Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

14. ¿¡Tú!? ¡Abrázame!


"Nadie nos advirtió que extrañar es el costo que tienen los buenos momentos"  —Mario Benedetti.


Abro mi boca para decir algo pero las palabras no salen. Parpadeo varias veces para comprobar que mi cabeza no esta jugando conmigo. No, no esta jugando. Es de verdad. Hasta creo que podría estirar una mano y tocar su cara. Aunque no sería muy normal.

—¿Alice?—musito llena de confusión. Ella, la cual tenía su ceño fruncido y nariz arrugada, dejándola de una manera muy graciosa, habla:

—¿¡Alex?!—exclama como si acabara de ver a un fantasma.

Ella es real. Ella está aquí. Mi mejor amiga esta parada enfrente mío.

—¿¡Que haces aquí?!

—¿¡Que haces tú aquí?!—se cruza de brazos.

Nos miramos con la ceja alzada. Como solíamos hacer, desafiándonos con la mirada. La inspecciono de arriba hacia abajo. No ha cambiado ni un pelo. Sigue siendo de cuerpo pequeño. Siempre me he metido con ella por esa razón, parece un Oompa Loompa. Es delgada y parece atrapada en el cuerpo de una niña. Su piel es algo morena, pero apenas. Ojos color café que hacen juego con su melena castaña. Parece un chocolate ahora que lo veo bien.

Su estilo tampoco había cambiado, seguía en esos jeans ajustados y blusas que dejaban a la vista un poco de su delgada cintura.

Nos miramos por unos segundos más. 

—¡¿Qué demonios esperas?! ¡Abrázame!—exclamo eufórica luego de nuestro ridículo duelo de miradas  y nos fundimos en un abrazo, bastantes se giraron a vernos. Digamos que grite más de lo normal. ¿Cómo es que llego Alice Turner hasta aquí? ¿Cómo llego mi mejor amiga aquí?

—¿Qué pasó? ¿Qué haces en Los Ángeles?—le pregunte una vez que nos separamos.

—Fue de la nada —explico acelerada—. Mi madre y su trabajo. Nos mudamos aquí...exactamente ayer. Y tú... ¿Por qué te fuiste sin despedirte? —vuelve a cruzarse de brazos algo molesta.

La madre de Alice trabaja en una empresa que tiene sedes en todo el mundo. Ella siempre viaja por largos periodos de tiempo, en los que siempre me quedaba en su casa. Supongo que este periodo es más largo de lo normal. Eso sí, me parecer raro que lo diga con  tanta simplicidad. Conociéndola, no hubiese dejado que la cambien de escuela justo en el último año. Yo no tenía demasiados problemas con ello. Al fin y al cabo mis compañeros de clase eran y son unos idiotas que respiran idiotez. Pero Alice siempre se llevó bien con ellos.

—Mi padre —respondo en pocas palabras. Había respondido esta pregunta decena de veces—. Mi tía tenía un par de problemas económicos y aquí estoy.

—¿Tu padre?—pregunta con sorpresa. Nunca hablaba de él con Alice. No podía soportarlo.

—Ese mismo —esbozo una sonrisa algo triste—. Ahora estoy viviendo con mi mellizo.

—¿Drake?—abrió más aún los ojos.

—No tengo otro mellizo, Turner.

Parpadea varias veces. Es increíble cómo puedo soltar noticias tan grandes como esta como si avisara que me voy al baño y como le daba tantas vueltas e importancia a avisar que me voy al baño.

—¡Eres una idiota! —exclama y me golpea el brazo. Me quejo de dolor, esta chica golpea fuerte cuando quiere. No subestimen su metro cincuenta—. ¡Te fuiste hace cuatro semanas sin decir ni adiós! Ni el teléfono contestabas, maldita.

Intento no reírme. Alice es algo graciosa cuando se enoja. Todo el mundo se ve gracioso cuando se enoja a mi parecer.

—Uhm sí, siento eso.

Ahora me arrepentía por no haberme despedido de ella. O de todo el mundo.

—La gente comenzó a hablar cuando no te vimos la primera semana de clases. Que moriste por sobredosis, que estabas embarazada, que estabas fuera del país como esa vez...

No puedo evitar poner mis ojos en blanco.

—La gente habla de otros cuando su vida no es lo suficientemente interesante.

—Ríete ahora, pero tuve que hacer callar a mucha gente, Alex.

—Que amor —bromeo y vuelvo a abrazarla solo para comprobar que no es un sueño y que realmente está aquí.

Pero nuestra burbuja de amistad no dura mucho. Un problema tenía que venir a pincharla.

