Este hombre comete crímenes de lesa humanidad ¡como un toro! ¡Sin pastillas!

Ok, sé que dije que trataría de publicar cada mes ya que es un crimen de lesa humanidad no hacerlo pero...ehe, dígamos que me he centrado en otros fics y, para ser honesto, a veces sí me olvido de este fic, y se me ocurren leves esbozos, o sea, nada :V que igual también estoy considerando en hacer capítulos no muy elaborados y cortos, tipo, de 1000 páginas, porque me llegó una idea de hacer un cap donde Lisa se cambia de peinado y el tabibito de :0 pero eso sería solo un fragmento dentro de un capítulo más largo, y conectar ideas es complicado, no sé, se los dejo a su críterio la forma en que prefieran uwu de todas formas rescaté esa idea y pues es la que les traigo hoy, como se darán cuenta por el título :b

Vamos con el fic UWU:

Era una mañana en la que me iba despertando, me senté en la cama a la vez que bostezaba y miraba el reloj, era una buena hora. Como no era para nada raro, Lisa seguía dormida como piedra, ya que ella se despierta más tarde que yo...y también duerme más durante la hora de la siesta, y después de comer, y al igual que cuando hacemos nuestra lectura de la tarde.

Ok, creo que después de todo, y haciendo cuentas, ella duerme más de 12 horas al día...o sea, se la pasa la mitad del mismo así.

Sorpresivamente para mí, pues era más raro que ver a Venti sobrio, ella se despertó a los pocos segundos que yo, así que mi expresión lo dijo todo, tanto así que ella se rió.

-Parece que viste un muerto, cariño. –Me dio un beso en la mejilla.

-Wow, es que nunca sueles despertarte temprano.

-Oh vamos, ahora solo del enojo me volveré a dormir. –Me enchinó los ojos, tomando la sábana para volver a acomodarse, fingiendo un pequeño ronquido. Ahí yo fui quien se rió, dándole un beso en la mejilla que tenía descubierta.

-Parece que hoy tienes planes, ¿me incluyen a mí?

-Oh, fu, fu. ¿Así que piensas que tengo planes? Pues...no estabas incluido originalmente pero...ahora que lo dices, se me acaba de ocurrir algo.

Nos levantamos mientras hablábamos del tema, ahora ella se ofreció a hacerme el desayuno, pues prácticamente todos los días es al revés por razones que ya he mencionado. Su comida siempre me parece deliciosa...me pregunto si no la hechizara con algo para que así me pueda enamorar más de ella.

Me preparó el clásico de Mondstandt Bauernfrühstück (la audiencia: el para qué cosa de quién?). Que es huevos con tocino y papas, con unas hojitas de albaca, lo que le daba un buen sabor, así como un jugo de naranja, lo que yo agradecí enormemente. Lo curioso es que ella estaba desayunando lo mismo que yo...salvo que bebía una cerveza.

-¿Qué? Desayunar cerveza en Mondstandt no es nada del otro mundo. –Se rió, bebiendo otro trago. (Ok, según yo Mondstandt está basada en Alemania y los augvidensen beben cerveza como si fuera agua, tanto así que la toman hasta en el desayuno).

-Bueno, ¿pero cuéntame más del plan que quieres hacer hoy?

-Estaba pensando en, no sé, quizá cortarme el cabello.

-¿Eh? –En realidad analicé a Lisa con el cabello llegándole hasta los hombros, y si bien se ve bonita, realmente la prefiero con su cabello largo, pues es ese estilo del que me enamoré. Aunque...bueno, probar nunca está de más, así que, y conociéndola de que a pesar de mi opinión ella haría lo que quisiera, pues decidí no intervenir más.

-¡Oh, Paimon también quiere! –Lisa rió ante el comentario de la pequeña.

-Pero tú lo tienes bien, así que no creo que sea necesario. Pero, si tienes dudas. –Un espejo fue hasta la mano de Lisa, ella tronó los dedos y la cabellera de Paimon cambió en el reflejo del espejo, lo que nos sorprendió a ambos.

