Narra Twilight.

Llegué hasta donde estaba mi hermano menor, en la mesa, toda su concentración estaba en su celular mientras metía lentamente grandes cucharadas de cereal a su boca.

Bien seria y cortante tiré una carpeta al frente de él.

-¿Qué es esto? -Vio el interior de la carpeta. -¿Tus documentos falsos? ¡¿Ocurrió algo serio?! -Preguntó exaltado al ver mi mirada determinante.

-Tiralos, ya no los necesitaré.

-¿Ya no? ¿Sucedió algo en tu trabajo?

-Renuncié. Algunas personas se habían enterado de mi secreto, no quería que el problema se vuelva más grande.

-Ya veo... ¿Pero sabes? Los puedes tirar tú misma. -Comentó con su ceño fruncido y brazos cruzados. -¿Tanta es tu pereza de tirar unos simples papeles a la basura?

-Sólo hazlo y deja de regañarme que aquí la mayor soy yo. -Giré sobre mis talones para luego regresar a mi habitación.

-Sili hizli i diji di rigiñirmi qui iqui li miyir sii yi... Sólo te aprovechas porque soy el menor... Salvaje.

Me detuve, las ganas de darle su merecido me dominaban, mis puños los apretaba con fuerza. Sin embargo no estaba de humor para hacerlo, no me sentía con ánimos. Lo único que hice fue inhalar para luego soltar el aire comprimido y seguir mi camino, haciendo de cuenta que nada había pasado.

[...]

A pesar de haber renunciado hace un día, ya sentía la necesidad y obligación de encontrar un nuevo trabajo. Eso de estar en casa sin hacer nada no era lo mío, sobre todo después de haber pasado mucho tiempo trabajando en una farmacéutica.

En medio del trajín, mi celular empezó a sonar. Me quejé a lo bajo al ver que Sunset Shimmer era quien me llamaba.

Ni de broma.

Ignoré la llamada, no estoy tan pendeja como para contestarle y terminar aceptando acompañarla a un restaurante o a quién sabe dónde.

Luego de unos minutos mi celular volvió a sonar.

-Que no sea ella. -Rogué.

Suspiré aliviada al tener una llamada de Flash.

-Estoy en tu casa. -Me habló cortante sin darme la oportunidad de saludarlo. -¿Dónde estás?

La inesperada forma de hablarme no me había agradado, por lo que con un semblante enojado contesté.

-En la casa de un amigo, ¿por?

-¿Casa de un amigo? ¿Cómo que "por"? ¡¿Con el permiso de quién?! ¡¿Twilight Sparkle, Dónde estas?! -Preguntó exaltado y desesperado.

Mi ganas de reír no aguantaban. Como pagaría por ver su cara en este mismo momento.

"¿Casa de un amigo?... Creí que dijo la de su ex"

Hay veces en las que disfrutó que Shining me ayude en cuanto a bromas.

Aquellas palabras enloquecieron al ojiazul, pues desde la otra línea me gritaba exigiéndome explicaciones mientras que yo disfrutraba su mal rato.

[...]

-No debiste bromear con eso. -Me dijo avergonzado mientras su mirada la tenía hacia otro lado.

-Eres un tonto al haberlo creído. -Reí de manera cínica. -Lo único que esperaba de tu llamada era: "¿Has dormido bien, cariño" o al menos un simple "Buenos días". El hecho de que me haya vestido y actuado de hombre no significa que sea una chica sin sentimientos y de carácter masculino para que me trates de esa manera; soy sensible, ¿sabes?

A lo lejos Shining me fulminaba con la mirada mientras negaba con su cabeza, haciendome recordar de las varias peleas y maldades que le hecho durante toda su vida.

-Lo siento, no debí hacerlo. -Se acercó a mí para envolverme en un abrazo. -Es sólo que... te extraño. :'v

-Vaya manera de extrañarme, no me quiero imaginar si no me ves en una semana.

-Ya. :c -Me miró arrepentido. -Bueno, olvidando el tema. ¿Buscando trabajo?

-Sí, en varias empresas ya he dejado mi currículum. Ahora sólo esperar a que me llamen.

-Deja de buscar. -Me dijo serio. -Recuerdo haberte dicho que yo te ayudaría en conseguirte uno, tengo contactos que sin duda te contratarán.

-Pero...

-Nada de peros, Twilight. Ya dije, yo te ayudaré.