—¡ALEEEEEEEX!—se escucho un grito de terror por detrás mío.

Me giro para ver quién me llama algo cansada. No sé porque si quiera giro, sé quien es el dueño de esa voz. Es Cameron.

¿Es que no puedo tener un día normal? 

Define «normal.»

Observo con un poco de intriga a Cameron Holt corriendo hacia mí. Su boca abierta del susto y sus cejas juntas me indicaban que podría estar corriendo por su vida.

Sus piernas se mueven velozmente y a grandes zancadas. Es rápido, pero no tanto como Luke ya que el ocupa el lugar de mariscal en el equipo. Drake, mi hermano,  viene por detrás  de él con una... ¿Escoba? ¿De dónde saco una escoba?

No sé ni porque me sorprende.

—¡Alex, ayúdame, joder! —grita Cameron asustado.

—¿Y esos son...?—pregunta Alice algo descolocada al ver los adolescentes.

—Luego te explico —murmuro y corro hacia ellos para alcanzarlos. Ni que fuera rápida pero me apresuro al ver que mi mellizo esta fuera de sí mismo. ¿Qué habrás hecho, Holt?

Me interpongo en el camino de mi hermano y me cruzo de brazos mirándolo con desaprobación. Tiene como cincuenta años y corre por los pasillos como si tuviera cuatro. ¿Así espera que lo tomen enserio?

—¡Drake!—exclamo regañándolo. Se frena de golpe y baja la escoba que antes estaba apuntándome como si fuese un arma.

—Muévete— masculla enojado—.  Tengo que matar a ese puto con bronceado artificial.

Oigo las risas de Cameron detrás de mí. No eran simples risas, el chico se estaba destornillando de la risa mientras se burlaba de mi hermano. Al parecer olvidó todo miedo que tenía.

Suspiro y dejo escapar el aire con pesadez.

—¿Qué pasa ahora? Cameron... ¿Volviste a tirarte un pedo en la cara de Drake? — alzo mis cejas en su dirección. No fue nada bonito cuando eso sucedió. Estábamos todos viendo una película cuando Cameron aviso que se venía un "mini Cam". No entendí pero al parecer los chicos si porque comenzaron a correr. Por instinto, me alejé también pero mi hermano se había quedado dormido en la película de ciencia ficción que los había obligado a ver. Entendí que era "Mini Cam" cuando oí el ruido y las fastidiosas quejas de Drake.

—¡Robó mi informe de biología y puso su nombre!—grita Drake enojado. Una de las desventajas de vivir en la misma casa, supongo—. ¡Me demoré tres horas! ¡Te voy a matar, bronceado artificial!

Respira pesadamente mientras fulmina con la mirada a Cameron.

—¡Mi bronceado es cien por ciento natural! —oigo a Holt gritar.

Este chico es idiota. ¿Él hará un trabajo de biología? Quizá. Y solo pondrá «Cameron Holt es lo mejor» cien veces para rellenar el espacio. Seguro que pasa de año por su cara bonita. Me alzo de hombros y me hago hacia un lado, dejándole pasar.

—¡Corre, Holt, corre!—le grito mientras veo como abre sus ojos como platos para dejar de reír y echarse a correr.

—¡Te odio, Alex!—exclama bien alto para que pueda escucharlo bien claro.

No son promesas.

Las personas que se habían quedado mirando la escena, comienzan a dispersarse. No creo que sea tan sorprendente para ellos como lo es para mí aunque a decir verdad ya nos estábamos acostumbrando. Vuelvo con Alice que se encuentra con sus libros mirándome con diversión.

—¿Y ellos quienes son?

—Cameron Holt y mi hermano, Drake Foster. Algún día los conocerás mejor.

Asiente asimilando todo. Conociéndola, solo debe pensar lo guapos que eran. Pero no es de esas chicas que le hacen saber a todo el mundo ni de esas que se arrastran. Por algo es mi mejor amiga, ¿no?

—Son lindos.

—Mala hierba —arrugo mi nariz.

Acompaño a Alice a su clase de matemáticas ya que acaba de llegar y  no conoce la escuela. Me desoriento un poquito, de estas tres semanas de clases no he aprendido muy bien las ubicaciones porque siempre voy con alguien más a mis clases. No le presté atención al camino hasta hoy.

¿Qué obtengo? Llegar tarde a historia. Y con la hermosa señora Podds. ¿No la recuerdan? Permítanme refrescarles la memoria, la que me puso en el consejo estudiantil. Un amor, un terrón de azúcar, la amo tanto... Vieja loca Podds.

Toco la puerta dos veces para anunciar mi llegada antes de empujarla y entrar al salón de clases que se encontraba en un profundo silencio a excepción de la señora Podds que  se encuentra dando una lección en el medio del salón mientras casi nadie le presta atención aunque aun así es algo gracioso oírla hablar, tiene esa voz rasposa que indica que había fumado en algún momento de su vida y que esta vieja como las montañas.

—Disculpe, eh—murmuro consiente de que esto la molestaría y paso de largo hacia un lugar vacío que hay al fondo. Sé que ahora mismo todos están mirándome pero nunca me ha molestado.

—¡Foster! —grita Mrs. Arrugas cargada de odio. Nada le viene bien. ¿Se podía odiar tanto a alguien con apenas conocernos?

—Podds —me giro a verla con indignación.

Suspira llena de frustración y creo que intenta rodar sus ojos. O bien algo la poseyó. Tengo una teoría, cada tanto, llega Amilda a su cuerpo. Amilda es un espíritu que la hace hacer cosas malas, como gritarme y ponerme en el consejo estudiantil, y claro, reprobarme. Amilda es malvada y como sea que sea el primer nombre de la señora Podds, bueno ella también es mala pero no tanto como Amilda. Amilda merece morir. Y espero ser yo quien termine con ese espíritu malo.

—Retírate de mi clase —dice en un tono de voz pacifico. Está bien, Amilda se ha ido luego de un intento de posesión.

Azoto la puerta con fuerza, quizá eso haga que Amilda vuelva. Oh no, quizá me siga y me tome del cabello para hacerme aprender cada detalle de la Guerra Fría.  Respiro profundamente cuando me alejo del salón de Historia. Los pasillos están vacíos y es malditamente aburrido. No hay ni un alma.

Pero prefiero este silencio a las lecciones con voz rasposa de la profesora Podds.  Comienzo a tatarear una canción que Sean reprodujo hace unos días con su consola. Ese chico hace maravillas con las mezclas.  Canto —que no se me da para nada bien— mientras camino hacia... No sé donde, probablemente vaya a hacerles señas desde las ventanas a los chicos. Tenía que hacer algo para matar estas dos horas.

—¿Qué haces?—una voz a mis espaldas hace que pegue un salto del susto.  Joder, pensé que estaba sola.

—Travis —digo con una mano en mi corazón. Básicamente ha saltado cuando oí su voz.

—Tu corazón dio un vuelco al oírme, ¿no es así? —sonríe juguetón.

Lleva su cabello castaño desordenado, unos jeans y una remera color blanco. Claro, tiene su mochila colgando de su hombro derecho. Este chico puede ponerse una bolsa de basura en el cuerpo y aun así es tan atractivo como para competir con las estrellas. No mentía.

—No te creas tan importante —me cruzo de brazos una vez que mi respiración y pulso se han calmado. Creo que soy muy asustadiza.

—Me dueles —se hace el ofendido.

Me río. Travis me pone rara, rara de una manera que nunca estuve antes. ¿Será amor? Por favor que lo sea, tanto tiempo oyendo hablar sobre este sentimiento. Me sentía inútil por no experimentarlo con otras personas que no sean mi familia y amigos. Supongo que el hecho de enamorarme me emociona un poco. ¿Sera Travis el indicado? Espero que sí.

—Me adoras —digo acercándome y lo tomo de las mejillas, apretujándolas un poco. Hace unos días me dijo que odia que le hagan eso.

Arruga su nariz en una tierna expresión. Quito mis manos, ahora sus mejillas están rojas.

—¿Por qué andas afuera, chica mala? Si un preceptor te atrapa, estas perdida.

Muerdo mis labios para no sonreír. Voy a parecer una psicópata sonriendo tanto para este chico. 

—Podds me odia. Me ha sacado de clases. ¿Qué haces tú afuera, chico malo?

—Hoy no tenía ganas de hacer nada.

Me río con él. Cuando dejamos de hacerlo, pega su frente con la mía y me sujeta de la cintura con sus brazos. Huele demasiado bien. ¿Quedaría mal si comienzo a echarme perfume de varón?

—Me agradas Alex— dijo Travis a dos centímetros de mis labios. ¿Agradar?

—A mí también me agradas, Travis—murmuro un segundo antes de que juntar a mis labios con los suyos.

Sus labios son suaves. He besado a mucha gente en mi vida, pero Travis me hace sentir diferente y espero que sea para bueno. No sé cuánto tiempo sigue el beso. Pero me gusta. Aunque también la brusquedad me vuelve loca, la delicadeza me hacía sentir diferente. Me gusta, me agrada.

