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70. Dos meses y cosas ilegales.

edit 2022: advertencia:  este es mi capítulo favorito. 

"Al principio, ni siquiera pensaba en el amor al hablar contigo, ahora siempre que me hablan de amor, pienso en ti"


—¿Crees que debo usar la corbata negra o la azul? —Cameron me pregunta mientras se pasea nervioso por mi habitación con una corbata en cada mano.

—¿Qué haces aquí? —ruedo mis ojos al verle caminar mientras bloqueo mi celular y lo arrojo en algún lugar de la cama.

—¿Negra o azul? —vuelve a insistir, ahora quieto y mirándome fijamente.

—¿Te vas a casar? —bromeo.

—Podría —me contesta, a lo que pongo mis ojos en blanco.

—La negra —le digo con sinceridad, él asiente y me deja un fugaz beso en la mejilla para luego irse corriendo. Chicos.

Supongo que es mi turno para arreglarme. Son las ocho y a las nueve tendría una cita con Luke. Todavía sigo en pijama. Son dos meses ya y todo son rosas, bromas y amor.

Cameron, por otro lado esta alarmado, su noviazgo cae en picada. Kath se enojo con él por una idiotez, o al menos así lo veo yo y tiene bastante prisa para recuperarla. Demasiada, diría yo. Se ha puesto hasta un traje. Como sea, no son mis asuntos.

—¡ALEXANDRINA, YA ES MOMENTO QUE TE CAMBIES! —Logan entra a mi habitación. Lleva unos jeans y una camisa, como si estuviese por salir. Entre sus manos, sostiene una botella se agua.

—¿Alexandrina? —espeto con diversión.

—Ya que no me dejas decirte "Alexandra", hay de regañarte alguna manera, ¿no? —dice echándose a mi lado en la cama—. Ve a cambiarte, ya. El idiota de Luke espera.

Asiento mientras me río con emoción. Últimamente, la vida me sentaba muy bien. Hasta podría decir que me estaba sonriendo, cosa que no había hecho hace años.

No demoro mucho en elegir lo que me pondría, ya lo tenía pensado. Tomo el vestido color azul marino que compré con Kath y Hanna la semana pasada. Y sí, las cosas estan yendo bastante bien entre nosotras. He decido dejar el rencor atrás. Odiar y ser indiferente con ellas es puro desperdicio de tiempo.

—Sal de mi habitación —le ordeno a Logan, el cual ya revisaba mis cajones de mi cómoda Bufa dejando lo que esta haciendo y se va.

Me pongo el vestido y me miro al espejo de cuerpo completo que tengo en mi habitación. Es largo, me llega hasta un poco mas de mis rodillas cosa que es nueva ya que no soy del tipo de personas que usa vestidos largos, pero este será mi excepción. Es ajustado, marcando mi cintura y contorneando mis caderas, pero claramente el toque especial le da el magnífico escote que tiene. Es algo grande, sí. El bordeado de flores blancas que tiene es completamente hermoso.

Finalizo el atuendo con unos tacones aguja color crema ya que sin ellos, me veía ridícula. Por suerte, me estilizan las piernas, volviéndolas mas largas de lo habitual a la vista. Dedido llevar el cabello recogido para que la parte linda del vestido resalte. Además, estamos en primavera y hace un calor que no te imaginas.

Sonrío satisfecha ante mi trabajo, pero no ha terminado aquí. Me siento en mi mesa del tocador y maldigo en voz baja por no tener a Kath conmigo para que me ayude con el maquillaje. Sin embargo, estoy sola y no debo echarme hacía atrás. Delineo mis ojos con lápiz color negro, me pongo base, algo de color en las mejillas y mascara de pestañas. Termino por pintarme un poco las cejas y mis labios van de color rojo. No es la gran cosa pero es lo necesario, no me gusta ir tan cargada.

Alguien toca la puerta. Ignoro eso y sigo pasándome el labial por mis labios. Vuelven a tocar la puerta. Lo ignoro de vuelta. Una vez más, otra vez mas. Y sí, hasta que la paciencia de Alex Foster, la cual es tan angosta como un alfiler, se acaba. Me levanto bruscamente de mi tocador y abro la puerta.

—¡Logan! —chillo frustrada. Desde que le enseñé a tocar la puerta se lo está tomando muy literal.

Pero no es Logan. Luke me sonríe del otro lado

—¿Estas bien? —ríe.

—Pensé que eras el molesto de mi mejor amigo —digo abrazándolo. Siento su perfume adictivo cuando apoyo mi cabeza en su hombro. Pasa sus manos por mi cintura, atrayéndome más a él.

—¿Estas lista? —pregunta una vez que se separa de mi. Asiento con emoción—. Por cierto, luces preciosa.

Luke tiene puesto unos jeans y una simple camisa blanca, cosa que me extraña ya que me dijo que me vistiera elegantemente. O eso me dijo Logan que le dijo Luke que me diga. Palmer... Siempre pasando mal los mensajes, joder.

Cuando bajamos las escaleras, puedo ver a Britanny con Ashley en el sillón, viendo una caricatura. La madre se gira a verme e inmediatamente estira una sonrisa cómplice. De verdad está apoyando mucho nuestra relación con Luke. El problema antes no era yo, era Travis.

—¡Uuke! —la pequeña Ashley salta del sofá y viene corriendo a su tío como puede. Aún es algo torpe al caminar. ¿Recuerdan cuando les conté que mi sobrina tiene una obsesión con Luke? Bueno, nunca se le fue.

Mi novio se pone se rodillas para recibirla, de brazos abiertos como siempre. Puedo escuchar las risas de la pelirroja en el sillón por las caras que pongo.

—Te ves muy linda hoy, bebé—le dice Luke. Nunca imaginé a Luke como padre hasta ahora. Bueno... eso sería precipitarse. Y precipitarse demasiado.

La pequeña conversación entre Luke y Ashley termina. La pequeña pelirroja, tira del borde de mi vestido. Frunzo el ceño pero igualmente me pongo de cuclillas en un inmenso esfuerzo.

—¿Sí, Ash?

—Alec —ríe y toca mi nariz.

—¿Debería preocuparme por un Alec? —oigo la voz de Luke en un tono juguetón y divertido. Resoplo.

—Adiós —me saluda la pequeña y lo mismo hago. Esta vez abro mi corazón y le lleno de besos la cara, acción que me sorprende hasta a mi. Ella se ríe y vuelve corriendo a su mamá. Luke me extiende una mano para que me levante y lo hago.

—Eso fue... —

—Cero comentarios —digo tirando se su brazo para que finalmente nos pudiéramos ir. Estos comportamientos prefiero entenderlos solo yo.

Nuestra conversación invade el auto. Hablábamos de cosas sin mucho sentido, como que tal había estado el día del otro, que habíamos hecho y esas cosas. Lo que hacemos todos los días.

—El comité del baile ya esta pensando en el baile de graduación —le cuento cuando el recuerdo me viene a la mente. Hanna está a punto de perder la cabeza organizándolo.

Luke suelta una bocanada de aire—, Me parece... surreal.

Asiento, dándole la razón.

—Igualmente, faltan unos meses —digo restándole importancia y cambio de tema.

[...]

Luego de un largo rato de conducir, paramos en la playa. Luke aparca el auto y quita la llave, robándole vida al motor.

Junto mis cejas confundida al observar el panorama.

—¿Qué hacemos aquí?

—¿Tienes hambre? —pregunta con diversión y se baja del auto, dejándome aún más desconcertada. Imito su acción y me apresuro a bajar.

—¿Cenaremos arena? —bromeo.

—Tú solo ven.

Me toma de la mano y hace que lo siga. Lo hago sin chistar, Dios, podría dejar que me lleve hasta el fin del mundo si fuese por mi. Luke me mira a los ojos y me sonríe de vuelta. Se inclina a mi y deja un beso en mis labios, el cual no dudo en seguir.

—Luke McQueen... Tengo miedo de estar en la playa, en plena noche y solos. Pero estoy contigo, y de echo, lo transforma en curiosidad —le digo una vez que nos dimos tregua.

—Créeme, te encantará —dice y vuelve a lo suyo de tirar de mi mano para que le siga. Antes de que mis zapatos hagan contacto con la arena, me detengo.

—Ah, no. ¿Sabes lo que es caminar con estos tacones? ¿Te das una idea de lo que será caminar en la arena con ellos?

Veo como el niega con la cabeza, pero de un rápido movimiento, me levanta. Poniendo un brazo en mis muslos y el otro detrás de mi espalda.

—¡Luke! —chillo.

—Vamos, quejosa —dice riendo.

Dejo que me lleve, ya no me interesa que pese y eso se lo puedo agradecer en parte a Sean. Joder, como pueden cambiar las cosas.

Comienzo a reconocer el lugar exacto en el cual estamos. Dios, si me trajo a donde yo creo que me trajo...

—Luke... —murmuro en un tono de advertencia.

No dice nada y me guía hasta meternos en la cueva, donde me baja. Observo con asombro a nuestro alrededor. El lugar esta repleto de velas. En el centro, hay una mesa para dos personas y la mesa perfectamente preparada, con comida en los platos. Vapor sale de ella, por lo que debo pensar que hay alguien más atrás de todo esto.

Sin embargo, detrás de toda esta fachada romántica, sigue siendo una cueva perdida en la playa y me trae demasiados recuerdos.

Recuerdo ese día en la playa, el cumpleaños de Logan. Todo parecía perfecto, yo reía, no había problemas, todos estábamos bien. Y esa tarde... Ese aterrizaje no deseado lo cambió todo. Descubrí que Travis me engañaba con Penny, mi "amiga". Recuerdo haber salido corriendo, a lo más rápido que mis piernas me permitían, la lluvia no demoró en mojarme por completo para cuando llegué a esta cueva. Acá, es donde Luke me abrazó, me consoló y me dijo que todo estaría bien, que él haría que todo este bien. Y cumplió su promesa.

Siento como las lágrimas amenazan para salir de mis ojos, pero me detengo. No soy de esas que lloran, nunca lo seré. Siento unas manos rodearme la cintura, me estremezco. Luke deja su cabeza en mi hombro.

—Deja de ser tan dura —murmura a mi oído.

Las lágrimas invaden mis ojos, por un milésimo de segundo, agradezco haber comprado maquillaje a prueba de agua. Lloro, lloro de felicidad. Porque a pesar de todo por lo que pase, todo el sufrimiento que tuve que atravesar... Al final valió la pena todo. Dejé de ser la persona fría y calculadora de siempre y aprendí a abrirle mi corazón a los demás.

—Esto es hermoso.

—Sabía que te gustaría.

Luego de este emotivo momento, seco mis lágrimas con mis manos y nos sentamos a comer.

—Veo que tuviste un cómplice.

—Cinco, de hecho —sonríe malicioso.

Comer con la mejor compañía del mundo y con el compas del mar, es lo mejor que podía pedir. Con Luke nada es aburrido. Nos podemos pasar tardes enteras charlando y nunca se nos acabará el tema de conversación, podemos quedarnos en silencio, sumergidos en nuestros propios pensamientos y nunca será uno de esos silencios incómodos. Su sentido del humor siempre me deja con el estomago doliendo de tanto reír.

—Son dos meses —hablo en un suspiro una vez que hemos terminado de comer.

—¿Quién lo diría? —inquiere negando con la cabeza.

—Han pasado muchas cosas...

—Definitivamente no somos de esas parejas normales —dice él.

—Tampoco para tanto —digo quitándole el drama de libro a este chico.

—Alex, ¿enserio me vas a discutir esto?

Elevo una ceja, pero me pongo a pensar. Está bien, está bien. No es del todo normal.

—Creo que te daré la razón —digo riendo.

—¿Y ahora por que te ríes? —cuestiona.

—Me acordé de esa vez en el auto... Cuando me susurraste al oído que te gustaba.

—Ni me lo recuerdes, qué idiota fui —dice negando con su cabeza. Su arrepentimiento me resulta divertido. Una sonrisa se escapa de mis labios. Juro que no era apropósito, es que hablar de estas cosas... Se siente como si hubiesen pasado siglos, cuando no era así.

—Esa sonrisa me gusta —habla llamando mi atención Me ruborizo un poco y bajo la mirada. Alex Foster sonrojándose, tomen nota gente. Esto sucede a cada muerte de obispo.

—Deja de ponerme roja, idiota —le digo, ahora un poco menos estúpida de lo que estaba.

—No se si te diste cuenta, pero amo verte así. Indefensa, sin la opinión de los demás. Me gustas tú.

—¿Cómo que "me gustas tú"? —interrogo con confusión.

—Me gusta tu verdadera versión.

—¿Me estas diciendo falsa?

—Puede —dice sonriendo cómplice. Abro mi boca con indignación, le lanzo uno de los panes que habían sobrado.

—Se nota que eres la mejor amiga de Logan —apunta levantando el pan de la arena.

—No me cambies de tema, McQueen.