-¡Wh-wha, Paimon tiene el cabello muy largo!

-Ja, ja. Paimon, es solo una ilusión. Con la magia se pueden hacer muchas, muchas cosas. –Lisa tronó los dedos una vez más, haciendo crecer su cabello hasta su cintura, lo que nos dejó con la boca abierta. –Hum, no se me ve mal, pero sin duda en esta época de calor... -Ella hizo un gesto de que no le convencía.

-Así que ese es tu plan, ¿no?

-Exactamente. Como puedo hacerlo crecer a mi antojo, lo rebajaré en varias medidas a ver cuál me convence más.

-Hum, ese tipo de magia es muy conveniente.

Y así fue, preparamos todo, como yo solía cortarle el cabello a mi hermana, pues bueno...me tocaría hacerla de peluquero, aunque no me quejó, sin duda alguna esto será interesante. Corté como ella me lo pidió, que fue hasta los hombros, lo que hice con todo el dolor de mi alma. Claro, el saber que ella puede hacer crecerlo después, me tranquiliza mucho.

Al terminar los retoques, ella hizo una seña con el dedo a su espejo de mano, el que flotó hasta la misma, viéndose en el mismo, sonriendo.

-Vaya, cariño. Sin duda alguna hiciste un buen trabajo. Aunque...no lo sé. –Chasqueando sus dedos, su cabello creció un poco más, así que ella enchinó la mirada. –Ups. Me vas a odiar pero...creo que en realidad me gustaría que me llegue hasta el cuello.

Solamente pestañeé dos veces, pues se había dejado crecer el cabello para nada. Suspiré, comenzando a cortar como ella me lo pidió, y pasados unos minutos, quedó perfectamente. Mirándose una vez más al espejo, Lisa asentó, sonriendo.

-Perfecto, me gusta mucho cómo se me ve...aunque. –Tronando sus dedos, se volvió a crecer el cabello a lo largo, aunque seguía llegándole al cuello. –Siempre me ha dado curiosidad cómo es que me vería con un fleco más cuadrado y formado.

Comencé a sonreír, pues al final de todo la expresión de alegría y la sonrisa de Lisa eran un premio que me alegró el resto del día. Podría pasar cualquier cosa y no me enojaría, no me entristecería, pues Lisa se quería ver como una princesa, y le quiero cumplir esa voluntad.

Seguí más o menos los pasos que debía, y por suerte si es que cortaba un poco de más, ella hacía volver a crecer ese mechón, así que no había falla alguna, era plan con maña. Por suerte, finalmente conseguí que su fleco saliera excelente, ella se miró unos segundos, analizándose en el espejó. Sin embargo, me volteó a ver a mí, enchinándome los ojos.

-¿Qué piensas? ¿Se me ve bien? –Oh rayos, me hizo la pregunta de la muerte.

-Sí, sin duda se te ve muy lindo. –Sonreí, pues al final esa es la verdad.

-¡A Paimon también le parece que te ves muy linda!

-No, no es mi estilo. –Suspiró. –Creo que mi cabello rizado no es apto para flecos de este estilo. –Tronando sus dedos, se dejó el cabello como estaba, es decir, corto hasta el cuello. –Bien, ya terminamos aquí así que...¿vamos a beber algo?

La primera idea que se nos vino a la mente con esa propuesta fue ir a Cola de gato, y aunque habíamos desayunado pesado, no estaba de más beber algo ya fuera frío o caliente, pues la situación lo ameritaba.

Yo iba caminando de su brazo, Paimon se adelantó ya que era la que más tenía ganas de beber y de comer un postre...diría que estoy sorprendido, pero en lo absoluto. En fin, todos en la calle se le quedaban viendo a Lisa, y no era raro, pues estamos acostumbrados a su coleta que le llega a media espalda, y ahora verla con el cabello suelto y corto, era particularmente raro.

No tenía su traje de bruja, pues el sombrero sería como darse un tiro al pie, el sentido es presumir el nuevo estilo, no ocultarlo. Por lo mismo es que ahora Lisa no llevaba nada en la cabeza.

