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6. Había una vez un plan...




"Vivamos la vida sin un porqué"

Bajo las escaleras de la casa con una sonrisa de oreja a oreja. Hace unos momentos, tenía ganas de asesinar a todo el mundo a sangre fría, pero ya estoy calmada. Lo sé, soy una bipolar. Pero esta bipolar tenía un plan y necesita de siete personas.

—¡No, Rosie! ¡No seas tonta! —escucho el desesperado grito de Cameron a medida que desciendo. Los veo a todos sentados en el sillón más grande. Algunos, como mi hermano están en sus celulares, pero el resto miraba la película con atención.

—¡Joder, corre tras él! —Shane se para en su lugar, levantando las quejas de Sean.

¿Película romántica? ¿Enserio? ¿Esta es su mejor idea de tarde sin tarea?

Me acomodo silenciosamente al lado de Drake, en la punta. Él se gira a verme por un instante y luego vuelve su atención a su celular. Intento ver a quien tanto le escribe, pero ve mis intenciones y me empuja la cabeza con su mano.

Bufo.

El primer día de clases ha finalizado y no sé si arriesgarme a decir que fue exitoso. Fue... el mejor esfuerzo de Alex Foster por el primer día. Los chicos, esta tarde los chicos no tienen entrenamiento porque los es la prueba de los nuevos, cosa que es buena ya que puedo hablarles a todos hoy.

Mientras yo acomodo mis ideas en mi habitación, ellos pusieron una película. No sé, porque pusieron "Love, Rosie". Supongo que les veía más pinta de "Rápidos y Furiosos" o "Búsqueda Implacable". Las apariencias engañan. Lo que importa, es que ya estoy lista para hablar con ellos acerca de las elecciones. Parecen no haberse enterado aun porque no me han dicho ni una palabra acerca de eso desde que llegamos a casa.

La película termina y Cameron, Logan junto a Shane se paran de sus lugares y quiebran el silencio con aplausos.

—Buena película —Drake bloquea su celular y se levanta. Todos empiezan a hacerlo, cuando los detengo.

— ¡Chicos!—exclamo. Ellos se giran, algo confundidos. Me miran, expectantes. ¿Cómo decirles esto? —Tengo una noticia.

—¿Sí? —inquiere Luke con sus cejas alzadas.

—No se asusten—murmuro.

—¿Deberíamos? —Logan se sienta en el sofá. ¿Deberían?

— Me postule para vicepresidenta del consejo estudiantil.

Ellos se miran entre si, como si estuvieran comprobando que todos escucharon lo mismo y luego a mí.

—¿Tú? —pregunta Logan sin creerlo.

¿Tan difícil es?

—¿Qué hiciste qué? —Shane mueve sus manos, claramente confundido.

—¿Cómo? —Thomas se une con Logan en el sofá. ¿Tan mal lo dejo la noticia? Ni que les dijera que estoy por tener un bebé.

—Alex, ¿estás loca? —interroga Luke. Ladeo mi cabeza ante sus expresiones.

—Estoy hablando en serio —afirmo más segura de mi misma—. Fue todo un gran accidente, la cuestión es que lo hice.

— ¿Eres consciente de que tu contrincante es Britanny Nelson?—pregunta Cameron con sus cejas levantadas.

— Sí, sé eso.

—Vaya problema en el que te metiste... —murmura mi hermano.

—Nos metimos —corrijo con una pequeña sonrisa. Me miran como si hubiese dicho una broma de mal gusto. Están por reírse, cuando se dan cuenta a juzgar de mi rostro que esto no es ninguna broma.

—¿Qué? —a Luke parece bajarle la presión.

— Los necesito para mi campaña electoral —digo y muevo mis piernas con nerviosismo. ¿Debería haberlo soltado así tan brusco?

—Estas de broma —se ríe Logan. Niego. No estoy de broma.

—¿Tú quieres que...? —comienza Shane.

—¡Vamos ni que fuese tan difícil retener! ¡Parecen idiotas! Necesito que me ayuden en mi campaña electoral. Así, le gano a Britanny.

—¿Y que ganamos nosotros con esto? —inquiere Cameron de brazos cruzados. Siempre buscando algo. ¿No existe las buenas acciones sin explicaciones?

—Algo único —prometo mientras en mi cabeza pienso a toda velocidad que podrían ganar a cambio.

—Ilumínanos —pide él.

—Mi confianza —digo con seguridad.

—¿Y por qué nos interesaría eso? —pregunta Sean con una peculiar sonrisa.

—Créanme, prefieren tener mi confianza.

Está bien Alex, quizá esta no era la mejor manera para decir que me abriría con ellos, pero algo es algo. Si quería cambiar, debía empezar por dejar de ser tan fría.

—Me parece bien —dice Drake.

Miro expectante al resto de los chicos. Ellos permanecen unos momentos en silencio. Juro que esos segundos se me hicieron eternos. Finalmente, ceden, liberando así toda la tensión que había acumulado en esos momentos de silencio.

—¡Genial! —exclamo casi saltando de la alegría.

—¿Por dónde empezamos? —pregunta Cameron suspirando.

—Sinceramente, no tengo la más pálida idea. ¿Quién sabe hacer una campaña electoral?

Todos se reacomodan en los sillones. Logan se apresura a hablar.

— Podemos hacer carteles —sugiere.

— Gran idea. ¿Qué más? —saco mi celular para anotarlo.

— Cupcakes con banderas de "Voten por Alex" —suelta Thomas.

— Piensas en grande —le digo—. Me gusta. ¿Algo más?

Los chicos parecen estar en su propia nube, pensando. Espero que sea sobre la campaña, si no, estoy perdida.

—Podríamos poner música en los recesos —Sean habla luego de un largo momento de silencio—. Soy DJ.

—Intento de DJ —se burla Logan a lo que el tatuado se apresura a golpearlo.

—Puede funcionar —murmuro. Nunca lo escuché como Dj.

Él me guiña un ojo. Corro la vista rápidamente para evitar un estúpido sonrojo delante de todos. Cierro mis ojos con fuerzas. Esto no debería estar pasando.

—Vamos, chicos. Más inspiración —incito al cabo de unos momentos.

—¡Lavado de autos! —exclama Drake como si se acabase de sacar la lotería. Deja su celular en la mesa. Sonríe como si acabase de tener la mejor idea del mundo. No era discutible. Es la mejor idea del mundo.

—¡Lo sacaste de Internet, imbécil! —exclama Shane a su lado, delatándolo por completo.

—Claro que no —resopla. Todos sabemos que lo ha sacado de Internet, pero nadie dice nada—. Admitan que es una buena idea.

—Sí lo es —murmuro imaginándome la escena—. Los podría tener a ustedes lavando autos.

—Cuidado, Alex —dice Luke—. Se te cae la baba.

Comienzo a toser. ¿Qué? A mí no se me cae nada.

—¡No se hagan! Todas las chicas de la escuela lavarían su auto —defiendo mi idea—. Yo lo haría. Como seis veces.

Los chicos sueltan unos comentarios para nada inocentes.

—Basta de esta charla —corta Drake horrorizado—. Están hablando de mi hermana.

— Sigamos —pido algo arrepentida por lo que dije.

Por suerte, no se quedan con lo que dije y continúan la conversación acerca de la campaña.

—Entonces ya estamos —aplaudo con emoción, satisfecha por las ideas de los chicos—. Shane y Logan, diseñen e impriman esos carteles. Thomas y Drake, cocinen los cupcakes, Sean graba una playlist de canciones para mañana. Luke y Cameron, hagan todo lo posible para que mañana se coman tacos.

— ¿Y el lavado de coches?—pregunta Holt.

— De eso me encargo yo —sonrío.

Los chicos, conforme con las ideas se levantan y ponen manos a la obra. Mientras tanto, yo también hago de las mías. Soy la que se postula, debo hacer algo, ¿no? Mañana, hay un receso de treinta minutos, es el más largo que tenemos. En ese receso, abriremos el lavado de autos. Y creo que ya sé quien me puede ayudar. No por nada en especifico, no malinterpreten. Es que tiene auto.

Saco mi celular de mi bolsillo trasero y busco en mis contactos el recién agregado número de mi nueva amiga rubia, Penélope Miller.

—¿Hola? —hasta la voz de esta chica es delicada.

— ¡Hola, Pens!—la saludo gritando. ¿Y a mí que me pasa? ¿Esta bien llamarla así cuando recién nos conocemos?

— Hola, Alex. ¿Necesitas algo?

—Sí. ¿Quieres ayudarme en unas cosas de la campaña?

—Por favor. Mi casa está hecha un infierno.

No quiero preguntar acerca de eso.

—Iremos al supermercado, ¿me podrías llevar?

—Claro. Pásame tu dirección y estoy ahí en... Bueno, depende de tu dirección —ríe.

Le miento que no estoy en casa y que me pasa a buscar en un café que está dando la vuelta a la manzana. A ver, no es que les ocultare para siempre esto, pero por si no se dieron cuenta aun soy una persona desconfiada. ¡No, no! No es que piense que ellas me van a secuestrar o algo así, pero ya las escucharon hablar hoy, se mueren por los siete y bueno, no les daré el gusto de que me usen para llegar a ellos. Si, la respuesta es sí. Sí he visto demasiada televisión.

Por primera vez en mi vida, tomo mi bolso color negro que me regalo Susan hace unas cuantas navidades, le pongo dinero, mi celular y estoy lista para irme.

***

Empujo el carro mientras camino por la sección de limpieza de autos. Me encuentro con Penny, como iba en el plan y Katherine, la pelirroja que se coló por simple aburrimiento.

—¡Vuelve, vuelve! —me dice y por un momento no se si volver con el carro o con la historia que les estaba contando—. ¿O sea harás un lavado de autos con los chicos más guapos de la escuela?

— Exacto.

— Dios mío —se emociona y aplaude—. Mi auto será lavado tantas veces mañana

Creo que a pesar de mis dudas, esto tendrá éxito. Terminamos de poner todos los productos elegidos más que nada por Penny que es la que tiene auto de las tres y nos ponemos en la fila para pagar.

— Y dime Penny, ¿te gusta alguien?—pregunto queriendo cortar el silencio que se había formado.

Sus ojos color azul me miran indecisos.

— Veras hay un chico... Pero... No lo sé... —comienza a divagar.

— Logan Palmer —tose Kath y la rubia se ruboriza.

Logan Palmer... Logan Palmer... ¿Por qué me suena demasiado ese nombre? Ah, ya. Ese Logan, él que vive conmigo.

— ¿Logan?—pregunto atónita—. ¿Te gusta Logan?

Ella asiente con la cabeza, algo nerviosa.

— ¿Qué te gusta de... él? —interrogo mientras frunzo el ceño.

— Su dureza... Su aspecto inteligente y a la vez de chico misterioso...

Quería largarme a reír ya mismo, pero me contuve. ¿Logan? ¿El chico que canta One Direction todas las mañanas? ¿Inteligente y misterioso?

—Es mejor amigo de Drake... ¿Quieres que hable de ti con él? —Alex Foster y su buena acción del día.

— ¿Harías eso? —pregunta emocionada.

— Claro —digo alzándome de hombros.

— ¡Eres la mejor! —chilla abalanzándose a mis brazos.

Está bien. Mucho contacto físico por hoy. Pero, de alguna manera me agrada. Penny me hace acordar tanto a Alice, mi ¿ex? Mejor amiga.

Pago todo con la nueva tarjeta de crédito que tengo y con ayuda de las chicas, ponemos todo en la cajuela del auto de la rubia. Al ser la mayoría, productos con líquidos adentro, eran pesados, pero nada que no pudiéramos manejar.

Me subo en el auto de Penny, esta vez en el asiento de su lado y arranca el motor.

— ¿No quieres que nos quedemos en tu casa y hablemos sobre la campaña? —pregunta Penny con un brillo en sus ojos—. ¡Esto me emociona tanto! Me hace acordar a cuando Hanna se postuló el año pasado.

— Veras... No sé si es buena idea...—comienzo a ponerme incomoda.

— ¡Vamos Alex!—me alienta Kath—. Ni que tu familia fuesen narcotraficantes.

Muerdo mi labio pero asiento. Les doy la dirección como puedo, no es que haya vivido aquí hace años. Me pongo a pensar si decirles fue una buena decisión. Digo, apenas las conozco, como Drake me advirtió, estas chicas se podrían poner celosas y armarme un escándalo. O peor, ir a contarles a todos.

Cuando estamos cerca, le indico a la conductora cual es la casa y ella frunce el ceño, pero sigue avanzando y estaciona justo al frente.

— Mierda Alex, tu casa es enorme —Penny abre grande sus ojos mientras se inclina para ver mejor.

— Foster —le recuerda Kath en un tono de obviedad—. ¿Te suena?

Me alzo de hombros y bajo. Como podemos arrastramos las bolsas de nuestra compra hacía la puerta, desde donde ya puedo escuchar música y sé que es obra de Sean.

— ¡Alex! —El tatuado se levanta del suelo donde había un parlante grande y su laptop conectado a su consola de DJ—. Estoy probando la música para mañana.

No para querer rematar la situación, pero esta sin camisa, mostrándonos su esculpido cuerpo. Uhm. Miro a mis amigas, a Penny se le cae la baba, pero Kath se muestra indiferente y no sé por qué.

— Genial —murmuro y me choca los cinco.

—¿Y ella quien es? —pregunta juntando sus cejas con confusión mientras mira a Penny. No lo puedo creer, esta chica de seguro debe ser su compañera de clase y él no la reconoce—. Ya conozco a Katherine, va conmigo a Matemáticas y... —resopla.

La antes mencionada, rueda sus ojos como si Sean fuese la cosa más molesta del mundo. Presiento que estos dos llevan una historia y me muero de ganas por oírla. Puedo pretender indiferencia, pero soy una cotilla de primera.

— Soy Penny Miller—se presenta la rubia algo tímida.

— Un gusto —le sonríe Sean cortes, él puede que sea de esos "no te acerques que soy peligroso" en la escuela, pero fuera de ella es un chico muy divertido, gracioso y siempre tiene —bueno no siempre— tiene buen humor—. Soy...

—Sean Mitchell —completa Penny por el tatuado—. Te conozco.

No pude evitar que se me escapara una carcajada ante la cara que puso Sean.

—¿Puedes ponerte una camisa? Distraes a mis invitadas.

Él se ríe, les guiña un ojo a las chicas y vuelve a lo suyo y, sí, se pone algo encima. Me giro a ellas, las cuales me miraban de brazos cruzados y con una ceja levantada.

Hogar, dulce hogar —digo por arriba de la música mientras extiendo mis brazos.

— Ya lo sospechaba—murmura Penny con sus ojos entrecerradas—. ¿Crees que nunca hemos venido a las fiestas que se hacen aquí? Katherine me arrastra hasta aquí cada fin de semana.

Bueno, tiene su sentido. Kath sonríe cómplice.

— Vamos a mi habitación —digo mientras mentalmente rezo para no encontrarme con nadie más.

Pero de repente, como si nadie me escuchara, Thomas y Drake aparecen de la cocina cubiertos de harina y con delantales. Me parecen graciosas sus caras llenas de este polvo blanco.

— ¡Alex!—saluda Thomas—.Ya se están cocinando los cupcakes.

— Ellas son Katherine y Penny—las señalo. Son capaces de ignorarlas por completo.

— Oh, hola —dice Drake, y Thomas contesta algo parecido.

Las chicas le devuelven el saludo, sin terminar de creer que ellos les estan hablando. A mí, particularmente, me parece una idiotez, pero bueno, que cada uno piense lo que quiera.

— Y no las toquen, son mis invitadas —los señalo amenazadoramente.

—No prometo nada —ríe mi hermano mirándolas a lo que Penny se sonroja y yo ruedo mis ojos. Las llevo conmigo a planta alta, donde nos encerramos en mi habitación. La cual, otra vez las deja asombradas.

— ¿No están enojadas conmigo? —pregunte algo insegura luego de que se sentaran en mi cama.

— ¿Enojadas? —Kath frunce el ceño mientras observa mi habitación, la cual esta escasa de decoración—. ¿Deberíamos?

Niego inmediatamente.

— No lo sé... No les dije que vivía con ellos.

— Tranquilízate, recién nos conocemos—dice la rubia restándole importancia al tema—. Es normal, supongo.

— Es que pensé que me iban a tomar por... No lo sé—pongo una mueca.

— No hay nada malo con esto —Kath se alza de hombros. Sonrió.

— ¡Abrazo grupal! —exclamo sin poder evitarlo. ¿De dónde mierda salió eso? De repente me siento como una extraña en mi propio cuerpo. Nos tiramos en la cama, las tres riéndonos, mientras intentábamos abrazarnos. Claramente, sale desastrosamente.

— Ya, ya —dice Penny riendo mientras recuperamos la compostura—. Hablemos sobre Britanny, tu contrincante.

La cama, es lo suficientemente grande para que las tres nos sentáramos sin problemas. Así que nos sentamos de piernas cruzadas, listas para hablar.

— Díganme acerca de su vida personal —digo sin saber que más preguntar.

— Que te cuento, vamos juntas desde el kinder—habla Katherine como si hablar del tema le irritara—. Su madre es una mujer muy superficial, su padre riega dinero, tiene dos hermanas mas grandes ya graduadas y con hijos. Al ser ella el menor centro de atención, hace todo para llamarla.

— La trágica historia—ruedo mis ojos—. ¿Algo que pueda usar en su contra?

— Sí, la humillación—contesta la rubia inmediatamente—. Ella humilla a todo el mundo, pero cuando es ella la víctima, se pone mal. Lo odia.

—Una chica, consiguió hacerlo —prosigue Kath—. Es un año menor a nosotras, en realidad debería ser nuestra compañera, pero repitió curso. Es una chica que se mete en problemas siempre, no te conviene acercarte...

Aprecio la ironía de la situación por unos momentos.

—¿Cómo se llama? —la curiosidad me invade.

—Abby Johnson —contesta Penélope.

— ¿Algo más que deba saber? —evito que divagáramos mas en se tema.

— La mayoría de las personas que la votan, son hombres. Es bonita y los tiene a todos locos —contesta la rubia.

— ¿Qué se supone que debo hacer, entonces? —bufo, claramente no iba a "seducir" a nadie. Mucho menos venderme.

— Obviamente, ganaras en cuanto votos femeninos se refiere—Penny mueve sus manos mientras hablaba—. Pero la remataras si ganas los votos masculinos.

— ¿Y cómo hago eso?

Las chicas se miraron entre sí, sonriendo de manera perversa. ¡Oh no!... No me gusta esa sonrisa que solo indica una cosa. Problemas.

—Los chicos son tan superficiales que da asco. Te pones un vestido lindo junto con tacones y ya tienes sus votos —Katherine rueda sus ojos molesta.

Y así siguieron nombrando cosas hasta que la lista se fue haciendo interminable. No creo haber memorizado todo eso. No, definitivamente no lo hice. Luego de dos horas de charlar y charlar sobre la campaña, las chicas deben irse. No sin antes, elegir mi atuendo para mañana. Katherine hizo un lio mi closet.

No me agrada la idea de tener que vestirme como alguien que no soy solo para tener más votos pero no me niego. Quiero ganar y estoy segura de que, con su ayuda, lo lograré.

Mientras tanto, mañana yo tendría que buscar a esa tal Abby Johnson, pienso que podemos ser aliadas o compañeras del crimen. Cualquiera opción me funciona.













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