
Capitulo 1 - Misión de vida -
—¿Sabes? Creía que la belladona solo era una invención para las películas de inframundo —dijo Stiles mientras se sacudía las rodillas con su mano buena —o sea, —continuo con su parloteo, mientras alcanzaba al Alfa al costado del camino —sé que la planta existe y que tiene usos del tipo toxina, pero, no sabía que mataba vampiros como en las películas.
Derek lo miraba desde el árbol donde estaba recostado, aún se sostenía el costado derecho del abdomen, cicatrizaba lento, pero cicatrizaba que era lo importante. Cuando el menor llego a su lado le tendió una mano, la que no estaba llena de sangre, para ayudarle a levantar. El lobo recibió su mano y acepto la ayuda del chico con un gruñido leve, más por el dolor que por molestia. —cómo te decía, si la belladona es real, el poder ser vampiro y salir al sol también podría ser real, como Selene ¿te imaginas? Si yo fuera un vampiro podría tener esas habilidades geniales de vampiro —el lobo volvió a gruñir, esta vez con enojo ante la idea —¿qué? Sería más útil si tuviera esa velocidad casi sónica y.... apostaría mi futuro a que el traje de cuero me quedaría de ensueño.
El lobo soltó su mano y comenzó a caminar solo, dejando al castaño atrás, este solo resoplo y lo siguió con su lluvia de ideas.
—No puedes negar que sería más útil como vampiro, podría, solo de forma hipotética, no es como si fuera posible... ¿es posible?
—No, Stiles. No es posible y, si lo fuera, tampoco sería una opción. —estaba enojado. Realmente enojado con los desvaríos del chico, por suerte no duraron mucho, el resto de la manada se acercaba para evaluar los daños.
Unos largos 30 minutos después, cada uno se iba por su lado, habían terminado relativamente temprano, lo suficiente para llegar a casa, tomar una ducha y dormir unas buenas 8 horas y aún no sería ni mediodía del sábado. Fue una buena noche, dentro de lo que cabía.
Fiel a su plan, Stiles dio marcha a su jeep y salió de los confines de la reserva, haber llevado tan lejos a los vampiros había sido una muy buena idea, idea suya, gracias. Los cuerpos se quemarían al amanecer asique no había que eliminar videncia, solo tendría que vendar su mano, la belladona mata vampiros, sí, pero había que meterla en su garganta para que funcionara realmente y su mano humana se había llevado unos cuantos cortes y raspones de colmillo en el proceso, podía decirle a su padre que lo araño o mordió algo en la veterinaria mientras ayudaba a Scott con los trabajos. Suspiro cansado, ahora que la adrenalina empezaba a bajar, su voz también decaía y el silencio reinaba en el jeep, quedaban un par de calles para llegar a su casa, su padre no estaba, tenía doble turno en la comisaria; con los nuevos casos vecinos, ahora que sabia sobre el mundo sobrenatural, era raro el tiempo que estaba en casa o el tiempo en que se veían realmente. Eso no molestaba a stiles, ya sabía cuanto amaba su papá su trabajo, pero aun así no dejaba de querer verlo o pasar tiempo juntos.
Llegó y aparco el jeep, tomo impulso y bajó de un salto, tenía que llegar a la ducha y luego podría desplomarse en la cama, no podía pensar en nada más que eso. Fiel a su pensamiento y con los nervios adormecidos, llegó a la puerta, abrió y cerró de forma automática, tenía 19 años, no podía permitirse ser irresponsable con la seguridad de su casa, aunque fuera innecesario con todas las protecciones mágicas que el mismo se había instado a poner aún cuando su padre no se iba tan seguido. Fue perdiendo ropa a medida que subía las escaleras, llego a la ducha casi desnudo y casi gateando. No lo juzguen, había peleado, reducido y acabado él solito con 2 vampiros y había matado otros 5 con ayuda del Alfa, tenía sus razones para estar cansado. Dejo que el agua caliente lo cubriera, que aflojara sus músculos adoloridos y barriera con la suciedad que gano en batalla. Suspiro una vez más, estaba agotado, la UNI en línea, los estudios paralelos para el blog sobrenatural, los constantes viajes para conectar con los Winchester y trabajar información no le dejaban margen de vida, a todo eso súmenle el eterno enamoramiento y preocupación por el Hale más joven. Su vida era un caos. No podía con más nada.
Salió de la ducha, se envolvió con una toalla acolchada y busco bajo el lavamanos el botiquín, ahora mucho más completo, la situación siempre ameritaba algo diferente y complejo. Tomo gasas, peróxido y algodón, le iba a doler, pero tenía que soportarlo. Salió con todo en sus manos y se sentó en la cama, estaba por abrir la botellita de peróxido cuando un ruido en la ventana lo alertó. Ya estaba con sus ojos teñidos de lila y su chispa preparada cuando se dio cuenta de que era Derek, quien ahora cerraba la ventana detrás de él. Este lo miro con una ceja alzada.
—Lo siento, todavía sigo con los nervios a tope —comento mientras tomaba la botella del suelo.
—Te envié un mensaje, de que vendría a verte —explico el lobo. Stiles barrio su habitación con los ojos antes de reír sin gracia.
—Deje el móvil en el jeep, —suspiro —de hecho, deje todo en el jeep, no sé dé cómo me traje a mí mismo adentro. —volvió a reír como tonto y luego centro su vista en la mano herida, no quería limpiarla, sabía que dolería como el infierno.
Derek lo miraba desde el otro lado hasta que se movió, se acercó a el chico y se acuclilló frente a él, tomo el algodón con una mano y la otra fue a la mano libre de Stiles, un pequeño movimiento y tenían sus dedos entrelazados. Stiles trago grueso. —Tu moja el algodón con el peróxido, yo te limpio mientras trato de quitar el dolor.
El castaño asintió, embebió el algodón con el líquido del demonio y dejo que el lobo limpiara las mordidas y rasguños. Derek se enfocó en su tarea, mientras sentía los dedos de Stiles apretarle de vez en cuando. Cuando termino de limpiar, soltó la mano del chico para poder vendarle la mano. Si se demoró en hacerlo y, si al finalizar, el lobo dejo una leve caricia en los dedos contrarios, el castaño no lo noto y, si lo hizo, guardo silencio.
Stiles susurro un gracias, tomo un piyama de debajo de la almohada y fue a vestirse al baño, casi con dolor de dejar al lobo solo, con miedo de regresar y que ya se haya ido. Miedo infundado, ya que cuando regreso a su cuarto, ya listo para dormir, el Alfa seguía con él. Estaba mirando los títulos de los libros en la biblioteca, pero se giró cuando Stiles volvió a sentarse en la cama. Se acerco lentamente, casi con duda. Stiles por su parte se metió dentro de las sábanas y se arropo lo mejor que pudo, realmente estaba cansado. Sacando una mano de las sábanas, palmeo un lado de la cama, invitando al lobo a sentarse, u acostarse, lo que decidiera. Derek opto por sentarse a su lado, guardo silencio unos momentos y luego dijo —¿de verdad consideraste el volverte vampiro?
La pregunta dejo un poco fuera de lugar a Stiles, no solo era lo que dijo, la expresión dolida al momento de decirlo fue lo que más movió las entrañas del castaño. Negó con la cabeza, una vez, luego se sentó y volvió a negar, tomando la valentía de tocar el dorso de la mano de Derek que estaba sobre la cama. —no, lo considere unos segundos, cuando sentí como ese imbécil me hincaba los colmillos —dijo mientras su mano sana acariciaba suavemente las vendas, —pero no, soy una chispa, me basta con ser tan humano como pueda, —sonrió levemente y bajo la cabeza para mirar sus manos —además, si sigo siendo el más débil de la manada, siempre me van a emparejar con el más fuerte, que eres tú y, ambos sabemos, que soy el que mejor te cae de tus cachorros semi adultos.
Stiles pudo ver como las manos de Derek se disparaban a las suyas y las tomaban con delicadeza, casi con miedo de hacerle recordar el ardor del peróxido o el dolor de los vampiros. —No eres el más débil de la manada, Stiles —murmuro con los dientes apretados, casi enojado. Derek escucho el resoplido de risa de Stiles y levanto la vista para verlo a los ojos.
—Lo sé, —admitió con una sonrisa ligera, ojos brillantes y un pequeño, pequeñísimo rubor en sus mejillas —sé que soy mucho más útil que cualquiera de tus betas con fuerza bruta, pero —dijo dando un ligero apretón a sus manos unidas —decir esas cosas, es de la única manera en que consigo que me toques o me hables más de dos palabras, gruñidos y cejas.
El lobo lo miro incrédulo, no despegando la vista de su rostro, dejando que Stiles vea como sus orejas se teñían de rubor y sus ojos brillaban un poco más.
—¿vas a quedarte a dormir? —pregunto Stiles con un bostezo grande. Derek negó y amago a levantarse de la cama, Stiles le volvió a apretar la mano e hizo un gesto de dolor —¿podrías quedarte hasta que me duerma? Aún siento la sensación de que un chupasangre va a entrar por mi ventana y va a terminar de deshilachar mis manos.
—Solo hasta que te duermas. —Procuro el lobo con voz plana, regreso a su lugar en la cama y dejo que Stiles vuelva a arroparse, quedando de costado, volvió a sacar una mano de las sábanas y busco la mano del moreno, este le cedió el control sin decir nada, sintió como entrelazaba sus dedos una vez más, sintiendo calidez y paz mediante el toque.
Estaba cerca de dormir cuando se le ocurrió preguntar. —Derek, tu... ¿sueñas con algo? Digo, ¿tienes algo que desees con muchas ganas? —el susurro de Stiles llego a oídos del lobo, pero lo dejo pensando.
Casi quedándose dormido, por fin, logro escuchar la respuesta del lobo. Pero lejos de continuar con la conversación, Stiles se perdió en sus propios sueños, donde cumplía lo que Derek más quería.
Gracias por leer! agradeceria mucho si dejas tu voto y algun mensaje <3
Nos vemos el proximo Cap!!!!
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