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Aniversario de bodas.

-Iré contigo sin poner resistencia si lo dejas vivir a él y a la pequeña.

-Je, siempre supe que me amabas. -Sonrió él, tomando la mano de Lisa para intentar darle un beso en los labios, el que ella evitó, pero que solo agrandó la sonrisa de Dottore. Un portal se abrió detrás de ellos, y ambos entraron al mismo.

-¡Lisa!

Amber llegó corriendo disparando varias flechas, pero fue inútil. Detrás de ella venían Kaeya, Jean y Eula, notándose muy sorprendidos por lo que había sucedido.

-¿En qué momento pasó esto? Todo estaba tan calmado, escuché una explosión en el beso de ángel pero no había nada. -Explicó Amber.

-Yo vi humo salir de entre las casas, y olía a quemado, pero nada pasaba. -Se excusó Eula.

-Dottore los hechizó, les hizo ver y escuchar cosas que no eran reales. Venti no cayó en su hechizo por no sé qué razón, pero también le dio una golpiza.

-¡Maldición, perdimos a Lisa! -Jean pisoteó el suelo, notoriamente enojada. -Es mi culpa, no tomé en cuenta eso a pesar de que era muy obvio que seguramente lo haría.

-Por ahora hay que centrarnos en encontrar a Lisa. -Paimon me ayudaba a levantarme con ayuda de Kaeya.

-Pero no sabemos a dónde se la llevó. -Kaeya me miró.

Simplemente suspiré, tallándome la mano para recuperarme del golpe eléctrico que recibí del poder electro. -Yo sé dónde puede estar...

Lo primero que se me ocurrió por obvias razones fue ir a buscar a Tartaglia a Liyue, si bien el viaje me tomó todo un día en caballo, apenas llegué a la ciudad, fui corriendo a buscarlo, el problema es que él puede estar en cualquier lugar.

No sé si esté dispuesto a ayudarme, pues sería como traicionar a uno de los suyos, y no a cualquiera, sino a su superior. Debo pensar en un tema para que la cosa salga bien y no haya problemas, de lo contrario no podré rescatar a Lisa.

Esta vez solo podría ir yo, sé que no tengo la capacidad para al menos vencerlo en combate, y de todos modos aunque estuviera a mi lado todo el cuerpo de elite de los caballeros de Favonius podría hacerle frente ya que no dudo que tenga la capacidad mágica para hacer que todos cayeran en un hechizo de ilusión.

De cualquier manera, y antes de mi partida, Rosaría me dio un cuchillo, en vista de que Dottore podía quitarme mi espada de manera sencilla, lo mejor era tener un arma secundaria, de ahí que la guardara en mi espalda, un lugar donde no podría verse fácilmente.

Al llegar al restaurante de Xiangling, él estaba comiendo junto con Xinyan, él bebía una cerveza fría y algo bien picoso, mientras que ella solo lo acompañaba con un vaso de jugo.

-¡Tartaglia! -Dije, falto de aliento, él se asustó por el grito que pegué y se levantó de su asiento, corriendo para ayudarme.

-¡¿Viajero, estás herido?!

-¡Es mi esposa, Tartaglia, Dottore la secuestró!

-¿A tu esposa? ¿La zarina lo habrá ordenado?

Nos sentamos a hablar de lo ocurrido mientras yo bebía algo para recuperarme de la carrera que me aventé para poder llegar hasta ese lugar, mientras él me escuchaba atentamente, se notaba planeaba algo mientras lo discutíamos, y en realidad poco o nada se lo podía creer.

Y es que sí, desgraciadamente Lisa tuvo la mala suerte de toparse a alguien así en su camino por la academia, y pensar que ese desquiciado sería parte de los once, eso fue lo que le abrió las puertas para que tuviera el poder de hacer lo que hizo, pues de haber sido solo un doctor, y aunque tuviera su visión, lo hubiera derrotado fácilmente.

-No te pido que me ayudes a pelear contra él, pero has que entré en razón, eres su compañero, eso debería ser suficiente para...

-No todos los miembros de los once nos llevamos bien. Yo con él y Scaramucce me llevo fatal; aunque no perdamos la esperanza, si la zarina se entera que él se desvía de sus objetivos, seguramente lo castigará. Aparte ella es mujer, no dudo que desapruebe el que uno de los suyos ande por ahí raptando mujeres ya casadas.

-Gracias...¿tendré que ir hasta tu madre patria?

-Sigh...no, malamente. Tú y yo sabemos dónde se encuentra ese loco, así que en marcha.

Fuimos hasta aquel valle donde recuerdo me encontré a Teucer, y entramos justamente en donde era la entrada, este lugar me trae bastantes recuerdos, no del todo agradables, pero al final de cuentas también sabía que este lugar escondería a ese maniático, solo necesitaba alguien que pudiera ayudarme.

Apenas entramos, un guardián de las ruinas nos atacó con sus misiles, los que esquivamos de forma sencilla al ser algo fácil tras muchos derrotados ya en nuestro camino. De cualquier manera, este se veía diferente...pues en su ojo parecía haber un encantamiento electro.

-Mejor no tocarlo por simple seguridad.... -Tartaglia me tomó del hombro para seguir nuestro recorrido.

Nos encontramos, como no era raro, a más guardianes, los que ya siendo más de 2 se ponía la cosa complicada. Suerte que nuestro poderes son parecidos a los del engaño de Tartaglia, ya que usaba electro para poder crear electroconductor, de ahí que los guardianes no pudieran moverse con tanta facilidad.

Usando geo, creé un monolito que nos protegió de algunos misiles que casi nos aciertan, pero por suerte salimos ilesos en el proceso.

Todos tenían el mismo encantamiento en el ojo, lo que ya me caía de raro...¿será algo que les incrementará su poder?

***

Ya estaba confirmado...suspiré para contener mi enojo, no me puedo creer que ese maldito de Nobile se haya cambiado de bando y se uniera al viajero. Podía ver todo desde una pantalla de electro, y usaba los ojos de los guardianes de las ruinas para poder ver lo que ellos veían. No tendrá caso enviar a montones y montones, seguramente ellos los podrán vencer, y así lleguen cansados o frescos, los mataré apenas tenga oportunidad.

Volteé a ver a mi amada Lisa, sonriendo. Se veía tan hermosa con el vestido de novia que yo mismo le hice, usaba mi típico traje blanco para la gran ocasión...era 31 de octubre, me parecía una fecha ideal para casarme con ella, solo tendría que acabar con los imprevistos y todo terminará viento en popa.

La tenía sometida con un encantamiento de anemo para que no pudiera mover sus manos. En pocas palabras, ella está amarrada, pues ella tiene la costumbre de jugar a ser muy difícil.

En todo caso, y aunque sé que no será necesario, solo para no dejar cabos sueltos, preparé una poción de amor, pero le falta poco a la misma. Se la daré de beber a Lisa y, apenas suceda eso, le daré el beso que unirá nuestras vidas para siempre, como marido y mujer.

-Espero no te sientas muy incómoda. Si no te gustara ser traviesa, no te amarraría...pero no negaré que el tener así me despierta muchas perversiones. -La tomé de la cintura, acercando mi entrepierna a su trasero mientras me reía.

-Vaya eres un pervertido, ¿pero me has preguntado por las mías? No dudes que son más interesantes. -Dijo, con dificultad y a modo de reto.

-Oh, soy todo oídos. -Me separé de ella, sentando en un sillón que tenía preparado ahí, mirando directamente a Lisa a los ojos. -Hum...tus ojos tan hermosos fueron lo que me enamoraron de ti, y es que hay tanto que deseo hacer contigo...cuestión de tiempo.

Recordando mis tiempos en la academia, fue sin duda amor a primera vista, jamás vi una mujer tan hermosa como ella, era mi primer día como estudiante en la academia de Sumeru cuando me topé con ella. Es de esas situaciones típicas de las historias de amor.

Yo iba caminando con varios libros en mis manos, pues era todo mi material nuevo para iniciar mis investigaciones cuando, en una esquina, tropecé con alguien.

-¡Oh, discúlpame! -Dijo esa dulce, dulce voz.

-N-no, yo tuve la culpa, lo... -Vi esos ojos verdes tan hermosos que me reflejaba en los mismos, perdiéndome por completo. Luego miré más abajo, y vaya escote me topé, tanto así que me ruborice, toda la figura de Lisa es bellísima, y no me terminaba de creer el que viera algo así frente a mí.

Ella usó unas hojas que tenía para cubrirse los senos, la vi un tanto molesta, pero luego regresé a la realidad.

-¡L-lo siento, es que soy nuevo y no sabía por dónde iba! -La ayudé a levantarse, no podía dejar de verle el escote, no es que no quisiera...me gustaba, de hecho.

-No te preocupes, todos cometemos errores alguna vez. Solo ten más cuidado. -Sonrió ella, marchándose. Al verla por detrás, solo alcé una ceja, pues esa chica no tenía nada que envidiarle a alguna otra que yo hubiera conocido.

