Capítulo # 30 [El peor hermano del mundo]
Narra Twilight.
Me acurrucaba entre mis sábanas mientras hundía aún más mi cabeza debajo de la almohada, el sueño estaba empezando a conciliarme después de horas de haber tenido la imagen de Flash desnudo al lado mío en una cama. De pronto siento que la puerta de mi habitación es abierta. Mi madre susurra preguntándome si estaba dormida. Hago un pequeño quejido para luego alzar un poco mi cabeza.
-Alguien vino a visitarte.
-Si es Pinkie Pie, dile que no estoy en casa. -Dije pesadamente.
-Pero no es ella. La chica que vino a verte nunca antes la había visto.
-¿Entonces?
-Se llama Sunset Shimmer.
-¡¿Qué?! -Me incorporé de inmediato. -¡No puede saber que estoy aquí!
-Lo siento hija, pero ya le dije lo contrario. -Sonrió inocentemente. -Te está esperando... en la sala.
-¡Mamá! ¿Por qué metes a la casa gente que no conoces? D:
-¿Qué hay de malo? Supongo que es alguna de tus compañeras de univerdidad que vino a visitarte. Cuando estudiabas muchas de ellas venían a casa para hacer algún trabajo.
-Claro que no, la conocí hace poco. -Salí de mi cama para dirigirme hacia mi armario. -Ella cree que soy un chico... Acompañé a Sunset a la fiesta, supongo que ha de estar preocupada por haber desaparecido de su vista de un momento a otro.
-Desapareciste porque fuiste...
-Sí mamá, sí. -La interrumpí de inmediato. -Me pregunto cómo logró obtener mi dirección.
-Tú se la pudiste haber dado.
-Imposible. -Me quedé pensativa por unos segundos tratando de hallar una respuesta... Sacudí mi cabeza. -Dile que me espere un rato, tengo que arreglarme. -Saqué un conjunto masculino del armario.
Mi madre asintió para luego salir de mi habitación. Suspiré de mala gana mientras me acercaba al baño. Me observé en el espejo, y con lo que me llegué encontrar fue con un rostro completamente adormilado; me empecé a echar agua fria tratando de alzar mis ánimos y quitar esa mala cara que llevaba.
Una vez que me terminé de arreglar, salí de mi habitación.
-Twi... light... Abre... la puerta. -Un pequeño golpe se escuchó en la puerta. -Quiero... salir.
Negué ligeramente ante la irritante insistencia de mi hermano. A pesar que aún seguía exigiendo que lo saquen de su recámara, se escuchaba claramente que estaba cansado y que su garganta ya no daba para más gritos.
Preferí ignorarlo. No creo que reaccione de una buena manera al ver en esta casa a la chica que me llevó a una fiesta. Hasta donde tengo entendido, Shining no le agrada mucho Sunset, a pesar que no la conoce ni un poco.
Llegué a la sala. Sunset, al verme, de inmediato se pone de pie con un semblante de alivio.
Sonreí nerviosa. -Hola Sunset.
-¡Dusk! -Exclamó para correr a abrazarme. Yo me quedé paralizada ante eso. -Estaba tan preocupada por ti.
-¿Preocupada por qué?
-Y todavía preguntas. -Se alejó de mí mientras llevaba su ceño fruncido. Yo me encogí de hombros, aún llevando una sonrisa nerviosa. -Desapareciste ayer en medio de la fiesta.
-Bueno... -Me rascaba mi nuca.
-Sé que tú y Flash se fueron juntos.
Abrí mis ojos a más no poder.
-¡¿Lo sabes?! -Exclamé asustada.
-Sí, Flash lo afirmó.
-Pe-Pero...
-Sólo quiero saber qué hiciste después de que lo dejaste solo.
-¿Eh?
-El puercoespín me dijo que no recuerda muy bien, pero aseguró que tú te habías ido a otro lugar.
Por un momento creí que Flash había abierto la boca más de la cuenta. Un suspiro interno me dejo un poco aliviada.
-Y bien... ¿Me dirás donde fuiste? -Sunset me interrogó.
-¿Dó-Dónde fui?
-Claro Dusk. -Rodó sus ojos. -Me interesas mucho. ¿Acaso sucedió algo más?
¿Acaso Sunset se está metiendo mucho en mi vida? Al parecer sí.
-No sucedió nada más, Sunset. No tengo mis recuerdos muy claros pero estoy seguro que regresé a mi casa. No hay razón para que te preocupes mucho por mí.
-Claro que la hay. -Agarró mis manos. Yo me inclinaba hacia atrás debido a que la sentía cada vez más cerca. No sabía exactamente cuál era mi reacción, pero estaba segura que mi rostro lo único que hacia era pedir ayuda. -Acaso no te das cuenta que...
-¡Al fin logre salir de esta prisión!
Sunset enseguida me suelta, asustada, debido al enorme grito de mi hermano.
Él aparece en la sala, al verme frunce su ceño. Sunset lo miraba confundida. Shining susurra entre dientes, algo que no se logró escuchar. Con mi mirada le rogaba que no hiciera una locura, más de lo que ya acabó de hacer. Mi hermano deja de mirarme para luego hacerlo con Sunset, de un momento a otro su semblante se relajó.
El ambiente se volvió muy tenso, y más aún con el silencio que se presentó.
Me pregunto cómo logró Shining salir de su habitación.
-¿Quién es él? -Sunset soltó de una.
Mi hermano parpadeo varias veces saliendo del trance del que había estado.
-Ejem... Hermani... to. -Shining sonrió coqueto mientras se acercaba a mí. Rodeó su brazo derecho alrededor de mi nuca para llevarme a un rincón de la sala. -No es justo que mi hermana vestida de hombre atraiga a lindas chicas como ella. -Susurró entre dientes.
-¿Qué?
-Ella es esa tal Sunset, ¿no?
-Eemm... Sí.
Giré un poco mi cabeza hacia la chica tocino, ella se cruzó de brazos, su mirada sólo demostraba que no entendía nada de lo que estaba pasando.
-Bien, por ahora no haré el escándalo que planeaba hacer... sólo por Sunset.
-Pero creí que la "odiabas"
-¿Odiar a una linda chica como Sunset? Imposible.
-Maldito chiquillo, ya verás que me las pagarás. -Lo fulminaba con tu mirada.
-¿Por qué mejor no olvidas tu dizque venganza y me presentas formalmente a tu amiga?
-¿Por qué no lo haces tú mismo? -Saqué su brazo de mala gana de mis hombros. -Sólo provocas problemas.
-Lo que tú digas. -Sonrió irónicamente.
Shining y yo giramos llevando una sonrisa.
-Eemm... Dusk, explícame lo que acabó de suceder... ¿Quién es él? -Señaló al mocoso.
-Jejeje... Disculpame por mi mala actitud, no sabía que había una visita muy agradable. Soy Shining, hermano... menor... -Lo último lo dijo con desagrado. -de aquel pendejo que está a mi lado. -Me apuntó. Yo apreté mis puños conteniendo las ganas de darle su merecido. Estoy segura que se está aprovechando de la situación para tratarme como siempre él había deseado sin el miedo de que mi mamá tire de su oreja.... Ahora es cuando deseo que mi mamá esté presente. ¿Dónde estará esa señora?
-Aahh... Son hermanos. -Sunset movía su cabeza lentamente de arriba a abajo con una pequeña sonrisa.
-Sip. -Shining asintió. -Dusk ha hablado mucho de ti.
Golpeé mi frente con la palma de mi mano. Apenas le he hablado dos o tres veces de Sunset.
Maldito chiquillo exagerado.
-¡¿En serio?! -Sunset preguntó con una mirada esperanzadora.
-Claro. Siempre ha mencionado que eres linda y muy amigable. Y al parecer mi hermano no ha estado mintiendo. -Shining le dijo de una manera muy picara. Sunset se sonroja. Tiré de mis cabellos ante tal mentira de Shining mientras le susurraba que se callara. Pero me ignora. -También menciona que eres inteligente, muy especial y...
-¡Callate, callate, callate! -Grité para cerrar la gran boca de mi hermano con mis dos manos. -No digas mentiras. -Le susurré en su oído.
-Dusk, no hay razón para que te avergüences. -Dijo Sunset con una sonrisa. -Está todo bien.
-Pero... No le creas... está mintiendo. ;-;
-Dusk, ¿cómo puedes hablar mal de mí adelante de tu amiga? -Shining fingió estar ofendido. -Tú bien sabes que nunca miento.
-Shining. -Sunset lo llamó, el gira con una expresión de niño bueno. -Gracias por ser sincero conmigo.
Me mordí mi labio inferior tratando de no perder el control y salir corriendo de ese lugar de lo avergonzada que me sentía.
-De nada... Me caes muy bien Sunset. Espero que está no sea la última vez nos veamos.
-Claro que no será la última. -Ella rió. -Bueno, quisiera quedarme más tiempo, pero tengo algunas que hacer. -Miró su reloj de muñeca. -Sólo vine aquí para visitar a Dusk y saber que esté bien.
-Que mal. ;-; Y yo que quería revelar más cosas que dice mi hermano de ti.
La tocino se vuelve a sonrojar. -Será para la proxima... Adiós Shining.
-Nos vemos pronto, Sunset.
-Adiós Dusk. -Mueve su mano de un lado a otro de una forma coqueta.
-Adiós. -Susurré.
Sunset termina yéndose de la casa.
-Wow, que hermosa es. -Shining la seguía observando a través de la ventana. -Tienes suerte.
Suspiré angustiada ignorandolo, giré sobre mis talones para regresar otra vez a mi habitación.
-¿Twilight?
-Callate Shining, no quiero hablar contigo.
-¿Acaso estás enojada?
Me detuve en seco, volví a girar mientras apretaba mis dientes.
-¿Enojada? Eso es poco... ¡Estoy muy decepcionada de ti! -Caminé hacia él sin dejar de señalarlo. -¿Acaso no te das cuenta de lo que acabaste hacer? Me avergonzaste... le diste esperanza a esa mujer que desgraciadamente se enamoró de mí creyendo que soy un chico. No quería admitirlo pero con lo que le dijiste... ya me quedo todo muy en claro.
-Pero Twilight, no lo hice con esa intención.
-¡No te creo!... Dime ¿Se te olvidó que soy una mujer? -Él negó con su cabeza. -¿Entonces por qué dijiste todas esas mentiras? -Él no supo que responder. -Sé muy bien que tú haces las cosas sin pensar, pero hoy te pasaste... enserio, te pasaste.
-Lo siento, Twilight.
-No quiero oír tus falsas disculpas... Ya ni sé si me consideras como tu hermana... Siempre negaba la idea de que mi propio hermano me odia, pero hoy acabaste de afirmar mi duda. -Luchaba para no soltar una lágrima. -Te divierte la situación en la que estoy viviendo, eso se nota... Nunca en mi vida he sido tan acosada como lo está haciendo Sunset. ¿Y sabes algo? No es nada lindo como siempre sueles decir... Sólo quiero sacar adelante a mi familia; pero, además de eso, también he conseguido muchos problemas y humillaciones. Ya no sé hasta cuando podré aguantar esto.
-Twilight...
-¡Eres el peor hermano del mundo! -Grité.
Mi madre entró por la puerta en ese mismo instante. Ahora se porque no estaba presente hace un rato.
-¿Qué acabó de suceder? -Ella nos preguntó alarmada.
-Que te lo explique Shining. Estoy segura que disfrutará mucho contartelo.
Di vuelta para correr a mi habitación, desde la sala podía escuchar los gritos de mi mamá.
Expulse gran cantidad de aire comprimido. Me acosté sobre mi cama con la intención de nunca más salir de ésta.
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