en los momentos más románticos que tenemos juntos.

Al mirar hacia abajo, una pequeña nota apareció a mis pies, la misma venía de la puerta, por supuesto. Decía "dejaré la ventana abierta, entra en 10 minutos".

Di un recorrido por las afueras de la ciudad una vez más, tenía en mente otra cosa todavía mejor, y me alegraría decir que sería lo primero que vería Lisa al despertar, ya que lo mantendría en secreto.

Hice un ramo de cecilias lo más pronto que pude, me quedaban 5 minutos y, mientras llegaba a la casa una vez más y escalaba hasta la ventana, los 10 minutos se cumplieron. Dejé las flores en la ventana, tomando un jarrón para meterlas ahí y ponerlo en la mesa de noche al lado de la cama.

Ella se encontraba recostada en la cama y apenas me puse la pijama, me acosté con ella, abrazándola por la espalda.

Lisa se soltó del mismo, volteándome a ver, la vi llorar lo que me sacó de ritmo, pues no me lo esperaba para nada.

-Te amo... -Me abrazó muy fuerte, lo más que lo había hecho hasta entonces. –De verdad no sabes lo que sentí al escuchar tus palabras...¿me amarás para siempre intentando enamorarme cada día, como si fuera la primera vez?

-Nuestra vida juntos es tan valiosa, juntos hemos crecido, y realmente pienso que nuestro amor es aún especial, como si todos los días empezáramos de nuevo. Y sí, lo haré hasta el día en que no pueda más, y dudo mucho que llegue pronto, o que si tan siquiera suceda.

-Aether... -Nos separamos un poco del apretón, solamente para vernos a los ojos, dándonos un beso en los labios que escaló de a poco en poco.

Esa noche hicimos el amor como si fuera nuestra primera vez en la intimidad. Pues siempre que esté con Lisa nos enamoraremos de nuevo una y otra vez e invariablemente será justo como empezar de nuevo.

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Vayaaaaa, pensar que este es el primer fic de genshin impact en español, y realmente me acuerdo que busqué y busqué y solo había resultados en inglés. Ser el primer fic de Genshin en wattpad español me es un enorme orgullo, y sin duda me da mucho sentimiento saber que de la pequeña semilla que planteé ese día ha brotado un árbol de más de 1400 historias, y que una de las que tiene más vistas es mía :0 -inserte el poderosísimo himno de la URRS-

Trataré de devolverle su vieja gloria a este fic, repito que muchos y muchos me pedían que lo siguiera y lo tomé en cuenta. Sé que no me justifico, pero también espero comprensión de su parte. Trataré de no tenerlo abandonado 7 meses otra vez, pero tampoco prometo subir capítulo muy seguido ya que tener dos fics es bastante demandante,  en especial si uno de ellos lo publico dos veces por semana, y me acuerdo me desanimé porque el último capítulo tuvo poco apoyo en comparación de los otros, así que no puedo hacer mucho con ello :'v aparte véanle el lado positivo, fueron casi 7000 palabras :D

De hecho, cuando se busca "Genshin Impact Aether x Lisa" los primeros resultados son de mi fic, y en las imagenes también sale la portada de la historia, que a su vez es la portada de uno de los mangas del juego, solo miren las imagenes, eso quiere decir que puro pinche fic de Arturo y no mmds :v (egocentrismo, ¿dónde? xD) 

Hablando en serio, vaya que esto ha trascendido a pesar de estar más olvidado que Xinyan, pero repito, intentaré devolverle su antigua gloria al primer fic de Genshin en español, lo merece.

Nos vemos en la próxima ocasión con más miel y romance para repartir, no olviden que cualquier sugerencia es totalmente bienvenida owo

Siempre tuyo:

-Arturo. 

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