-¡Es-espera! -Fui corriendo hacia ella, por lo que la bella dama volteó. ¿Cu-cuál es tu nombre?

-Lisa. -Sonrió ella.

-Lisa...que hermoso nombre. Yo soy...

Fue esa vez cuando la conocí, siempre la invitaba a pasear, a tomar un café, pero malamente se la pasaba ocupada todo el día, o al menos eso me decía ella, y es que al ser la alumna más destacada de toda la universidad, yo lo comprendía.

De no ser porque iba un año más atrás que ella, estudiaría con ella, pues también destaqué pronto, mis temas de investigación causaban mucho furor en los profesores diciendo que era algo prohibido, inmoral, pero la ciencia debe serlo para lograr los grandes avances que se requieren.

Regresando al tema de Lisa, le dejaba cartas, flores, no podía dejar de pensar en ella, la dibujaba, le regalé perfumes, de todo para que pudiera aceptar salir conmigo, pero no podía por cosa del tiempo.

Siempre era lo mismo, con una sonrisa en sus labios, y cerrando sus ojos, me decía "no podré, de verdad me encantaría salir contigo, solo que no quiero descuidar mis estudios" para inmediatamente voltearse, mi respuesta era igual la misma.

-Te comprendo. Cuando tengas tiempo, avísame, nos la pasaremos de perlas.

-Lo sé, un día de estos será, no comas ansias. -Esa risita suya me encantaba y me enloquecía.

Siempre le mandaba mis dibujos, ya fuera ella con una rosa, con una Cecilia, en un parque, en los pasillos de la universidad...desnuda, amarrada en algún aparato sexual que yo conociera, no podía contener mi emoción al ver mis creaciones, quería verlas hechas realidad.

Siempre me acordaba mucho de ella en la noche, especialmente de su cuerpo, por lo mismo se me levantaba el ánimo, de ahí que no podía evitar jalarme una solución (:v), y el resultado de esa acción lo guardaba para, posteriormente, mandárselo a Lisa como prueba de mi amor por ella, incluso con esa sustancia que salía de mí por tanto amor que le tenía, dibujé su nombre rodeado de un corazón, le tomé una foto con el daguerrotipo y la dejé en la puerta de su habitación.

Malamente, a los pocos días, me expulsaron de la academia y me prohibieron acercarme a la misma alegando que mi conducta era degenerada, y que mis investigaciones eran inhumanas y jamás debían ponerse en práctica.

No sé quién fue el chivato que manipuló los hechos, pues mi amor por Lisa es puro, sin una pizca de degeneración o perversión...antes de que me corrieran, fui a la habitación de Lisa para pedirle matrimonio, le di un anillo de compromiso e incluso me arrodillé ante ella.

-Seré el mejor esposo para ti...porque te amo, Lisa. Y sé en el fondo de mi corazón que tú también me amas, ¿qué dices?

Sin que ella pudiera responder, una corriente eléctrica me golpeó en todo el cuerpo, dejándome inconsciente, despertando ya fuera de la academia, solo recordaba su sonrisa, esa bella y adorable sonrisa que me confirmaba lo que quería escuchar, seguramente ella me diría el sí.

Oh, si tuviera frente a mí al desgraciado que saboteó ese momento, lo mataría con mis propias manos. No importa ya...estoy a nada de casarme con el amor de mi vida, como debió haber sido hace muchos años.

La puerta de mi escondite se vino abajo, un poder geo la destruyó, y de inmediato entraron Nobile y ese chico.

-¡Lisa! -Exclamó, ella se sorprendió, tratando de verlo, pero no podía.

-¡Aether, no! ¡Vete de aquí, no quiero que mueras!

***

Notaba a Lisa al borde de las lágrimas, como ese desgraciado le haya puesto una mano encima lo mataré. La forma en la que la tiene amarrada, ¡me da tanto coraje verla así! Pero no vine aquí para pelear. Tartaglia se colocó delante de mí, evitando una confrontación directa entre yo y ese monstruo.

-Dottore, ¿qué estás haciendo? Esto no es nuestro trabajo.

-Silencio, Nobile. Date la vuelta y lárgate de aquí con ese chico, es una orden.

-Sigh...no pienso seguirla, camarada. Si la zarina se entera que te desvías del objetivo principal, no dudes ni por un segundo que se enfadará contigo, y no quieres hacerla enojar, ¿verdad?

-Este asunto no le compete a nuestra señora, es algo personal. Esa mujer es el amor de mi vida, y hace años le pedí matrimonio y estuvo a punto de darme el sí, pero algún hijo de perra me saboteó el momento al desmayarme con una descarga electro.