—¿Alex?

De un rápido movimiento, empujo a Travis. Este parece también haber oído la voz porque se separa de mí.  Giro a ver quien llamo.

—¿Ustedes... Dos? —pregunta algo confundida Penny.

Agradezco mentalmente que sea ella y no alguien más.

—Penny — sonrió nerviosa.

—¿Son novios?

Al parecer la rubia nos salió curiosa. Aun con sus mejillas sonrojadas nos mira a los dos como si fuésemos algo muy incompatible. Pero por favor, que estemos juntos es matemáticas básica. Los dos somos unas manzanas podridas, nos merecemos.

—No...—

—Bueno, yo me voy, tengo que volver a clases—interrumpe Travis. Estoy por decirle adiós cuando deja un fugaz beso en mi mejilla y se va.

Abro mi boca para explicarle algo a la rubia pero vuelo a cerrarla. No tengo absolutamente nada para decir.

—Travis está muy bueno —concluye dice finalmente—. Definitivamente tienes suerte.

—¿Te gusta? —pregunto con confusión—. Pensé que me habías dicho...

—Oh —sus mejillas se vuelven rojas—. No me gusta Travis. No es para mí. Definitivamente una mala pareja. Me gusta Logan.

Asiento. Menos mal que no ha cambiado de opinión. Puede que ya le haya contado un par de cosas o dos a Log sobre Penny.

—¿No son novios? —pregunta a lo que niego—. Harían bonita pareja.

Le sonrió. Supongo que sí, haríamos una buena pareja.

***

—Y esta es la cafetería—le cuento a mi mejor amiga mientras entramos.

Esta como se encuentra todos los días. Adolescentes comiendo, riendo, charlando. Algunos locos gritan. No creo que haga falta resaltar quienes son. Nos abrimos paso entre unos chicos de primero que nos ven de arriba hacia abajo. Babosos...

Katherine, la pelirroja, continua su conversación con Alice. Las presente en los pasillos y parece que han congeniado bien. Bueno, dos personas como ellas... Es obvio que iban a caerse bien. Son muy parecidas en lo que personalidad se refiere, aunque puede que Kath sea más escandalosa que la morena.

—Anotado —le dice a Alice cuando Kath le advierte algo sobre Britanny.

Las tres hacemos filas con nuestras bandejas que por suerte va rápido. Hoy me decido por un pastel de carne y papas con algo. Kath me asegura que esas papas son lo único que no apesta en la cafetería. Terminamos de pagar y las dos nos vamos a nuestra mesa habitual. Bueno, la  mesa habitual de Alice ahora también.

Nos encontramos con Penny y Hanna en la mesa. Les presento a Alice en breves palabras. "Mi mejor amiga vino de Londres, permiso, tengo hambre". La pelirroja rueda sus ojos y se encarga de la presentación mientras le dedico toda mi atención a el pastel de carne que tampoco se ve tan mal como el resto de la comida que sirven en este lugar.

—Oye Alice, ¿No quieres ir a la reunión del consejo estudiantil? —pregunta Hanna. ¿Qué tiene esta chica con seguir hundiendo gente a esa cosa?

—¿Consejo estudiantil?—pregunta ella curiosa. Alice ama estas estupideces de escuela. Bailes, recaudaciones, proyectos, todo. En Londres no teníamos un consejo estudiantil, simplemente una elite que se encargaba de cosas. Ni presidentes, ni vices, ni nada. Se va morir de la emoción.

—Es como...Una asociación de alumnos que ayudamos a obras caritativas, organizamos los bailes, etcétera —explica la presidenta—. Hemos tomado mucha importancia sobre los años.

—Interesante...— murmura Alice con la vista fija en la pared que tiene al frente.  Ya me había olvidado lo tedioso que es cuando hace eso. Es como si se sumergiera en su propio lago.

—Alice —chasqueo sus dedos en a su frente—. ¿Te sumas? Yo soy vicepresidenta, Hanna es presidenta.

Eleva una ceja en mi dirección cuando digo que soy vicepresidenta. El clima me estaba afectando, definitivamente. ¿Alex Foster en una cosa así? No jueguen más.

—Claro —accede dejando pasar lo anterior—. ¿Cuándo se juntan?

Penny le contesta que hoy justo a la salida de clases y ella accede. Tampoco que tuviera planes, acaba de llegar.

—Genial—dice luego de haber recibido la información y de haberle dado un sorbo a su botella de agua—.  Alex, luego iré a tu casa.

