Capítulo # 18 [Mi abuela dramática]
Narra Flash.
-Susnet, quedate aquí en la sala. Voy a buscar a mi abuela. -Ella asintió. Caminé hacia la cocina, ese es el lugar más seguro donde podría estar ella a esta hora. Al llegar, la encuentro junto a la cocinera, estaba verificando como va la cena. -Hola abuela. -Me acerqué a ella para darle un abrazo y un beso en su frente. :3
-Al fin llegaste Flash, a la cena ya le falta muy poco para que este completamente lista. -Dijo un tanto emocionada. -Dile a tu novia que en unos minutos voy a ir a saludarla.
-Eemm... abuela, no te vayas a enojar con lo que te voy a decir. -Me sudaban mis manos de lo nervioso que estaba. Ella enseguida mostró su mirada completamente seria.
-Flash, espero que no sea lo que estoy pensando. -Apoyó sus manos sobre su cintura.
-Bueno... jejeje, no traje a mi novia. -Cerré mis ojos esperando lo peor, osea, sus gritos.
-¡Eres el peor nieto! ¡¿Cómo pudiste!? ¡No sabes cuánto pusimos de empeño en esta cena Martha y yo para que vengas y digas que no traes a tu novia! ¡Todo esto fue por nada! -Gritó eufórica, hasta se puso roja de los enojada que estaba.
-Abuela, no, te equivocas. -Dije de inmediato. -Vino alguien que hará de esta cena la mejor.
Rió falsamente. -Ya con lo que me terminaste de decir, nada cambiara el mar humor que me provocaste.
-Si me acompañas hasta la sala, veras que estoy en lo correcto.
La llevé a rastras hasta la sala. Sunset estaba observando los portarretratos del enorme aparador posado a un rincón.
-¡Abuela! -Sunset exclamó emocionada.
-Su-Sunset... ¿Eres tú? ¿La pequeña Sunset? -Preguntó impactada.
-Sí abuela, yo soy. -Corrió a ella para darle un fuerte abrazado. -Te he extrañado demasiado.
-Ay mijita, yo también la he extrañado mucho... Me hacía tanta falta. -Mi abuela le correspondió el abrazo con lágrimas de felices. A veces pienso que mi abuela es muy dramática.
-Y usted a mí. -Se separó de ella.
-Cuanto has crecido, querida. -La miraba de pies a cabeza. -La última vez que te vi, eras una niña.
-Ni tanto abuela. -En entrometí en la conversación. -Tenía 18 años cuando ella se fue.
-Para mí, ella lo era a esa edad. -Le agarró las manos a Sunset. -No sabes lo sola que me sentía después de que te marchaste.
-Eemm... Abuela, siempre estuve ahí haciéndote compañía. Así que no digas que estabas del todo sola.
-¡Callate Flash! Tú solo estabas ahí para darme dolores de cabeza. -Me grito con su ceño fruncido. -Y aún lo sigues haciendo.
-Pero yo te quiero abuela. ;-;
-Bueno mijita, llegaste a la hora indicada, tenemos una deliciosa cena. Iba a ser para la supuesta novia que tiene Flash. -Me miró con mala cara. -Pero nunca llegó, así que ahora sera especialmente para ti, por tu llegada. -Le sonrió.
-Me alegra mucho abuela, la quiero tanto.
-Y yo a usted, mijita.
Las dos se fueron a la cocina para seguir conversando.
Claro no, vino Sunset y se olvido completamente de su querido nieto. Bueno, ya que, al menos evité tener un sermón por dos horas más.
Me tire en el sofá dando un largo suspiro. De pronto mi celular empieza a sonar.
-Alo. -Contesté la llamada.
-Flash, soy Twilight. -Dijo la voz al otro lado de la línea.
-Ah, hola Twilight. ¿Cómo así la llamada?
-Bueno... Es qué... se supone que debería estar ahí. Pero...
-¿Acaso estás preocupada?
-Eemm... Sí, sí lo estoy. -Dijo en voz baja. -No creo que te está yendo bien con tu abuela.
-No te preocupes, gracias a Sunset aún sigo vivo. -Reí. -Con su llegada alegró a mi abuela.
-Me alegra mucho. Ahora me siento más tranquila. -Apareció el silencio.
