Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo # 11 [Shining llorando]

Narra Twililght.

-¿Acompañarlo? -Pregunté confundida. Aún no creía lo que acabe de escuchar.

-Sí. -Afirmó con la cabeza. -Iras conmigo a una fiesta que habrá en dos días. -Me dijo, o más bien, para mi parecer, me exigió.

-Pero creí que vine para...

-Mira. -Me interrumpió de golpe. -Me enoja el hecho de que me hayas mentido durante un largo tiempo diciendo que eres un hombre.

-Pero...

-Lo sé. -Me volvió a interrumpir. -Sé que en esta empresa no aceptamos mujeres, pero no te daba el derecho de que vengas aquí disfrazado de hombre. No sabes en que problemas te estas metiendo por haberlo hecho. Si mi abuela o mi padre se enteran de esto, no dudes en que ellos tomarán medidas extremas. Primero, por habernos engañando y segundo, por tener una identidad falsa, eso es ilegal y tú muy bien lo sabes.

-Está bien, si me quiere...

-¡No he terminado de hablar! -No sé que tiene con interrumpirme, pero esto ya me esta matando. -Pero tomé la loca decisión de hacer de cuenta que nunca he visto ni he escuchado nada, incluyendo lo de hermano y el alcohol. -Yo agache mi mirada avergonzada. -Seguirás trabajando como hombre y yo te trataré igual como siempre te he tratado, con la condición de que me acompañes en aquella fiesta... Además no te quiero despedir porque te necesito tanto en la empresa como yo. En el área de mezclas es donde hay menos empleados y despedir uno de ellos, haría que los chicos tengan el doble de trabajo, y lo que más quiero evitar es la sobreexplotación con mis empleados.

-Esta bien, aceptaré ir con usted a aquella fiesta. Pero no me ha dicho a qué hora o en qué lugar tendré que ir... Esto no lo vi venir. Creí que me iba a despedir. Así que gracias por no haberlo hecho.

-No hay de qué, ya te dije las razones, y por lo otro no te preocupes. Mañana nos encargaremos de todo.

-¿Encargarnos en qué?

-Ya te puedes ir a tu cada, Dusk, que diga, Twilight.

-Pero...

-¡Adiós! -Me gritó irritado por mi insistencia.

-Ok, hasta mañana. -Enseguida di media vuelta para salir de su oficina.

Salí de la farmacéutica mientras mi cabeza no paraba de recordar el momento donde mi jefe, Flash, descubrió quien soy. Me confíe demasiado, es lo que mi mamá siempre me aconsejaba no hacer y ahora, por no tomar en cuenta sus palabras, estoy metida en esta situación. Pero todo esto, aparte de mi descuido, la culpa la tiene Shining, si no fuera por ser tan irritante, no estuviera tan estresada por esto y eso que es sólo el principio. Ni siquiera sé que tipo de fiesta me llevara Flash o qué haré ahí, pero me tendré que arriesgar con tal de no perder mi trabajo. Al menos eso no he perdido, ya que mi secreto salió al descubierto.

-¡Ya llegué! -Entre a mi casa.

-¡Twilight! ¡Hija mía! -Mi madre salió de la cocina corriendo hacia mí muy nerviosa. -Dime, te despidieron, te meterán presa por tu falsa identidad o te...

-¡Mamá! -La interrumpí de un sólo grito para que se calmara, en el cual si resultó. -Al parecer Shining ya te contó todo, ¿No?

-Sí, hija. -Respondió. -No sabes como me enojo que tu hermano te haya hecho eso. Ya le di su jalonada de oreja y también le di con la chancla.

-Se lo merece.

-Y bien, cuentame. -Me llevó a la mesa para que nos sentáramos y yo le empiece a contar mi historia.