Cuando Margaret nos vio, sin duda se llevó una grata sorpresa, pues no lo pudo ocultar de su rostro, se le notaba a todas luces.

-Oh, Lisa. Que bien te ves, ¿a qué se debe el cambio? Hum, sigues estando con el viajero, ¿cerraste algún otro ciclo? –Lisa se comenzó a reír apenas Margaret terminó de hablar.

-Para nada. Solo tenía curiosidad de saber cómo me vería con el cabello corto. Aparte, usando mi magia puedo hacer esto. –Lisa chasqueó los dedos, haciendo crecer un poco el cabello de Margaret y el de uno de sus gatos, ella se sorprendió.

-¡Wow! Esa magia es sin duda muy conveniente, ¿no lo puedes hacer a la inversa?

-Me gustaría, pero así no es posible.

Pedimos para beber algo con hielo, y menta, que era sin duda lo más que refrescante. Y con el calor que hacía, sin duda alguna era maravilloso. De hecho, y como Lisa no tenía puesta su ropa de bruja, no se veía menos linda, por supuesto.

Su vestido era morado, escotado, como no era para sorprenderse, teniendo una flor dorada en la cintura, de una tela más translucida de los brazos, así como un arreglo de una pluma en su brazo izquierdo. Su visión, como de costumbre, se encontraba a forma de collar. El vestido le llegaba hasta las rodillas, así que eso ayudaba a que no fuera muy caliente. El vestido, claro.

Notamos que todavía los que pasaban se le quedaban viendo con notoria sorpresa, de hecho uno de los soldados de Favonius tropezó mientras caminaba, lo que nos hizo reír a ambos. Al poco tiempo, un gato negro, pequeño y delgado empezó a apoyarse en las piernas de Lisa.

-Oh, ¿cómo estás pequeño? ¿Quieres un espacio? –Ella lo colocó en sus piernas, el felino comenzó a ronronear mientras ella lo acariciaba, acostado en sus piernas. (Diablos, quisiera ser ese gato :c)

Enchiné mis ojos mientras veía al gato, Lisa se aguantó una risa, acariciando mi mentón.

-Oh vamos, cariño. No te pongas celoso por un gatito. Aunque...toda bruja tiene a un gato de aliado, y este me convence mucho. –Soltándome a mí, Lisa volvió a acariciar al gatito. –A ver, chiquito.

Yo miré mi vaso a la vez que Paimon también se reía. No estoy celoso de un gato pero...prefería que esos gestos fueran solo para mí en una situación como esta.

Al terminar de beber, pagamos la cuenta a la vez que Lisa tomaba en brazos al pequeño gato, pues no era de Margaret, en realidad era de los gatos callejeros que se acercaban al club o que estaban ahí por Diona, la que también se sorprendió mucho de ver a Lisa, aunque claro, siempre en estado de alerta porque ella suele ir a beber vino en Cola de gato.

Al caminar por una zona más tranquila, ahora podíamos andar sin saber que todos se nos quedan viendo, o más precisamente a Lisa. Yo la miré, extrañando un poco su cabello largo, pero el que tenga ese nuevo corte...no sé, como que falta algo que me termine de convencer.

Lisa se dio cuenta de eso, por lo que se llevó una mano a su mentón, mirándome con curiosidad.

-¿Qué pasa, Aether? Estoy casi segura que en realidad no te gustó mi nuevo corte. –Suspiró, rendida.

-No, no es eso...es que, en realidad pienso que le falta algo, pero no sé qué es.

Al pasar por el puesto de flores de Donna, pues la dueña no estaba (no recuerdo como se llama la niña :'v), finalmente se me prendió el foco.

Le di 3 monedas de 100 moras a Donna, quien las aceptó gustosa, y como fue lo primero que se me ocurrió, le coloqué una rosa a Lisa en la oreja, fue ahí cuando sonreí, terminando de convencerme.

-Sí, eso era lo que faltaba.

-Oh, Aether. –Ella rió de alegría. –La vida es bella...pero puede ser mejor. –Tronando sus dedos, el color de la rosa pasó de negro a violeta, haciendo total juego con ella, pues es el color del electro y, claro, su color favorito. –Gracias por el detalle. –Ella me dio un beso en la mejilla, lo que sin duda me dio mil años de vida, tanto así que incluso me sonrojé un poco.

-Lisa, siempre te lo diré...me gustas tal y como eres y tal como serás. Sé que pasarán los años, pero no importa, sé que seguramente volverás a cambiar el estilo de cabello, o incluso su color, y así me gustarás. Te lo puedo asegurar.

-¿De verdad? ¿No te arrepentirás de decir esas palabras al pasar de los años?

-Jamás...

Íbamos pasando por un vidrio en el que nos podríamos ver reflejados, Lisa suspiró, chasqueando los dedos, y en su reflejo pude ver cómo se vería ella en 30 años. Sus arrugas, sus líneas de expresión, inclusive lo delgado que sería su rostro, que tendría más corto el cabello y, de hecho, usaría lentes, aparte de que parecía padecía alguna enfermedad derivada por lo mismo de su vejez.

Ella tenía los ojos cerrados, parece que le da miedo verse cuando ya sea mayor, pero en su reflejo aparecía con los mismos abiertos. Cuando el espejismo desapareció, ella ahora sí abrió sus ojos, mirándome con ellos, notoriamente triste.

-¿Sigues manteniendo tu opinión? –No le dije nada, la tomé de las manos y le di un beso en los labios.

-Sí, Lisa. Mantendré mi palabra, y esa versión tuya se me hizo tan bonita, cómo no tienes una idea. La juventud de mujer es bella, claro que sí...pero eres la mujer que amo, y el solo hecho de ser tú, seas cual seas, se me hace eternamente bello. Así que eso me da completamente igual. No necesito mis ojos para amarte, solo mi corazón, o ni siquiera eso. Todo de mí te ama.

-Aether... -Lisa lloró unas pocas lágrimas, dándome un abrazo con mucha fuerza, tanto así que casi me derriba. Lo que pasó después fue que... mi rostro terminó en sus senos.

-Li-Lisa...me estás asfixiando.

-Ay, perdón cariño. –Se rió, limpiándose sus ojos. –Gracias por tus palabras, fueron tan lindas, me conmovieron como no tienes una idea. Aunque debiste escogerlas mejor, ¿todo de ti me ama? ¿Hasta tus jugos gástricos? –Supongo que era la mejor forma de romper el hielo.

-Eh, bueno. Era un decir, sabes a qué me refiero, lo dije sin pensar pero...supongo que sí, jeje. Junté mis dos dedos índices.

-Es asquerosamente lindo. Pero lo tomo. –Sonrió ella, dándome otro beso en los labios además de un abrazo, el que respondí a la vez que cerraba mis ojos. –Aunque ahora ya me dio curiosidad el cómo se me vería mi cabello rubio...o pelirrojo, o quizá un castaño más obscuro.

-Oh shit. Here we go again...

Y, una vez más, Lisa rió, sonriendo de forma tan bonita que, pasara lo que pasara ese día, apenas recordara ese sonido y esa sonrisa, todo sería color de rosa.

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Siiiiiiuuuu

No sé ustedes, pero la parte final me gustó mucho, me sentí muy inspirado :v

Ah, trataré de regresar a este fic y que ahora sí no se me olvide, sino denme unos jalones de orejas en los comentarios que es lo que me hace acordarme :'v

Bien, espero les haya gustado este formato de capítulo corto que no es tan corto pero tampoco es tan largo pero me sirve para contar una pequeña historia que esa sí es pequeña por no ser tan compleja (ustedes: el para qué cosa de quién) Ok, hablando en serio, ojalá sí les haya convencido el que los caps sean así, de todos modos, este es solo un experimento

Bueno, me voy, que es casi la una de la mañana y no debo levantarme muy tarde...se supone. 

Hasta la proximaaaaaaaaa -se va en una tabla voladora mientras suena dupstep-

 Siempre tuyo:

-Arturo Reyes.