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Alumno de la bruja

Habían pasado dos días después de mi cita con Lisa, ella me había mandado una carta donde me pedía que la fuera a ayudar con algunas pociones que pensaba hacer, aunque necesitaba materiales y...como no es raro, le daba flojera ir a recolectarlos.

Por una parte no me quejaba en lo más mínimo, iría con la mujer que me gusta a un pequeño paseo de recolección, lo que sonaba, como no, maravilloso.

Conociendo a Lisa, no será la prioridad recolectar lo que necesitamos para la poción, de eso estoy más que seguro.

Como fuera el caso, ya iba junto a Paimon, la que volaba graciosamente como suele hacerlo. Pensaba en ir con Lisa un día de estos a Lyue, más precisamente a la Cima Chingyun para mostrarle un lindo lugar que encontré y en donde creo es el lugar de descanso de Rex Lapis, aunque no estoy seguro.

Independientemente de eso, llegué a la biblioteca, Lisa me esperaba con una canasta, que era muy linda. La misma se veía llena...aunque la teoría es que deba ir vacía.

-¡Ah, cariño, que bueno que llegas! Justamente pensaba en hablarle a Jean para que mandaran a buscarte.

-No es necesario tal cosa. –Reí, tomando su mano para darle un pequeño beso al dorso de la misma. –Cuando digas, nos vamos.

-Qué lindo de tu parte. –Sonrió ella. Ambos nos fuimos directamente a la montaña Portatormentas, eso con la intención de recolectar los elementos que necesitábamos.

Se requerían algunas valbayas, las que eran un poquito complicadas de conseguir si no se buscaba bien, un cristal, algunas babas de slime, cosas sencillas de conseguir.

Paseaba junto a Lisa y Paimon de manera tranquila, no teníamos prisa alguna, y la verdad es que me gustaba su compañía. Me llegaba el olor a lavanda que es característico de Lisa, aquel que me encanta tanto.

-¿Qué es lo que tienes en la canasta, Lisa?

-Oh, ya te imaginaras que no planeo venir únicamente a recolectar los elementos de trabajo, ¿verdad, cariño? –Preguntó, coqueta. Yo reí un poco.

-Sí, lo imaginaba muy bien. Aunque eso no responde mi pregunta.

-Preparé comida. Más precisamente mi especialidad: pasta a la boloñesa mágica. Traje un poco de vino, y mi tabaco de café, Jean me lo obsequió.

-Oh, qué lindo. Es un buen detalle de parte de ella, ya que son amigas.

-Sí...amigas. –Ella hizo cara de no saber nada, ¿acaso no se llevan bien? preferí no preguntar.

-Pero, ¿por qué boloñesa mágica?

-Oh, eso es porque a lo mejor te topas con un ingrediente que te hará sentir hechizado por magia. –Rió, coqueta...yo me quedé blanco como un papel.

Espero que no vaya a experimentar conmigo poniéndole alguna especie de poción a mi comida...si sabe raro, se la daré a Paimon y diré que no tengo hambre.

Era casi medio día, por lo que las valbayas fueron relativamente fáciles de encontrar, salvo que nos encontramos a algunos monstruos en el camino, yo me encontraba detrás de un árbol, ella detrás de algunas rocas las que intentó escalar.

Fue por pura casualidad, pero una corriente de aire le alzó un poco la "falda" que ella usa, por lo que pude ver un poquito de la ropa ajustada que ella tiene, así que me quedé paralizado, rojo de la pena. (en realidad no sé describir la ropa inferior de Lisa :'v)

-¡Ahora, Aether! –Exclamó, lanzando un rayo a un explosivo que los hilichurns estaban construyendo, haciendo estallar todo. Yo reaccioné, lanzando mi tornado para que se llevara a los sobrevivientes.

El remolino se prendió en fuego, Lisa le lanzaba algunos rayos que causaban explosiones, algo que me sorprendió.

Ella regresó conmigo, revolviéndome el cabello para sonreírme. –Más atento a la próxima vez, ¿cómo es que te distrajiste?

-Vi un pajarito. –Reí nerviosamente. Ella se me quedó viendo raro.

Seguimos caminando, recolectando los restos de la batalla que tuvimos. Lisa es una mujer muy fuerte, lo que me sorprende para bien, no creí que ella fuera tan poderosa. (Aether: eso me prende...eso me calienta 7u7).

Al tener algunas valbayas de sobra, ella me dio a comer una, era muy dulce y bastante rica, por lo que me sorprendí bastante. Pude ver que ella me miraba los labios, algo que no entendí del todo.