-Dottore, esa mujer está casada, este chico de aquí es su esposo, yo mismo les envié un regalo de bodas.

-¡Mientes, Lisa solo me ama y me amará a mí, somos almas gemelas! ¡Di eso de nuevo y te cortaré la lengua como castigo por hablar calumnias!

-Piénsalo, camarada. La zarina se enojará contigo por robar a una mujer casada.

-¡Cállate! -Dottore se abalanzó contra mí, tomándome del cuello para golpearme contra la pared. -¡Eso que dices no es verdad, no sé qué relación tienes con Lisa, pero te mataré por insinuártele a mi mujer amada!

-Sigh, sabía que esto no sería fácil.

Tartaglia formó sus espadas hydro y se lanzó contra Dottore, el que me soltó, de inmediato me puse a toser, vi a Lisa, sonriéndole.

-Esto es alta traición, Nobile. Me aseguraré que la zarina te cuelgue por esto.

-Son asuntos personales, camarada. Aether es mi amigo, y claro que lo pienso ayudar a recuperar a su esposa.

-¡Tch! ¡Eres escoria!

Me levanté para ponerme a un lado de Tartaglia, hice aparecer a Deseo ponzoñoso, y él de inmediato se colocó la máscara para que su uniforme se tornara de color negro, al igual que el electro fluía por sus espadas.

-La pelea será dura, no tenemos garantizada la victoria, solo nos queda rezar para dejarlo herido y que podamos escapar.

-Aether, yo lo sé mejor que nadie, Dottore es el primero de los once por algo. Prácticamente soy el décimo, pero la variación de poder entre él y yo es abismal incluso con mi engaño.

-Dense por muertos.

Sabíamos que estábamos en completa desventaja, y a pesar de que tenía muchas cosas para defenderme, y que en realidad hacía buen equipo con Tartaglia al lograr causarle a Dottore el electro conductor, de cualquier manera tenía lo suyo.

Con su engaño, que igual era electro, se lograba quitar ese efecto, recuerdo que Tartaglia lanzó una de sus cuchillas de hydro al aire y yo, con mi vórtice anemo, logré que el mismo Dottore se sobrecargara con su propio electro, por lo que un buen golpe le vino en toda la cara, volándole la máscara.

-Oh...no debieron haber hecho eso. -Comenzó a reírse, mostrando su rostro, el que tenía una enorme cicatriz y algunas marcas de quemaduras, yo y Tartaglia nos hicimos unos pasos para atrás ya que era realmente intimidante.

Comenzó a elevarse con su poder anemo, a iba a dar un golpe al suelo que, seguramente, nos mandaría a volar con mucha fuerza, de ahí que yo corriera hacía Tartaglia, colocándome delante de él para crear una pared de geo que bloqueara el ataque, y a pesar de que la misma era de geo puro, se vino abajo, aunque sí que nos protegió bastante al no haber sufrido del impacto.

Dottore emergió del polvo dejado, golpeando a Tartaglia con anemo directamente en el estómago, yo corrí para intentar cortarlo con mi espada, pero él esquivó el golpe, lanzándome un rayo electro que dejó dolido por unos segundos.

Una vez Tartaglia se recuperó del todo, supo que era lo mejor, por lo que activó su legado atroz, de ahí que, una vez se preparara con su arco, él me mirará.

-No podré estar así más de cinco minutos, tenemos que darnos prisa si queremos acabar con él.

-Cuenta con eso. -Tomé mi espada otra vez, y cuando menos lo pareció, llevamos la batalla a un lugar más espacioso, que era el lugar donde se guardaban los guardianes, pero ya muchos habían sido desplegados, por lo que era realmente espacioso.

Dottore ahora sí recibía varios golpes que le dábamos, ya fuera Tartaglia con sus habiliades de hydro o yo con anemo.

Yo lo atraje con un vórtice, ambos peleábamos por rendir al otro, y Tartaglia preparó su ballena para lanzarla, y cuando hizo eso, yo imbuí mi vórtice en electro, causando que Dottore se hiciera para atrás, así que aproveché para salir de ahí, y él recibió todo el golpe de hydro, que lo dejó en el suelo.

-Nobile...estoy impresionado con tus habilidades, no cabe duda que, a pesar de tu corta edad, eres muy poderoso para estar entre los once. -Él se levantó, activando su engaño, tomando una forma monstruosa que incluso a mí me sorprendía. Era él, con los músculos hinchados, más alto, y sus dientes de tiburón se marcaban más. -Pero yo soy el primero por algo.