—Alex, ¿crees que me enamoró tu mal humor y tu maldad? —alza sus cejas. Touché—. No malinterpretes, es otra cosa hacia donde intento apuntar. Hay muy pocas, muy pocas personas que se dieron cuenta de tu verdadera personalidad. Yo, por ejemplo, me incluyo. Todo este tiempo, escondida detrás de esa fachada de chica mala, hay una chica que se preocupa, que es capaz de romperle la cara a cualquiera que le haga daño a sus amigos, una chica que ama, que es insegura de muchas cosas, pero que igualmente, no deja que esas inseguridades la encierren en una caja de cristal. Y eso, es lo que me enamoró de ti.

No sé en que momento de sus palabras, había comenzado a llorar. Parezco una hormonal, lo sé. Pero es que no puedo detenerme. Luke, se levanta de su asiento y se acerca a mi. Me hace pararme, en un inutil intento, limpio mis lágrimas. Me toma suavemente de las manos y las baja, haciendo que suba mi mirada y mis ojos hagan contacto con los suyos. Lentamente, las suelta y pasa uno de sus dedos la zona debajo de mis ojos, quitando mis lágrimas.

—Te amo, ¿lo sabes?

Estábamos a centímetros, podía sentir su respiración contra mi rostro, al igual que el la mía. No me hacia falta mirarle a los ojos para saber su color cuando había contado hasta sus pestañas. Eran algo raros, una mezcla entre verde y celeste que te hacían perderte en ellos. Podían trasmitirte toda la confianza y amor del mundo y sabrás que es verdadera. Verdadera como lo que yo siento por el.

Soy capaz de declararme, perdidamente enamorada.

Luke hace un bien para la humanidad y corta el espacio y la tensión creada por los ambos. Sus labios, son lo mejor. Había besado a muchas personas a lo largo de mi vida, pero si se lo hace con amor, no hay nada mejor. Ese sentimiento de pertenencia y amor, saber que esa persona te ama y eres suya al igual que él lo es para mi. Describir lo que siento seria... Imposible, porque claro esta, lo siento.

Al separarnos, Luke, se fija la hora en su reloj. ¿Enserio?

—Perfecto —murmura para si mismo.

—¿Qué pasa?

—Acompáñame —dice y tira de mi brazo, por tercera vez —creo— en la noche.

—¿Y ahora donde? —pregunto intentando ocultar mi emoción.

—¿Crees que así festejaríamos nuestro segundo mes de novios? —pregunta Luke con diversion—. Nena, soy un chico que para tu desgracia, lee libros. Eso, no fue nada.

Niego divertida. Esta volviendo esta una gran cosa porque no hicimos nada para el primer mes porque para ser sinceros, nos olvidamos que lo era.

Nos adentramos en la oscura noche de que atrapa a la playa, dejando así, la calidez de las velas. Me tiento preguntar a donde carajos estábamos yendo en medio de la noche en un lugar básicamente desierto, pero por otro lado, quiero conservar el misterio.

De repente, se detiene. Gracias a la luz de la luna, puedo ver que simplemente estamos parados en la orilla, viendo hacia el mar. ¿Qué pasa?


NARRA LOGAN PALMER.

—¿Enserio haremos esto? —pregunta Shane inseguro. Estoy por responder, pero me veo interrumpido por Cameron.

—¡Claro que haremos esto! —grita Cameron con decisión.

—Es ilegal —recuerda Shane.

—¿Y eso nos importa desde...? —río como maniático mientras termino de poner las cosas.

—Iremos a la cárcel —habla él sintiéndose seguro. Suelto un bufido.

—Por lo menos iremos todos juntos —Drake se alza de hombros mientras me ayuda a acomodar todo.

—El imbécil de Sean no está —protesta esta vez, Thomas.

—Todos sabemos su situación... —dice Drake en un hilo de voz.

—Creo que se quedó cuidando a Ashley. Pero, no te preocupes, él irá a prisión también —digo con una sonrisa cómplice—. Sean compró todo esto. ¿Crees que es legal?

—¿Haremos algo putamente legal algún día? —protesta Shane elevando la voz.

—Quizá. ¿Quién sabe? La vida esta llena de sorpresas —ríe Drake como un maniático pero todos decidimos ignorarlo. A veces se pone loquito.

—¿Drake, te das cuenta de que estamos haciendo todo esto para tu hermana y su novio? —pregunta Thomas dándole énfasis a "su novio". Otro inútil intento en intentar convertir a Drake en el hermano sobreprotector y celoso.

—Thomas, supéralo. Luke es un buen chico y de verdad, es la primera vez que veo a Alex así de feliz. Lo merece —responde sin mirarlo y concentrado en sus cosas.

—Y por eso, estamos nosotros para hacer el papel de hermano mayor —esta vez, habla Cameron.

Drake rueda sus ojos y finalmente, estamos todos listos y nos subimos al bote como podemos. Debo sostenerme de Thomas para no caerme. Me siento en una de las bancas y me aferro a los costados rogando que no nos caigamos dado a la sacudida que pegó cuando nos subimos los cinco juntos.

—¿Son consientes de que nos podemos perder en el medio del océano? —Shane, otra vez.

—Bájate —le digo cortante.

—¿Y quedarme solo en la playa? —suelta como si fuese una atrocidad. Niega rotundamente y se queda en el bote. Cada uno toma un remo y nos disponemos a salir.

—Tanto dinero y tenemos que venir en un bote —bufa Cameron y, esta vez, estamos de acuerdo con él. Igualmente, agradezco no ser de esos chicos que presumen el dinero y se creen dioses por tenerlo, no obstante, un yate hubiese funcionado de maravillas.

—Le da más... Dramatismo a la situación —asiente Thomas intentando convencerse.

Remar en el medio de la noche, ha de ser una de las cosas que siempre quise hacer. ¿Nunca desearon internarse en el inmenso océano de noche? Bueno, quizá yo sea el único raro. Cuando llegamos a un lugar lejano, donde las olas del mar no eran tan fuertes y chocantes, Thomas habla:

—Necesitamos un ancla.

—Pepillos que necesitamos un ancla —bufa Cameron y niega.

—Vamos a terminar en Europa si no ponemos un ancla —resalta Thomas. Qué exageración.

—Adivinen qué... No hay ancla—Shane observa el bote por cada esquina. Claro que no hay un ancla, es un bote de origen dudoso, no el Titanic.

Thomas bufa y masajea su sien—. Solo esperemos a que sean las doce y hagamos esta mierda.

—No tengo cobertura, aquí —se queja Drake de repente con su mirada en su celular.

—Oh, yo sí —digo revisando mi celular, observo las breves barras de señal y los datos móviles aún encendidos.

—A ver, dame —habla el pelinegro y me arrebata el celular de las manos antes de que pueda hacer algo. Mueve sus dedos por las aplicaciones y por su rostro iluminado con un resplandor amarillo, sé que abrió Snapchat—. ¡Selfie! —avisa Drake y eleva su brazo.

—No veo nada —Cameron intenta acercarse al celular, acción que hace que el bote se tambalee de lado a lado, sacándonos un susto.

—¡Se va a hundir como el Titanic! —chilla Shane. Demasiado agudo, amigo.

—Estamos en California, acá no hay icebergs —Thomas, el culto, rueda sus ojos.

El bote se vuelve a estabilizar y les pido que se queden quietos hasta que den las doce. Ahora, solamente se puede escuchar el hermoso sonido del mar. Solo eso. Qué paz que me da.

De repente, un sonido bastante peculiar.

—¡Ahg, pedazo de mierda! —exclamo horrorizado al darme cuenta.

—Lo deje salir —murmura Drake relajado y sonriente.

—Yo te dejaré salir del bote, maldito inmundo —Cameron mueve su mano enfrente de su cara para quitar el feo olor que el pedo de Drake dejó.

—¿Qué comiste? —inquiere Shane con una mueca de asco—. ¿Salchichas pasadas? ¡Te pudriste!

Drake solo puede reír.

—No sé como hago para vivir con ustedes —bromea Thomas.

—No te preocupes, solo faltan unos cuantos meses —le recuerda Drake. Un silencio inunda nuestro alrededor. Ha tocado un nervio, un nervio para todos.

—No sé si reír o llorar —murmuro.

—Touché —Cameron no tarda en decir.

—Son las doce —carraspea Thomas. Luce un poco arrepentido de haberlo dicho. Todos sabemos que es la realidad y es mejor irnos haciendo la idea de que nos separaremos luego de dos años de convivencia.

Recuerdo lo que dijo mi amigo y rápidamente, nos ponemos en acción. Ponemos la caja de fuegos artificiales, obviamente ilegales ya que no se pueden, en una de las bancas del bote.

—¿Seguro que no nos morimos todos? —pregunto al ver como Cameron, se acerca con fuego en un mechero para encenderlos.

—Eso espero —me mira Thomas preocupado. Él es el más sensato de nosotros, debió habernos parado. Ya qué.

Alzo la vista y capto a dos siluetas mirando a nuestra dirección. Es el momento.

Por fin, esto se enciende. Veo como la chispa desciende por el hilo hasta que... El primer fuego artificial sale disparado. Este hace que todo el bote se tambalee y tengamos que sostenernos entre nosotros. El segundo sale y seguido de ese, el tercero. Para el cuarto, ya nos habíamos sacudido tanto que, Thomas se tambalea hacia atrás, haciendo que todo mi cuerpo también ya que yo estoy agarrado de él. Intento sostenerme de Drake, pero este termina cayendo conmigo.

El agua esta helada y salada. No toco el suelo, cosa que me resulta alarmante dado a que estoy en el mar, sumido en la oscuridad. Salgo a la superficie y me doy con que todos estabamos en el agua.

—¡ALGO ME TOCÓ! —vocifera Shane con miedo. Abro mis ojos como platos y me apresuro a volver al bote, el cual sigue disparando fuegos, pero tampoco me interesa. Los cinco, nos sostenemos del borde en cuestión de segundos, todos intentamos subir al mismo tiempo y esto hace que la caja de cohetes se sacuda.

Grito para que se detengan. Esta podría caerse y quemar todo el bote. ¿En cuanto a nosotros? Seremos primera plana mañana.

—¡Soy demasiado lindo para morir! —exclama Cameron horrorizado con la idea.

Terminamos por subirnos, cuando el espectáculo de luces había terminado y probablemente, la policía viniendo. Estamos todos temblando del frío.

—Thomas, rema —le digo tiritando mientras busco calor con mis brazos.

—No puedo —murmura mirando el suelo—. Drake, te toca.

—Te... tengo mucho frío —tiembla tal como yo—. Shane...

—Cameron... —pide Shane, pero creo que Cameron esta desmayado.

Ay, vaya amigos. Hacemos el último esfuerzo y entre todos remamos, para cuando llegamos a la orilla, la cual no estoy seguro si es la orilla de Brasil o de Sudáfrica, estamos todos muertos. Casi literal.

—Luke me debe una nueva vida —murmuro con enfado. Salimos del bote con rapidez, no quiero saber nada más con esa mierda.

Miro a mi alrededor, en busca del auto de Shane el cual dejamos exactamente al frente de todo esto pero no hay nada.

—¿Dónde estamos? —inquiero con miedo. Todo está oscuro y no hay absolutamente nadie en la playa.

—En Europa —contesta Thomas molesto—. Es... tto, por el ancc...la —busca calor con sus brazos.

—El ancla y una mierda —me quejo—. Alguien que llame por ayuda.

Y, como la noche no podía ir peor, nos damos con que nuestros celulares no funcionaban por la linda zambullida nocturna de hace unos momentos. Drake incluso ha perdido su teléfono.

—Te dije que debíamos comprarnos el IPhone 7 —Shane me fulmina con la mirada al sostener su celular sin vida entre sus manos. Ni arroz solucionaría esto.

—Dejen de ser tan idiotas —pide Drake y bufa pesadamente—. Vamos a buscar el auto.

Nadie protesta, era lo único que podíamos hacer. Ahg, espero que la pareja este feliz con sus malditos fuegos artificiales.

***

Nota de la autora:

Wow, creo que fue un mes🤔 tanto tiempo, como están?

Bueno, odie escribir este capitulo (no porque sea Team Sean) si no porque jesus! Tengo trece años y escribo de cosas que ni siquiera me pasaron. ¿SABEN LO QUE ES ESO? onda, pura imaginación 😂 y además se ponen muy empalagosos y no me gusta. Por eso, la escena del final. 👊🏼😈

Me vooyy, diciendoles que quedan 5 capitulos para que se termine la novela (aprox)

Y no, no habra segunda temporada.

edit 2022: AJJAJAJAAJAJAJJA TEMPORADA? QUE ERA ESTO?UNA SERIE?

Kisses,
A.

😈💛❤️💛❤️💛❤️💛❤️💛❤️💛💜👊🏼💗💗💗💜👊🏼💯💯💯💯💥💥💥💥💥👑👑👑🤘🏾💗🔥🔥🔥🔥🎂🎂🎂😜😜😜😜😜😅😎☺️😎🙃😛☺️


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