-Bien, nos vemos el lunes. -Decidí acabar con éste.
-Adiós Flash.
-Adiós Twilight. -Colgué la llamada con una sonrisa.
-Así que Twilight, ¿eh? -La voz de Sunset me hizo saltar del susto.
-¡Tocino parlante! ¡No aparezcas así de la nada! -Exclamé enojado mientras volteaba hacia donde provino su voz.
-Tienes mucho que contarme, puercoespín. -Caminó hacia mí para finalmente sentarse a mi lado. -¿Quién es ella? -Me miró con intriga.
-No tengo nada que contarte. -Me crucé de brazos.
-Si aja, y ¿Qué fue lo que dijo tu abuela?
-Mira, la verdad es que no tengo novia... En la fiesta llevé a una chica que le pedí que se haga pasar... Ahora mi abuela la quiere conocer y cree que ella tiene una buena situación económica. Pero no, es todo lo contrario.
Sunset se empezó a reír a carcajadas.
-¡Dios! Nunca te sale nada bien. -Dijo entrecortadamente mientras ponía sus manos sobre su estomago de tanto reír.
-Eso ya lo sé. -La fulminaba con la mirada.
-El problema es que tú nunca piensas bien antes de hacer algo. Haces lo primero que se te viene en la mente.
-Lo hago por la desesperación de no querer casarme con la típica chica engreída que mi abuela consigue. -Pasé mis manos por mi cabello.
-Mmm... Ya veo, eso si es deprimente.
-Lo sé. -Suspire.
-Pero bien que estabas contento mientras hablabas con Twilight. -Me miró con cara picara.
-No lo creo. -Me encogí de hombros. -Siempre soy así con ella.
-Ahí esta. -Me señalo. -Siempre eres así con ella. Entonces...
-No, no es lo que piensas. -Negué de inmediato.
-Sí, te gusta. -Afirmó con su cabeza.
-No, no me gusta.
-Entonces, ¿Por qué te sonrojas?
-Claro que no lo estoy.
-Sentry, deja de negarlo, sí te gusta.
-¿Sabes qué? Me voy a mi habitación. No te soportó. -Me pare del sofá para luego empezar a alejarme de ella.
-¡Claro, vas a tu habitación para seguir pensando en ella, ¿no?! -Exclamó en tono burlón.
-¡Ash! ¡Callate! -Grité desde las escaleras.
Pensar en Twilight, nada que ver. Solo la veo como un empleado más en mi farmacéutica... Eso creo.
Narra Twilight.
Luego de hablar por teléfono con Flash. Me acurruqué en el sofá para seguir viendo la televisión, un documental de National Geographic acerca de la química, son uno de mis canales favoritos. Pero a pesar de que tenia mi atención fija en ésta, no podía dejar de pensar en Flash. Aquel hombre que de un momento a otro terminó robando mi atención y desear estar siempre a su lado. Y que ahora con el regreso de Sunset Shimmer, hizo aparecer los celos... celos estúpidos.
-Hija, ¿Qué te sucede? -Preguntó mamá. Como estaba acostada de lado, recogí mis piernas automáticamente para que ella se pueda sentar.
-No me pasa nada. -Le contesté sin despegar la vista de la pantalla.
-Claro que no, así no eres cuando ves tus programas favoritos... Te emocionas hasta de lo más mínimo.
-Bueno, está vez no hay nada bueno en que emocionarme.
-Es obvio mamá. -Apareció Shining al frente de nosotras, evitando que pueda ver el programa.
-Oye, la carne de burro no es transparente. -Ya ni tenía ganas de gritarle.
-Ni siquiera te grito. -Le dijo mamá sorprendida.
-Sé lo que tiene. Twilight está...
-¡No es lo que piensas! -Me incorporé de inmediato.
-Twilight está hambrienta.
-¡Yo no estoy...! ¿Hambrienta?
-Sí. -Shining afirmó. -Yo me pongo así cuando tengo hambre.
-¿Eso es verdad? -Mi mamá me preguntó dudosa.
-Eemm... Sí, tengo hambre. -Fingí una sonrisa.
-No te preocupes hija, te haré tu platillo favorito para que te sientas mejor. -Se puso de pie. -Ya vuelvo.
-Ok mamá, aquí te espero. -Volví acostarme dando un largo suspiro de alivio.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro