9. Indicios de venganza.
"No hay excusas para alguien que tuvo mil oportunidades de hacer las cosas bien y decidió seguir haciéndolas mal"
Apoyo mi cabeza en la ventanilla y veo la ciudad pasar rápidamente mientras tatareo una canción que puse para no entablar ninguna conversación. Llevamos mitad de camino cuando Drake corta la música.
Ruedo mis ojos y lo miro.
—Yo...no sé qué decir respecto a ese mensaje —habla mi mellizo. ¿No entiende cuando digo que no quiero hablar sobre el tema?
—Entonces no digas nada —lo simplifico al alzarme de hombros—. Britanny ya me arruinó ¿Quién votaría por mí?
—No estés tan segura, mañana es el debate. Cada una tendrá que hablar, sin preguntas así que no sé porque le llaman debate... —mira al frente dubitativo—. En fin, quizá puedas explicarte y ganarle.
Asiento no muy convencida, al notar eso, Drake agrega:
—Y podemos hacer una venganza al estilo Foster— lo dice con un tono de dramatismo.
—¿Estilo Foster? —Río—. ¿Cómo se hace eso?
—Tú déjame que yo me encargue —responde—. Puede ser mi ex, pero tú eres mi hermana.
—¿Es tu ex? —ahogo un grito de exclamación. Toso un poco.
Me cuesta imaginarme a Drake junto a Britanny. Mucho menos saliendo, siendo pareja y haciendo todas esas cosas empalagosas que hacen los enamorados.
—Algo así —ladea su cabeza en duda—. Pasaron muchas cosas. Algún día te contaré.
A juzgar por como lo dice, entiendo que no quiere hablar del tema. Y lo respeto, todos tenemos ese "alguien" del cual nos cuesta hablar.
Sigue conduciendo y mientras más avanzamos, más me doy cuenta de que este no luce como el camino que tomamos usualmente para ir a la casa. Es diferente y más largo. Como tal suricato, elevo mi cabeza bien alto para mirar por los vidrios en un intento de reconocer donde estamos, pero apenas llevo una semana en la ciudad.
—¿Qué es esto? —espeto.
—Venice beach, relájate —Drake larga una carcajada. Estaciona el auto y se baja sin decirme nada. Me cuesta entender, pero salgo también, luciendo confundida.
Entrecierro mis ojos y logro ver la playa a lo lejos. Y a mi izquierda el conocido Paseo lleno de locales pintorescos. Así que este es el famoso lugar de las películas.
—¿Y qué hacemos aquí? —cuestiono al observar a Drake parado al lado de su auto.
—Alégrate un poco, Alex —habla una voz a mis espaldas. Volteo para encontrarme a Logan con una sonrisa en su rostro. Detrás de él, esta Shane.
Shane se adelanta y coloca su brazo sobre mis hombros.
—No puedes vivir en Los Ángeles y no conocer Venice Beach.
Me sonríe y tengo que morderme la lengua para que no sea contagioso. Inmediatamente entiendo lo que pretenden hacer. Quieren que me olvide lo que pasó hoy y hacerme pasar una tarde en la playa para hacerlo más fácil.
—Ven, te mostraré mi heladería favorita del Paseo —dice Logan y me tira de la mano para que lo siga.
Suelto una risa y eso hago.
Pasamos la tarde los cuatro riéndonos sobre cualquier cosa mientras comemos una cantidad probablemente no muy saludable de helado. Y por esa tarde, soy capaz de olvidarlo todo. Mi problemático pasado, Britanny y hasta de mi padre. Son las pequeñas cosas que me lo permiten, la risa de Shane, las canciones de Logan, mirar el atardecer en el muelle y soltar carcajadas hasta que me duela el estómago.
Todo resulta ser aún mejor que salir de fiesta y beber. Quizás, todo lo que necesito para sanarme son ellos.
***
Volvemos cuando es de noche.
En la casa, todos siguen sus rutinas de siempre. Apenas entro, Sean despega la mirada de su portátil y Luke deja a un lado su libro. Cameron asoma la cabeza desde la cocina y a juzgar por el olor que desprende esta, a él le toca cocinar.
—¿Dónde estaban? —pregunta Cameron frunciendo sus cejas acusadoramente.
—No te importa, Holt —le responde Logan.
—Están dejando un rastro de arena en toda la entrada —señala Luke observando nuestros pies—. ¿Qué tal la playa?
—¿Nuestra invitación se perdió en el correo? —bufa Sean.
Le saco la lengua y él rueda sus ojos. Esta fingiendo estar molesto por no haber ido con nosotros, tan solo recodar su mensaje de esta mañana me hace entenderlo.
—Me llaman cuando la cena este lista —les digo cuando Cameron esta por hacer un escándalo bajo la excusa de no haber sido invitado. No tengo la menor idea de porque solo vinieron Logan y Shane. Simplemente asumí que el resto no pudo ir.
Apenas me quito las zapatillas, las doy vuelta y observo la arena caer en el suelo de mi habitación. Definitivamente es hora de una ducha.
Termino de aplicarme shampoo y de ponerme acondicionador. Me paso el jabón por todo el cuerpo. Luego de eso, me enjuago y cierro la llave del agua. Exprimo mi pelo para que las gotas no me molestaran. Corro la cortina de Bob Esponja, sí. De Bob Esponja. Estos chicos son fanáticos. Todos los baños tienen cortinas de Bob Esponja. Al principio, lo encuentras un poco desconcertante pero con el tiempo te acostumbras.
Salgo de la ducha y termino de secarme con la toalla que traje de mi habitación. Abro una especie de cajón y dejo caer mi ropa sucia. Esta baja hacia en lavadero que está en el subsuelo. Bastante efectivo.
Me pongo mi ropa interior una vez que estoy seca y agradezco que el baño sea grande. Mis shorts color negro y cuando intento ponerme la camiseta que traje, me doy cuenta de una cosa... Esa prenda está faltando.
Busco en todos lados del baño, debe haberse caído en el camino y no me di cuenta. Suspiro con frustración y apoyo mi espalda en la puerta.
¿En serio saldré así?
Abro un poquito la puerta y miro el pasillo. Bien, no había nadie. Mi habitación no esta tan lejos... ¿Pero qué es eso? Veo mi blusa blanca en el suelo, justo al frente de mi puerta. ¿Esto es una broma?
Decido correr. No será tan malo... Son un par de metros... Nadie me verá. Al menos, eso ruego. Salgo del baño, sin nada que me cubriera mi parte de arriba excepto por mi sostén.
Empiezo a correr, con mis ojos cerrados. No quiero ver la expresión de nadie si me ve...
Momento. Ahora que pienso, ¿por qué no me tapé con una toalla? Joder... Cuando decido volver, ya es bastante tarde. No camino ni dos metros cuando choco con algo duro y caigo al suelo. Ahg, maldita pared. Abro mis ojos y miro hacia arriba.
Mierda.
Luke se encuentra parado. Abre sus ojos con sorpresa al verme en este estado.
—Lo siento —digo levantándome.
—Eh, no te preocupes —me mira a los ojos. No pensé que era capaz de tal cosa, pero ahí lo tienen. Todo un caballero—. ¿Qué haces así?
Muerdo mi labio. Sonará tan estúpido dicho en voz alta.
—Olvidé mi camiseta.
—Ve a tú habitación antes de que alguien más te vea así.
Asiento a su sugerencia y sin decir nada mas, corro hacia mi habitación. Cierro la puerta e intento calmar mi respiración. ¿Por qué las cosas malas le pasan a la gente buena? Bueno, no soy tan buena... Pero se entiende.
Me coloco con rapidez un top negro y me lanzo a la cama con el cabello mojado. Mi celular, el cual está al lado mío, vibra y sé que le llego un mensaje. Lo agarro, desbloqueo la pantalla y empiezo a ver los mensajes.
De Katherine Collins (la pelirroja): ¡Hola Alex! Mira... Nos enteramos de lo de hoy y quería que pasemos una noche de chicas ya sabes... Chocolates, películas. Invite a Penny y a Hanna. Espero que puedas venir... xx.
De Abby Johnson: Alex, soy Abby. Hoy a las 10 pm. Ya te paso la dirección mas tarde. Es por la entrada a un callejón, tienes que tocar la puerta y decir que vienes de parte mía.
Jesús. Lo del callejón ya lo dice todo.
Tengo otro más.
De Logan Palmer: Soy un agente secreto.
De Logan Palmer: Fue Shane lo siento. No soy un agente secreto, ojalá. Por cierto, deja de correr por los pasillos con los ojos cerrados y en ropa interior. Luke se llevó una gran sorpresa.
¿Logan estaba viendo? Mierda, lo que faltaba. ¿Quién más habrá presenciado mi accidente?
Yo: Vete a la mierda. xx.
Decido contestar los otros mensajes. ¿Qué hago? ¿Intento convertirme en algo normal y voy a esa "pijama party"?
O... Voy con el peligro, es decir voy con Abby. Y soy quien soy por el momento...
Abby.
***
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro