Capítulo # 41
Narro yo.
-¿Estás enojado?
El ojiazul sacó su mano de su frente para empezar a mirar a Twilight desde su escritorio, ella estaba al frente de éste. Él le sonrió.
-No, ya no lo estoy. -Dijo, su voz reflejando calma.
La ojivioleta le sonrió.
-¿Necesita algo, jefe?
-Oh vamos, la cordialidad déjala afuera de esta oficina. -Se paró de su asiento con el fin de acercase a su amada. -Lo único que necesito... es a ti.
Su sonrisa no se desvanecía, es más, ésta creció mucho más.
Con su brazo, rodeando la cintura de Twilight, la acercó hasta él. No tardó en juntar sus labios, el ritmo de éste se fue incrementado a medida que los segundos pasaban. La alzó, para luego sentarla sobre el escritorio. Sus besos fueron bajando hasta su cuello, la respiración de Twilight se aceleró. El ambiente se estaba poniendo intenso. Un pequeño gemido saliendo de ella detuvo lo que Flash estaba haciendo.
-Espera, espera... -Lo alejó con sus manos, tratando de recobrar su respiración. -Este no es el lugar indicado para hacerlo.
-¿Cómo que no? -Preguntó divertido. -Es mi oficina. Nadie podrá ver, nadie podrá escuchar.
-Pero...
-Estará todo bien. -La detuvo, para continuar lo que estaba haciendo.
Al otro lado de la puerta, estaba un nervioso joven, repitiendo una y otra vez que todo estará bien. Esta vez iba a ser todo lo posible para volver a ganarse la confianza de su jefecito. Finalmente dejó escapar todo el aire y llenándose de valor para abrir aquella puerta y enfrentar al dueño de la farmacéutica.
Giró la perilla y empujó la puerta. Esperaba ver a su jefe sentando en el escritorio, trabajando en los papeleos de la empresa, pero el resultado fue uno diferente y muy inesperado. Trataba de verle sentido a la escena, creía que estaba teniendo una alucinación, pero no, era real.
Twilight se dio cuenta, no tardó en empujar a Flash y bajarse del escritorio, se dio vuelta de lo avergonzada que estaba. El ojiazul no podía asimilar al ver a uno de sus empleados en su oficina y ser testigo de lo que por poco estaban por hacer.
El pelicafe no mostró expresión alguna, su mirada estaba pérdida.
Inconscientemente retrocedió y con las misma mano que abrió la puerta, la volvió a cerrar. Una vez afuera, camino hacia su área de trabajo. Su caminar era apresurada y su mente completamente en blanco.
Llegó al departamento. Soarin lo ve, se preocupó de inmediato al ver a su amigo en un estado desconocido.
-¿Chesse? -Se acercó a él. No tuvo respuesta. -¿Qué sucedió? ¿Acaso viste un fantasma?
Sin ver a su colega, decidió hablar.
-Recuerdas que una vez te conté que cuando era adolescente una de mis fantasías era ver una escena yaoi en vivo y en directo.
-¿Qué?
-¿En qué rayos pensaba al querer eso? ;-;
-¿Qué? -Soarin estaba más confundido que nunca. -Chesse, no entiendo. ¡Explica que pasó!
El pelicafe agarró la bata de su amigo para empezar a sacudirlo con desesperación.
-¡El jefecito, Soarin! Nos ha engañado todo este tiempo con su masculinidad. ¡No es lo que parece!
-¡No entiendo! Me estás haciendo enojar.
-No creí que sus gustos... ¡Ash! ¡Dañó mi fantasía! No pensé que llegaría a ser así, me imaginaba algo más... lindo. ¿¡Mi jefe?! ¡¿Con Dusk?! Traumado de por vida. ;-;
-Chesse.
Aquella voz grave lo detuvo en seco.
-Hasta su voz... su voz engaña.
Flash junto con Twilight, estaban en la puerta del departamento. El ojiazul estaba cruzado de brazos mientras su mirada demostraba seriedad.
-Jefe... ¿Sabe por qué Chesse se comparta así?
-Chesse. -Volvió a llamarlo, ignorando por completo la pregunta del ojiverde.
-En visto por mi propio jefe.
El chico que se encontraba asustado, volteó a ver a su jefe. Aquella escena que presenció invadió su vista, su corazón se aceleró ante tal recuerdo.
-Necesitas escuchar una explicación, vamos a mi oficina.
-¡No! -Exclamó, negando con su cabeza desesperadamente. -Ya entendí, ya sé cuáles son sus gustos. Lo apoyo, todo esta bien. Si usted es feliz, yo soy feliz. -Sonrió forzosamente. -No estoy para nada en contra, tiene todo mi apoyo.
Flash rodó los ojos mientras negaba con su cabeza.
-No es lo que piensas. -Dijo Twilight, tratando de calmar a su colega.
-Pero lo vi.
-No todo lo que ves es verdad. Quiero que vayas a mi oficina ¡ahora! -Exigió Flash, en tono molesto y de pocos amigos. -Y que Soarin vaya, también necesita escuchar la explicación.
-¡Al fin se dieron cuenta de mi
presencia!
Los dos empleados, detrás de Twilight y Flash, caminaban con inseguridad. Uno más intrigado que el otro.
[...]
-Lo siento. -Dijo Twilight con su mirada en el suelo después de contar toda su historia a sus dos colegas.
Soarin y Chesse la miraban anonadados. No podían creer que la persona que había trabajo durante meses con ellos había sido una chica. No sabían como explicar su asombro. Por el lado de Chesse, se sentía mal al creer que su jefe tenía afinidad hacia los hombres, aunque tampoco tenía culpa, ya que la escena de un beso entre dos chicos que había presenciado fue demasiado realista.
-Bien... -Habló Soarin para quitar el silencio incómodo que había desaparecido. -Ver para creer. -Una mirada picarona reflejaba su rostro.
-¿Qué? -Exclamó Twilight. Los ojos de Flash se abrieron por completo.
-Oye, oye, no te aproveches. >:v
-Jajaja... No se preocupe, jefecito. Es una broma, lo hice para sacar el mal rato... No se necesita ver algo que es demasiado obvio, todo tiene sentido. Dusk, bueno, Twilight, era muy reservaba y siempre anadaba nerviosa cada vez que hablábamos cosas de hombres. Y mentiría si dijera que nunca se me cruzó por la cabeza de que Dusk era gay, pero bueno, al final de todo se trataba de una chica.
-Yo... yo no sé que decir. Lo que vi no fue nada agradable, no me lo esperaba. Pero que bueno que todo está aclarado. Al menos mi fantasía no está del todo rota. -Rió a lo bajo.
-Ahora que saben toda la verdad, sólo espero que nada de esto salga de mi oficina. -Dijo Flash. -Conocen las reglas, una mujer no puede trabajar aquí. Nadie más debe saberlo.
Los dos chicos asintieron.
Twilight se había sentido aliviada, su mayor preocupación era recibir una mala reacción de parte de sus dos amigos, pero al final terminó siendo diferente. Su miedo había desaparecido.
-Acabé de recordar algo, el tatuaje. -Dijo el peliverde preocupado. -Una mujer que no es mi Rainbow vio mi tatuaje, estaré sentenciado de por vida si ella se entera de que viste mi trasero. ;-;
Twilight no evitó reír.
-¿Tatuaje? ¿No sé de que hablas? No recuerdo haber visto algo como eso. -Dijo ella irónicamente para luego guiñarle el ojo. Soarin sonrió aliviado.
-Jefe... Lo siento. -Habló Chesse apenado. -No fue mi intención haber interrumpido lo que estaban por hacer. Al parecer estaban desesperados por hacerlo y yo, bien pendejo, entré sin ningún aviso.
Twilght se sonrojó de inmediato mientras que Flash frunció su ceño, tratando de no mostrarse avergonzado.
-Olvidalo, no es necesario que recuerdes eso.
-Uuuhh... jefecito picaron e.e -Se burló Soarin tratando de contener la risa que luchaba por salir.
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