Narra Flash.

Un fin de semana glorioso sin duda, Twilight lo disfrutó por montón. Para mí, eso era lo más importante; sólo quería hacer de esos dos días los mejores y más relajantes para ella. Sólo con verla sonreír y escucharla decir lo mucho que le gustó, me pone demasiado satisfecho. Uwu

Pero como siempre, todo lo bueno tiene que acabar. Ya era lunes, un día más de estrés y trabajo.

Llegué a mi oficina, lo primero que había sobre la mesa eran papeles y más papeles. Bufé, de tan solo verlos mis ganas de trabajar desaparecían con más fuerza. Antes de sentarme en mi silla, estiré mis brazos quitándome la pereza que aún llevaba.

[...]

Pasaban las horas y el trabajo aún no cesaba, miré mi reloj, aún no era hora del almuerzo.

-¿Qué estará haciendo Twilight? -Me pregunté a mí mismo.

Una sonrisa no tardó en aparecer, lo bueno de ser el jefe era que tenías todo el control en los sistemas de seguridad de la empresa. Con algunas tecleadas, podía fácilmente ver lo que los empleados hacían en su lugar de trabajo a través de lo que captaban las cámaras de seguridad. Pasaba las imágenes  constantemente buscando mi objetivo, hasta que finalmente lo hallé.

-¡Ahí están! -Exclamé victorioso. -Ahora ver que están haciendo.

Mientras tanto.

Narro yo.

En el departamento de áreas estaban los empleados dedicados en su qué hacer, cada uno concentrado en su trabajo. En un extremo, estaban dos jóvenes; uno mezclaba varios compuestos mientras que el otro observaba con gran atención.

-Chesse, ¿estás seguro que añadirle fosfato de sodio a la mezcla no es peligroso? -Preguntó la ojivioleta preocupada.

-¿Cuándo dije que no lo es? -Respondió éste con una sonrisa maniática.

-¡¿Qué?! -Twilght, asustada y sus ojos completamente abiertos, retrocedió unos pasos. -Chesse, deja de hacer tus experimentos locos y mejor ponte a trabajar.

-Será inútil, querido amigo. -Un chico de ojos esmeralda rodeo los hombros de Twilight con su brazo. -Una vez que aquel pendejo se le mete a la cabeza  hacer sus experimentos, nada le impedirá hacerlo.

-Pero ¿tiene que hacerlo aquí?

-¿A dónde más? Este es el único lugar donde encontrará los materiales necesarios.

-¿Y el jefe? Por lo que había leído en el reglamento, tenemos prohibido usar los materiales para fines ajenos a la empresa.

-No lo sabe... A pesar de haber cámaras por todos lados. -Señaló una donde estaba ubicada en un rincón. -El jefecito es tan perezoso y distraído, que creo que ni siquiera sabe de la existencia de ellas. -Empezó a reír y hacer muecas hacia la cámara, sin saber de la persona que lo estaba observando y escuchando.

-Se le añade esto y... ¡Listo! -Gritó Chesse, llamando la atención de todos. -No hay explosión. Sabía que iba a funcionar. -Se sacó su mascarilla para mostrar una enorme sonrisa.

-Aunque parezca mentira e imposible, Chesse es muy inteligente. -Comentó Soarin, tratando de asimilar el resultado de lo que había hecho el cabello esponjado.

Un puertazo. El sonido fue tan fuerte que a todos los hizo saltar del susto.

-¡Este jefe perezoso y distraído ha venido a ver a sus queridos empleados! -Gritó el mismísimo Flash Sentry en tono sarcastico.

Los ojos esmeralda de Soarin se abrieron como platos. ¿Era posible que su jefe lo había escuchado y, peor aún, había visto sus muecas de burla? Tragó saliba ante tal posibilidad.

Por otro lado, Chesse no tardó en hacer desaparecer todo lo que había utilizado en su experimento.

-Es inútil que trates de esconder. -Dijo el jefe. El pelicafe le mostró una sonrisa inocente. -Estás multado.

-Pero...

-Y Soarin. -Lo interrumpió. Este último se colocó en posición de firme mientras trataba de ocultar su miedo. -Desde ahora serás el responsable de la limpieza de esta área, junto con Sándwich.

Ambos, al recibir su castigo, se quejaron, percatandose de que su jefe no los oiga.

-Oh vamos, jefecito. No es para tanto. -Habló Chesse. -¿A poco no sabía que siempre he hecho experimentos en este lugar?

Flash frunció su ceño y sus dientes los apretó de lo enojado que se empezó a poner, dando a entender que desconocía por completo la falta que su empleado hacía.

-Pendejo, no la cagues más de lo que ya has hecho. -Soarin le susurró con amenaza en el oído. Chesse enseguida llevó sus manos a su boca.

-Me enfada el hecho de que ustedes se hayan aprovechado de mi ingenuidad. -Empezó a caminar de un lado a otro. Sus tres empleados lo seguían con la mirada. -Al ver esto, desde ahora tendrán más control y menos jefecito buena onda. Ya no le verán más la cara a este jefe perezoso y distraído. -Dicho eso, dio vuelta y se dirigió hacia la puerta, pero antes de salir... -Dusk, te quiero en mi oficina.

Ésta asintió, y junto a él, terminaron saliendo del área de mezclas.

Al quedar solos, Soarin aprovechó para empezar a golpear a su colega.

-¡Oye! No es sólo mi culpa. -Él huía de las manos de su amigo. -Tú andabas el payaso al frente de la cámara. ¿Qué pendejo hace eso? >:v