-Estamos bien jodidos... -Tartaglia trató de usar su escudo, pero Dottore se convirtió en un rayo para colocarse detrás de él, lanzando una ráfaga de anemo que lo derribó.

En cuanto me vio, yo no vacilé al usar geo para lanzarle varias rocas y así retrasarlo, pero con el uso de anemo, me las regresó, por suerte las logré esquivar, pero en mi distracción, un rayo electro me golpeó en todo el pecho.

Una última flecha de Tartaglia imbuida en electro e hydro golpeó la espada de Dottore, Nobile usó su lanza para darle un buen tajo de hydro, que lo hizo retroceder unos pasos.

Ahí, aproveché para lanzar mi remolino de anemo, que si bien no lo imbuyó en el mismo, fue suficiente para derribarlo, así que corriendo, intenté enterrar mi espada en su pecho, siendo el único detalle que una corriente de anemo me mandó a volar a mí y a Tartaglia, que ya no se levantó, y no solo eso, sino que incluso volvió a su fase del traje negro.

-¡Tartaglia, resiste, podremos con él!

-No puedo mantener mi engaño, me dejó agotado. Apenas si puedo mantener el elemento electro.

-¡Maldición! -Dottore se levantó, notándose más enojado que antes.

-¡Cuando acabe contigo, Nobile, iré por tus hermanos, experimentaré con ellos, y tendrán la muerte más horrible que te puedas imaginar, serán monstruos al final de su vida!

-Otra razón para matarte, camarada. -Tartaglia se levantó, le sangraba la nariz y la máscara roja la tenía fisurada. -Le pones una mano a Teucer o a Tonia y te arrancaré la jodida cabeza.

-Vengan, los espero.

Yo fui corriendo, Tartaglia disparaba flechas desde lejos, pero Dottore lograba esquivar todo lo que le lanzáramos, me lanzó un fuerte hechizo electro que me dejó parado, solamente para darme un golpe en la mejilla que me derribó.

Por suerte, una de las flechas de Tartaglia le golpeó el hombro, de ahí que él usara sus dagas, corriendo hasta él para deslizarse y hacerle un corte en la pierna y otro en el abdomen, pero la batalla no aguantó mucho ya que a él también le llegó una descarga electro, una muy parecida a las que hace Lisa, por lo mismo el golpe dejó muy afectado a Tartaglia, que quedó arrodillado.

-Saca esas dagas una vez más, te reto a que lo hagas.

-Ma-maldito... -Dottore le dio un rodillazo en la cara que le rompió por completo la máscara, yo traté de levantarme pero me era complicado. No dudo que lo matará.

Sin embargo, y siendo algo que literalmente cayó del cielo, un guardián de las ruinas apagado se soltó de su gancho, el mismo se encontraba justamente arriba de Dottore, por lo que lo aplastó.

-¡Je, je, Paimon es buena en esto! -Exclamó ella, alegre, la vi en el segundo piso de esa fábrica, ella manejaba los controles del gancho.

-Para ser comida de emergencia, no estuviste nada mal. ¡Ve por Lisa, libérala si es posible!

-¡Wah, en seguida! -Ella se fue volando lo más rápido posible, yo corrí con Tartaglia, que estaba inconsciente, pero respiraba.

-Voy a sacarte de aquí.

-No, no lo vas a hacer. -La mano de Dottore me tomó del hombro, arrojándome hacía atrás con mucha fuerza. No me dañó por completo, así que me repuse rápido cuando él empezó a caminar hacia mí, le lancé un tajó que él detuvo con su mano, sobrecargándome con electro para que soltara a Deseo, pero estando tan cerca de suyo, simplemente me abalancé contra él, derribándolo.

Saqué el cuchillo que me dio Rosaría para enterrárselo cerca de las clavículas, causando que el diera un grito de dolor, pero me tomó de la nuca y me tiró a su lado, golpeándome en el estómago tan fuerte que incluso me sacó el aire.

-Como se esperaba de un simple viajero errante; débil e indisciplinado. -Tras eso, él me comenzó a dar una paliza al sacarse el cuchillo del cuerpo.

***

Iba volando a toda prisa, quizá con ayuda de Lisa podamos detener a ese malvado de Dottore, espero que Tartaglia y Aether la lleven bien y no sea demasiado tarde.

Apenas estuve con ella, me puse frente a Lisa, sonriéndole.

-¡Vamos, dile a Paimon cómo liberarte!

-Oh, cariño. Qué bueno que estés aquí...no sé si te diste cuenta, pero no tengo mi visión, la necesito para anular el hechizo que me lanzó Dottore.