Definitivamente mi mejor amiga había vuelto. Ya Alex, créetelo.

—Esas confianzas —ríe Hanna.

Alice siempre ha sido así. No suele importarle tres el resto del mundo y puede, puede muy probablemente que eso le haya contagiado yo. Pero miren de buena persona que es ahora. Y eso implica que tiene mucha confianza. No solo conmigo si no con todos. Varias veces la han lastimado por eso, pero como dije, le importa tres el resto del mundo.

—No puedo —digo recordando la agenda que tengo para hoy—. Quede con Luke, para empezar un informe.

—¿Y Luke es...?

—Luke McQueen, capitán del equipo de futbol, soltero —responde Kath, la que maneja todos los chismes de Los Ángeles automáticamente.

Asiento. Luke.

—Entonces, Alex se ira a los besitos con ese Luke y y yo a mi casa —refuña.

Los besitos con Luke, seguro.

—Puedes venir a la mía —Kath se alza hombros mientras juega con su tenedor y ensalada.

—Okey —responde Alice con una sonrisa.  Se adapta rápido, eh.

No tuvimos más de dos minutos de conversación cuando un fuerte ruido de algo golpear una de las mesas de la cafetería nos detiene. Toda la cafetería guarda silencio, incluida nosotras. En eso que intentábamos ver de dónde vino ese golpe tan fuerte,  alguien se alza.

En una mesa no tan lejana a la mía, Thomas, el mejor amigo de Drake, mi compañero de la casa, el más responsable de los siete se sube a una mesa. Todos le ponemos atención.

De seguro Alice se preguntará si esto es normal. Podría responderle que sí a estas alturas.

—¡Hola a todos! —exclama con diversión. ¿Qué estupideces están por hacer ahora, por favor?—. Mi amigo Shane, perdió una apuesta. Así que... Disfruten el show.

—Les dije, les dije, les dije...—oigo Logan murmurar. No creo que demasiada gente lo haya escuchado o incluso prestado atención pero me hace acordar a una de las tantas discusiones que ellos tuvieron en la casa. Hace dos días, será. Puede que tres. Logan, como siempre, cantaba canciones de One Direction cuando Thomas le pidió que cierre el culo. Sí, esas fueron sus palabras. En lo que Log defendía a la banda con todos sus pulmones, llego Shane diciéndole a los dos que eran un dolor en la cabeza. Ahora, Thomas y Shane comenzaron a pelear cuando Logan se retiro para irse a comer. Supongo que algo salió de allí. 

Todos comienzan a murmurar. Especulaciones, sorpresas, preguntas.

—No entiendo nada —dice Alice observando su porción de pizza. Yo tampoco lo hacía pero creía estar haciéndolo a medida que pasaban los días y mi estadía con ellos.

Penny le explica algo sobre sus apuestas a Alice, la cual, sigue sin entender el sentido pero yo solo estoy atenta a todos lados, esperando ver caer de repente el cuerpo sin vida de mi amigo del techo o algo así. Estos chicos...

De repente, música de fondo se hace escuchar por un parlante situado cerca de la puerta que juraba haberlo visto antes en casa. Se escuchan unas quejas del otro lado de la puerta y finalmente Shane Hastings, el chico que vive conmigo y que es uno de mis mejores amigos por el momento, es empujado por alguien y las puertas se abren abruptamente ante el peso del ojiazul.

Al igual que el resto de la escuela, estallo en risas. Shane, malhumorado, viste unas mayas de rosas de ballet, un tutu del mismo color muy esponjado y una remera corta, muy corta y ajustada que deja ver un poco sus marcados abdominales. Le habían obligado ponerse una tiara de plástico en la cabeza que tenía varios colores —me pregunto a que niña habrán asaltado— y lleva una varita con una estrella en la punta.

Esto me supera. Creo que moriré de la vergüenza. La música aumenta y Luke, quien había empujado a Shane, le grita algo que no logro captar por el volumen y a regañadientes Shane se pone a bailar y menear su trasero para abajo y para arriba. Lo hacía obligado pero vaya que lo hacía bien. Seguro que esta disfrutando todas las miradas. Es demasiado arrogante, todos lo son. 

Miro rápidamente al resto que esta su respectiva mesa de cafetería. Algunos se ríen, otros solo miran con diversión.

Amo a estos chicos y nunca me cansaré de ellos, uno más loco que el otro pero así los quiero.




***



Redes sociales:
•Instagram: hcandela_
•Twitter: isnotcandy

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro