Narra Twilight.

-¡Pinche pendejo! Ahora me arden mis ojos. -Exclamaba entre chillidos mientras me echaba agua en el rostro. -¡Ay mis ojos! Ya no son vírgenes.

-Deja de ser tan llorona. -Se quejó Flash. Él estaba apoyado en el meson del lavamanos cruzados de brazos. Una enorme sonrisa llevaba en sus labios. -Ver el trasero de Soarin no es nada del otro mundo.

-¿¡No es nada del otro!? -Cerré la llave de agua. -Para ti no lo será, pero para mí sí. Nunca antes había visto el trasero de un hombre.

-Pero ahora ya lo acabaste de ver. -Se encogió de hombros. -Ya no es para que sigas quejandote.

Lo fulminé con la mirada.

-Sabías muy bien que yo soy una mujer, ¿cómo pudiste permitir que Soarin haya hecho eso? - Lo apuntaba con mi dedo índice. -¡Bien pudiste detenerlo!

-No sé, sólo quería divertirme un rato.

-¿Divertirte? No le veo sentido a tu respuesta... No sé como puedes buscar la diversión en el sufrimiento de otros. -Apreteba mis dientes.

Su sonrisa ni siquiera se borraba.
-Deja de ser tan dramática y calmate... Sólo viste un simple trasero que tiene un tatuaje. - Me dijo muy relajado.

-¿Sabes? A veces creo que si eres un mal jefe.

-De que soy un mal jefe, lo soy, eso yo no lo niego. Pero no puedes negar que soy un jefe divertido y cool.

-¡Ja! -Reí sarcasticamente. -No eres ni lo uno ni lo otro. Un jefe que busca divertirse haciendo que sus empleados sufran... No lo creo. -Negaba con mi cabeza.

-Claro que lo soy, sólo que no lo quieres admitir.

-No tengo nada que admitir... Ahora por tu culpa mis ojos dejaron de ser vírgenes. Acabé de ver algo el cual aún no era tiempo de que vea. -Dije disgustada.

-No me digas. -Dijo burlón. -Y cuando viste mi torso desnudo, ¿Eso cuenta?

Yo enseguida sentí un ardor en mis mejillas.

-E-eso es muy diferente.

-¿Diferente en que sentido?

Ahora es cuando quiero desaparecer y estar muy lejos de Flash.

¡Tierra, tragame!

-E-en el sentido... de que...

De pronto se empieza a acercar a un paso muy lento mientras llevaba una sonrisa provocativa.

-Aún espero tu respuesta, Twilight.

-Me refiero a que...

Mientras que él avanzaba, yo retrocedía.

¿Qué le sucede? ¿Acaso Flash está hot o qué?

Una pared fría me impide seguir retrocediendo, giro un poco mi cabeza para luego volver a mirar hacia al frente. Flash no se detenía, trague saliba.

-Oigame, creo que está muy cerca, ¿no? Jejeje -Sonrei nerviosa. -Eemm... ¡Soy hombre! Se ve raro que usted haga eso conmigo. -Exclamé.

Ok, esto no funciona, él no se detiene. :,v

-¿Y quién dijo que yo te veo como hombre? Te he visto vestida como mujer, eso ya cambia mi perspectiva hacia ti. -Ya me tenía completamente acorralada, ni siquiera me daba la manera de como escapar de sus brazos que me rodeaban. -Así vengas vestida de un chico, te seguiré imaginado como en realidad eres.

-Bueno... Pero... Aún creo que estas muy cerca de mí.

-Boberías. -Murmuró.

Empiezo a sentir su aliento de lo tan cerca que estaba. Y lo que más me ponía nerviosa era que sus hermosos ojos azules estaban fijos en mis labios; osea, ¿Qué? Nunca lo había tenido tan cerca y eso como que, en parte, la vida me estaba dando una gran oportunidad de ver sus rasgos con más detalle. Pero eso no cambia el miedo que estoy sintiendo ahora.

La cercanía iba disminuyendo cada vez más. Cierro mis ojos en la espera de un posible beso, pero los abro de golpe al empezar escuchar una voz. Él se detiene.

-¡Sentry! -Aquel grito lejano le pertenecía a Sunset.

Flash se separa de mí dando vuelta. Yo apoyó mis manos sobre el lavamanos evitando mirar a aquel chico.

-Oh, Aquí estas Flash... Dusk. -Exclamó.

Volteé. -Ah, hola Sunset. -La saludé. Ella me sonrió.

-¿Qué haces aquí? -Flash le preguntó.

-Sólo vine a pasar por tu empresa. -Se encogió de hombros. -La última vez que estuve aquí, fue cuando vine de Manhattan.

Él frunció el ceño fulminandola con la mirada.

-¿Qué te sucede?

-No me sucede nada. Ahora vamos a mi oficina, debo terminar con alguna cosas.

Sunset lo miraba extraño mientras veiamos que Flash salía de los vestiditos.

Ella vuelve a mirarme.

-Por cierto, Dusk. -Se acercó a mí. -También vine para invitarte a una fiesta el cual a mí me invitaron, y pues desearía llevar a un acompañante... En realidad, la pasada sólo fue una excusa.

-Eemm... No sé... ¿Fiesta? No creo que...

-¡Por favor! - Me interrumpió con súplica. -Desearía mucho que me acompañes.

-Puedes ir con Flash. -Murmuré.

-Nah, estoy segura que a él también lo invitaron, y pues es muy seguro que lleve a su novia.

-¿Novia?

-Sí, por lo que he sabido, el tiene novia... Y bien, ¿aceptas?

-Bueno... está bien. -Me escogí de hombros.

-¡Muchas gracias! -Agarró mis manos. -La fiesta es el domingo a las ocho de la noche. Y ten. -Soltó una de mis manos para meterla en su bolsillo y finalmente darme un papel. -La dirección de mi casa... Te espero. -Me guiño el ojo mientras me soltaba mi otra mano.

Yo asentí con una sonrisa.

Estando completamente sola, suspiro pesadamente volviendo a estar al frente del lavamanos.

Aún no entendía como mi jefe pudo haber actuado de una manera muy comprometedora conmigo. Eso, de algún manera, me hacía sentir nerviosa pero a la vez emocionada. Yo que sé, estoy confundida. :,v