-¡Wah, Paimon la buscará enseguida!

No me fue mucho tiempo, pues la misma estaba en la que parecía una mesa de trabajo, había un caldero prendido e hirviendo, así que me llevé una mano al mentón.

-¿Qué es esto? -Indagando, en una libreta podía leerse "ingredientes y pasos para una receta de amor", así que, al ver otros componentes en la mesa, simplemente reí, y eché los que pude en el caldero, por suerte la mezcla tenía el mismo color, incluso le apagué para que la misma dejara de prepararse.

Volé de inmediato con Lisa para darle su visión, y de ahí sus grilletes electro se deshicieron, ella cayó al suelo, yo la tomé del hombro.

-¡¿Estás bien?!

-S-sí...solo estoy cansada. Necesito recuperar energía elemental, eso es todo.

-Ay, espero que Aether aguante...

***

De regresó a mi desgracia, Dottore me dio un golpe que me lanzó contra el suelo, miraba a Tartaglia, que seguía inconsciente. Sentía que la cabeza y la nariz me sangraban, no sé si podré soportar más tiempo con esto.

-Ahora Lisa no te va a salvar.

-No necesito que lo haga. -Tosí. -Yo siempre gano mis batallas.

-Esta no la ganarás. -Podía escuchar cómo Dottore cargaba un hechizo electro. -Esto debió matarte la última vez; no sé qué relación tuviste con Lisa, pero ella jamás te hubiera ofrecido su mano, su amor, ni su virginidad. Esas solo me pertenecen a mí porque Lisa es mía y de nadie más, ¡y te mataré por atreverte a insinuártele, desgraciado! ¡Te arrepentirás de tan siquiera haberte fijado en ella, pues su hombre soy yo!

-¿Qué ella te pertenece? -Bufé. -Mírame a los ojos y repítelo.

-Como tú desees. -El sonido de la carga electro se detuvo, escuché sus pasos detrás de mí, pero yo no volteaba, vi que Tartaglia abrió los ojos de forma débil, una daga de hydro se empezó a formar en el suelo delante de mí, él simplemente me guiñó un ojo para cerrar otra vez los párpados. -Tu muerte será lenta y dolorosa, experimentaré contigo hasta que me harte, y luego te botaré con los hilichurns para que seas comida para ellos...y me aseguraré, de que veas con tus propios ojos cómo me caso con Lisa y le hago el amor en nuestra luna de miel sin que tú puedas tan siquiera pestañear.

-Lisa solo tiene un esposo, y ese soy yo. Y el día en que ella ya no quiera, yo lo entenderé, pues ella no me pertenece, Lisa es una mujer libre, no como tú lo piensas, enfermo.

-Me da igual lo que pienses, tus mentiras solo me hacen hervir más la sangre y me dan más ganas de matarte, pero ahora no me parece mala idea cortarte la lengua y coserte los parpados para que no puedas pestañear nunca más así que ahora...mírame a los ojos.

-Como tú desees. -Tomé la daga hydro de Tartaglia, me volteé y enterré la misma en el estómago de Dottore, atravesándole incluso la espalda con la misma. Él cayó para atrás, sangrando por la boca y la nariz.

-¡Maldito desgraciado, te mataré con mis propias manos! -Masculló, las venas se le marcaban en la cara y el efecto de su engañó se iba revirtiendo. Rápidamente tomé el cuchillo de Rosaria para enterrarlo en su cuello, derribándolo de nuevo cuando intentó levantarse.  Vi su visión y la misma se apagó, ya no le quedarán más que unos segundos de vida.

-¡Y para que te lo sepas, ya perdí la cuenta de las veces que hecho el amor con Lisa!

Dottore fue cerrando poco a poco sus ojos, no sin antes dirigirme una mirada total de odio, pero fue suficiente para que cayera sobre mis rodillas, completamente agotado. Tomé el cuchillo de Rosaría y con Tartaglia, él simplemente me levantó el pulgar.

-Nada mal, camarada. Aunque ese último comentario me dio risa, pero lo importante es salir de aquí de una maldita vez y para siempre.

-Tengo que ir por mi esposa.

-No será necesario. -Volteé a ver, y ella corrió para abrazarme, derribándome. Yo simplemente sonreí, regresando el abrazo de forma cálida, siendo la persona más feliz de todo el planeta. -Cariño, hiciste la cosa más estúpida del mundo, y aun con esas saliste vivo. Gracias por salvarme.

-¿Ese maldito te hizo algo? De ser así, perdóname por no llegar a tiempo.

-No te preocupes, no se lo permití. Jamás hubiera deseado que él me tocara ni un cabello, pero mucho menos que te matara por mi culpa.

-Eso es lo de menos, ahora estamos bien. -Le señalé a Tartaglia. -Ese es mi amigo de Snezhnaya...te dije que no era mujer.

-Oh, así que tú eres la esposa de mi buen amigo Aether. Un placer, realmente eres una mujer muy hermosa, no me sorprende que mi camarada se enamorara de ti. En fin, les debo un regalo de bodas, ya abrí la boca y soy de los que tienen la costumbre de nunca romper una promesa.

-Creo que con esto puedo ser menos celosa. -Rió ella, divertida. -Hay que irnos, los sacaré de aquí.

-Sí, Paimon los ayudará...aigh...aunque no promete mucho ya que no es muy fuerte.

Tanto yo como Tartaglia nos reímos, ambos nos levantamos para irnos de ese lugar infernal. Miré el cuerpo de Dottore, solo por si las dudas me llevé su visión, se la entregaría a Venti para que él se la ofrezca a alguien que sí sea digno de ella.

Al llegar a Mondstandt, una de aplausos nos recibió. Por obvias razones, apenas si podía caminar, así que prepararon una silla de ruedas para mí y otra para Tartaglia, Lisa abrazó a todos nuestros amigos, y claro que muchos se sorprendieron de ver a Tartaglia, por suerte no saben quién es o se armaría un enorme problema aquí.

Por ahora él y yo tenemos pactada una tregua por obvias razones, pues apenas y nos podemos mover, era justamente 31 de octubre, mi primer aniversario de bodas lo pasaría en el hospital...pero lo pasaría junto a Lisa.

Yo y Tartaglia terminamos en el mismo cuarto, y por el efecto de la medicina me quedé dormido...cuando desperté, él ya no estaba. Creo que en realidad era muy evidente que eso pasaría. Simplemente suspiré, levantándome de la cama para cambiarme.

Bárbara entró y de inmediato me trató de detener, pero le pedí que, solo por ese día, dejaran que fuera a casa para celebrar mi aniversario con Lisa, pues el día estaba ya por terminar. Eran las nueve de la noche, y por suerte ella comprendió.

Ella pasó por mí a la catedral, revisé mis cosas personajes y me di cuenta que la visión ya no estaba en mis bolsillos, y por más que busqué y busqué, la misma se perdió...¿se me habrá caído en algún momento que no me di cuenta?

Unos bardos tocaban en la fuente del barrio comercial, y justamente pasábamos por ahí, así yo estuviera caminando en muletas, pero nos detuvimos para escucharlos un rato. Lisa me abrazó y yo la tomé de la mano, cerrando mis ojos mientras escuchábamos la melodía y la letra.

-"Que se quede el infinito sin estrellas o que pierda el ancho mar su inmensidad, pero el negro de tus ojos que no muera y el canela de tu piel se quede igual. Si perdiera el arcoíris su belleza y las flores su perfume y su color, no sería tan inmensa mi tristeza como aquella de quedarme sin tu amor..."

Yo le di un beso en la mejilla, feliz de poder estar a su lado tras un año de estar casados, y aunque tuvimos un contratiempo, nada pudo salirnos tan mal.

-Que este sea el primer aniversario de muchos, muchos más, Lisa.

-Que así sea, cariño.

-Mi tristeza más inmensa será quedarme sin tu amor. -Nos dijimos al unísono, y como en aquella luna de miel, yo solté las muletas, mandando todo al carajo. Quería bailar con ella una vez más, y más si era nuestro aniversario de bodas.

-Te lastimarás.

-No me importa, aunque me duela el cuerpo y apenas pueda moverme, quiero bailar esta pieza contigo, ¿me la permites?

-Sí cariño. Claro que sí. -Sonrió ella, al borde de las lágrimas. Los dos nos pusimos en pose y comenzamos a bailar como hacía mucho tiempo no lo hacíamos.

-"Me importas tú y tú y tú y nadie más que tú; ojos negros piel canela, que me llegan a desesperar. Me importas tú y tú y tú y solamente tú y tú y tú y nadie más que tú..."

-Feliz primer aniversario. -Otro beso sonó en esa noche de 31 de octubre, la luna era la más hermosa de todas, brillaba de una forma espectacular, y lo mejor de todo es que es noche de brujas...noche de Lisa. El que nos casáramos en este día es una corazonada, pero una que en realidad es muy linda.

Seguimos bailando con la música de los bardos para tener una cena romántica y, antes de que acabara el día, haríamos el amor para dormir abrazados...justo como esa noche donde pasamos la madrugada en el bosque de piedra de Guyun.

***

Regresaba al laboratorio de Dottore, espero que ese idiota no haya entrado ya en estado de putrefacción o las ratas se lo hayan empezado a comer, pues sería asqueroso ver algo así.

Accedí a ayudar a Aether con una condición que no le dije y no me arrepiento mucho de no hacerlo, aunque ya veré cómo me las arreglo, espero que pueda perdonarme pero también tengo mis propios problemas.

En realidad, nadie de la organización sabe que ese saco de mierda está muerto, y eso es mejor para mí. Saqué de mi bolsillo su visión, la que se veía gris y apagada, pero no importa, ya que en cuanto lo tuve frente a mí, analicé el cuerpo, la cortada fue muy limpia, solo era cuestión de activar el protocolo que él mismo me dio.

Le puse de nuevo su visión y me dirigí hacía su laboratorio, encontrando la libreta donde se encontraba la receta de la poción que debo preparar...pero antes, también haré un pequeño arreglo. Preparé una poción para de pérdida de memoria mezclada con una poción de amor que ya me había encontrado preparada, fui al cuerpo y se la di de beber...me pareció graciosamente bizarro el hecho de que parte de la misma se le salió por la herida que le quedó, seguramente mi daga le perforó el estómago.

-Ojalá funcione. -Suspiré, caminando de regreso al laboratorio para terminar de preparar la poción que hice, poniéndola en un vaso de química, la misma apestaba a horrores, por suerte no la beberé yo.

Hice que el cuerpo la bebiera, y las heridas se fueron cerrando, así como el color de la piel de Dottore se volvió a poner normal. Él respiró como si se estuviera ahogando, lo ayudé a levantarse.

-¿Qué demonios me pasó?

-Lo mismo te iba a preguntar, ¿recuerdas algo?

-No...no recuerdo nada, en realidad. Sigh, mi visión y mi engaño mantienen intactas mis memorias más personales...y aun así siento que estoy olvidando algo importante, lo siento en mi pecho.

-Eso, camarada, es trabar bien los ganchos de los guardianes, ¿ves eso? -Señalé uno de los ganchos, el mismo se encontraba abierto para luego señalar un golem caído. -Te cayó encima, torpe, sacarte de debajo de esa cosa fue un dolor de cabeza, así que ten cuidado, llegará un punto donde tu poción dejará de funcionar.

-Sí, la poción para revivirme no siempre funcionará, solo con heridas menores. Sigh, me siento estúpido, tendré más cuidado para la próxima. Gracias por eso, Tartaglia, le diré a la zarina que te dé un ascenso.

-Gracias, camarada. Estamos para servirnos, ¿no? Por algo somos del mismo bando. -Me reí, marchándome de ese lugar. Hice que olvidara lo que pasó en estos días, el hecho de que lo traicioné y, para que Aether no se enoje tanto conmigo por revivir al acosador de su esposa, de paso aproveché para que olvidara su amor por ella.

-Que listo que sos, Tartaglia. -Dije para mí mismo. Si bien Aether es mi amigo...los fatui son primero para mí, y por eso accedí ayudarlo en primer lugar: porque si algo salía mal, podía revivir a Dottore...a conveniencia de todos, claro...

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Jeje boy :3 Sé que les dije que el capítulo saldría hasta el 11...pero por fortuna releí la historia y me di cuenta que el chiste no es cuando se casan per se, sino cuando Lisa le dijo que sí se quería casar con él, y ese capítulo lo subí el 31 de octubre de ya hace un año...el tiempo vuela, sin duda

En fin, el capítulo estuvo seinen más que romántico, el próximo ya definidamente estará lleno de miel como es la costumbre uwu, y Dottore no estará jodiendo en un buen rato :v que no descarto que salga otra vez en el fic, y si se preguntan por qué hice que su engaño lo transformara en un humano monstruoso...bueno, ese sujeto experimenta con niños, yo pienso que su engaño lo transformará en algo parecido a eso, pero seguramente veremos un primer vistazo de él en el juego hasta dentro de dos años :V

Nos vemos en en realidad no sé cuando xd trabajaré en el siguiente capítulo pero necesito basarme en una situación, para darle forma a la historia, ya veré que se me ocurre. 

Espero les haya gustado la partida de madre a Dottore, no se enojen mucho con Nobile porque al final es su trabajo y quizá profundice más el aniversario de nuestros amados esposos uwu

Siempre tuyo:

-Arturo.

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