-Dicen que dependiendo de cómo un chico muerda una manzana besará mejor. Muerdes de forma correcta.

-Je. ¿Entonces beso bien?

-Sí...pero podríamos experimentar a ver si no has empeorado. –Aprovechando que Paimon estaba distraída jugando con una ardilla, Lisa me cerró los ojos, yo puse los labios al sentir una de sus mejillas en mi rostro.

Sorpresivamente para mí, ella me derribó, quedando sobre mí. Estábamos recostados en el pasto, su visión quedaba colgando, y la comisura de sus senos se notaba más, lo que me hizo sonrojar bastante.

Escuché que sonrió de manera coqueta, dándome un beso en el bigote, muy cerca de los labios, aunque no es lo que precisamente deseaba. Quería que bajara un poco más.

Yo llevé mi mano a su cintura, ella sonrió, mirando mi mano.

-No vayas a bajar mucho, ¿de acuerdo?...o podría molestarme un poquito.

-De acuerdo, no pensaba hacerlo...pero quizá esto sí. –De un solo movimiento, ahora fui yo quien quedaba sobre Lisa, su sombrero se había caído de su cabeza, podía ver sus hermosos cabellos y sus ojos mirarme con sorpresa.

-Hum, me tienes en completa desventaja.

-Ambos sabemos que no es verdad. –Me fui acercando un poco a sus labios, cerrando los ojos, pero ella me mandó un pequeño toque eléctrico a los labios. -¡Au!

-No, no, no. Dame una razón para que te deje besarme.

-Touché... -No entendía muy bien por qué se hacía la difícil, aunque no negaré que esos juegos mentales que me hace me vuelven loco. Le di un pequeño beso en la mejilla, el cuál si recibió, incluso puso su mejilla para que mis labios tocaran la mayor cantidad de piel que se pudiera.

Nos volvimos a mirar a los ojos, el cual ella me guiñó uno, yo no entendía muy bien qué es lo que quería ella, pero lo que yo quiero es besarla de nuevo. Sin embargo, dio un pesado bostezo, el cual se me contagio, (Qué pedo? De pensar en Lisa bostezar yo también lo hice jsjsjsj)

Como me agarró en un momento de debilidad, volvió a quedar sobre mí, volteando la situación.

-Es hora de comer. –Me dio un beso en mi labio superior, algo que me sorprendió mucho, yo la jalé de regresó para abrazarla, ella comenzó a reír. –Siento que me estás raptando.

-Me da un poquito de ganas de hacerlo. Quisiera que vinieras a todas mis aventuras.

-Lo único malo es que esa biblioteca no se atiende sola. –Me dijo, coquetamente, dándome un beso en la mejilla. –De verdad me siento ansiosa de que pruebes la pasta, sé que te encantará.

-Hum, suena interesante.

Lisa puso un mantel de color blanco con líneas moradas y lilas, en el cual nos sentamos, la comida olía muy delicioso, y como tenía puesto un hechizo pyro, la misma se mantenía bastante caliente.

La botella de vino tenía un hechizo cryo que la mantuvo fría, que era la temperatura ideal, así que fue lo primero que servimos, acompañaríamos la pasta con unos panecillos (sé que no hay pan en Genshin...pero debería :v), todo olía muy rico.

-Prueba. –Lisa sostenía una copa de vino, se veía muy hermosa, así que decidí retratarla con la cámara que me habían dado en Lyue como pago de un favor.

Ella estaba sentada en el suelo con sus piernas estiradas, mirando a su derecha, una mano en el mantel y la otra sujetaba la copa de vino, así que tomé la fotografía, estaba ansioso por revelarla.

-Veamos... -Con la cámara en el mantel, yo tomé un tenedor y soplé un poco a la pasta, la que tenía, extrañamente, algo morado sobre la misma. Al probarlo, fue una explosión de sabor, el queso, la crema, la salsa, la carne, todo estaba delicioso. –Hum, está muy rico, ¿qué tiene? –Dije, tras comer el primer bocado y comiendo un poco más. Lisa me imitó.

-Lo normal, tomate, carne, aceite de oliva...mi bello (ok, no :v)

--Lo normal, tomate, carne, aceite de oliva, aunque mi toque especial, y lo que le da ese sabor mágico...son ganchos de lobo secos (no recuerdo materiales de color morado más que el gancho de globo...así que dije, ¿por qué no), eso le da un toque diferente.

-Oh, eso explica su sabor tan curioso, es un poco ácido, queda muy bien con el tomate y el queso.

-Así es. Qué bueno que te gustara. –Sonrió, bebiendo de su copa nuevamente, algo que yo hice, tuvimos un pequeño brindis.

-¡Oh, todo sabe tan rico! ¡A Paimon no le molestaría que fueras la prometida de Aether para que nos hagas de comer todos los días!

-¡Paimon! –Mascullé, queriendo pellizcarle las mejillas. Lisa rió.

-Por mí, encantada. –Me guiñó el ojo de nuevo. Yo tragué saliva, sonriendo un poco sonrosado.

La pequeña hada siguió devorando su plato como si no hubiera un mañana, a ella una bebida de mentas y bayas le venía muy bien, de ahí que no se quejara para nada.

-Hum, que delicia. –Dijo, con la boca llena.

-¡Tiene pelos! –Grité, ella escupió. –(ok, tampoco :v)

-¡¿Dónde están tus modales, Paimon?! –Le recriminé, ella hizo su típico "ugh".

-Perdón... -Volvió a decir con la boca llena, yo me llevé una mano a la cara.

-Paimon, debes tener más cuidado al comer, podrías atragantarte. –Dijo Lisa, de forma comprensiva, tomando una servilleta para limpiar la boca de la pequeña.

-Jeje, gracias, Lisa.

Ahora Lisa me regañó a mí por ser tan rudo con Paimon, la que echó más leña al fuego. Por suerte, acabamos la comida, yo me estiré, ayudando a Lisa a levantarse, ofreciéndole su sombrero de nueva cuenta, no sin antes limpiarlo un poco.

-Que caballeroso de tu parte, cariño.

-Por ti, cualquier cosa.

-¿Cómo ser mi sujeto de pruebas para mis pociones?

-Ok...casi cualquier cosa. –Ella dio una sonora risa, tomándome del brazo a la vez que los pegaba de forma accidental sus senos, lo que me gustó, no negaré, pero me puso rojo como la salsa de tomate de la pasta.

Al final, seguimos recolectando, era ya de tarde cuando regresábamos en la ciudad, estábamos en uno de los puntos de bastante altura en Mondstadt, por lo que el sol de la tarde se miraba de forma maravillosa, tanto así que Lisa me tomó de la mano.

-Muy bella, ¿no es así? Estos prados son muy lindos.

-Y suele haber cecilias por aquí, pero no encontramos ninguna.

-No precisamente. Falta subir un poco más para dar con ellas.

-Ya veo... -Solté la mano de Lisa y me fui corriendo montaña arriba, Paimon me gritó, y, aunque no puedo mirar para atrás, algo me dice que Lisa está sonriendo ante mi acción tan curiosa.

Fui a buscar algunas cecilias en las cercanías, me tomó unos cinco minutos rápidos hacerme con algunas, formando un ramo que amarré con algunas ramas caídas de los árboles, así que regresé de forma apresurada pero tranquila.

No es necesario decir que cuando Lisa me miró con el ramo de flores, ella me sonrió de forma genuina, abriendo los brazos para acogerme en ellos en un achuchón que fue tan gratificante para mí.

-Muchas gracias, cariño. –Me dijo, se notaba la satisfacción en su voz, lo que me fue placentero. –Debo regresarte el favor.

-No es necesario que me des nada, enserio. Fue un pequeño detalle que... -Lisa calló mis labios con un beso, yo abrí los míos de sorpresa, aunque los cerré casi de inmediato al ver que ella tenía sus ojos abiertos de igual forma, salvo que me miraba de forma coqueta.

El beso me trasmitió algunos toques eléctricos, pero me dejé llevar, siendo honesto, disfrutando mucho esa sensación tan curiosa en mí piel. Malamente no la podía abrazar por tener las cecilias en mis manos, aunque con que ella lo hiciera me bastaba.

Al separarnos, me di cuenta que ella igual cerró los ojos, pues comenzó a abrirlos casi al mismo tiempo que yo. Nos sonreímos, Paimon se llevaba las manos a la cintura, negando con la cabeza.

-Si querían privacidad, mejor no hubieran traído a Paimon. –Nos reímos.

En la ciudad, más precisamente en la casa de Lisa, que era donde ella hacía sus pociones, preparábamos todos los ingredientes, yo se los pasaba y removía el caldero de vez en cuando, aparte de que prendí el fuego.

-Hum...todo va bien.

-¿Qué es lo que hará esta poción?

-Es para practicar. Alguien me la pidió...es una poción que anula los efectos del enamoramiento.

-Eso suena terrible. –Me sinceré.

-Lo es. Pero amar sin ser amado es más terrible. ¿Tú tendrías el valor de romperle el corazón a una dama?

-Depende de qué dama... -Dije, extrañado.

-Una como yo. –Se sentó en la mesa, acomodando su pierna derecha encima de la izquierda, aunque, al hacerlo, fue de una manera tan sensual y provocativa, que estoy seguro puse cara de tonto por verla en esa posición.

-N-no podría lastimarte ni con el pétalo de una cecilia, Lisa. Yo te defendería de cualquiera que intentara romperte el corazón o hacerte daño.

-Me gusta como suena. –Confesó, de manera muy coqueta y provocativa. Siento que quiere hacerme caer de nuevo en algún juego mental. –No olvides la poción, de favor.

Me sobresalte, moviendo la poción una vez más, hasta que quedó del color que se especificaba. La embotellamos con mucho cuidado, de eso no había duda. No queríamos caer victimas de ese hechizo por nada del mundo.

Tras eso, dimos un enorme suspiro, sentándonos en un sofá que se encontraba dentro del laboratorio. Ella puso su cabeza en mi hombro, acariciándome de veces la pierna.

-El día de hoy fue bastante exhaustivo, por suerte todo salió según lo planeado. –Dijo, cansada.

-Sí. Aunque hay una cosa que no entiendo...¿por qué la persona no te trajo los ingredientes?

-Se la venderé un poco más caro por eso, aparte quería pasar un rato contigo.

-Tiene sentido...

Nos quedamos dormitando en el sillón, ella fumaba de su pipa de lectura, el olor era tan ligero a café y tabaco, que de verdad apenas me molestaba. De veces ella me compartía, y yo aceptaba gustoso, casi fumando como si nada aunque, en teoría, nos damos besos indirectos. (Ahora no digan cosas pervertidas, hijos de Diluc >:v).

(Vean como Kaeya dibujó a Diluc JAJAJAJAJA)

Cuando se acabó el tabaco, ella me pidió que me recostara en su regazo, cosa que yo hice con muchísimo gusto. Las piernas de Lisa eran, en definitiva, la mejor de las almohadas.

Ella me acariciaba los cabellos, aunque de un momento a otro, me los agarró con una leve fuerza.

-¿Hum? –Me quejé, abriendo un ojo. Los tenía cerrados al estar bien relajados.

-Espera... -Ella cerró sus ojos, dándome un muy lindo y bien dado beso en la frente. Eso me sorprendió mucho, yo abrí mis gemelos como platos, ella también lo hizo, aunque soltó una risa. –Un beso en la frente es lo que sella el pacto entre el alumno estrella y su maestra.

-Oh...en-entonces ¿soy tu alumno estrella?

-En realidad eres mi único alumno. –Rió de forma coqueta.

-Tch. –También reí. –Tiene sentido. Bueno, ahora eres mi maestra.

-Puedo ser tu amiga, tu maestra, tu Senpai. O puedo ser todas... –Sonrió, tomándome de una mejilla.

-¿Puedes ser algo más?

-¿Cómo qué más? –Preguntó, un poco sorprendida.

<<El amor de mi vida>> Pensé.

No tenía el valor todavía para pedirle matrimonio. Apenas nos conocemos y siento que podría rechazarme. Es cosa de madurar mi amor por Lisa como el buen vino: mientras más tiempo pase, mejor será al momento de abrirlo.

-Una mujer con la que puedo salir de vez en cuando. –Dije, lo más confiado que pude. Ella dio una risita coqueta.

-Es buena idea, muy buena idea debo admitir.

Ambos nos levantamos, era hora de irme ya que tenía algunas cosas qué hacer...así como darle de cenar a Paimon. De no hacerlo a su hora exacta, ella se molesta.

El punto, hice una reverencia, aparte de tomar la mano de Lisa para besarla con bastante amor. Ella me miraba enternecida

-Así como mi beso en tu frente significa que eres mi alumno estrella, que beses el dorso de mi mano, ¿significa algo para ti?

-Claro que sí. –Volví a darle un beso. –Significa que para mí eres la mujer más especial del mundo. A ninguna otra mujer le beso el dorso de la mano.

-Oh, eso me parece muy interesante. –Dijo, sorprendida y halagada. Me dolió el alma tener que soltar su mano para marcharme. Lo importante es que volvería, y volvería de vaya manera. –Espero verte pronto, Aether.

-En cuanto menos te lo esperes me verás en la puerta de tu casa con un regalo especial para ti.

Salí por el umbral de la puerta, haciendo una última reverencia. Si usara el gorro del instructor, la verdad es que me lo quitaría para saludar como es debido.

Fui a la casa en donde rentaba, Paimon me esperaba comiendo una galleta y leyendo un libro sobre amigos imaginarios. Desde que tuvimos esa aventura con Venti y Stanley ella no ha dejado de preocuparse por su amigo imaginario...

Serví la cena según costumbre, aunque a este paso nos quedaremos sin dinero ya que los dos comemos como leones, lo curioso es que Paimon no mide más de un metro y come casi lo mismo que yo a pesar de que su gasto de energía es...no tan equiparable.

Iría a Lyue a partir de mañana, regresaría, por supuesto, para darle el retrato que le tomé a Lisa en nuestra pequeña aventura de hoy, ya que de verdad me gustaría que lo tuviera.

Aunque claro...lo sacaré con una copia, si tonto no soy. Llevaré ese otro retrato suyo junto a mí, eso es lo importante.

A los dos días de manera aproximada, Paimon y yo regresamos a Mondstadt para darle el retrato a Lisa y atender algunas cosas más que me había pedido Jean, las que serían más que nada sencillas.

Tenía el retrato en mi mano, fui con el carpintero para que hiciera un portarretrato de acuerdo a la medida, y después fui con Flora para comprar un ramo de rosas moradas, yo sé que a ella le gustarán. De cualquier modo, dejé una rosa roja en el medio, para que quede bien en claro que yo la amo con locura.

Toqué su puerta dos veces, usando poder anemo para hacer levitar las rosas, ya tenía un plan ideal.

Al abrirla, ella se sorprendió, dándome un abrazo y un beso en la mejilla.

-¡Aether! Vaya sorpresa. No habías venido en dos días, y luego te fuiste de Mondstadt, quedé algo confundida.

-Es que tenía que ir por tu sorpresa. –Sonreí, un poco acomplejado. –Esto es para ti.

Le entregué a Lisa un pequeño obsequio que quedaba envuelto en papel de regalo, así que ella no podría saber muy bien qué era ya que parecía un libro o algo por el estilo.

Cuando lo abrió, se llevó una buena sorpresa de verse retratada en ese cuadro, dándome de nuevo un abrazo que casi me derriba por lo fuerte que fue. Lo regresé sumamente gustoso.

-Y las cosas no acaban ahí. –Dejé de ejercer el poder anemo, por lo que las rosas cayeron justamente en mis manos. Lisa se llevó una mano a la boca.

-Estoy conmovida, Aether. Es uno de los detalles más lindos que me hayan dado en toda mi vida, así que no puedo quejarme en lo absoluto. –Sonrió, dándome un beso en la mejilla y otro en la nariz.

-Sabía que te gustarían.

-Tienes toda la razón. Pasemos, ahora quiero que me cuentes qué tal te fue en tu pequeño viaje jeje.

-Por supuesto.

Ambos pasamos, yo le contaba de forma animada mientras ella prepara el té. El cuadro de Lisa quedó en una mesa de noche, así como las rosas quedaron en un jarrón al lado de su cama.

Siempre la veré como la mujer más hermosa de todo el mundo. No, de todos los mundos que he visitado.

Lo sé, estoy ya convencido de ello: quiero estar siempre a su lado ya que...Lisa es el amor de mi vida.

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Ay wey 😳😳😳, se me paro...el corazón aveda'

El capítulo no tiene continuidad con el anterior y se sitúa entre el primero y el segundo, esto es debido a que olvidé que tenía que seguir con el capítulo de la luna de miel, aunque me di cuenta ya cuando tenía más de medio capítulo escrito. 

Lo hubiera podido dejar así sin más y publicarlo después, pero ya llevo bastante tiempo sin publicar y los siguientes días los tendré, ciertamente, ocupados, por lo que actualizo antes de que mi tiempo libre se agote :'v 

El próximo capítulo ya retomará qué pasó después de la luna de miel entre Aether y Lisa bb, además trataré de publicar más seguido, por ahora he estado muy centrado en mi fic Manuscritos sobre Genshin Impact, que sino conoces, te invito a que, si quieres, lo leas :D calidad aprobada y garantizada por el Centro de Estudios "Che" Arturo :v

Nos vemos después, espero puedan darme algunas ideas, ya que, por alguna razón que no entiendo, ya no he tenido ideas para escribir ni en este ni en el otro fic de Genshin, y eso me preocupa D:

Siempre tuyo: 

-Arturo Reyes.

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