Le conté a mi mamá todo lo que me sucedió en el trabajo, incluyendo la fiesta que tendré que asistir junto a mi jefe, y como madre, quedó muy preocupada por eso, me aconsejo en no confiar mucho en Flash y que si llegó a ver algo extraño en la fiesta, no dude en retirarme cuanto antes de ahí y otras indicaciones más, hasta por un momento me sentí adolescente que va a una cita con el chico que le gusta y que nunca falta la mamá dándote indicaciones de que debes o no debes hacer... Después del largo sermón de mamá, me dirigí a mi cuarto y enseguida me tiré a mi cama. Lo que ahora más necesito, es un descanso.

-Hermanita. -La irritante voz de mi hermano se escuchó desde la puerta. Mi momento de relajación había sido interrumpido.

-¿Qué quieres? -Le pregunté lo más fría posible.

-Sólo quería saber si...

-¿Si me despidieron? -Le interrumpí. -Pues no, no me despidieron. ¿Contento? Ahora vete, no te quiero ver, ya hiciste demasiado en poner al descubierto mi secreto.

-No me trates así. -Dijo con su voz entrecortada. -Sabes que te quiero mucho... no fue mi intención hacer que tu jefe te descubra.

-¡Pero ya lo hiciste, Shining! -Le. grité mientras me incorporaba. -¡Ya hiciste que mi jefe sepa quien soy! !No me despidió, pero está muy enojado conmigo y aparte me llevará a una fiesta que ni siquiera tengo la más mínima idea de adónde es!... No sabes que es tener esa tensión, ese miedo de que todos en la empresa se enteren que Dusk Shine es en realidad Twilight Sparkle. Y ahora por TU culpa, Flash ya lo sabe... Por TU culpa soy más vulnerable a que me descubran los demás... Es verdad lo que dices: "Cueste lo que cueste, siempre terminó consiguiendo lo que quiero". Y mira, ya lo conseguiste. ¡Felicidades Shining Armor!

-No... fue mi intención, Twilight. -Dijo entre sollozos. Sí, el muy malcriado de Shining estaba derramando algunas lágrimas, algo que ni siquiera me ablandó ni un poco el corazón. Mi coraje hacia él era muy grande que ni sus lágrimas me daban lastima. -Y-yo no lo quise hacer. -Salió corriendo de mi cuarto.

Cuando al fin me quedé completamente sola, logré conciliar poco a poco el sueño.

-Buen día, Dusk. -Caramel me saludó desde su escritorio.

-Buen día, Caramel. -Lo saludé con una sonrisa.

Sólo espero que este día de trabajo no sea peor que el de ayer. Antes de venir hacia acá, en mi casa, desde que me levanté de mi cama, Shining no paraba de seguirme y mirándome con sus ojos hinchados de tanto llorar. Parece que esta vez si está arrepentido realmente, pero ni crea que lo perdonare tan fácilmente, pueda que no perdí mi trabajo, pero me metió en un gran problema con mi jefe.

Me metí a los vestidores para ponerme mi uniforme, pero de pronto.

-Hasta que llegas. -Flash aparece a mis espaldas. Haciendo que diera un salto del susto. -Te estaba esperando.

-¿Esperándome para qué?

-Para salír. -Se acercó a mí, me agarró de mi muñeca y me saco de los vestidores.

-¿Adónde me lleva? -Le pregunté nerviosa mientras trataba de retenerme. -Tengo que empezar con mi trabajo.

-Lo harás después de las compras que vamos a realizar... Llegarémos después del medio día, Caramel. -Le informó, ya caminábamos frente al escritorio del secretario.

-Esta bien, Flash. -Asintió mientras nos miraba de una manera extraña. Quien no pondría esa expresión al ver que el jefe esté jalando bruscamente a su empleado llevándolo a quien sabe dónde.

Terminamos saliendo de la farmacéutica.

-Entra. -Me ordenó abriendo la puerta del copiloto de su auto.

-¿Adónde vamos? -Le pregunté sería. No pensaba entrar hasta que me diga a qué lugar me piensa llevar.

-¡Te exijo a que entres ahora mismo! -Gritó. -Soy tu jefe y me tienes que obedecer.

Yo sólo hice lo que ordenó sin decir una palabra.

Flash cerró la puerta para luego también entrar al auto. Luego de unos minutos ya nos encontrábamos en medio de la ciudad.

-¿Flash?

-Dime.

-¿Hasta cuándo estarás enojado conmigo? Sé que te mentí y te engañe, pero...

-Ya llegamos. -Paró el auto.

Mira a través de la ventana y vi que estábamos frente a un centro comercial.

-Esto es un centro comercial. -Comenté.

-Exacto, venimos aquí para comprarte un traje para la fiesta.

-¡¿Que?! -Exclamé confundida.

-Baja. -Salió del auto.

Salí del auto, entramos al centro comercial y Flash me terminó llevando a una boutique.

-Buenos días señores, ¿Qué se les ofrece? -Una chica pelirroja nos pregunta amablemente.

-Buen día señorita, quiero que le ayude a ella a escoger un hermoso vestido para una fiesta formal. -Le dijo Flash mientras me miraba.

-Eehhh... ¿Dónde esta la chica? -Preguntó mirando por todos lados buscándo a la CHICA.

-Es ella. -Me señaló. -Ella es la que se probará los vestidos.

-Pero él es hombre. -Me miraba de pies a cabeza.

-Oh créame, a mí también me engañó diciendo que era hombre. -Dijo irónicamente con una sonrisa de lado. -Es mujer... Ve Twilight, acompaña a la señorita.

-Ok. -Asentí muy avergonzada al sentir la extraña expresión de la chica. Era muy obvio que ella estaba muy sorprendida al ver una chica con ropa y corte de cabello masculino.

Me metí a los vestidores y me empecé a probar varios vestidos que la chica me pasaba. No soy buena en escoger ropa y peormente pasar horas metida en una boutique entre varía ropa de alta moda. Ya me estaba hartando estar aquí.

-¡Este le queda perfecto! -Exclamó la chica mirando el vestido que llevaba puesto (multimedia) -¿Usted que piensa?

-A mi me gusta. -Dije mirándome en el espejo.

-¿Se lo lleva?

-Sí, supongo... No sé cómo este el precio. -Dije dudosa.

-De eso no se preocupe, el señor me dijo que el precio es lo de menos. -Me informó.

-Entonces, esta bien, escojo este.

-Me alegra. Entonces la espero en la caja para hacer la respectiva paga. -terminó saliendo de los vestidores.

Cuando salí con mi conjunto masculino nuevamente, Flash estaba en la caja esperándome.

-¿Te gustó el vestido? -Me preguntó serio.

-Sí, sí me gusto. -Le respondí mientras le daba el vestido a la cajera. -Explícame de una vez por todas qué haré en esa fiesta.

-Bien, lo único que harás en aquella fiesta es estar a mi lado alejando a las mujeres engreídas que pretenderan acercarse a mí. Mi abuela me obligó a ir allá para conseguir novia y bien sabes que eso es lo que menos quiero. Y como apareciste, se me ocurrió la idea de llevarte como... mi "novia"

-¡Como tu novia! -Dije enojada. -Sabes que esa idea es muy ridícula.

-Lo sé, pero no tengo de otra. -Se encogió de hombros.

Yo rodee los ojos.

-Y no te has puesto ha pensar en que va a decir tu abuela con tu mentira. -Me crucé de brazos.

-Eso dejamelo a mí.

-Pero le mentiras a tu abuela.

-Pero miren quien lo dice, la que mintió a todos diciendo que era un hombre. -Me empezó a mirar enojado. Y la cajera nos empezó a mirar extraño. Al parecer nunca habían oído una historia parecida a la mía.

-Pero yo tuve razones para hacerlo.

-Y yo también las tengo. -Repuso mientras le daba su tarjeta crédito a la cajera. -Bueno, bueno. Mejor callate y recoge la bolsa que nos vamos a comprar zapatos que combinen con tu vestido. Y finalmente compraremos una peluca, el cabello corto te hace ver muy masculino. -Me empezó a desordenar mi cabello.

-Ese era el punto. -Dije agarrando la bolsa.

-Vamos. -Se acercó a la puerta de salida, y yo lo seguí.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro